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Vol. 33. Núm. 93.
Páginas 9-13 (junio 1998)
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Sesión 1: Social
Session 1: Social aspects
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COMUNICACIONES ORALES


Rev Esp Geriatr Gerontol 1998;33(S 1):9-13

 

Sesión 1: Social

 

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DISCAPACIDAD Y ENVEJECIMIENTO

Moreno Moreno, M. R.

E. 0. E. Albayzin-Centro. Granada.

Las personas que envejecen con discapacidad asociada presentan una restricción o ausencia de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para el ser humano (OMS, 1980). Esta discapacidad es producida por una alteración crónica de una función orgánica. Son estas personas las que necesitan atención sanitaria continuada, así como servicios sociales y apoyos específicos, especialmente en aquellas en las que su discapacidad les ha conducido a ser dependientes en las Actividades de la Vida Diaria (AVD).

El objetivo del presente trabajo es ver qué discapacidades son más prevalentes en un grupo de mayores valorados en un año en el Centro Base de Minusválidos de la provincia de Granada, igualmente objetivar cuáles de ellas producen una mayor dependencia en las AVD.

La muestra se compone de 111 individuos, los cuales fueron valorados por un equipo multidisciplinar, según normas del BOE nº 66 de 18 de marzo de 1984. En cada uno de ellos se recogió el sexo, la edad, motivo por el cual acudían al centro, las tres discapacidades principales que presentaba la persona, así como el estudio de la dependencia en las AVD según un baremo específico en el caso de que fuera necesario.

Los resultados obtenidos fueron mayor proporción de mujeres con discapacidad que de hombres. Aumento de la discapacidad y de la dependencia a partir de los 70 años. Las discapacidades más prevalentes son las musculoesqueléticas (representadas fundamentalmente por la artrosis), las neurológicas (demencias y secuelas de ACV ­hemiplejias­) y las cardiovasculares (hipertensión, arteriosclerosis y ACV).

Los ancianos dependientes en las AVD representaban 22 casos, de los cuales 18 son mujeres y 4 hombres. Las discapacidades más prevalentes en este caso son las neurológicas (demencias), musculoesqueléticas (artrosis, artritis reumatoide), cardiovasculares (ACV, HTA con complicaciones orgánicas) y respiratorias (EPOC).

Tanto en uno y otro grupo las discapacidades se mostraron asociadas entre sí, y era esta asociación la que aumentaba la dependencia.

Para hacer frente al tratamiento integral de la discapacidad, serían necesarias una serie de medidas: preventivas, que incidieran en las discapacidades más prevalentes (ejercicio físico adecuado, dieta equilibrada, revisiones neurológicas y cardiológicas periódicas), rehabilitadoras, apoyos sociales como Unidades de Día específicas en Demencias, ayudas técnicas y eliminación de barreras arquitectónicas.

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FACTORES SOCIALES EN EL SEGUIMIENTO DE UNA POBLACION COMUNITARIA DE ANCIANOS DURANTE DIEZ AÑOS

Font Arellano T.; Guijarro García J. L.

Servicio de Geriatría. Casa de Misericordia. Pamplona.

Objetivo: Conocer la influencia ejercida por algunos factores sociales en la evolución de una población de ancianos viviendo en sus domicilios durante un período de diez años.

Método: Desde el mes de junio de 1985 al mismo mes de 1995, se ha seguido una población de 510 personas de sesenta y cinco y más años. De han estudiado los datos sociales, la morbilidad, el estado funcional, el estado cognitivo y la mortalidad. Además de la valoración inicial se hacían valoraciones semestrales de toda la muestra. Se ha realizado un análisis estadístico con el programa SPSS 6.1 para Windows.

Resultados: 77 personas han presentado un síndrome demencial nuevo en este tiempo con una incidencia acumulada del 16,2% y con una duración media de 19,6 meses. Han fallecido 181 personas lo que representan el 35,5%.

