Se presenta una revisión de los diversos estudios que forman parte de la valoración inicial y del seguimiento durante 5años de una cohorte de personas que cumplieron 85años en el momento de la inclusión: el estudio Octabaix. Se trata de un estudio poblacional con 328 participantes; de ellos el 61,6% eran mujeres, el 53% viudos y un tercio vivían solos. En cuanto a antecedentes, el 75,9% de pacientes presentaban hipertensión arterial, el 51,2% dislipemia y el 17,7% diabetes mellitus. Al inicio del estudio la mediana del índice de Barthel era de 95, la del Mini-Examen Cognitivo de 28, la del índice Charlson de 1, la del Mini-Nutritional Assessment de 25, la de la Escala de riesgo social de Gijón de 10, la de la escala visual analógica del test Euroqol-5D de salud percibida de 60; la media de fármacos era de 6,1. Tener una menor calidad de vida se asoció a género femenino, presentar un fenotipo de fragilidad, insuficiencia cardiaca y un elevado índice de riesgo social. A los 5años de seguimiento la tasa de mortalidad fue elevada (42,1%), lo que representaba una tasa de mortalidad del 8,4% al año. Un denominador común de los estudios incluidos en esta revisión ha sido el de la mayor importancia de la funcionalidad y comorbilidad global, como factores asociados a mortalidad en este grupo de edad muy avanzada frente a otros factores más clásicos presentes en poblaciones más jóvenes. También en este grupo de estudios se han analizado la fragilidad, las caídas, el riesgo nutricional, la diabetes y el envejecimiento satisfactorio, entre otros aspectos importantes para mejor conocer este grupo poblacional.
This is a review of a prospective, community-based study with a follow-up period of 5years. It is a study of 328 participants aged 85 at baseline, of which 62% were female, 53% widows, and a third of them living alone. High blood pressure was observed in 75.9%, dyslipidaemia in 51.2%, and diabetes in 17.7%. At baseline the median Barthel Index was 95, the Spanish version of the Mini-Mental State Examination was 28, the Charlson index 1, the Mini Nutritional Assessment 25, the Gijón test 10, the visual analogue scale of the Quality of Life Test was 60, and with a mean of 6.1 prescription drugs. A lower quality of life was also associated with female gender, a phenotype of frailty, heart failure, and a high level of social risk. At 5years of follow-up, the mortality rate was high, with 138 (42.1%) of the population sample dying at the end of the period. It represents an annual mortality rate of 8.4%. Thus, a common denominator of this review has been the high importance of functionality and overall comorbidity factors associated with mortality in this very old age group, compared to other more traditional factors in younger populations. Several studies of frailty have also been assessed in this group, as well as falls, nutritional risk, diabetes and successful aging, including important aspects to better understand this population group.
En la actualidad las personas más mayores, entendidas como de 80 o más años, representan el 5% de población española, y las previsiones para este grupo poblacional son de que aumenten al menos hasta el 10% en el año 20501,2. Así, uno de los grandes retos de la sanidad es el mejor conocimiento de este grupo poblacional con características muy específicas de comorbilidad, fragilidad y tendencia a discapacidad3,4, creando estrategias que nos permitan seguir con una prevención de enfermedades cardiovasculares y de mantenimiento de la función y la cognición. Todo ello sin olvidar el objetivo de intentar incrementar la supervivencia siempre con la idea de que vaya asociada a la menor dependencia y discapacidad en este grupo poblacional de personas de mayor edad. Nuestro grupo, contando con la experiencia previa en nonagenarios (estudio NonaSantfeliu)5, planteó el estudio Octabaix, en un grupo de edad algo más joven, con el objetivo de conocer el estado de salud de las personas de 85años de la comunidad y realizar un seguimiento longitudinal6.
Población estudiada6Del total de la población de 210.000 habitantes, asignada a 7 equipos de atención primaria (AP), se invitó a participar a todos los habitantes nacidos en el año 1924 no institucionalizados y residentes en el área estudiada. Se trataba de un estudio descriptivo, en el marco de un ensayo clínico de asignación aleatoria simple de caídas y malnutrición. La muestra basal analizada fue de 328 sujetos, y el índice de participación, del 67,4% (fig. 1). No existían diferencias respecto a edad y género entre los pacientes incluidos o no en el estudio. El comité de ética local del Institut d’Investigació i Recerca en Atenció Primària Jordi Gol dio su aprobación para este trabajo. Se cumplimentaron en la entrevista basal datos sociodemográficos, de convivencia, factores de riesgo cardiovascular, enfermedades previas, así como la valoración geriátrica integral habitual en este tipo de estudios.
