El envejecimiento de la población está concitando la atención de investigadores, agentes sociales y decisores políticos. En el entorno europeo existen diversas estrategias de investigación sobre el envejecimiento, como FUTURAGE, una red científica encargada de elaborar un mapa de la investigación futura.
La aportación española a ese mapa se ofrece este documento, elaborado a partir de los debates del Congreso «Envejecimiento. La investigación en España y Europa». Siguiendo las directrices de FUTURAGE, el documento recoge, primero, ideas de carácter general en relación con los retos futuros de la investigación con una perspectiva multidisciplinar, en la que el debate teórico y metodológico, la aproximación comparativa y multinivel, la transferencia de conocimiento y la implicación de los mayores serían elementos esenciales. En una segunda parte se ofrecen ideas sobre los principales aspectos a considerar en la investigación, como la biogerontología, el envejecimiento saludable y activo, los recursos económicos y sociales y los entornos del envejecimiento, estando sus contenidos entrelazados entre sí. Finalmente, se hacen aportaciones de valor metodológico e instrumental que refuerzan la necesidad de abrirse a investigaciones transversales, específicas, que integren datos diversos, combinen métodos y hagan posible desarrollar estrategias de evaluación e intervención. Otros aspectos ahondan en la conveniencia de establecer mecanismos de coordinación de la investigación dentro de un contexto europeo.
El proceso de consultas europeas ha dado lugar finalmente al mapa de la investigación en envejecimiento en Europa, recientemente publicado (http://futurage.group.shef.ac.uk/road-map.html), que espera tener su encaje en la programación científica europea y española futuras.
Researchers, stakeholders and policy makers agree about the importance of the population ageing in modern societies, so a broad analysis of current research strategies is in progress, such as FUTURAGE, a network for drawing a map for future research on ageing.
This document presents the Spanish contribution to this map following FUTURAGE guidelines, drawn from the debates held in the ‘Ageing. Research in Spain and Europe’ Workshop. The first part consists of general ideas seeking to define future challenges on research using a multidisciplinary approach, in which the theoretical and methodological debate, the comparative and multilevel perspective, the transfer of knowledge and involvement of the older people would be essential to consider. Some of the main issues according to FUTURAGE structure are, the bio-gerontology of ageing, healthy and active ageing, and the socioeconomic and environmental resources of ageing. The interaction between these contents is pivotal to understand the research on ageing. Finally, the document provides some methodological and instrumental ideas to reinforce the need for cross-sectional research initiatives, integrating different data and combining methods in order to develop assessment and intervention strategies. Other aspects look into the mechanisms to coordinate research within a European context.
The map on ageing research has been published after the consultation process in Europe (http://futurage.group.shef.ac.uk/road-map.html) and is now ready to be considered for integration into future European and Spanish research programs.
Que el envejecimiento de la población, en sus múltiples y diversas dimensiones, es un tema de enorme interés en el mundo desarrollo es una evidencia no solo científica sino, sobre todo, social, el que el envejecimiento de la población, en sus múltiples y diversas dimensiones, sea un tema de enorme interés en el mundo desarrollado. Las publicaciones científicas y las reuniones específicas ponen de manifiesto su pujanza en la investigación básica y aplicada. Los foros de usuarios y las reuniones de personas mayores, prueban la relevancia que subyace al envejecimiento como fenómeno con pujanza social. Las recientes propuestas electorales de los partidos políticos en España han dejado claro, de forma desigual, el significado del envejecimiento para la ciencia española del futuro y el valor de su conocimiento, imprescindible hoy para el diseño de las políticas públicas. Algunas propuestas señalan definitivamente al envejecimiento como un reto social de primera magnitud en los próximos años.
