Este estudio tiene como objetivo conocer la prevalencia de pacientes con sondaje vesical (SV) en un servicio de geriatría y analizar los factores asociados con el empleo de sondaje urinario en ancianos hospitalizados.
Material y métodoEstudio descriptivo, retrospectivo (enero a diciembre del 2019). Se incluyeron a todos los pacientes ingresados en un servicio de geriatría, con SV durante su estadía hospitalaria. Se recogieron variables sociodemográficas y clínicas.
ResultadosEn el año 2019, 10,20% de los pacientes ingresados requirieron SV. La mayoría de estos fueron varones: 60,6%, con una edad media de 86,5 años (DE 8,65). Un 43,4% de los sondajes vesicales que se colocaron de forma temporal, se indicaron en el propio servicio de geriatría, 28,9% en otro servicio médico y 26,3% en el servicio de urgencias. La mediana de días con sondaje fue 7,5. El motivo más habitual de SV fue la retención aguda de orina (RAO) (67,7%). Al alta hospitalaria un 22,3% de pacientes necesitó continuar con sonda en el domicilio, sin ser portador antes del ingreso.
ConclusionesEn nuestra población de estudio, un alto porcentaje necesitó SV durante su estancia hospitalaria, siendo la causa más frecuente, la RAO. El tiempo medio de SV es elevado, con el consecuente riesgo de padecer infecciones nosocomiales del tracto urinario. Es necesario mejorar los hábitos de prescripción de este procedimiento y su pronta retirada mediante esfuerzos educativos específicos y evitar su uso inapropiado.
To determine the prevalence of patients with bladder catheterization in a geriatrics service and to analyze the factors associated with the use of urinary catheterization in hospitalized elderly people.
Material and methodThis descriptive and retrospective study (January to December 2019) included all the patients admitted to a geriatric service, with bladder catheterization during their hospital admission. Sociodemographic and clinical data were collected.
ResultsIn 2019, 10.20% of the patients admitted required urinary catheters. Most of these patients were males (60.6%), with an average age of 86.5 years (SD: 8.65). 43.4% of the urinary catheters that were placed temporarily were indicated in the geriatric unit, 28.9% in another medical service and 26.3% in the emergency department. The median of days with a urinary catheter was 7.5 days. The most common reason to indicate a urinary catheter was acute urinary retention (AUR) (67.7%). At hospital discharge, 22.3% of the patients needed to continue with a urinary catheter at home, without needing it prior to admission.
ConclusionsIn our study, a high percentage of bladder catheterization was needed during the hospitalization, the most common cause being AUR. The average use (in days) of urinary catheters is high, with the consequent risk of nosocomial urinary tract infections. It is necessary to improve the prescribing habits of urinary catheterization and its early withdrawal through specific educational efforts and avoiding their inappropriate use.
El sondaje vesical (SV) consiste en la inserción de un catéter a través de la uretra hasta la vejiga. Habitualmente, el SV es utilizado sin una indicación adecuada o durante más tiempo del debido, asociándose con un incremento de la morbimortalidad de los pacientes. Se estima que entre el 20 al 50% de los catéteres vesicales son utilizados de manera inadecuada1.
El SV facilita la entrada de microorganismos procedentes de la piel, del recto y de la periuretra del propio paciente y, además, impide el vaciamiento completo de la vejiga, aumentando así el riesgo de infección2. La SV es la causa más importante para la aparición de bacteriuria asintomática o infección del tracto urinario inferior (ITU)3. Se estima que el 80% de las ITU nosocomiales están relacionadas con el SV y es la segunda causa de bacteriemia, lo que conlleva un significativo aumento del coste sanitario2,4,5. Los microorganismos más frecuentes implicados en las ITU son las enterobacterias, siendo la más frecuente, la Escherichia coli (E. coli)2,4.
La importancia de las consecuencias adversas de una inadecuada prescripción de las SV, en la población geriátrica, contribuye a justificar la trascendencia de este estudio, con el objetivo de conocer la prevalencia de pacientes con sondaje vesical en nuestro centro, además de valorar los factores asociados con su uso (tabla 1).
