Presentamos el caso de una mujer de 86 años, hipertensa, dislipémica, con fibrilación auricular crónica, en tratamiento con digoxina, sintrom, pantoprazol, IECA y simvastatina, que ingresó por astenia, anorexia, pérdida de peso no cuantificada, rectorragia y diarrea de tres meses de evolución. Al ingreso era independiente para las actividades básicas de la vida diaria y no presentaba signos de demencia (26 puntos en el test Minimental). La exploración mostró abdomen globuloso, con hernia umbilical y masa redonda, periumbilical, fija en profundidad, de unos 3cm de diámetro (fig. 1). En el tacto rectal se objetivó una tumoración estenosante a punta de dedo.
Se solicitaron las siguientes pruebas diagnósticas:
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Analítica: hemoglobina de 13,8g/dl, L 11,2×103/μl, plaquetas de 482×103/μl, aspartato amino transferasa de 31U/l, alanin amino transferasa de 18U/l, fosfatasa alcalina de 363U/l, GGT de 892U/l, LDH de 862U/I. Marcadores tumorales: antígeno carcinoembrionario de 239,00ng/ml, CA 125 de 14,30U/ml, CA 15-3 de 35U/ml, CA 19-9 de 70,3U/ml, CA 72-4 de 46,86U/ml.
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Colonoscopia: neoplasia maligna estenosante rectal, anatomopatológicamente adenocarcinoma.
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TAC toracoabdominal: neoplasia de sigma y recto con infiltración local y numerosas adenopatías metastásicas. Metástasis hepáticas, esplénicas y pulmonares. Nódulo en pared abdominal anterior, en la región umbilical, de 3,5cm (fig. 2).
Se diagnosticó adenocarcinoma de recto medio-superior, con metástasis umbilical.
La paciente fue intervenida quirúrgicamente y recibió posteriormente tratamiento paliativo.
El diagnóstico definitivo fue adenocarcinoma de recto infiltrante y metastásico, con nódulo de la hermana María José.
El nódulo de la hermana María José, indicador de metástasis umbilical, fue objetivado por primera vez alrededor de 1906 por Julia Dempsey (hermana María José), ayudante quirúrgica del Dr. William Mayo, en pacientes que se diagnosticaban de cáncer intraabdominal.
El Dr. Mayo publicó como «ombligo en botón de pantalón», y en 1949 el Dr. Hamilton Bailey usó por primera vez el epónimo del nódulo de la hermana María José en «Physical signs in clinical surgery»1.
Los tumores asociados a él presentan un estadio avanzado y mal pronóstico, con una supervivencia media de 10–12 meses, excepto en pacientes con nódulo umbilical solitario (alta tasa de supervivencia a largo plazo).
Es firme e irregular, puede ser doloroso, ulcerarse y drenar líquido purulento, seroso o hemático. Su tamaño varía entre 1–10cm2.
Su sencillo abordaje aporta utilidad en la evaluación del tumor primario, y la inmunohistoquimica define el origen celular en el 72% de los casos.
La diseminación metastásica se puede producir por diversas vías: infiltración, diseminación hematógena o linfática, a través del ligamento umbilical, flujo retrógrado de linfáticos axilares, inguinales y ganglios paraaórticos, por comunicación con la circulación portal3.
Así, se cita su presencia en carcinoma de ovario4, prostático5, adenocarcinoma colorrectal, pancreático, ileocecal y colangiocarcinoma.
Cualquier tipo de cáncer puede diseminarse al ombligo, pero es más frecuente la metástasis umbilical en los tumores intraabdominales.
En nuestro caso observamos una metástasis umbilical, secundaria a adenocarcinoma de recto en estadio D de Dukes, compatible con la definición de «nódulo de la hermana María José».