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Vol. 34. Núm. 4.
Páginas 231-236 (julio 1999)
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Influencia de los abuelos en la socialización familiar de los nietos. Revisión de la literatura científica
Influence of the grandparents in the family socialization of grandchildren. Review of the scientific literature
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Influencia de los abuelos en la socialización familiar de los nietos. Revisión de la literatura científica

Pinazo Hernandis, S.

Área de Psicología Social. Facultad de Psicología. Universitat de València.

Correspondencia: Sacramento Pinazo Hernandis. Avda. Blasco Ibáñez, 21. 46010 Valencia. E-mail: sacramento.pinazo@uv.es.

Recibido el 11-11-98; aceptado el 23-6-99.


RESUMEN

Numerosos autores han destacado la recíproca influencia de la relación abuelos-nietos para ambos grupos. En la relación abuelos-nietos es importante tener en cuenta la edad relativa de los abuelos y los nietos en cualquier punto de la relación, ya que la relación cambia con el tiempo. Las relaciones de los nietos pequeños con sus abuelos están mediatizadas por sus padres, es decir, el número de contactos está limitado por los contactos entre los padres y los abuelos; la calidad de su relación está mediada por la calidad de las relaciones previas de sus padres con sus abuelos. Esta conexión es obvia, y aparece por la naturaleza de la dependencia propia de la infancia. Durante la adolescencia esta relación toma una dimensión diferente, debido principalmente a que los jóvenes tienden a centrar su energía personal y relaciones fuera de la familia para, al llegar a la madurez, formar relaciones más duraderas, satisfactorias y voluntarias con los abuelos.

En el presente artículo se ha realizado un análisis de las publicaciones centradas en la relación abuelos-nietos encontrando que la década de los ochenta ha mostrado un espectacular incremento en la investigación de este tema ­sobre todo proveniente de Estados Unidos­, aunque el número de publicaciones es todavía pequeño, sí consideramos la importancia que constituye el citado tema.

Palabras clave

Relaciones. Abuelos. Nietos.

Influence of the grandparents in the family socialization of grandchildren. Review of the scientific literature

SUMMARY

A number of scholars have underlined the mutual influence of grandparent-grandchild relationships for both of them. It is important in a grandparent-grandchild relationship to take into account the relative age of each partner in any given point of their relationship, since it does change with time. The early relationships between grandparents and their grandchildren are influenced by their parents, since the frequency of their contacts is limited by the number of contacts between grandparents and parents themselves, and the quality of their relationship is mediated by the quality of the previous relationship between parents and grandparents. This fairly obvious connection results from the natural dependence of childhood itself. In adolescence this relationship takes a different shape, mainly due to the fact that youth tend to concentrate their personal energy and their relations far away from the family, in order to create more durable, satisfactory, and voluntary relations with their grandparents once they attain maturity.

This paper carries out an analysis of the existing literature on the topic of grandparent-grandchildren relationships, and reveals the spectacular growth of research experienced throughout the eighties, specially in the US. However, the existing literature is still underdeveloped, specially if we consider the relevance of the issue.

Key words

Relationships. Grandparents. Grandchildren.


INTRODUCCION

El estudio de las relaciones abuelos-nietos ha recibido poca atención en la literatura científica, y se ha centrado en aspectos tales como el rol familiar de los abuelos como sustitutos parentales o la importancia de su experiencia vital. Un análisis de las publicaciones (realizado en el Psychological Abstracts y Sociological Abstracts) muestra que antes de 1970 tan sólo aparecen 31 libros y artículos científicos que mencionen a los abuelos y nietos, y 33 antes de 1984; de ellos, son pocos los que incluyen el término «abuelos» en el título del libro o en algún capítulo.

La década de los ochenta ha mostrado un espectacular incremento en la investigación sobre este tema ­sobre todo proveniente de Estados Unidos­, aunque la investigación actual es todavía poca considerando la importancia que constituye el citado tópico. En una revisión realizada por Jerome (1), se concluye que en la gerontología británica también se ha ignorado durante largo tiempo esta área de investigación. Muchos estudios únicamente han examinado a las abuelas (2-6) y muy pocos se han centrado únicamente en los abuelos varones (7).

