Recordamos en este editorial el comienzo de la pandemia. Un tiempo difícil como médicos y como miembros de este equipo editorial. Un periodo de incertidumbre, de impotencia ante la escasa y cambiante evidencia científica frente a una enfermedad nueva que ha supuesto una elevada morbimortalidad para los pacientes que tratamos, nuestros familiares, numerosos compañeros y amigos. No todo ha sido malo.
Esta pandemia ha puesto de manifiesto la crucial relevancia de una especialidad, la nuestra, que tiene en cuenta las necesidades de la población mayor en todos los niveles asistenciales, resaltando que dichos niveles, además, deben estar interconectados. Especialmente importante ha sido el desarrollo de la atención geriátrica de enlace con las residencias1 y la geriatría transversal2 de las que esta revista ha sido testigo. Además, durante estos meses, la REGG ha sido vehículo transmisor de la labor asistencial de los geriatras dentro y fuera de nuestras fronteras3,4 poniendo de relevancia tanto la presentación atípica de la enfermedad en los más mayores, los factores asociados con la mortalidad, el impacto del aislamiento y la toma de decisiones al final de vida en relación con la COVID-19, entre otros.
Es hora de mirar al futuro de la REGG con el convencimiento de que el futuro es hoy.
En primer lugar, nos gustaría destacar que esta revista es el fruto de un esfuerzo colectivo y en este editorial nos gustaría agradecer y reconocer el trabajo de los miembros del equipo editorial, revisores y autores que nos precedieron.
No podemos empezar este editorial sin darle las gracias a nuestros mentores: Juan José Baztán y Francesc Formiga. Gracias por vuestra confianza, vuestro apoyo y al mismo tiempo libertad a la hora de la toma de decisiones que, en ocasiones, no ha sido fácil. De ellos destacamos, además de su calidad humana, científica y médica, su enorme capacidad de trabajo y el apoyo constante a esta revista que perdura hasta el día de hoy. Asimismo, agradecemos la labor de nuestro editor jefe Nicolás Martínez Velilla5. Gracias Nico por tu entusiasmo, tu generosidad y tu entrega.
Una revista unida de una geriatría unida, en la que caben todas las sensibilidades, cuyo principal objetivo es el desarrollo de un conocimiento que sea útil para el objetivo principal de nuestro trabajo: la mejor atención médica del adulto mayor.
¿Qué revista queremos? ¿Es necesaria una revista española en medio de la vorágine de revistas científicas en las que estamos envueltos?
La geriatría en España es una y diversa. La realidad de los que trabajamos para los pacientes mayores es diferente entre las diversas áreas de nuestro país. También es diferente respecto a Latinoamérica, a la que nos unen fuertes lazos culturales y sociales. Esta revista es necesaria porque es el vehículo para dar a conocer las diferencias (que no siempre son malas) y aprender de ellas, lo que contribuye a enriquecer nuestra especialidad. Toda la geriatría es igual de importante y tiene su espacio en esta revista. Por eso son bienvenidos proyectos de investigación y trabajos enviados a congresos nacionales e internacionales. Debemos evitar que todo ese trabajo y esfuerzo que refleja la población real que tratamos a diario se quede en un cajón. Esperamos que esta revista sea útilpara los geriatras mediante la publicación de revisiones sobre aspectos clínicos relevantes para nuestra especialidad. A esto nos comprometemos como equipo editorial.
También queremos que esta revista sea útil para la investigación en geriatría. Todos los que trabajamos con mayores, nos enfrentamos al reto de realizar estudios de calidad, que aborden la complejidad y que pongan de relevancia las particularidades de la atención del paciente de más edad. Nos gustaría que la REGG fuera el lugar en el que los autores piensen para publicar artículos sobre intervenciones multidisciplinares, sobre calidad y procesos de cuidados, sobre derechos del mayor, artículos con resultados negativos o los que establezcan las directrices del futuro de la medicina del envejecimiento, entre otros.
Esta revista es un punto de encuentro de los numerosos grupos de trabajo de la SEGG, y teniendo en cuenta nuestra vocación interdisciplinar, no se entiende sin el trabajo común con otras especialidades médicas y quirúrgicas (cardiología, oncología, traumatología, etc.) y otras disciplinas (enfermería, terapia ocupacional, etc.). Una parte de nuestra especialidad aborda el final de vida y esto se ve reflejado en la REGG.
Esta revista no puede ser ajena a las necesidades de nuestra especialidad y debe servir para poner de manifiesto la falta de geriatras en muchos ámbitos del territorio nacional e internacional, así como la necesidad de incrementar la formación de pregrado en las universidades6 dentro y fuera de nuestro país, difundiendo el conocimiento sobre la valoración geriátrica integral como nuestra seña de identidad7,8.
Queremos una revista útil para la sociedad. Creemos que el compromiso de los geriatras va más allá de las paredes de nuestros hospitales, consultas, residencias o domicilios. Nuestra labor también debe ser mejorar las actitudes y la visión que la sociedad tiene de los mayores, evitando el ageismo9 y potenciando una visión positiva y real de la población de más edad. Pensamos que la revista puede ser un adecuado vehículo para ello.
Queremos una revista adaptada al momento tecnológico que vivimos mediante podcast y contenidos multimedia que den a conocer los trabajos que se publican en ella y sean una vía rápida, aunque no exclusiva, de difusión del conocimiento, y esto debe ir acompañado de la edición bilingüe sin la cual no somos una revista competitiva. Este equipo editorial nace con el objetivo de visibilizar internacionalmente nuestros contenidos y como tal se compromete a dar prioridad a artículos en inglés.
Todo lo anteriormente mencionado es importante para nosotros, y con ello, el factor de impacto llegará, esperamos. Sin embargo, no consideraríamos nuestro objetivo cumplido si en este camino, el de conseguir el ansiado factor de impacto, perdemos nuestra seña de identidad. En este sentido estamos agradecidos con Junta directiva de la SEGG con la que compartimos objetivos, con la que nos sentimos apoyados y con la que estamos en sintonía.
Nuestro compromiso con vosotros, lectores, autores y revisores es el de seguir trabajando con y para vosotros dando lo mejor de nosotros mismos. Nuestro objetivo va a ser siempre apoyar las publicaciones de los grupos consolidados y emergentes, con la crítica constructiva como prioridad ineludible. Entendemos esta revista como un espacio para la reflexión común.
Comenzamos este editorial dando las gracias y del mismo modo queremos finalizarla. Gracias a todos los autores y revisores que hacéis posible que esta revista siga adelante. Gracias por vuestro trabajo, rigor y generosidad. Queremos que esta revista no sea nuestra, sino vuestra. Gracias a los lectores por vuestra fidelidad a lo largo de estos años. Gracias a nuestros pacientes y sus familias. Sin vuestra confianza y vuestro cariño ser geriatra no vale la pena.