La influencia del sexo es altamente significativa (p< 0,005), muriendo el 43,2% de los hombres y el 30,8% de las mujeres. Según el estado civil fallecen más los viudos, 42,2%, seguido de los casados con un 33,0% y los solteros un 22,5% con una significación del 0,01. Al considerar la forma de convivencia destaca el fallecimiento de las personas que viven con hijos que es del 47,5%, siguiéndole los que viven con el cónyuge, 30,9%, siendo del 24,0% los que viven solos.

La demencia tiene una alta correlación con el estado civil (viudos 57,1%), con la edad de jubilación, el modo de convivencia y con la edad y sexo, pero no lo hace con el nivel de estudios. El 19,2% de los demenciados se institucionaliza.

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ESCALA DE AUTOEVALUACION DE LA MEMORIA (MAC-S). VALIDACION ESPAÑOLA EN UNA MUESTRA CLINICA DE PERSONAS MAYORES

Montorio, I.; Izal, M.; Colodrón, M. S.

Facultad de Psicología. Universidad Autónoma de Madrid. Madrid.

Entre las dimensiones relevantes para la evaluación de la memoria en la vejez con objetivos clínicos, se han propuesto:

1) La autopercepción del funcionamiento de la memoria de la propia persona mayor.

2) La ejecución en pruebas objetivas de memoria.

3) Otras variables implicadas (estado de ánimo, salud física, etc.).

La autopercepción de la memoria, medida mediante autoinforme, puede ser muy útil para el proceso de su evaluación (Larrabee y Crook, 1994). Se considera que la autopercepción de la memoria debe incluirse en una evaluación estándar tanto por su relación con pruebas objetivas, como por la posibilidad de compararla con estas últimas (la sobreestimación del rendimiento propio suele ser un indicador de demencia). Además, en tanto que la autoeficacia y la percepción de capacidad influyen en el rendimiento conviene cuantificar estas variables y someterlas a control. Por último, la identificación de los problemas concretos de memoria que la persona mayor encuentra en su vida cotidiana permite un análisis situacional y funcional que determine las consiguientes vías de evaluación e intervención (Tobiansky et al, 1995). La Escala de Autoevaluación de la Memoria (Memory Assessment Clinics Self-Rating Scale, MAC-S; Winterling et al, 1986), fue elaborada para superar las limitaciones existentes en este tipo de instrumentos. Los 49 elementos que componen el MAC-S se dividen en dos subescalas, capacidad y frecuencia, más cuatro preguntas globales. Las respuestas son registradas mediante una escala tipo Likert de 5 puntos. Se presentan los resultados de la adaptación española administrada a 160 pacientes de la Unidad de Memoria de Cantoblanco (edad media de 73 años). Los resultados muestran que este instrumento posee una adecuada consistencia interna para ambas subescalas (0,90 para capacidad y 0,89 para frecuencia). Además, mediante ANOVA se encuentran diferencias estadísticamente significativas en las puntuaciones obtenidas por cuatro grupos de sujetos (normal, síndrome amnésico asociado a la edad, demencia y trastorno afectivo). Finalmente, el MAC-S se muestra especialmente útil para el diagnóstico clínico diferencial de demencia, ya que la combinación de sus puntuaciones con las de pruebas de ejecución de memoria, autoinforme de depresión (GDS) y entrevista a la familia, discrimina eficazmente entre demencia en fase inicial, síndrome amnésico asociado a la edad y déficit cognitivos relacionados con un trastorno de ánimo.

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ADAPTACION DE LA ESCALA DE TRASTORNOS COMPORTAMENTALES (NPI) DE CUMMINGS EN SINDROMES DEMENCIALES

Arroyo-Anlló, E. M.*; Gil, R.; Torres Pereira, J.;

Castañeda Alegre, J. C.

* Dpto. de Medicina. Universidad de Salamanca. Dra. Centro Terapéutico Alzheimer. Salamanca.

