Objetivos: Hemos observado la incidencia de un elevado número de caídas no correspondientes con los niveles de riesgo al valorar con la escala Morse (MFS). Nuestro objetivo es mostrar si existe congruencia entre los resultados de la MFS y el número de caídas en usuarios de hospitales sociosanitarios de Tenerife.
Métodos: Estudio observacional retrospectivo longitudinal. Criterios de inclusión: usuarios del hospital objeto de estudio. Criterios de exclusión: pacientes en situación terminal. Se incluyó una muestra de 97 usuarios, con una media de edad de 75,1años (rango: 44-93). Se revisaron las historias clínicas con una temporalidad anterior al inicio del estudio de un año, registrando el nivel de riesgo según la MFS y comparando, a posteriori, el número de caídas en dichos pacientes.
Resultados: Un 38,1% de pacientes sufrieron caídas con un total de 65 episodios. Empleando la MFS establecida por el protocolo de «Prevención y actuación ante caídas», se detectaron los siguientes niveles de riesgo: 48,4% sin riesgo, de los cuales 29,8% sufrieron caídas; 50,5% con riesgo bajo, presentando caídas el 44,9%; el 1% de riesgo alto, con un 100% de caídas.
Conclusiones:
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Según los datos obtenidos, parece que la MFS no predijo un alto porcentaje de caídas acontecidas en usuarios valorados como sin riesgo o bajo riesgo.
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Se han detectado diferencias en los rangos de nivel de riesgo de la MFS en las distintas traducciones de la escala propuestas por la autora. Su traducción española cuenta con los siguientes rangos: RIESGO 0 (0-24 ptos), RIESGO 1 (25-44 ptos), nivel de RIESGO 2 (45-125 ptos). Los rangos empleados en las instituciones sanitarias españolas no se corresponden con los propuestos por la autora, siendo: SIN RIESGO (<24ptos), RIESGO BAJO (25-50ptos), RIESGO ALTO (>50ptos).
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De acuerdo con el perfil de usuario del hospital de referencia, ningún paciente debe considerarse con RIESGO 0 o SIN RIESGO.
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Dados los hallazgos y al no encontrar evidencias bibliográficas suficientes sobre la validación española de la MFS, su uso parece, a priori, desaconsejable. Convendría analizar y comparar otros instrumentos disponibles en nuestro contexto, de mayor validez psicométrica, o crear una nueva herramienta sensible a la práctica enfermera.