Diagrama modificado de flujo del estudio7.
Del total de 328 analizados, 202 (61,6%) eran mujeres. En la valoración geriátrica destacaba, al evaluar las actividades básicas, una mediana del índice de Barthel (IB) de 95, del Mini-Examen Cognitivo (MEC) de 28, del índice de Charlson de 1 y del Mini-Nutritional Assessment (MNA) de 25. La media del número de caídas durante el año previo fue de 0,4, y las medianas respectivas fueron, para el riesgo social evaluado mediante la Escala de Gijón, de 10; para la escala visual analógica de calidad de vida (EQ-EVA), de 60, y para el índice EQ-5D, de 0,67. Así mismo, existía polifarmacia (5 o más fármacos) en 253 (77,2%) de los individuos evaluados. Entre las limitaciones generales del estudio Octabaix hay que tener en cuenta el tamaño de la muestra, especialmente pequeño en cuanto al menor número de habitantes del género masculino, característico sin embargo en estudios de este grupo de población de edad más avanzada. A destacar en esta primera valoración basal que a los 85años ser hombre se asociaba a estar casado, tener mejor funcionalidad y cognición que las mujeres y mayor comorbilidad, mientras que ser mujer se asociaba a vivir sola, con mayor índice de caídas, de riesgo nutricional y de riesgo social, respecto de los hombres7 (tablas 1 y 2).
Características sociodemográficas y variables clínicas de personas de 85 años según mortalidad a los 5 años
Total (n=328) | Supervivientes (n=190) | No supervivientes (n=138) | p | |
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Género: | ||||
Mujer | 202 (61,6%) | 127 (66,8%) | 75 (54,3%) | 0,02 |
Hombre | 126 (38,4%) | 63 (33,2%) | 63 (45,7%) | |
Índice de Barthel | 87,6±19 | 91,6±12 | 81,9±24 | 0,001 |
Índice de Barthel > 90 | 131 (39,9%) | 61 (32,1%) | 70 (50,7%) | 0,001 |
MEC | 26,7±6,8 | 27,8±5,8 | 25,6±7,7 | 0,001 |
MEC > 23 | 90 (72,6%) | 152 (80%) | 86 (62,3%) | 0,001 |
Envejecimiento satisfactorio | 162 (49,3%) | 112 (58,9%) | 50 (36,2%) | 0,001 |
Índice de Lawton | 5,3±2,5 | 6,03±2,1 | 4,4±2,8 | 0,001 |
Escala de Gijon | 9,8±2,6 | 9,6±2,5 | 10,1±2,7 | 0,18 |
EQ-EVA | 62±21 | 63,9±19 | 59,5±22 | 0,06 |
Índice de Charlson | 1,4±1,6 | 1,09±1,2 | 1,9±1,8 | 0,001 |
Número de fármacos | 6±3 | 5,6±3,4 | 6,7±3,4 | 0,002 |
MNA | 24,5±3,7 | 25,1±3,5 | 23,7±3,7 | 0,001 |
AVC | 49 (14,9%) | 26 (13,7%) | 23 (16,7% | 0,45 |
Demencia | 31 (9,5%) | 9 (4,7%) | 22 (15,9%) | 0,76 |
Cardiopatía isquémica | 20 (6,1%) | 7 (3,7%) | 13 (9,4% | 0,05 |
Insuficiencia cardiaca | 42 (12,8%) | 18 (9,5%) | 24 (17,4% | 0,03 |
Caídas | 0,40±0,9 | 0,44±0,9 | 0,38±1,1 | 0,58 |
AVC: accidente vascular cerebral; EQ-EVA: escala visual analógica; MEC: Mini-Examen Cognitivo; MNA: Mini-Nutritional Assessment.
Fuente: modificado de Formiga et al.37.