Cummings y cols. (1994) elaboraron el Inventario Neuropsiquiátrico (NPI) para la evaluación de 10 problemas de comportamiento: delirios, alucinaciones, depresión, ansiedad, agitación/agresividad, euforia, desinhibición, irritabilidad/labilidad emocional, apatía y comportamiento motor aberrante.

La administración del NPI es mínima, examinando y puntuando sólo aquellos comportamientos perturbados a través de preguntas claves. La puntuación recoge tanto la frecuencia del trastorno de conducta como su severidad. La información para completar el NPI se obtiene de la familia / cuidador principal.

Nosotros hemos traducido y adaptado dicho NPI, añadiendo otros tres tipos de trastornos de comportamiento: el alimentarlo, el sexual/hedónico y el del sueño. De esta manera presentamos una traducción ampliada y adaptada del NPI, evaluando 13 problemas de conducta que aparecen frecuentemente en los síndromes demenciales.

Esta escala adaptada ha sido utilizada en el Centro Terapéutico Alzheimer de Salamanca (c/ Músico Antonio Baciero, 6-8, Bajo. Tfno. 929 460 944), con un grupo de pacientes con síndromes demenciales para examinar/controlar las perturbaciones comportamentales y observar la eficacia de tratamientos introducidos para intentar disminuirlas.

El grupo de pacientes dementes estaba formado por 70 enfermos con una edad media de 69,2 (Sx = 6,8) y con un MMS medio de 14 (Sx = 5,1).

Los resultados preliminares constatan que los trastornos de conducta más frecuentes en demencias moderadas-severas, son los siguientes: irritabilidad (42%), delirios (26%), comportamiento motor aberrante (13%), agresividad (7%), apatía/indiferencia (6%) y ansiedad-depresión (6%). El 87% de los pacientes con delirios, irritabilidad/agresividad y comportamiento motor aberrante son tratados con neurolépticos (el 81% con neurolépticos típicos y un 6% con atípicos). El 59% de pacientes con síndromes ansio-depresivos son tratados con antidepresivos (el 31% con benzodiacepinas y el 28% con antidepresivos no-IMAO). El 12% de los pacientes con trastornos del sueño fueron tratados con hipnóticos. En conclusión, la escala NPI de Cummings adaptada por nosotros parece ser una buena herramienta de detección y guía terapéutica de los trastornos de conducta en pacientes dementes. Desde nuestra práctica diaria, podríamos recomendar la disminución del uso de benzodiacepinas por las consecuencias anticolinérgicas ya conocidas. Por otro lado, hemos observado una mejor respuesta a los neurolépticos atípicos (ej. Risperidona) en el tratamiento de trastornos psicóticos.

Este trabajo ha sido realizado gracias a la ayuda económica de la Gerencia Territorial de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León.

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PROBLEMAS SOCIO-FAMILIARES DE LOS ANCIANOS CON DEMENCIA. DATOS EVOLUTIVOS DE UNA SERIE POBLACIONAL

Rivera Navarro, J.*; Bermejo Pareja, F.*; Rivera Navarro, S.**; Benito-León, J.***; Trincado Soriano, R.

* Hospital Universitario «Doce de Octubre». Madrid. ** Universidad Complutense (Psicología). Madrid. *** Hospital de Móstoles. Móstoles (Madrid).

Introducción: La investigación que presentamos sobre la problemática social y familiar (estudio evolutivo) de los ancianos con demencia, proviene de una muestra de los casos urbanos de demencia detectados de un estudio de prevalencia de demencia en ancianos que se ha realizado en un área urbana en España (estudio CAM 05/0I/96). El área urbana está a su vez compuesta de dos muestras: una procedente de un barrio de la periferia de Madrid (Margaritas, Getafe) y otra del centro (Lista en el distrito de Salamanca, centro de Madrid). Se realizó un primer análisis de la problemática sociofamiliar entre mayo y octubre de 1995 y los resultados de esta investigación están ya publicados.