Desde otro punto de vista, el de la investigación y de su gestión política, se están desarrollando en los últimos años en Europa iniciativas tendentes a canalizar el enorme potencial de los investigadores hacia un posicionamiento de los estados con objeto de conseguir que el envejecimiento sea investigado de la forma más eficiente y coordinada. Desde la Comisión Europea se está fomentando la presencia del envejecimiento en los programas de trabajo de Salud, de Ciencias de la Vida y de Ciencias Socioeconómicas y Humanidades, especialmente, dentro del Programa Cooperación del 7 Programa Marco. Pero también se están apoyando, a modo de ejemplo, otras iniciativas como la red científica European Research Area in Ageing 2 (ERA-AGE2, www.era-age.group.shef.ac.uk), o como proyectos de diseño de programas de investigación (WhyWeAge, www.whyweage.eu/) o FUTURAGE (www.futurage.group.shef.ac.uk). Paralelamente se han consolidado procesos para estructurar la investigación sobre envejecimiento a través de consorcios como Ambient Assisted Living (www.aal-europe.eu), o SHARE (www.share-project.org) como proyecto de la Estrategia Europea de Infraestructuras de Investigación (ERIC). También se están dando los pasos para estructurar la Iniciativa de Investigación Conjunta «More Years Better Lives» (http://www.jp-demographic.eu), sobre los retos del cambio demográfico, específicamente el envejecimiento de la población y la Asociación Europea de Innovación «Active and Healthy Ageing» (http://ec.europa.eu/research/innovation-union/index_en.cfm?section=active-healthy-ageing).
Finalmente, los trabajos preparatorios del próximo programa marco europeo, denominado Horizon 2020 (http://ec.europa.eu/research/horizon2020/index_en.cfm), han delimitado el envejecimiento de la población (Salud, Cambio Demográfico y Bienestar) como uno de los retos sociales que deben ser investigados en el futuro con el objeto de transformarlo en oportunidades sociales.
En este marco, y en conexión con las actividades desarrolladas por el proyecto FUTURAGE, se organizó el Congreso «Envejecimiento. La investigación en España y Europa», durante los días 8 a 10 de marzo de 2011. Con el apoyo del Ministerio de Ciencia e Innovación, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, del Instituto de Salud Carlos III, la Fundación INGEMA y del Instituto de Mayores y Servicios Sociales, el Congreso pretendió establecer un marco de debate sobre la investigación sobre el envejecimiento de la población en España, con el objeto de contribuir a reforzar la posición española ante las opciones futuras de investigación en la Unión Europea, especialmente ante las iniciativas europeas de investigación en esta línea, como ERA-AGE2, FUTURAGE y la JPI «More Years, Better Lives». The Potentials and Challenges of Demographic Change.
El Congreso contó con la participación de más de 200 investigadores y se estructuró de acuerdo a los 4 temas empleados para las consultas nacionales del proyecto FUTURAGE. El ámbito de la Biogerontología, como proceso y mecanismos del envejecimiento humano, corrió a cargo de Leocadio Rodríguez Mañas (Hospital Universitario de Getafe, ISCIII) que contó con el apoyo de José Viña Ribes (Universidad de Valencia). Para la organización del tema de Recursos económicos y sociales disponibles para la población mayor, se formó un grupo liderado por Vicente Rodríguez (CSIC) y formado por Lourdes Pérez (U. Autónoma de Madrid), María Silveria Agulló (U. Carlos III) y Marcos Bote (U. Murcia). Mayte Sancho (Fundación INGEMA) se encargó de la organización de las sesiones sobre Entornos del envejecimiento, para mostrar las interrelaciones entre el envejecimiento de la persona y sus diferentes ámbitos de desarrollo, contando para ello con la ayuda de Julio Pérez (CSIC), Cristina Rodríguez (CEAPAT), Javier Yanguas (Fundación INGEMA), Mercé Pérez (U. Autónoma de Barcelona) y Raquel Poveda (I. Biomecánica Valencia). Finalmente, el tema de Envejecimiento saludable y los factores asociados, fue coordinado por Rosa Díaz (IMSERSO) quién contó con Rocío Fernández Ballesteros (U. Autónoma de Madrid) y Pura Díaz (Fundación INGEMA) para su organización.