Variables sociodemográficas y clínicas
Variables | n | % |
---|---|---|
Sexo | ||
Varón | 60 | 60,61 |
Mujer | 39 | 39,39 |
Fallecimiento | 23 | 23,23 |
Índice de Barthel | ||
Independiente (IB: 100) | 4 | 4,04 |
D. Leve (IB: 60-95) | 6 | 6,06 |
D. Moderado (IB: 40-55) | 17 | 17,17 |
D. Severa (IB: 20-35) | 23 | 23,23 |
D. Total (IB < 20) | 49 | 49,49 |
Diagnóstico de ingreso | ||
Infección respiratoria | 23 | 23,23 |
ITU | 16 | 16,16 |
Insuficiencia cardiaca | 10 | 10,10 |
Fractura de cadera | 6 | 6,06 |
Accidente cerebrovascular | 2 | 2,02 |
Comorbilidades | ||
Insuficiencia cardiaca | 46 | 46,46 |
Insuficiencia renal crónica | 44 | 44,44 |
Demencia | 42 | 42,42 |
Diabetes Mellitus 2 | 35 | 35,35 |
Delírium | 49 | 49,49 |
Incontinencia urinaria | 78 | 78,78 |
Impactación fecal | 37 | 37,38 |
Polimedicación | 87 | 87,87 |
D.: dependencia; ITU: infección del tracto urinario inferior.
Se presenta un estudio observacional, descriptivo y retrospectivo, realizado en el Servicio de geriatría del hospital San José de Teruel. Se incluyeron todos los pacientes que requirieron SV durante su ingreso hospitalario, desde el primero de enero al 31 de diciembre del 2019. Se revisaron las historias clínicas en papel y electrónicas.
La variable principal es el uso de SV, diferenciando entre sonda permanente o sonda temporal. Se analizan variables sociodemográficas, clínicas y específicas relacionadas con el SV (fig. 1).
La base de datos se creó exclusivamente para este trabajo, y fue realizada y analizada con la herramienta de trabajo FStats de Excel «paquete estadístico».
Este estudio se lleva a cabo en cumplimiento de los requerimientos y normas legales del centro hospitalario en el que se desarrolla. La confidencialidad se garantiza mediante la anonimización de datos y la codificación interna de los mismos.
ResultadosEn el período de estudio, ingresaron un total de 970 pacientes, 99 de ellos eran portadores de SV (10,21%).
De todos los pacientes con SV, la mayoría eran hombres 60,61%, la edad media fue de 86,47 años, con una desviación estándar (DE) de 8,65 años. La estancia media fue de 16,73 días (DE: 12,16 días).
El diagnóstico de ingreso más frecuente fue la infección respiratoria, en el 23,23% de los casos, seguido por la infección del tracto urinario en el 16% de los pacientes. La comorbilidad más frecuente fue la insuficiencia cardiaca en el 46,5%. El 42,42% de los pacientes tenían diagnóstico de demencia.
En relación con el estado funcional de los pacientes, según el índice de Barthel (IB), un 49,49% eran dependientes totales (IB < 20) mientras que solo el 4,04% eran independientes (IB: 100).
Se registró al menos un episodio de delírium durante el ingreso en el 49,49% de las personas.
La polimedicación, definida como el consumo mayor a cinco fármacos, se observó en el 87,88% de los pacientes.
Presentó incontinencia urinaria el 78,8% de los pacientes. Del grupo de 60 varones, padecía hipertrofia benigna de próstata el 70% y, de ellos, el 23,31% tomaba algún fármaco para esta patología.
Del total de 99 pacientes con SV, el 23,23% (23) eran portadores de SV permanentes y 76,7% (76) necesitaron SV temporal (fueron sondados en algún momento de su proceso clínico).
En los casos con sondaje temporal, el lugar más frecuente donde se realizó dicho procedimiento fue en el servicio de geriatría (43,4%), el 28,9% en otras unidades hospitalarias previas al traslado a nuestro servicio, el 26,32% en el servicio de urgencias y en una ocasión se realizó el sondaje en domicilio.
El motivo más frecuente de SV temporal fue la retención aguda de orina (RAO) en 51 ocasiones (67,1%), seguida de control de diuresis en 14 pacientes (18,42%), en dos casos el motivo fue la presencia de úlceras por presión (UPP). No se registró el motivo de realización de cateterismo urinario en nueve ocasiones (11,84%).