Descripción de la intervención individualizada de caídas y riesgo nutricional recomendada en personas de 85 años
1.er año (n=150) | 2.° año (n=136) | |
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Fármacos | 97 (64,7%) | 102 (75%) |
Visión | 88 (58,7%) | 94 (69,1%) |
Audición | 59 (39,3%) | 45 (33,1%) |
Nutrición | 135 (90,0%) | 109 (80,1%) |
Rehabilitación | 128 (85,3%) | 88 (64,7%) |
Consejos ABVD | 25 (16,7%) | 39 (28,7%) |
Taller de memoria | 34 (22,7%) | 35 (25,7%) |
Recomendación ayuda doméstica | 79 (52,7%) | 85 (62,5%) |
Ayuda social | 66 (44,0%) | 55 (40,4%) |
ABVD: actividades básicas de la vida diaria.
Es conocido que las caídas son frecuentes en las personas mayores; sin embargo, el riesgo de caídas no es el mismo para todas ellas. En este estudio analizamos las caídas en personas de 85años y hallamos que un 28,4% de participantes no institucionalizados declararon haber tenido al menos una caída durante el año previo, siendo dicho porcentaje algo inferior al existente en edades más jóvenes (38%)9. El análisis multivariante identificó, como factores que presentaban asociación con riesgo de caídas, el género femenino, al multiplicar por 2 la probabilidad de caídas; el IB, que aumentaba un 10% dicha probabilidad al disminuir la funcionalidad 5 puntos, y la función cognitiva preservada, que aumentaba la existencia de caídas un 5% por cada punto de mejoría en el MEC. Entre las limitaciones de este trabajo cabe destacar que podría existir un sesgo de memoria al preguntar por las caídas a personas muy mayores, y por ello los resultados deben interpretarse con precaución. En resumen, las mujeres con buena capacidad cognitiva y cierta dependencia funcional serían el principal grupo de riesgo de caídas susceptible de intervención en nuestras consultas.
Riesgo nutricional10El detectar riesgo de malnutrición constituye un pilar de la valoración geriátrica por su potencial de prevención que requiere un enfoque multidisciplinar. La prevalencia de malnutrición es muy variable según donde se realice el estudio (38,7% hospital, 20% residencias 5,8% comunidad)11,12, siendo a menudo infradiagnosticado, ya que o bien no se reconoce o tiende a subestimarse. En la cohorte Octabaix la evaluación inicial mostró 113 (34,5%) individuos con un MNA≤23,5, compatible con riesgo nutricional. El análisis de regresión logística halló que el género femenino y la polifarmacia multiplicaban por 2 y por 5, respectivamente, la probabilidad de dicho riesgo, y a su vez la disminución de 1 punto en el Índice de Lawton (IL) o la existencia de riesgo social aumentaban un 40% y un 15%, respectivamente, la probabilidad de presentar dicho trastorno. Por ello destacamos la importancia de complementar el estudio del estado nutricional con variables de valoración geriátrica en las personas muy mayores de la comunidad.
Perfil de fragilidad13Desde la última década, existen múltiples estudios de fragilidad con distintas definiciones que coinciden en el hecho de que ser frágil es un factor predictor de hospitalización, mayor número de caídas, discapacidad y mortalidad a corto y medio plazo14. En nuestro grupo se utilizaron los criterios de fragilidad según el fenotipo de Fried adaptado, y a los 12meses de la visita basal en la cohorte Octabaix al valorar a 273 participantes hallamos que 56 (20,5%) sujetos presentaban fragilidad, 148 (54,2%) prefragilidad y 69 (25,3%) eran robustos. La tabla 3 muestra las características principales de los 3 grupos. Posteriormente, en el análisis multivariante se comprobó que los factores principales que presentaban asociación con la fragilidad eran 2: tener riesgo nutricional y existencia de deterioro funcional, multiplicando por 2 y por 5, respectivamente, la probabilidad de presentar dicho fenotipo por cada punto de empeoramiento en dichos índices. Así, nuestro estudio resalta la importancia de identificar el estado de fragilidad en los más mayores para focalizar posibles intervenciones que eviten el desarrollo de dicho síndrome multifactorial y reversible.