El resultado final del Congreso «Envejecimiento. La investigación en España y Europa» se presenta en este documento. Fue enviado en su versión operativa a los responsables del proyecto FUTURAGE como aportación española al diseño del mapa de investigación que, finalmente, ha sido presentado en el Parlamento Europeo el día 18 de octubre de 2011 (www.futurage.group.shef.ac.uk/road-map.html). Para la elaboración del documento se contó con 3 instrumentos esenciales: los documentos preparados por los responsables de cada uno de los temas para su debate posterior, las ideas expresadas en las 2 sesiones de debate con las que contó el Congreso y los documentos finales de cada tema, elaborados después de la discusión en sesión plenaria. Consta de 3 apartados en los que se han recogido las ideas debatidas, uno de carácter general, otro de signo temático y un tercero de significado metodológico e instrumental.
Aportaciones de carácter general y transversalEn esencia, en este apartado se expresaron ideas relacionadas con una investigación sobre el envejecimiento de la población abierta a nuevos retos.
Desde un punto de vista general:
- a)
La necesidad de utilizar una terminología común aprovechando los esfuerzos ya realizados por amplios y consolidados grupos de investigación, (por ejemplo, normalizando el uso del término envejecimiento activo, que se relaciona con otros términos como envejecimiento saludable, envejecimiento libre de enfermedad/discapacidad, longevidad, fragilidad, etc. para la normalización de una investigación futura.
- b)
La necesidad de profundizar en el debate teórico y terminológico sobre estos y otros conceptos, destacando los aspectos positivos que contienen, apuntando al objetivo final de lograr una mejor calidad de vida de las personas mayores.
- c)
Reforzar el carácter humano, centrado en la persona, que debe tener prioritariamente la investigación, sin minusvalorar otras características económicas, sociales, psicológicas, políticas, etc.
- d)
La transferencia de conocimiento al diseño y a la práctica política en el ejercicio de medidas orientadas a la población mayor, así como a la sociedad en general.
- e)
Esta aproximación, centrada principalmente en el individuo, solo se consigue si se hace un esfuerzo por integrar las múltiples formas que tienen las diferentes disciplinas de aproximarse al estudio del envejecimiento, creando así las condiciones para una investigación multidisciplinar, como garantía de avance en el futuro. No es un tarea fácil porque implica una reflexión teórica sobre la conveniencia de aunar disciplinas experimentales humanas y sociales, primero, y la superación de las dificultades de implementarla en los equipos de trabajo, después, especialmente evitando los solapamientos temáticos, inherentes a cualquier perspectiva analítica que se adopte, las barreras institucionales existentes, invisibles a veces, pero efectivas casi siempre.
Desde una visión científica del análisis:
- f)
Los investigadores españoles consideran esencial el estudio de los factores determinantes que influyen en el envejecimiento de la población, como la edad (cohortes), el nivel educativo, las condiciones económicas, el género, los contextos culturales o el medio ambiente donde viven las personas, entre otros, sea cual sea el ámbito temático del que se parta para el análisis, como la biología del individuo, los componentes mentales y comportamentales de su vida, las estructuras demográfica y social en las que se insertan, etc.
- g)
Por lo tanto, el envejecimiento de la población debe ser considerado como un proceso diverso y heterogéneo, generador de tipologías que tienen trayectorias diversificadas y por lo tanto requieren también atención específica y diferenciada, considerando como estrategia fundamental el reforzamiento de una visión positiva que contrarreste los estereotipos negativos. Y en este contexto es también necesario mencionar el significado del ciclo de vida como una dimensión inherente al envejecimiento e influyente en él, que actúa también de forma transversal a los temas y a las perspectivas de análisis.
- h)
También es absolutamente necesaria una aproximación comparativa al estudio de las situaciones, a la determinación de los factores y a la concreción de medidas con objeto de valorar el papel de los contextos geográficos, sociales, culturales, políticos, etc., especialmente, ante el marco de Europa como espacio de referencia en la comparación con otros como Estados Unidos o Japón. Es esencial también, remarcar la importancia que tienen los contextos comparativos subnacionales cuando de ellos se derivan distintos grados de atención pública a las personas mayores, en determinados países europeos (ej. España).