Objetivos: Analizar la evolución de las principales características clínicas y aspectos sociofamiliares de los pacientes con demencia provenientes de un estudio poblacional de prevalencia de demencia.

Métodos: Se han seleccionado 129 pacientes con demencia de un estudio poblacional «evolutivo» (en dos áreas urbanas de Madrid de diferente nivel socioeconómico). A los cuidadores de estos pacientes se les administró un cuestionario para investigar los aspectos sociofamiliares del cuidado a los dementes: se recogieron datos generales del cuidado del enfermo, y se aplicaron encuestas semiestructuradas de carga emocional, actividades básicas de vida diaria, alteraciones conductuales más molestas.

Resultados: La serie de dementes resultó muy anciana (edad media = 86 años) con predominio de mujeres (74,4%) y demencias de tipo Alzheimer (75,2%). La mayoría de estos pacientes eran atendidos de forma estable en el seno familiar (67,4%) por cuidadores de segunda generación (hijas en un 45,7%). Aunque un 15,5% «vivía alternativamente» en diversos domicilios (de sus hijos) y también un 15,5% estaba asilado de forma permanente. El 65,3% de estos cuidadores tienen una percepción subjetiva del cuidado intensa o muy intensa. En los cuidados al enfermo, sólo el 31,9% de las familias utilizan la ayuda formal.

Conclusiones: Los sujetos con demencia en la población son muy ancianos y su cuidado se realiza mayoritariamente en el seno familiar y por cuidadores de la segunda generación (hijas). El cuidado formal resulta escaso, siendo la ayuda informal más utilizada, no habiendo diferencias significativas entre las dos áreas.

18

CALIDAD DE VIDA DE CUIDADORES PRINCIPALES DE ENFERMOS DEMENTES

Arroyo-Anlló, E. M.*; Santos, P.; Thomas, P. H.; Thomas, C.; Schuerch, M.; González, G. J. A.

* Dpto. de Medicina. Universidad de Salamanca. Dra. del Centro Terapéutico Alzheimer. Salamanca.

Tradicionalmente el primer foco de investigación médico-social ha sido la medida de mortalidad y morbicidad. Sin embargo, durante la pasada década, la faceta de Calidad de Vida (QV) ha recobrado gran interés en el ámbito de la Salud Pública, concretamente en las patologías crónicas que exigen la dedicación y cuidados de una segunda persona para la asistencia y ayuda del enfermo.

Entre las enfermedades crónicas más preocupantes se encuentran los síndromes demenciales, particularmente la demencia de tipo Alzheimer. Están caracterizadas por un deterioro cognoscitivo y comportamental progresivo, que hace que el individuo sea menos autónomo y dependa más de su cuidador principal. Éste asume duras responsabilidades que van teniendo gran impacto sobre diferentes aspectos de su vida que llamamos en general QV.

La QV engloba distintas facetas del bienestar del ser humano: estado físico, emocional, sexual, profesional, social, familiar, estado de energía, de sueño, de autoimagen...

El objetivo de nuestro estudio consiste en describir la QV de los cuidadores principales de enfermos dementes que asisten a un Centro Terapéutico Alzheimer.

Para dicha evaluación hemos escogido la versión española del test SF= 36 (Alonso y cols., 1995), basado en «International Quality Of Life Assessment» (IQOLA). Por otra parte, hemos elaborado otra escala sobre la Q.V. basándonos en el test WHOQOL-100 de la OMS (1993). El grupo de cuidadores principales de enfermos dementes estaba formado por 36 individuos, (X = 60,3; Sx = 4,1), de los cuales 17 eran hijas, 7 esposas, 6 maridos, 4 hijos y 2 cuidadores extrafamiliares.