Características sociodemográficas y variables clínicas de personas de 85 años según fenotipo de fragilidad
Características | No frágil (n=69) | Pre-frágil (n=148) | Frágil (n=56) | p |
---|---|---|---|---|
Género hombres | 33 (47,8%) | 55 (37,2%) | 19 (33,9%) | 0,103 |
Tener cuidador | 31 (44,9%) | 79 (53,4%) | 43 (76,8%) | 0,001 |
Índice Barthel | 5 (7,25%) | 48 (32,4%) | 43 (76,8%) | < 0,001 |
Índice Lawton < 6, n (%) | 19 (27,5%) | 58 (39,2%) | 40 (71,4%) | < 0,001 |
MEC | 11 (15,9%) | 42 (28,4%) | 31 (55,4%) | < 0,001 |
MNA | 9 (13,0%) | 45 (30,4%) | 38 (67,9%) | < 0,001 |
Test Gijón [rango]a | 9,00 [7,00; 10,0] | 9,00 [8,0; 12,0] | 10,5 [8,00; 12,0] | 0,003 |
Caídas, n (%) | 10 (14,5%) | 42 (28,4%) | 21 (37,5%) | 0,003 |
Índice de Charlson < 2 | 23 (33,3%) | 74 (50,0%) | 32 (57,1%) | 0,007 |
Número de comorbilidades | 2,00 [1,00; 3,00] | 2,0 [1,00; 3,00] | 3,00 [2,00; 3,00] | < 0,001 |
Número de fármacos, mediana [rango] | 4,00 [3,00; 7,00] | 7,0 [4,75; 9,00] | 8,50 [6,00; 11,2] | < 0,001 |
Ingresos hospitalarios, n (%) | 12 (17,4%) | 33 (22,3%) | 25 (44,6%) | 0,001 |
Cardiopatía isquémica, n (%) | 9 (13,0%) | 12 (8,11%) | 5 (8,93%) | 0,400 |
Accidente vascular cerebral, n (%) | 9 (13,0%) | 29 (19,6%) | 12 (21,4%) | 0,213 |
Demencia, n (%) | 4 (5,80%) | 13 (8,78%) | 15 (26,8%) | < 0,001 |
Insuficiencia cardiaca, n (%) | 7 (10,1%) | 26 (17,6%) | 12 (21,4%) | 0,209 |
Fibrilación auricular, n (%) | 8 (11,6%) | 18 (12,2%) | 13 (23,2%) | 0,079 |
Anemia, n (%) | 13 (18,8%) | 38 (25,7%) | 19 (33,9%) | 0,056 |
Insuficiencia renal crónica, n (%) | 6 (8,70%) | 12 (8,11%) | 2 (3,57%) | 0,295 |
N.° leucocitos, 1.000/ml, media (DE) | 6,76 (1,66) | 6,67 (1,98) | 6,78 (1,67) | 0,961 |
Albúmina, media [IQR] (normal 37-53g/l) | 42,5 [41,0; 44,9] | 41,8 [39,0; 44,8] | 40,6 [37,0; 43,0] | < 0,001 |
Calcio, media [IQR] (normal 2,2-2,5mmol/l) | 2,31 [2,24; 2,36] | 2,32 [2,25; 2,4] | 2,33 [2,22; 2,39] | 0,508 |
[rango]: rango intercuartílico.
DE: desviación estándar; MEC: Mini-Examen Cognitivo versión española; MNA: Assessment Mini-Nutritional.
Fuente: modificado de Ferrer et al.13.
Datos de nuestro entorno muestran que en los países mediterráneos europeos cerca del 1% de la población utiliza los servicios sociales de manera formal, cifra que aumenta al 46,8% en los mayores de 64años con alguna enfermedad crónica y en atención domiciliaria16. Por ello, se consideró de interés valorar en esta cohorte la existencia de riesgo social según la escala de Gijón, y comprobamos que de 328 individuos, el 52% presentaban dicho riesgo. Así mismo se halló que el ser mujer multiplica por 3 la probabilidad de sufrir riesgo social, y el vivir solo en la comunidad, por 6. Entre las limitaciones de este trabajo hay que destacar el haber utilizado instrumentos de medida validados en mayores de 65años y no en edades más avanzadas, como las descritas, limitación a su vez asumida por la mayoría de estudios. Por ello, si estos resultados se confirman, es básica la integración de la valoración social en la clínica diaria de nuestras consultas.