- i)
Y en esa estrategia comparativa, la perspectiva multinivel es esencial para hacer visible la aproximación micro, cuando el individuo, y sus múltiples dimensiones, es el foco del análisis, diferenciada o combinada con la perspectiva macro, en donde la familia, la sociedad o el estado adquieren predominancia al condicionar el diseño y la aplicación de políticas públicas.
Finalmente, también fueron remarcadas algunas consideraciones de carácter operativo para resaltar el valor social de la investigación:
- j)
Todas estas ideas tendrían una limitada utilidad si el mundo académico no se pusiera al servicio de la sociedad como receptora del conocimiento científico generado. Es general, el convencimiento de que la investigación futura en Europa debe trascender el ámbito científico para transferir el conocimiento científico a la sociedad, a las administraciones públicas y a la empresa.
- k)
Este proceso de transferencia no encuentra su pleno sentido si no recoge la opinión de los usuarios, las personas mayores, como actores partícipes de la investigación. Es necesario, según los investigadores españoles, poner en marcha los mecanismos adecuados para conseguir la implicación de las personas mayores en la propia investigación y en el diseño de políticas públicas, tanto de forma individual, como a través de estructuras asociativas.
- l)
Un último aspecto, en esta línea, es conseguir la implicación de los medios de comunicación como estrategia para crear imágenes positivas que actúen contra los prejuicios y estereotipos negativos que redundan en un desvalor de la población mayor.
Desde la perspectiva de la interacción de la biología del individuo con el envejecimiento saludable como proceso se han marcado 2 grandes iniciativas.
La primera permite a identificar los marcadores biológicos tempranos, es decir los mecanismos intrínsecos del envejecimiento biológico y de las enfermedades que contribuyen a la fragilidad clínica, identificando los momentos en que empiezan a producirse esos procesos y su influencia en la calidad de vida de las personas mayores. En este ámbito, se han identificado varias líneas de investigación, como (i) los mecanismos celulares y moleculares implicados en la longevidad y la fragilidad (estrés oxidativo y otros procesos de daño celular −inflamación, modificaciones hormonales, inmunidad−), (ii) los marcadores y predictores en los sistemas más habitualmente implicados en la fragilidad (músculo-esquelético −sarcopenia y osteopenia−, nervioso −neurodegeneración−, endocrino-metabólico, cardiovascular −arteriosclerosis−), (iii) la interacción enfermedad-enfermedad y enfermedad-envejecimiento y sus efectos diferenciales en el desarrollo de fragilidad y discapacidad, en especial las más prevalentes (enfermedades cardiovasculares, diabetes, artrosis, osteoporosis, fracturas, depresión, deterioro cognitivo, demencia, polifarmacia, yatrogenia, caídas, malnutrición y cáncer), y (iv) el estudio de los factores individuales y generales que pueden influir en las desigualdades en salud (ej. edad, sexo, ciclo de vida, historia vital, comportamientos,…).
La segunda, el envejecimiento activo y saludable, se centra en 3 grandes áreas de interés. El área biofísica, considera esencial la valoración de diferentes intervenciones en hábitos de vida saludable, que tienen un carácter multidimensional y promocionan la salud pero que, también, previenen la fragilidad y proporcionan un buen status funcional y la longevidad. Los hábitos clave son la nutrición y la actividad física. No obstante, la valoración de todos ellos debe considerar la determinación de parámetros biológicos y psicosociales que den cuenta de su eficacia. En este mismo sentido, se ha de promover el desarrollo de escalas de riesgo nutricional, analizar la relación entre condición física y dependencia y empoderar a las personas mayores con herramientas adecuadas al desarrollo de hábitos de vida saludables. Para ello, es necesario que por parte de las instituciones que trabajan con personas mayores se cumplan algunos requisitos importantes como la formación de los profesionales que trabajan con las personas mayores en la promoción de los hábitos de vida saludable, o la puesta en marcha de programas específicos en el sistema de atención primaria por parte de las instituciones que trabajan con personas mayores. Con estos instrumentos, además del mantenimiento de la actividad física y otros hábitos de vida saludable, se potencian las motivaciones positivas de los individuos y la superación de las barreras psicosociales y físicas.