Algunos investigadores han estudiado a los abuelos desde la óptica de los nietos (8, 9) y otros, han preguntado directamente a los abuelos en general intentando encontrar diferencias (10); por último, sólo Kahana y Coe (11) han estudiado las diferencias en la relación con los nietos de aquellos abuelos que viven en su casa y de aquellos que viven institucionalizados.

Numerosos autores han enfatizado la recíproca influencia de la relación abuelos-nietos para ambos grupos (12-15). Pese a las pocas investigaciones realizadas, existe suficiente apoyo empírico de que las relaciones entre abuelos y nietos son las más satisfactorias para aquellos (16, 17) indicándose igualmente un grado de acercamiento positivo entre ambos (18). Incluso los ancianos que mencionan visitas poco frecuentes a sus nietos siguen expresando que el hecho de ser abuelo tiene un significado central en sus vidas. De igual modo, los resultados de una investigación con una muestra de estudiantes de bachillerato demostraron que los abuelos eran considerados por sus nietos como compañeros (19). Parece ser que las relaciones entre abuelos y nietos pueden ser constructivas y gratificantes para ambas partes; prueba de ello son los resultados obtenidos por Moragas (20), con una muestra representativa de la ciudad de Barcelona. Para el citado autor, la mayoría de los nietos tienen una relación satisfactoria con sus propios abuelos señalando un deseo de incremento de contactos con ellos, tanto en frecuencia como en intensidad. Asimismo se constató que son los padres quienes consciente o inconscientemente ponen barreras a este tipo de relación intergeneracional.

LOS ABUELOS COMO FACTOR CLAVE EN LA SOCIALIZACION FAMILIAR DE LOS NIETOS

Los abuelos son amados como respuesta al amor que ellos dan generosamente a sus nietos, por su afecto y devoción para con ellos (7). Como ocurre en las relaciones padres-hijos, los abuelos pueden influir y son influidos por sus nietos (21). El análisis de contenido realizado por Tyszkowa (9) con las composiciones libres de 138 adolescentes y jóvenes adultos sobre el tema «Mis abuelos y yo», revela varias esferas de influencia en el desarrollo de los nietos:

a) Participación en la provisión de cuidados y apoyo. En muchas ocasiones los abuelos hacen de niñeros o cuidadores mientras los padres trabajan, o en períodos concretos de tiempo como, por ejemplo, durante las vacaciones.

b) Participación en el proceso de socialización. Los abuelos enseñan a los nietos un gran número de habilidades prácticas (por ejemplo, de cuidado de la casa o jardinería) y los proveen de información acerca de su familia y su propio pasado.

c) Abuelos como modelos de personalidad. Los nietos admiran a sus abuelos (por ejemplo, su patriotismo, su capacidad para trabajar duro, su honestidad). Toman de ellos actitudes ante la vida, el trabajo, hacia otras personas, así como los valores.

d) El curso de la vida y la muerte de los abuelos como una fuente de ideas y reflexión sobre la vida humana. La muerte del abuelo o de la abuela, si ocurren después de que el nieto tenga 9 o 10 años, causa una experiencia que los sujetos definen como un shock, una repentina constatación de que la muerte es irreversible y que todo pasa. Suele ser la primera pérdida irreversible de alguien muy conocido y amado. Se dan cuenta de que no toda enfermedad tiene curación, que el pasado no puede volver y que, finalmente, todo ser humano ­ellos también­ morirá algún día. Algunos entrevistados hacen referencia ­retrospectivamente hablando­ a este hecho como «el final de la niñez».

e) Impacto negativo de los abuelos. Algunas actitudes como la sobreprotección ­que hace aparecer a los adolescentes, por ejemplo, como ridículos ante su grupo de iguales­, o el ser demasiado liberales ­infringiendo normas dictadas por los padres y confundiendo y desconcertando a los nietos provocando en ellos a veces un conflicto de lealtades­, frialdad o distancia, egoísmo, incapacidad para sacrificarse por los nietos, rigidez, hipocresía en las relaciones o puntos de vista anticuados son características que algunos de los nietos entrevistados criticaban de sus abuelos.