Valoración multimorbilidad17La presencia de comorbilidad y multimorbilidad se incrementa notablemente con la edad, en gran parte como resultado del aumento de condiciones crónicas individuales. La prevalencia de multimorbilidad oscila entre el 52%18 y el 98%19, y probablemente esta oscilación refleja la dificultad de consenso del número y del tipo de enfermedades crónicas a incluir en los índices de multimorbilidad utilizados. Por ello, y para contribuir a mejorar la descripción del perfil de salud de esta cohorte, se consideró analizar la prevalencia de multimorbilidad y de los distintos pares de enfermedades observadas (tabla 4). Existía multimorbilidad, definida como la existencia de más de una enfermedad, en el 95,1% de estas personas, y la media de comorbilidades oscilaba entre 3,5 y 5,4 patologías por persona. Una descripción más comprensiva por grupos de patologías mostró 4 grupos principales (fig. 2). Un primer grupo incluyó únicamente déficit auditivo. En un segundo grupo se halló enfermedad pulmonar obstructiva crónica y cáncer. El tercer grupo incluía la combinación de fibrilación auricular, insuficiencia cardíaca, alteración de la agudeza visual, insuficiencia renal, hipertensión y diabetes mellitus. El cuarto grupo incluía demencia, enfermedad de Parkinson, dislipemia, enfermedad arterial periférica y anemia. Así, consideramos importante destacar que avanzar en el conocimiento de la multimorbilidad probablemente mejoraría un abordaje más integrado de estas patologías20.
Relaciones entre las prevalencias observadas y esperadas por pares de enfermedades en personas de 85 años. Se muestran los 10 pares con una relación más elevada
Pares de enfermedad | Observada (%) | Esperada (%) | Obs/Esp | OR IC95%a | OR IC95%b | |
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AVC | IAM | 3,05 | 0,91 | 3,35 | 6,90 (2,70-17,63) | 5,92 (2,24-15,65) |
IAM | IC | 2,44 | 0,78 | 3,12 | 5,37 (2,05-14,07) | 5,96 (2,15-16,55) |
IAM | E.Arterial | 0,91 | 0,30 | 3,07 | 4,00 (1,04-15,40) | 3,45 (0,84-14,10) |
EPOC | Tumor | 3,66 | 1,33 | 2,76 | 4,80 (2,16-10,66) | 3,95 (1,68-9,27) |
ACxFA | IC | 3,96 | 1,60 | 2,48 | 4,13 (1,93-8,85) | 4,19 (1,93-9,06) |
Demencia | Parkinson | 0,91 | 0,37 | 2,44 | 3,07 (0,80-11,83 | 2,59 (0,63-10,61) |
IC | Parkinson | 1,22 | 0,51 | 2,40 | 3,24 (0,95-11,04) | 3,32 (0,93-11,87) |
AVC | Parkinson | 1,22 | 0,59 | 2,06 | 2,67 (0,79-9,03) | 1,94 (0,55-6,82) |
Anemia | Tumor | 4,27 | 2,19 | 1,95 | 2,90 (1,41-5,97) | 4,00 (1,78-9,01) |
DM | IAM | 3,05 | 1,58 | 1,93 | 3,11 (1,25-7,75) | 3,06 (1,20-7,79) |
ACxFA: arritmia cardiaca por fibrilación auricular; AVC: accidente vascular cerebral; DM: diabetes mellitus; E.Arterial: enfermedad arterial; EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica; IAM: infarto agudo de miocardio; IC: insuficiencia cardiaca; Obs/Esp: prevalencias observadas/prevalencias esperadas; OR: Odds ratio.
Dendrograma modificado marcando diferentes posibilidades de conglomerados de morbilidades en personas de 85 años17.
ACXFA: arritmia cardiaca por fibrilación auricular; AVC: accidente vascular cerebral; AVisual: agudeza visual; DM: diabetes mellitus; E Arterial: enfermedad arterial; IAM: infarto agudo de miocardio; IC: insuficiencia cardiaca; IRC: insuficiencia renal crónica; MPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
La edad y las enfermedades vasculares se han relacionado con deterioro cognitivo en las personas mayores, y sin embargo se conoce poco de la patogenia a nivel de los efectores moleculares que contribuyen a la aterotrombosis en estas personas21. En el marco del estudio Octabaix se realizó un subestudio en 100 pacientes para avanzar en dicho conocimiento. De esta manera, al comparar 2 grupos de individuos según la presencia o no de deterioro cognitivo, de origen vascular, se identificó un aumento de proteínas antifibrinolíticas en el grupo con deterioro cognitivo que serían responsables de un fenotipo de persona muy mayor con una fibrinólisis espontánea reducida y una capacidad trombolítica disminuida. No obstante, al ser un estudio transversal no se puede establecer una clara temporalidad entre causa y efecto, y otros estudios longitudinales son necesarios para analizar dichos marcadores en el abordaje del envejecimiento saludable.