Otra aproximación tiene un carácter socio-emocional. En este campo también resulta relevante ampliar el concepto de envejecimiento saludable, incorporando aspectos psicológicos y sociales. Desde esta perspectiva, se trata de promover investigaciones dirigidas a la identificación/análisis de los recursos personales, factores de protección del riesgo y de las habilidades emocionales y de afrontamiento (resiliencia) ante situaciones negativas. Consecuentemente, las investigaciones deben poner el foco en la persona mayor, dando importancia a los aspectos auto perceptivos e identitarios, tomando en cuenta las diferencias que se establecen por razón de edad (curso de vida), de género y de condiciones de vida de los sujetos. Asimismo, resultan también relevantes investigaciones en estereotipos, discriminación, maltrato y empoderamiento. Por último, se identificaron además como cuestiones relevantes para incorporar a la investigación la salud mental y la relevancia de las nuevas tecnologías para la promoción del envejecimiento activo. Estos enfoques centrados en el análisis y promoción de recursos conllevan algunas consideraciones metodológicas (diseños transversales/longitudinales y de cohortes, enfoques cuantitativos y cualitativos, estudios multinivel y la necesaria participación de las personas mayores en la investigación) y, en relación con la transferencia, coordinación entre el ámbito investigador y profesional, implementación y valoración, con rigor, de las propuestas de intervención, así como el imprescindible ajuste de los procedimientos de evaluación/intervención a las características de sus destinatarios.
Finalmente, el tercer ámbito se refiere al funcionamiento cognitivo. La principal idea que se pretende trasmitir es la consideración de la diversidad. Se trata de promover investigaciones con diversos enfoques y analizar los contextos sociales, residenciales y geográficos (rural-urbano) y los entornos de realización de actividades, con perspectivas micro (individual), macro (social) y temporal (curso de vida). Asimismo, se ha de homologar la metodología, de modo que se favorezca la comparabilidad de los estudios, promoviendo la investigación desde un enfoque positivo (trascendiendo la perspectiva centrada en el déficit) dirigida a la identificación de recursos y fortalezas. El objetivo final es el mantenimiento de la capacidad mental y del funcionamiento cognitivo con la perspectiva de alcanzar la calidad de vida.
Desde una perspectiva más social que las anteriores, en el ámbito de los recursos económicos y sociales, hay varios aspectos generales a considerar. La persona mayor no es solo un cliente, un usuario o un paciente sino, sobre todo, un ciudadano portador de derechos, que los ejerce desde una perspectiva positiva. De esta manera, genera oportunidades y «riqueza social», a medida que va envejeciendo, pero no es posible estudiar sus capacidades si no están insertas en un proceso de jubilación como transición vital, como curso de vida, especialmente cuando se trata de jubilación anticipada a edades adultas. La edad de jubilación es, entonces, una referencia esencial en el análisis de los modelos de retiro y su relación con el aseguramiento de los recursos económicos durante la vejez. Se pretende evitar que la población mayor caiga en procesos de desigualdad en la forma de envejecer por influencia de la renta disponible, del acceso a servicios, de la recepción de cuidados, o de las actividades que se desarrollan. La vejez de las personas puede tornarse en un proceso vulnerable o de exclusión social, no fácilmente detectables entre las personas mayores.
Varios parámetros de interés sobresalen en el debate. El primero es la situación económica de las personas mayores, definida por los recursos monetarios y patrimoniales, que deben ser mantenidos a lo largo del periodo de jubilación para asegurar la cobertura de las necesidades. En caso de dificultades, es interesante valorar las transferencias intergeneracionales de recursos, los incentivos económicos privados (seguros, fondos de inversión y de pensiones) y la provisión de ayudas públicas y privadas en especie o informales como complemento. Desde una visión macro, se aprecia la necesidad de estudiar los sistemas de pensiones (seguridad social, empresarial, privada, ahorro propio y familiar), su influencia en el aseguramiento económico de individuos y familias (apoyos, cuidados, gastos en salud relacionados con las enfermedades que inciden en situaciones de fragilidad, discapacidad y dependencia) y su reforma (contribuciones, beneficios, cuantía, años de cotización, relación con los sistemas privados) en busca de su sostenibilidad económica y social.