Como conclusión general de este estudio podríamos decir que no tener abuelos o no tener ningún contacto con ellos, al menos durante la niñez, es visto como un factor responsable del empobrecimiento de la vida.

El estudio de Shore y Hayslip (22) realizado en Texas (EE. UU.) con 203 abuelos (la mitad de los cuales tenía la custodia legal sobre los nietos) investiga cuatro aspectos centrales en el funcionamiento psicológico de los abuelos que están cuidando a sus nietos: bienestar psicológico general; satisfacción con la abuelidad; percepción de la relación abuelos-nietos; sentido personal otorgado al rol de abuelo. La mayoría de los abuelos prefieren un rol voluntario pleno de amor y diversión con sus nietos, sin responsabilidad parental, resultado que confirma las conclusiones de Johnson (23). Los resultados de Shore y Hayslip (24) también muestran que al menos el 40% de los abuelos encargados de la custodia de sus nietos se sienten aislados de sus amigos debido a las responsabilidades parentales. El 35% de los entrevistados no se siente libre de ejercer su rol de abuelo y cuidar a sus nietos como le habría gustado a causa de sus deberes parentales para con ellos. No hay duda, por tanto, de que los roles de abuelo y padre están en conflicto. Nos encontramos, por tanto, con un rol, «el rol de abuelo» difícil de definir ya que los límites pueden ser confusos: excesiva implicación podría ser entendida por los padres como intromisión, y alejamiento o distanciamiento en la responsabilidad parental, podría ser entendido como pasividad en el rol.

VARIABLES QUE INFLUYEN EN LA RELACION ABUELOS-NIETOS

La importancia de los abuelos puede ser fácilmente infravalorada, pero también sobrevalorada. Las diferencias individuales en las relaciones abuelos y nietos son inmensas, variando de acuerdo con el sexo, la salud, la distancia que los separa, los roles y actividades, personalidad, la edad de cada uno y otros muchos factores. Asimismo hay otros aspectos que influyen en esta relación, como son la frecuencia y calidad de las interacciones que se realizan entre ellos, la distancia geográfica, la manera en que los padres estructuran el tiempo del niño, la adecuación de los ingresos económicos y los medios de transporte.

Edad

Se ha encontrado la existencia de una variación con respecto a la relación entre abuelos y nietos en función de la edad de ambos grupos. Encontraríamos de este modo: abuelos-jóvenes, abuelos-a-tiempo y abuelos-mayores; o según Stevenson (29): el ser abuelo precoz (en la que el advenimiento del primer nieto coincide con un periodo de intensa actividad familiar y económica o laboral), el ser abuelo a mediana edad tardía (a menudo coincidente con la jubilación y el «nido vacío»), y abuelos dependientes (cuando el abuelo comienza a vivir con los nietos en una edad en la que sus facultades físicas o mentales declinan). La edad y la salud de los abuelos seguramente puede afectar la interacción con los nietos: ser abuelo por primera vez a los 40 es completamente diferente de serlo a los 75. La edad, en este caso, constituye un importante predictor del estilo de ejercer de abuelo de un individuo: los abuelos más jóvenes (normalmente con mejor estado de salud) tienen mayores probabilidades de ser muy activos y comprometidos; los abuelos más ancianos tienden a ser más distantes e implicados periféricamente.

Por tanto, en la discusión sobre las relaciones abuelos-nietos es importante tener en cuenta dos aspectos:

1. La relación cambia con el tiempo (por ejemplo, el abuelo de 51 años con un nieto de 7 y ese mismo abuelo con 61 años con un nieto de 17 o con 71 años y un nieto de 27). Cuando el abuelo es todavía relativamente joven y el nieto pequeño, ambos están muy unidos. Los abuelos se divierten más estando con nietos pequeños que con adolescentes (13, 25-27), sin embargo, a medida que aumentan en edad, la relación que mantienen ambos grupos, obviamente va variando.

2. La edad relativa de los abuelos y los nietos en cualquier punto de la relación (por ejemplo, la relación entre un abuelo de 43 años y un nieto de 3 años, difiere de la que tiene un abuelo de 73 años con un nieto de 3 años ).