Enfermedad renal crónica en octogenarios de la comunidad22La enfermedad renal crónica está aumentando, especialmente con la edad, y es claramente un problema de salud pública. En nuestra cohorte, de los 321 individuos que disponían de resultados de laboratorio en el momento de la inclusión, existía una prevalencia de enfermedad renal crónica del 56,7% para un estimated glomerular filtration rate (eGFR) <60ml/min/1,73m2, del 19,9% para eGFR<45ml/min/1,73m2 y del 6,6% para eGFR<30ml/min/1,73m2. El análisis de regresión múltiple destacaba la existencia de asociación entre hipertensión y eGFR<60, y así mismo entre insuficiencia cardiaca y una menor calidad de vida en los pacientes con eGFR<45. Por ello, la detección precoz de esta enfermedad es importante para mejorar sus factores de riesgo y poder evitar su progresión en estas personas.
Prescripción inapropiada en octogenarios: criterios STOPP23El grupo de mayores de 65años representa el 17% de la población en España y sin embargo, paradójicamente, consume el 73% del gasto farmacéutico24. Por ello, se realizó un subestudio en estos participantes de la prescripción crónica de fármacos, donde se comprobó que la media de fármacos era de 6,1, y más de la mitad recibían una prescripción inapropiada según los reconocidos criterios de Beer's y de Screening Tool of Older Person's Prescriptions (STOPP). Los grupos de fármacos implicados más frecuentemente en dicha prescripción inapropiada fueron benzodiacepinas, diuréticos, inhibidores de la recaptación de la serotonina y el grupo de los antiinflamatorios. Entre los factores independientes asociados destacaron la existencia de dislipemia y el diagnóstico previo de hipertensión.
Seguimiento de la cohorte OctabaixRiesgo de caídas y malnutrición a los 2 años25,26Conocedores de que ya al inicio existía un porcentaje importante de habitantes con elevado riesgo de caídas y malnutrición, se planteó realizar una intervención individualizada multifactorial para disminuir la proporción de caídas y el riesgo de malnutrición en estas personas de 85años. Para ello, se diseñó un ensayo clínico aleatorizado en los 7 equipos de participantes con un grupo de intervención y un grupo control. El modelo era el de una intervención que dirigía a los participantes a los recursos sociosanitarios públicos y municipales existentes en la comunidad. El grupo intervención realizaba una intervención presencial durante los 2 primeros años de seguimiento de la cohorte, basada en recomendaciones que evaluaban 9 aspectos importantes: polifarmacia, agudeza visual, agudeza auditiva, estado nutricional, capacidad funcional, equilibrio, estado cognitivo, ayuda social y condiciones de vivienda (fig. 3). Por otra parte, el grupo control realizaba las recomendaciones y revisiones generales habituales con sus profesionales de referencia. El análisis de regresión múltiple al segundo año de la intervención mostró que esta no había sido significativamente efectiva para mejorar el riesgo de caídas25 ni de malnutrición26. Sin embargo, el análisis aislado del grupo basal que presentaba riesgo nutricional al inicio sí mostró una tendencia a la mejoría en el grupo de intervención, con una probabilidad del 13% de mejoría de 1punto en el MNA a los 2 años de intervención. Por todo ello, creemos que se generó la necesidad de realizar nuevos estudios de intervención, probablemente dirigidos a grupos de riesgo muy específicos y no a la comunidad en general, en este grupo poblacional de las personas de edad muy avanzada.
Modelo de recomendaciones en personas de 85 años.Fuente: modificado de Ferrer et al.6.