El segundo aspecto a destacar es el de las estrategias de salida o de permanencia de las personas mayores en el mercado de trabajo y las condiciones de oferta y demanda (productividad, costes, régimen y puesto de trabajo, tecnología, incentivos, regulación legal, expectativas de jubilación), que redundan en la satisfacción (empresario, trabajador). Es importante también destacar el análisis de las situaciones negativas que limitan la conciliación entre familia y trabajo, especialmente en el caso de la mujer, y de las construcciones sociales (estereotipos, representaciones, imágenes,…) que sustentan las opiniones sobre la menor productividad de los adultos mayores. En contraste, merece ser estudiada la formación continua a lo largo del curso de la vida laboral y el valor de la experiencia como mecanismos de compensan de forma positiva los anteriores y favorecen el mantenimiento productivo de la población mayor. De nuevo adquiere importancia la valoración de las ventajas e inconvenientes de la jubilación y de la prejubilación en distintos modelos de base cultural y de acuerdo a las posibilidades de distintos sectores económicos y profesiones. Una atención a las medidas flexibles e innovadoras de permanencia en el mercado de trabajo es también necesaria.
Un tercer aspecto es el desarrollo de actividades, como factor esencial en la mejora del estado de salud física y mental, la calidad de vida individual y el bienestar comunitario. En este punto aparece nítido el debate conceptual y teórico en relación a distintos tipos de envejecimiento como proceso vital (saludable, exitoso, activo, productivo,…) y sus efectos en distintas escalas (individuo, familia, sociedad, estado). Del modo de envejecer se derivan comportamientos que refuerzan (empoderan) a la persona mayor en su capacidad de contribuir al funcionamiento de la sociedad a través de la realización de actividades, pero también la diferenciación de las mismas (productivas, de ocio y tiempo libre y de participación), en relación con el ciclo de vida. Uno de esos comportamientos es el papel de la persona mayor como depósito de conocimiento para su transmisión a las generaciones más jóvenes o para el desarrollo de actividades de formación permanente y voluntariado. Otro comportamiento es la función de las personas mayores como proveedoras de cuidados en el entorno familiar de acuerdo a sus capacidades personales, a sus compromisos familiares y sociales y a sus obligaciones intergeneracionales. Un tercero es la construcción de redes sociales y de voluntariado social como procesos de reforzamiento de las actividades socialmente productivas.
Finalmente, el amplio campo de los cuidados de las personas mayores es otro ámbito de enorme importancia para la investigación y la sociedad españolas. El proceso de envejecimiento actual está produciendo cambios en la prevención y protección de las situaciones de necesidad de las personas y en ese campo la familia juega un papel determinante en la provisión de cuidados a través de la transferencia intergeneracional de atención y cuidados. El requisito inicial es el conocimiento de los factores que conducen a la fragilidad y la dependencia (ciclo de vida, condiciones biológicas y cognitivas del individuo, estructura familiar y social, entorno residencial, etc.) y su influencia en la reducción de la satisfacción y la calidad de vida de los individuos. Procesos específicos como la compresión/expansión de la morbilidad o la multimorbilidad de las personas a medida que van envejeciendo son esenciales para valorar la necesidad de cuidados. También lo son, primero, el análisis de eficiencia de los costes; segundo, el estudio de los modelos de bienestar públicos y privados que procuran una combinación de cuidados informales, no profesionales, y formales que redundan en la mejor accesibilidad y, tercero, la evaluación de la calidad de los servicios y de la formación profesional de los cuidadores. En sociedades como la española, es importante considerar el entorno residencial (vivienda, espacio de vida) en la definición del modelo de cuidados y de los recursos asistenciales disponibles y su calidad. En ese entorno también interactúan las administraciones locales, las instituciones de apoyo social (públicas, fundaciones), las redes de cuidadores voluntarios y los inmigrantes como cuidadores de personas mayores, con el objetivo prioritario de garantizar unas condiciones de vida dignas a las personas mayores y de evitar situaciones de exclusión social y de maltrato de las personas atendidas. También se debe poner atención al mantenimiento de los cuidados a lo largo de la vida de las personas.
