Introducción: La soledad es un sentimiento que puede surgir en ciertos momentos de la vida y que puede afectar a cualquier persona. Este sentimiento se define como una respuesta psicológica negativa ante una discrepancia entre las relaciones sociales deseadas y las relaciones reales. La participación social puede ser una herramienta para combatir la soledad a cualquier edad.
Método: El diseño de investigación es un estudio transversal de encuesta. La muestra fue constituida por personas de 60 o más años que estaban cursando estudios en diferentes centros de formación adscritos a la Universitat de València (n=625). Los datos fueron recogidos a través de un Cuestionario de bienestar que incluía datos de variables sociodemográficas, indicadores de participación social y dos escalas de Soledad (DJGLS y UCLA). Fueron analizados con el programa SPSS 22. Se han realizado análisis descriptivos y análisis correlacionales.
Resultados: La participación social se asoció significativa y negativamente con soledad en el caso de las mujeres, en ambas escalas; para los hombres no se encontraron correlaciones significativas entre las escalas de soledad y participación social. Más concretamente, con la escala de DJGLS encontramos que las mujeres correlacionan negativamente tanto en soledad general (r=−0,133, p<0,01) como en la dimensión social de dicha escala (r=−0,159, p<0,01). Resultados similares se obtienen con la escala de UCLA, donde solo la participación social de las mujeres correlaciona significativamente con soledad (r=−0,187, p<0,01).
Conclusiones: La promoción de la participación de las personas mayores en actividades sociales y de ocio podría ser eficaz en la reducción de los sentimientos de soledad en este colectivo. En el caso de las mujeres, la participación social ayuda a reducir el sentimiento de aislamiento social y aumenta la conexión social.