La diabetes mellitus (DM) se ha asociado con deterioro cognitivo y funcional. Conocedores de la importancia de conservar una correcta cognición y funcionalidad en las edades más avanzadas de la vida, se reexploraron dichas capacidades en dos grupos, según existiera o no diagnóstico previo de DM. Para este estudio se excluyeron los individuos que ya presentaban deterioro funcional o cognitivo al inicio del mismo. Después de 2años de seguimiento se constató que el 38,1% de los pacientes diabéticos presentaban un nuevo deterioro funcional (pérdida de ≥10 en IB) y el 33,3% un nuevo deterioro cognitivo (MEC<24 o pérdida de >4puntos en MEC). El análisis multivariante mostró que la existencia de DM multiplica por 2 la probabilidad de aparición de discapacidad a los 2años de seguimiento. Además, por cada punto de aumento del riesgo nutricional en la valoración basal, existía un 35% más de probabilidad de aparición de nuevo deterioro (funcional o cognitivo), y por cada punto de disminución de cognición en MEC basal, la probabilidad de deterioro era del 38%. Así, destacar que la existencia de un diagnóstico de DM multiplica por 2 la probabilidad de aparición de discapacidad en solo 2años en pacientes sin deterioro funcional ni cognitivo, incluso en edades muy avanzadas de la vida
Envejecimiento satisfactorio a 2 años28El envejecimiento satisfactorio, entendido como un estado óptimo o una forma de envejecer mejor de la normalidad29, fue valorado en esta cohorte tal y como se había estudiado en nonagenarios de la misma área utilizando unos criterios propios publicados5. Dichos criterios incluían un componente de función física, otro de cognición y un tercero social. Así, del total de la cohorte Octabaix de 328 sujetos, 162 (49%) tenían un IB≥91, un MEC≥24 y no estaban institucionalizados, y por ello consideramos que tenían un envejecimiento satisfactorio al inicio del estudio30. Mediante el análisis de regresión logístico se comprobó que las variables asociadas a tener un envejecimiento satisfactorio eran: nivel superior de estudios, mantener un buen equilibrio según escala de Tinetti, mejor índice en MEC y menor número de fármacos28.
A los 2 años se revaloraron los pacientes que cumplían dichos criterios, y 146 de los 162 (90%) continuaban su envejecimiento satisfactorio al año y 90 a los 2años (61,6%).
Calidad de vida y fragilidad en octogenarios a los 3 años31Entre los estudios de seguimiento se evaluó también la calidad de vida de los individuos incluidos en el estudio. Del total de 328 sujetos fueron analizados 290, a los que se había podido realizar la valoración basal de calidad de vida mediante el test del EuroQol 5D3L (EQ-5D) (hay que recordar que se habían excluido los participantes que presentaban deterioro cognitivo grave entendido como un MEC≤19). De esta manera, en el grupo analizado la media de la escala visual analógica basal fue de 63. La media del índice EQ-5D al inicio del estudio fue de 0,67 y la media de dicho índice al tercer año, de 0,55. El análisis multivariante mostró como factores predictivos de presentar menor calidad de vida el sexo femenino, tener un fenotipo de fragilidad, un diagnóstico previo de insuficiencia cardiaca así como un elevado índice de riesgo social. Por ello, estrategias encaminadas a mejorar la calidad de vida deberán tener en cuenta el fenotipo de fragilidad como un robusto predictor de calidad de vida, así como la funcionalidad y la nutrición si estos resultados se confirman en futuros estudios.
Perfil del paciente con anemia a los 3 años32La anemia es una condición ampliamente distribuida en la población general, calculándose una prevalencia en la población anciana de casi el 25%, y que en los mayores de 80años puede alcanzar hasta más de un 25%, y un 60% en ancianos frágiles33. Es conocido que la anemia aumenta la mortalidad y empeora el pronóstico de los pacientes tanto con patologías médicas como quirúrgicas, por lo que nuestro grupo de trabajo consideró que era importante evaluar su presencia en este colectivo de mayor edad. Así, se halló una prevalencia de anemia del 24%, y destacó que los pacientes anémicos presentaban en el análisis multivariable más dependencia según el IB y más comorbilidad según el índice de Charlson. También se confirmó el peor pronóstico asociado a la anemia, y así la mortalidad fue significativamente mayor en el grupo de pacientes con anemia a los 3años de seguimiento32.
Mortalidad de la cohorte OctabaixUno de los objetivos importantes del estudio de seguimiento Octabaix fue conocer mejor los factores predictores de mortalidad en los más mayores. Por ello, se realizaron en la cohorte Octabaix una serie de cortes descriptivos de mortalidad. En la mayoría de casos la mortalidad se recogió de la entrevista anual al cuidador, y en su defecto, en escasos casos, se confirmó con el censo. Como limitaciones generales de los estudios de mortalidad, destacar el ya comentado pequeño tamaño muestral, especialmente con respecto a los varones, y la falta de recogida del motivo principal de la causa del fallecimiento.