Por último, bajo el epígrafe de los entornos del envejecimiento se aglutinan un amplio conjunto de iniciativas de investigación. Uno de los aspectos que aparecen más nítidos en la investigación actual sobre envejecimiento es el papel que juegan las personas mayores como «agencia de bienestar» contribuyendo a aminorar los efectos de la crisis económica y proporcionando apoyos en la familia al acogimiento en su vivienda a hijos en situación económica precaria, a la transferencia económicas, de cuidados o apoyos a otros miembros de la familia.
Uno de los contextos esenciales en el momento presente es el del análisis de los procesos demográficos. Entre los posibles temas de interés destaca el de las estructuras de edades. El análisis de la estructura de edades es esencial para entender el envejecimiento demográfico, especialmente la evolución de la supervivencia generacional y la reconstrucción de las tablas de mortalidad de las cohortes, como también el establecimiento de las diferencias en ritmos del proceso de cambio poblacional. Hay muchos cambios en el proceso de envejecimiento que tienen consecuencias en la estructura familiar y en los cambios de papeles, especialmente cuando se refieren a la definición del papel de las personas cuidadoras dentro de la misma. En países como España, una mirada hacia las características específicas del proceso de envejecimiento en ámbitos rurales tiene un significado esencial para entender las expectativas futuras de la población rural que envejece, tanto en aspectos demográficos como sociales y de aplicación de políticas públicas. Pero también es importante en España orientar la investigación hacia los procesos de movilidad transfronteriza de personas mayores, por los efectos geográficos y sociales en ámbitos municipales, por las consecuencias jurídicas en las relaciones transfronterizas y por los efectos en el reconocimiento de derechos sanitarios, sociales, personales, patrimoniales de las personas mayores extranjeras que viven en España.
Otro contexto esencial es el de la vivienda (paradigma «housing»), entendida como un referente de vida, como un marco de interacción entre el individuo, el espacio físico y en entorno social, no solo como un lugar de residencia. Para una gran mayoría de la población mayor, la vivienda es un referente de la historia vital de la persona y la familia, por ello adquiere importancia el análisis de su valor legal, económico o, incluso, político. Cualquier cambio que afecte a estas dimensiones es esencial para la persona mayor. Vivir en una vivienda y en su espacio de relación significa también poner atención a los factores demográficos (estructura, hogar), geográficos (movilidad, espacios rurales-urbanos), sociales (áreas de posible exclusión) o comportamentales (relaciones sociales), pero sobre todo a las oportunidades que ofrece la vivienda para los modelos y servicios de cuidados que se prestan a las personas mayores.
Y en relación con la vivienda, las nuevas adaptaciones tecnológicas como un paradigma emergente en la sociedad actual. El objetivo esencial para integrar este tema en la investigación futura sobre envejecimiento es la valoración de la permanencia del individuo (autonomía personal) en la vivienda como un factor que mejora la calidad de vida, especialmente cuando existe algún tipo de dependencia y se necesitan cuidados personales. La tecnología es entonces un requisito que facilita las actividades de la vida diaria desde el hogar, que procura la movilidad y la seguridad de las personas dentro y fuera del hogar, que ayuda a implantar transportes colectivos y particulares inclusivos, que hace más adecuado el cuidado domiciliario y la atención integral de la persona o que crea las condiciones para desarrollar nuevas formas de participación ciudadana, de fomento de la comunicación social y de relación entre grupos de mayores. Al mismo tiempo, nuevos productos tecnológicos reducen la discapacidad y hacen posibles los cuidados y los servicios prestados en el ámbito comunitario. Todo ello, en un contexto territorial facilitador, amigable, con las personas que envejecen. La iniciativa promovida por la OMS en torno las ciudades amigables con las personas, en proceso de crecimiento en España, puede generar conocimiento del máximo interés en diversos ámbitos de intervención.
También es una línea de investigación interesante la que desarrolla estudios de coste y eficacia, tanto en aspectos económicos (servicios, vivienda, tecnología), individuales (promoción de la autonomía y de la tecnología asistida) y sociales.