Thomas (28) sobre una muestra de 277 abuelos divididos en tres grupos de edad (45-60, 61-69, 70-90 años) investigaron acerca de las diferencias en edad y sexo en la satisfacción con la abuelidad y en la percepción de responsabilidades del rol de abuelo. Los análisis realizados indicaron que los abuelos más jóvenes expresaban mayor disponibilidad para la disciplina, el cuidado y el consejo en la crianza de los nietos independientemente de la edad de los nietos. Los abuelos varones mostraban mayor disponibilidad para el cuidado y el consejo en la crianza de los nietos pero menor satisfacción con el rol. Las abuelas expresaban altos niveles de satisfacción con el rol independientemente de la edad de los nietos.

Una investigación realizada en Bélgica es de gran interés para ilustrar este tema: Marcoen (30) estudió la importancia de la edad de los nietos en la relación con sus abuelos. Uno de los resultados interesantes fue que la evaluación hecha por los abuelos varía no sólo con la edad sino también con el desarrollo cognitivo de los nietos. Los resultados están en la línea de los estudios americanos de Kahana y Kahana (31) y Schultz (32).

Dentro de las limitaciones de la vida familiar, las relaciones de los nietos pequeños con sus abuelos están mediatizadas por sus padres, es decir, el número de contactos se limitan a los contactos entre sus padres y sus abuelos; por otra parte, la calidad de su relación está mediada por la calidad de las relaciones previas de sus padres con sus abuelos (33-35). Esta conexión es obvia, y aparece por la naturaleza de la dependencia propia de la infancia.

Durante la adolescencia esta relación toma una dimensión diferente, debido principalmente a que los jóvenes tienden a centrar su energía personal y relaciones fuera de la familia (36), para al llegar a la madurez formar relaciones más duraderas, satisfactorias y voluntarias con los abuelos (37). Es en esta etapa donde se produce lo que se denomina reversión de roles: cuando el nieto es niño recibe ayuda, protección y regalos de un abuelo relativamente joven. Al entrar el nieto en la edad adulta y disminuir las aptitudes del abuelo, el nieto se responsabiliza de su papel de adulto competente y ayuda a la familia en el cuidado del abuelo.

Mickus y Hirsch (38) encontraron que los adolescentes ven a sus abuelos como influyentes de manera significativa en sus vidas, particularmente en el área de crecimiento personal y en el área académica. Otras investigaciones posteriores confirman estos hallazgos (39, 40).

En la investigación realizada por Kennedy (18) con 704 universitarios, las percepciones de los estudiantes de los roles de abuelo y nieto eran generalmente positivas, manifestando afecto y respeto por los abuelos.

Percepción de los nietos

Shore y Hayslip (41) investigaron sobre la percepción que tienen los nietos de sus abuelos, y Apostel (42) entrevistó a 84 adultos (de 20 a 80 años) acerca de las experiencias con sus abuelos. Para el 38% de esta muestra los abuelos habían jugado un importante rol de apoyo. La manera en que los adolescentes y jóvenes adultos perciben a sus abuelos está influida por la frecuencia y el tipo de contactos con ellos, por ciertas características sociales e individuales de los nietos y de los abuelos, y por las ideas que los representantes de la joven generación tienen de qué es lo que debería ser un abuelo (9). En una investigación posterior de Tyszkowa (43) se propuso describir las características de la relación con los abuelos en la adolescencia y ­a través de una comparación con la niñez tardía­ examinar las transformaciones evolutivas que ocurren en esta relación. Tal y como se concluye en este estudio, la frecuencia de contactos tiende a decrecer un poco durante la adolescencia. Este resultado es congruente con los resultados obtenidos en otras investigaciones (44).

Cuando un grupo de adultos jóvenes fue preguntado acerca de sus abuelos, lo más significativo fue que el 92% compartía la idea de que «Un niño echaría mucho de menos a los abuelos si no los tuviera cuando está creciendo» (40).

¿Cómo definen los nietos a sus abuelos? En la investigación de Kahana y Kahana (31) observamos que los niños pequeños definen a sus abuelos en términos físicos (p. ej. arrugas y canas), mientras que los niños mayores tienden a ver a los abuelos primero desde un punto de vista funcional (p. ej. la gente mayor no juega contigo) y posteriormente en términos más abstractos, cuando no genéricos (p. ej. enfermedad, debilidad, amabilidad o experiencia).