De las 76 personas con SV temporal, la media de días con sonda fue de 11,7 (DE: 12,3). El mínimo de días fue uno y el máximo fue 60. La mediana fue de 7,5 días. La media de intentos de retirar el sondaje iniciado fue 1,03 (DE: 0,69). Se intentó la retirada del sondaje a 59 pacientes (77,6%). De los cuales, fue necesario repetir este procedimiento a 21 de ellos (35,59%) por presentar RAO tras la retirada inicial.
Al momento del alta, 17 de los pacientes (22,36%) con SV temporal requirieron continuar con el sondaje y con la indicación de revalorar la retirada en su domicilio o residencia, a cargo de su médico de atención primaria.
Se obtuvo un urocultivo en 42 personas (55,26%) con SV temporal que presentaron síntomas compatibles con probable ITU, siendo el resultado positivo en 27 de ellos (64,29%). El patógeno con mayor frecuencia aislado fue E. Coli en el 48,15% (13 casos), seguido de Enterococcus spp. en el 18,52% (cinco casos) y Klebsiella spp. en el 7,41% (dos casos).
DiscusiónA nivel mundial, los estudios y ensayos clínicos más recientes muestran su interés en reducir la incidencia de SV por las complicaciones adquiridas que suponen, fundamentalmente, el aumento de infecciones nosocomiales y el incremento de morbimortalidad asociada con las infecciones6.
La prevalencia del uso de SV encontrada en nuestro estudio es muy similar a la hallada en otros como el de Hariati et al.7 en el cual se analiza el uso de SV sobre 82 pacientes ingresados, al trabajo de Kim et al.8 con una prevalencia en torno al 15% y al trabajo multicéntrico en Reino Unido de Shackley et al.9 con una prevalencia de 12,9%.
Un rasgo característico de los pacientes mayores es la multimorbilidad y la alta prevalencia de los llamados síndromes geriátricos. Condiciones que se observan entre los resultados de nuestro estudio. Varias enfermedades crónicas y condiciones pueden predisponer al uso inadecuado del SV10.
En cuanto a los motivos más frecuentes de SV, nuestros resultados son similares a los obtenidos por Heudorf et al.11 y Kim et al.8, en estos estudios, las indicaciones fueron variadas pero aparecieron con mayor frecuencia: la RAO, control de diuresis y el apoyo a la cicatrización de heridas alrededor de los genitales externos.
No se registró el motivo de la realización de cateterismo urinario en un porcentaje alto de pacientes. Estudios como el de Heudorf et al.11 informaron que la indicación de SV se reevaluaba diariamente; sin embargo, esto solo se documentó en el 30% de los casos, lo que indica claramente que hay un margen de mejora.
De los casos en los que no se retira el SV colocado durante el ingreso y después del alta hospitalaria continuan con este en el domicilio, el porcentaje encontrado en nuestro estudio es muy superior a lo recomentado por la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas (IDSA). Los sondajes urinarios deben retirarse tan pronto como ya no sean necesarios para reducir el riesgo de bacteriuria12.
En nuestro estudio podemos observar un porcentaje alto de complicación de ITU confirmada por urocultivo, lo que pone en evidencia el riesgo que un sondaje prolongado puede acarrear, especialmente en población vulnerable como los ancianos. La bacteria que con mayor frecuencia se asoció con ITU en este estudio fue la E. coli, lo cual coincide con diversos estudios publicados como el de Hariati et al.7 y el de Wojszel et al.10
ConclusionesEl uso de SV en nuestra población tiene una prevalencia elevada y conlleva una mayor aparición de complicaciones, como es la ITU.
Es necesario invertir más tiempo en formar al personal en el uso correcto del SV y la retirada de este, tan pronto como ya no sea necesario.
Estas actividades favorecerían la reducción de incidencia de infecciones, uso de antibioterapia, estancias hospitalarias prolongadas, mayor morbimortalidad intrahospitalaria y aumento de los costes.
En un futuro, sería interesante crear un protocolo general sobre sondaje urinario en el anciano, que permita implementar estrategias de seguridad y calidad.
Conflicto de interesesLos autores manifiestan no tener conflicto de intereses.