Presentamos el caso de un varón de 72 años con antecedentes de bronquitis crónica y enfermedad vascular cerebral, que ingresó en nuestra unidad de convalecencia después de haber sufrido una fractura del maléolo del peroné. Previamente al ingreso, el paciente presentaba deterioro cognitivo leve de probable etiología vascular, era dependiente para todas las actividades instrumentales de la vida diaria (índice de Lawton 0/8) y precisaba ayuda para alimentación, higiene, vestido, WC y transferencias, era incontinente urinario y deambulaba trayectos cortos con ayuda de bastón, sin capacidad para realizar escaleras (índice de Barthel 35/100).
En las primeras horas de ingreso aparece cuadro de fiebre con inestabilidad hemodinámica con TA 92/50mmHg, FC 105lpm y temperatura de 38°C. A la exploración: un abdomen distendido y timpánico. Analíticamente se observa leucocitosis de 21.100 (92% neutrófilos), elevación del ácido láctico 29,1mmol/l y de CK297UI/l, alteración de la función renal con valores de creatinina de 2,14mg/dl, urea 103mg/dl, sin alteraciones del sodio ni del potasio.
En la radiografía de tórax se objetiva una imagen aérea debajo del hemidiafragma derecho, compatible con neumoperitoneo.
Ante la sospecha de una posible perforación intestinal, se inicia cobertura antibiótica empírica de amplio espectro y sueroterapia intensiva con recuperación hemodinámica del paciente. A continuación, se realiza TC abdominal urgente que informa sobre una marcada dilatación de sigma (hasta 15cm de diámetro) totalmente ocupado per heces, se observan abundantes restos fecales en colon descendente, con el transverso colapsado y neumatización del colon ascendente, sin evidencia de neumoperitoneo ni líquido libre. Pocas horas después, el paciente inicia clínica de deposiciones diarreicas. Ante la sospecha de colitis seudomembranosa, dado el reciente tratamiento antibiótico por infección respiratoria (confirmada posteriormente por coprocultivo positivo para Clostridium difficile) se cambia la cobertura antibiótica por metronidazol y vancomicina siendo la evolución clínica favorable. Se descarta la etiología farmacológica ya que el paciente no estaba en tratamiento con ningún fármaco para enfermedades neuropsiquiátricas (el tratamiento era: omeprazol, paracetamol, enalapril, ácido acetilsalicílico y heparina profiláctica).
La imagen aérea observada en la Rx de tórax se corresponde con el signo de Chilaiditi, que consiste en la interposición de una parte del colon, generalmente el derecho, entre el hígado y el diafragma, y se define como síndrome cuando se asocia a síntomas clínicos como dolor abdominal y estreñimiento1.
El segmento del colon derecho que produce con más frecuencia es el ángulo hepático siendo también posible la interposición de asas de intestino delgado.
Esta rara entidad puede ser confundida con un neumoperitoneo2,3, con el que se deberá hacer un diagnóstico diferencial.
Es más frecuente en varones, y su hallazgo es generalmente casual, su causa puede ser debida a diferentes afecciones como, enfermedades intestinales y hepáticas entre otras. En condiciones normales, los ligamentos suspensorios y la fijación del colon impiden la interposición del colon entre el hígado y el diafragma. Sin embargo, existen variaciones anatómicas que pueden conducir a la interposición fisiológica del colon. Estas pueden incluir ausencia, laxitud o elongación de los ligamentos suspensorios del colon transverso o del ligamento falciforme, así como dolicocolon o mal posiciones congénitas. También puede ser consecuencia de trastornos funcionales como estreñimiento crónico, aerofagia, cirrosis (ascitis por aumento de la presión abdominal), parálisis diafragmática, enfermedad pulmonar crónica (aumento de la cavidad torácica inferior), obesidad y embarazos múltiples4.
Se ha descrito en la literatura el síndrome de Chilaiditi asociado a seudoobstrucción colónica (síndrome de Ogilvie)5.
Los diagnósticos diferenciales importantes de este signo radiográfico incluyen el neumoperitoneo, la obstrucción intestinal, el vólvulo, la intususcepción, el intestino isquémico o las condiciones inflamatorias. Sin embargo, como se mencionó anteriormente, estos trastornos intestinales también pueden ocurrir dentro del colon interpuesto en raras ocasiones.
Descartar un síndrome de Chilaiditi en pacientes con sintomatología abdominal y datos radiológicos de perforación abdominal, puede evitar laparotomías urgentes innecesarias, sobre todo en pacientes mayores.