Mortalidad a los 3 años34A los 3 años de seguimiento de la cohorte Octabaix el 17,3% de sujetos habían muerto. La tasa anual media de mortalidad era del 5,7%, distribuyéndose en 4,9% al primer año, 5,8% al segundo año y 6,7% al tercer año35.
Dos fueron las variables identificadas en el análisis al tercer año como factores predictores de mortalidad: tener una peor funcionalidad para actividades instrumentales y mayor número de fármacos de prescripción crónica. Todas ellas eran variables básicas de la recogida de datos de la valoración geriátrica en estas personas.
Por otra parte, se ampliaron los análisis de mortalidad para evaluar su posible asociación a situaciones especiales, como son la presencia de un déficit de vitaminaD (25(OH) D3) o de un fenotipo de inmunosenescencia. Así, en las personas de edad avanzada la presencia de un fenotipo inmunológico de riesgo (cociente células linfocitos CD4:CD8≤1) se ha correlacionado con elevadas tasas de morbimortalidad; sin embargo, la inversión del cociente CD4:CD8 no se asoció a mortalidad a los 3años en el grupo estudiado36. En cuanto a la posible relación entre los valores de 25(OH) D3 y el riesgo de muerte, se comprobó que a los 3años no existía correlación entre dichos valores y la mortalidad global o mortalidad cardiovascular36. Probablemente futuros estudios de muestras más amplias serían necesarios en dicho grupo poblacional para confirmar ambos resultados.
Mortalidad a los 5 años37En los estudios de seguimiento que evalúan periodos más prolongados se habían reportado tasas de mortalidad del 42% a los 5años, y del 48% después de 6años de seguimiento38. La cohorte Octabaix confirmó con porcentajes similares estos datos. Así, a los 5años de seguimiento 138 (42,1%) sujetos habían muerto, siendo la tasa anual de mortalidad al quinto año del 14% y la global del 8,4%. Persistieron en el análisis de seguimiento como factores predictores de mortalidad una peor funcionalidad para IL, y también una mayor comorbilidad global según el índice de Charlson. De esta manera, los factores inicialmente asociados: anemia, colesterol, cociente CD4:CD8 y vitaminaD perdieron su significación como predictores de mortalidad a los 5años en este grupo.
ConclusionesEn definitiva, el estudio Octabaix nos ha permitido definir un perfil tipo del habitante no institucionalizado de 85años en nuestro país. Así, ser hombre a los 85años se asocia a estar casado, tener mejor funcionalidad, mejor cognición y mayor comorbilidad que las mujeres, mientras que ser mujer se asocia a vivir sola, con mayor índice de caídas, de riesgo nutricional y de riesgo social respecto a los hombres. Además, los estudios de seguimiento mostraron una disminución de la calidad de vida, asociada a género femenino, a presentar un fenotipo de fragilidad, diagnóstico de insuficiencia cardiaca y un elevado índice de riesgo social. La tasa de mortalidad a los 5años de seguimiento ha sido elevada (42%). Los participantes que seguían vivos a los 5años tenían una mejor funcionalidad para actividades domésticas y una menor comorbilidad que el resto del grupo en la evaluación basal.
FinanciaciónEste estudio ha sido financiado por el Fondo de Investigación Sanitaria Instituto CarlosIII (FIS del año 2009 n.° PS09/00552).
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
AgradecimientosDamos las gracias al IDIAP Jordi Gol por el soporte a este Grupo de estudio Octabaix.
J. Almeda (Unitat de Suport a la Recerca de Costa de Ponent, IDIAP J. Gol).
T. Badia (ABS Martorell urbano).
C. Llopart (ABS Sant Andreu de la Barca).
C. Fernández (Cap Rambla).
A. Ferrer (CAP el Pla).
F. Formiga (Unidad de Geriatría, Servicio de Medicina Interna, Hospital Universitari de Bellvitge).
A. Gil (ABS Santt Andreu de la Barca).
M.J. Megido (ABS Just Oliveras).
G. Padrós (Laboratori Clínic l’Hospitalet-Cornellà).
S. Rojas-Farreras (Unitat de Suport a la Recerca de Costa de Ponent, IDIAP J. Gol).
M. Sarró (CAP Florida Nord).
A. Tobella (ABS Martorell rural).