Otra variable ampliamente discutida en la bibliografía sobre la familia (45, 46) que influye en la calidad de la relación es la diferencia de género en los enlaces. Los abuelos maternos son habitualmente los abuelos más cercanos a la familia y, consecuentemente, a los nietos (47), quizás debido a que las madres de los niños tienen mayor confianza con sus propias madres para dejarles al cargo del cuidado infantil.

Distancia geográfica y frecuencia de contactos

En la investigación realizada por Sticker en Alemania con 398 sujetos (abuelos, padres y nietos de diversas edades) se constató que la distancia geográfica era la variable más importante. En este sentido, en una investigación realizada por Kavitt en 1991 se constató que en la relación entre abuelos y nietos otros factores mediadores son: la clase social, las diferencias étnicas y los acontecimientos vitales importantes, como el divorcio o un precario estado de salud de los abuelos. De entre los factores anteriormente mencionados destacamos principalmente dos aspectos íntimamente relacionados y que median en esta relación: la frecuencia y la calidad de las interacciones entre ambos grupos. En cuanto a la frecuencia, los resultados apuntan en la dirección de que una proximidad física entre abuelos y nietos se traduce en relaciones más satisfactorias (48, 49); al igual que cuanto más íntima y cercana ha sido la relación, se desarrolla un mayor grado de acercamiento entre ellos. En el estudio de Kennedy (50) realizado con una muestra de 704 universitarios se concluyó que más de la mitad de los estudiantes veía a sus abuelos dos veces por mes o más. Para autores como Roberto y Stroes (40), la frecuencia de contacto no parece ser un factor que determine la importancia de la relación pero los adolescentes sienten que afecta a la solidez de la relación con sus abuelos. Cuando los nietos tienen un contacto menor a una vez al mes con sus abuelas tienden a adoptar hacia ellas los mismos sentimientos que tienen con sus madres (51).

Realización conjunta de actividades

Se ha constatado que la realización de actividades comunes fomenta conexiones entre los abuelos y sus nietos mejores y más duraderas. Con respecto a las actividades que realizan conjuntamente abuelos y nietos, es de destacar la investigación realizada en Polonia por Tyszkowa con una muestra de 138 sujetos (adolescentes y jóvenes) en Polonia (9) en la que concluyó que las actividades que realizan conjuntamente los abuelos y los nietos con más frecuencia son: las conversaciones (52,2%), los paseos (23,9%) y los juegos (17,4%). Los resultados obtenidos por Tyszkowa muestran que en la mayoría de los casos las relaciones abuelos-nietos son íntimas e importantes para los nietos a nivel personal. Las conclusiones de esta autora han sido confirmadas posteriormente por el estudio realizado en Gran Bretaña por Hyde y Gibbs (52), quienes también concluyeron que la actividad realizada con más frecuencia por las abuelas y las nietas universitarias es conversar. Según la autora, las conversaciones mantenidas por los nietos adolescentes (15-18 años) y jóvenes adultos (21-23 años) con sus abuelos tienen un significado particular para ellos debido a que los padres demasiado-atareados-por-el-trabajo no tienen suficiente tiempo o paciencia para conversar con sus hijos y que existe una relación de intimidad especial a la vez que una distancia de los abuelos que permite conversar acerca de asuntos que no quieren revelar a sus padres. Además, las conversaciones con los abuelos se dan en una atmósfera de paz, entendimiento y tolerancia, algo que no siempre ocurre con los padres. Estos resultados están en la misma línea que los encontrados por Eisenberg (53) para quien las abuelas maternas tienen una influencia clave en la transmisión de valores y en el desarrollo del carácter de las nietas, y puntúan más alto en actividades que favorecen sentimientos de cercanía emocional.