Los resultados preliminares constatan que los aspectos de la QV más afectados de forma más severa, en este grupo de cuidadores principales son: sentimientos de optimismo (42,7%), participación en actividades de ocio (22,7%), realización de actividades de la vida cotidiana (20,9%), apoyo social (11,5%) y capacidades cognoscitivas (2,2%). Y aquéllos afectados de forma más moderada son: sentimientos pesimistas (51,5%), dolor e incomodidad (33,2%), autoestima (10,1%), sueño y reposo (5,2%).

En conclusión, el «hacerse cargo» de un enfermo demente parece interferir en primer lugar, sobre su estado socio-emocional y, en segundo lugar, sobre su estado físico. Por ello, sería conveniente poner a su disposición servicios de «Apoyo Psicológico» para amortiguar los efectos negativos que conlleva el cuidado de enfermos dementes.

19

INFLUENCIA DEL APOYO PSICOLOGICO SOBRE LA CALIDAD DE VIDA DE LAS FAMILIAS CON UN PACIENTE ALZHEIMER

Arroyo-Anlló, E. M.*; Álvarez Delgado, J. M.; Santos, P.; Ingrand, P.; González y González, J. A.

* Dpto. de Medicina. Universidad de Salamanca. Dra. del Centro Terapéutico Alzheimer. Salamanca.

La enfermedad de Alzheimer (EA) conlleva una pérdida progresiva de la identidad personal y social, afectando no sólo al enfermo sino también a su familia. La familia, y en particular el «Cuidador Principal» (CP) es el pilar esencial de prestación de ayuda y cuidado del anciano demente. El impacto de la enfermedad de Alzheimer sobre la Calidad de Vida (CV) de la familia es muy considerable (ansiedad, depresión, descenso de las relaciones personales, menos tiempo libre...).

Entendemos por CV diferentes aspectos del bienestar del ser humano relacionados con su estado físico, emocional, sexual, profesional, social, familiar...; facetas que en el caso del CP de Alzheimer se ven fuertemente deterioradas.

Objetivo: «Evaluar en qué medida el Apoyo Psicológico (AP) influye en la CV de familias con un enfermo Alzheimer.»

La Metodología consistió en: a) evaluar la CV de los CP previamente a la realización del Apoyo Psicológico, a través de los cuestionarios SF-36 (Alonso y cols., 1995) y el WHOQOL-100 de la OMS (1993); b) puesta en marcha del AP durante seis meses cuyos objetivos fundamentales eran: dotar a las familias de estrategias para solucionar problemas concretos de la EA, permitir que expresen sus sentimientos acerca de la situación que viven, ayudarlas a prevenir y plantear el futuro de la mejor forma posible; c) reevaluación de la CV de las familias tras el AP.

El grupo evaluado estaba formado por 25 CP (17 mujeres y 8 hombres) cuya edad media era de 64 años (Sx = 3,4).

Los resultados preliminares constataban que en la primera evaluación de la CV, los aspectos más deteriorados eran los sentimientos de optimismo, participación en actividades de ocio, realización de las actividades de la vida cotidiana, apoyo social y capacidades cognoscitivas (p< 0,01). Y en la segunda evaluación observamos una mejora en las facetas de: sentimientos de optimismo, realización de las actividades cotidianas y apoyo social (p< 0,01). Además, no surgió ninguna otra queja con respecto a la CV. Por tanto, podemos concluir que el AP podría utilizarse como herramienta eficaz en la mejora de la CV del CP, repercutiendo positivamente en el cuidado del enfermo y en su entorno familiar.

Este trabajo ha sido realizado gracias a la ayuda económica de la Gerencia Territorial de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León.

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LA MODIFICACION DE LAS ESTRATEGIAS DE MANEJO DE LOS CUIDADORES DE ENFERMOS CON DEMENCIA A TRAVÉS DEL GRUPO DE APOYO

Martínez Rodríguez, T.*; Martínez Rodríguez, C.

* Departamento Psicología. Residencia Mixta Gijón (ERA-C.S. Sociales. P. Asturias). ** Servicio Neurología Hospital Cabueñes (INSALUD). Gijón.

