Objetivos: Analizar nuestra experiencia sobre las fístulas recto-vaginales (FRV) en mujeres mayores de 70 años, patología sumamente importante por provocar una situación penosa a la mujer que la padece, con grave afectación de su calidad de vida.
Métodos: Establecida la sospecha de comunicación recto-vaginal, todas las mujeres son sometidas a exploración vaginal y rectal meticulosa y realización sistemática de rectoscopia. Otras exploraciones adaptadas fundamentalmente a la etiología de la fístula. De la misma manera, la intervención quirúrgica se seleccionó de manera individualizada.
Resultados: De enero de 1991 a diciembre de 2012 han sido intervenidas por presentar una FRV 12 mujeres, de edades comprendidas entre 70 y 92 años (edad media: 76,8 años). La antigüedad de los síntomas osciló entre uno y 540 meses, con una media de 98. La localización fue: cinco altas, seis medias y una baja. En cuanto al tamaño, seis eran medianas (0,5-2,5cm); tres, grandes (>2,5cm); en un caso daba lugar a una cloaca ano-vaginal y en dos, cloacas recto-vaginales. Tres se consideraron como simples y las otras nueve, complejas. Con relación a la etiología, en cinco fue neoplásica (2 de útero y 3 de recto); cuatro, traumáticas (distintos tipos); dos por enfermedad de Crohn y una por infección (diverticulitis). La sintomatología principal fue la expulsión de heces por la vagina (10 casos) y la expulsión de gas (7 casos). Una enferma era portadora de una colostomía derivativa. Dos enfermas presentaban sobreañadido incontinencia fecal, con un Wexner de 16 y 18, respectivamente. El abordaje fue abdominal en 10 casos, y en dos, perineal. Se analiza el resultado del tratamiento en función de la naturaleza de la fístula y de la intervención realizada. No hubo complicaciones importantes ni mortalidad operatoria.
Conclusiones: Las FRV ocasionan, al margen de otras alteraciones, una importante afectación de la calidad de vida de la mujer que la padece. En mayores, por otra parte, la etiología neoplásica es frecuente, por lo que su diagnóstico y tratamiento alcanzan un significado especial. La edad no puede ser un impedimento para el tratamiento quirúrgico, adaptado fundamentalmente a la etiología de la fístula.