Es necesario, por tanto, investigar sobre los retos de gobernanza que imponen estos paradigmas, sus implicaciones económicas, sociales, industriales… así como los itinerarios a recorrer en el camino de corrección de las desigualdades que perviven al desarrollo de las sociedades del bienestar. Las consecuencias de la profunda crisis económica actual sitúan en el centro del debate político estas propuestas.
Aportaciones de valor metodológico e instrumentalEn este apartado emergieron interesantes propuestas, relacionadas con la forma más eficiente de desarrollar la investigación dentro de equipos multidisciplinares. Una de ellas es la necesidad de utilizar la combinación de métodos cuantitativos y cualitativos de acuerdo a las estrategias de investigación planteadas (descripción, exploración, explicación, triangulación,…). También se hizo referencia destacada a la conveniencia de utilizar procesos de investigación que usan datos integrados, unos secundarios, de carácter administrativo, procedentes de fuentes generales (población, renta, salud, médicos, pensiones, seguros, cuidados, …), con otros primarios, más específicos, tomados de resultados clínicos, epidemiológicos y de encuestas construidas a tal fin (individuos, grupos demográficos específicos, hogares). Cuando las condiciones de la investigación así lo requieran, es conveniente fomentar métodos específicos, muy orientados a investigaciones de carácter transversal, comparativos entre distintas unidades geográficas, o con un fin de desarrollo de nuevos instrumentos de investigación (escalas, indicadores, viñetas, redes, uso del tiempo, diseños experimentales generales o de laboratorio, mapas de riesgos sociales,…). Mención aparte en el debate requiere la necesidad de desarrollar estudios de carácter longitudinal con objeto de profundizar en las causas de los procesos ligados al tiempo y a los efectos de las cohortes, especialmente interesantes en el estudio del envejecimiento, obteniendo ventajas de la integración de múltiples instrumentos y medidas y de la utilización de perspectivas retrospectivas y/o prospectivas. Su significado para el diseño de políticas públicas también fue destacado. Por último, se consiguió un consenso amplio sobre el desarrollo de estudios de intervención y evaluación de actuaciones y de medidas y políticas relacionadas con la población mayor, reclamando su carácter interdisciplinar y la implicación de las personas mayores como usuarios.
Desde un punto de vista instrumental, los investigadores españoles sobre envejecimiento destacaron la importancia de hacer una reflexión general para construir un mapa amplio de investigación sobre envejecimiento en Europa que identifique tanto las líneas maestras como los déficit que habrá que cubrir en el futuro, considerando la investigación sobre envejecimiento como un instrumento efectivo del desarrollo social en Europa. De este proceso, en el caso español, se deriva otro hecho de enorme significado estratégico, el disponer de bases de datos de investigadores, de proyectos y estudios, y de los datos de investigaciones, además de reforzar las investigaciones multidisciplinares, su carácter comparativo y la formación de consorcios. En este sentido, es también muy importante establecer planes de fomento de la investigación sobre envejecimiento entre jóvenes investigadores que refuercen en el futuro la capacidad de la investigación española siguiendo los estándares europeos.
Considerando el espacio europeo de investigación como una entidad, el fomento de la cooperación entre investigadores españoles y europeos con experiencia investigadora sobre el envejecimiento de la población, promoviendo redes, consorcios, programas de investigación, estructuras de colaboración virtual, etc. es también un reto estratégico, tratando de obtener un valor añadido a las relaciones multidisciplinares. A tal fin, resulta especialmente importante el desarrollo de mecanismos de coordinación de las investigaciones y los programas entre estados europeos para conseguir el máximo aprovechamiento de las capacidades de investigación y de los recursos institucionales. El último paso de este proceso sería el desarrollo de una estructura europea de investigación sobre envejecimiento, que refuerce el papel de la investigación de forma primordial, sin interferencia de otros intereses institucionales ni políticos, y al servicio de la sociedad europea en su conjunto.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Para la celebración del Congreso «Envejecimiento. La investigación en España y Europa» se dispuso de una Acción Complementaria homónima, del Plan Nacional de I+D (CSO2010-10473-E).