DISCUSION

La revisión de la literatura científica cuyo tema central es la relación abuelos-nietos, nos puede ayudar a conocer mejor las variables que influyen y determinan esta relación tan importante para ambos. Como sugieren los resultados, conforme maduran los nietos tienden a formar relaciones más voluntarias con sus abuelos que no relaciones basadas únicamente en la obligación familiar. Durante la tardía adolescencia y la joven adultez, los sujetos tienden a focalizar su energía en el desarrollo personal y en las relaciones fuera de la familia: los nietos no abandonan a sus abuelos, sino que su relación con ellos toma una dimensión diferente ­más voluntaria e íntima­ conforme envejecen ambas generaciones.

Un papel fundamental en la familia es la transmisión de valores de una generación a otra. Los abuelos pueden jugar un rol crucial en este proceso sirviendo de árbitros entre padres e hijos con respecto a los valores centrales para la continuidad familiar y el desarrollo individual. Tal y como hemos podido ver como resultado de las investigaciones seleccionadas en este artículo, los abuelos son muy importantes en la socialización familiar: un miembro anciano en la familia puede comunicar valores, instruir, dar apoyo a sus nietos atendiendo a las cuestiones relacionadas con el trabajo y la educación. Los nietos que tienen relaciones más cercanas a sus abuelos tienen un profundo sentido de pertenencia a la familia y a la comunidad, están mejor socializados, no comparten los estereotipos negativos asociados al envejecimiento ni tienen actitudes negativas porque tienen una persona mayor que los quiere, no temen a la vejez porque sus abuelos sirven como modelos positivos de rol.

Los abuelos se sienten tremendamente satisfechos con esta relación íntima y cercana. La mayoría de los abuelos prefieren un rol voluntario libre de responsabilidad parental. Pero a veces el rol de abuelo no es claro, y esto, como ya hemos visto, es debido a una carencia de expectativas normativas acerca de la conducta que se considera apropiada, razón por la cual la abuelidad se considera una experiencia individual de difícil definición. Tal y como ellos mismos han expresado1: «Para mí la categoría de abuelo (sic) significa un renacer, es un hecho del que me siento orgulloso...». «Los nietos son un tesoro, la sonrisa de un nieto vale más que todo el dinero del mundo». «El estar con mi nieto supone para mi una de las satisfacciones más gratificantes que tengo actualmente».

También para los nietos la relación con sus abuelos es algo muy especial 2 [«Para mí la palabra iaio (abuelo) significa algo más que una simple denominación; significa apoyo, amistad, sabiduría y AMOR» (sic)]. Algunos, los consideran como sustitutos de los padres cuando éstos se encuentran lejos («Mi abuela era como mi segunda madre...»; «Mi abuela siempre ha sido para mí una figura de referencia afectiva, tanto o incluso más que lo han sido mis padres»); como transmisores de valores y enseñanzas («Mi abuela me enseñó muchas cosas: a comer, leer, escribir, hacer la comida, aseo personal, planchar, cuidar las plantas, coser...»; «Con mi abuela aprendí las mayores cosas y es ella la que en el fondo ha ido perfilando mi personalidad»; «Le debo tanto a mi abuela que nunca terminaré de agradecérselo: con ella me salió el primer diente y junto a ella se me cayó el primer diente» ); como modelos («De mayor quiero ser como ella...»). Para otros, son la principal fuente de apoyo, son el núcleo familiar [«Mi iaia (abuela) es un elemento fundamental en mi vida, que si un día se va, se llevará con ella gran parte de mí»; «Lo que más me gusta es ver cómo se emociona cuando nos reunimos todos en su casa para una celebración familiar»].

Como conclusión podemos citar el estudio de Kennedy (18) que ha contribuido a determinar las variables que influyen en la calidad de la relación abuelos-nietos delimitando cinco elementos: intimidad, mutuo conocimiento (sentimiento de conocer los sentimientod del abuelo y ser conocido por él), influencia del abuelo en la vida del nieto, y vivencia de una relación independiente y auténtica.


1. En la actualidad estamos realizando en la Universidad de Valencia (Línea de Investigación Gerontología Social) un análisis de contenido de los textos escritos por abuelos y abuelas de la Comunidad Valenciana bajo el lema: ''Mi nieto/a y yo...''.

2. Estamos realizando también un análisis de contenido de los textos escritos por nietos y nietas universitarios (19 a 26 años) de la Comunidad Valenciana bajo el lema: ''Mi abuelo/a y yo...''.


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