Objetivo: Describir efectos secundarios de la administración de hierro i.v. carboximaltosa (Ferinject) en pacientes que acuden a hospital de día para transfusiones periódicas, así como evaluar el tiempo transcurrido entre cada transfusión tras la administración de Ferinject.
Método: Se evaluaron 18 pacientes (77,7% mujeres/22,3% varones) incluidos en el programa de transfusiones periódicas del hospital de día entre enero de 2017 y septiembre de 2017 a los que se les ponen 1, 2 o 3 dosis de Ferinject separadas en un mes de diferencia (en 11 pacientes se administró una dosis, en 5 pacientes se administraron 2 dosis y en 3 pacientes 3 dosis en el tiempo del estudio). Se recogen constantes vitales antes/después de cada administración, así como se documenta si ha habido alguna incidencia. Las patologías por las que están incluidos en dicho programa son: 1 paciente con EII, 8 pacientes con ERC (5 diabéticos, 1 monorrena), 6 con patología digestiva (1 gastritis eritematosa, 2 neoplasias gástricas y 3 de colon), 3 con anemia de perfil ferropénico sin ampliarse el estudio. De los 18 pacientes, 11 estaban en tratamiento con hierro oral y 7 habían presentado intolerancia digestiva. por lo que habían suspendido el tratamiento. Por otro lado, se documentó el tiempo transcurrido entre cada transfusión a partir de la administración de Ferinject y se comparó con el que necesitaban previamente.
Resultados: En nuestra muestra no se detectaron efectos adversos significativos, las constantes de los pacientes se mantuvieron estables. No se documentaron casos de anafilaxia ni otros síntomas o signos.
Por otro lado, no se objetivaron cambios estadísticamente significativos a nivel global en el espacio de tiempo en el que los pacientes necesitaban transfusión. No obstante, en un subgrupo de pacientes que no estaban tomando hierro oral previamente (4/7 pacientes) sí se objetivó un mayor tiempo transcurrido entre cada transfusión.
Creemos necesario el aumento del tamaño de la muestra, el tiempo de valoración y el aumento de las dosis de Ferinject administradas para poder sacar resultados más precisos.
Conclusiones: Debemos tener en cuenta que los ancianos presentan en algunos casos trastornos de la absorción, así como procesos inflamatorios, neoplasias, malnutrición, etc., siendo en estos casos beneficiosa la administración de hierro i.v. en lugar de hierro oral. Por otro lado, se reducen los efectos adversos gastrointestinales que ocasiona la administración de hierro oral, pudiendo mejorar la calidad de vida de los pacientes.