Objetivos: Verificar si el Grupo de Apoyo (GA) es una estrategia de intervención válida para modificar el estilo interactivo del cuidador adecuando sus estrategias de manejo del enfermo con demencia. Concretamente se trató de comprobar si el GA era capaz de modificar los estilos interactivos de los cuidadores acercándolos a un perfil determinado: baja puntuación en el factor coerción, alta puntuación en el factor emocional y puntuación media en el factor manejo activo.

Método: Se evaluaron las siguientes variables en un grupo de 21 cuidadores principales de enfermos diagnosticados de demencia antes y posteriormente de asistir al GA: carga del subjetiva del cuidador a través del CBI de Novak y Guest; frecuencia de trastornos de conducta y el grado estrés en el cuidador asociado a ellos con el listado de problemas de Zarit; y las estrategias de manejo de la demencia del cuidador (factores: coerción, emocional y manejo activo) con la DMSS Niederehe y cols. El análisis de datos se efectuó con el paquete estadístico SPSS a través de la comparación de medias para muestras relacionadas en el total del grupo y posteriormente en diferentes grupos de sujetos que se seleccionaron en función de la puntuación obtenida en cada factor de las estrategias de manejo en la situación previa al tratamiento.

Resultados: Para el total del grupo se obtuvieron diferencias significativas tras el GA en: reducción de la carga emocional, frecuencia menor de trastornos de conducta impredecibles y menor nivel de estrés asociado a éstos. Comprobando el ajuste de las estrategias de manejo de 12 cuidadores con estilos interactivos alejados en algún factor del perfil propuesto, tras el GA se logró dicha modificación en siete casos. Analizando las diferencias de medias pre-post tratamiento en los grupos de sujetos seleccionados según sus estrategias de manejo en situación pretest, se encontraron diferencias significativas en una reducción del factor coerción para los grupos de puntuaciones medias y altas, en un incremento del factor emocional en los sujetos de puntuaciones bajas en el mismo, y en un aumento en el factor manejo activo en los sujetos de puntuaciones bajas, no lográndose, sin embargo, una reducción significativa en este último para los sujetos de puntuación previa alta. Se analizan otros efectos encontrados.

Conclusiones: El GA para esta muestra ha resultado una estrategia de intervención válida para reducir la carga emocional de los cuidadores, reducir los trastornos de conducta de los enfermos, disminuir el nivel de estrés asociado a los mismos y modificar las estrategias de manejo de la demencia en los cuidadores, acercándolas al estilo de interacción buscado.

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EVALUACION Y RESULTADOS DE LA INSTAURACION DE UN PROGRAMA DE TERAPIA DE GRUPO EN CUIDADORES FAMILIARES DE ENFERMOS DE ALZHEIMER

Gandoy Crego, M.; Millán Calenti, J. C.*; García Zamorano, B.; Cambeiro Vázquez, J.; Lajos Castaño, Mª. D.; Mayán Santos, J. M**.

Instituto Gerontológico Gallego. * Universidad Coruña. ** Universidad de Santiago. Santiago de Compostela (La Coruña).

Objetivos: La terapia de grupo permite intervenir sobre las alteraciones emocionales; con relación a los cuidadores de enfermos nos permite también intervenir sobre un bajo estado de ánimo, así como en los posibles sentimientos de culpa, de falta de atención o cariño hacia el enfermo.

Facilita que sus miembros desarrollen técnicas de socialización, permite ver a las personas que lo componen cómo los demás perciben sus acciones, además de ver por las respuestas de los demás lo que está mal hecho y las posibilidades de mejorar.

Pretendemos utilizar esta técnica para disminuir la ansiedad que presentan los cuidadores, así como que éstos la utilicen como una nueva vía de búsqueda de soluciones basada en la interacción entre los cuidadores.

Material y métodos: Sobre una muestra de 16 cuidadores ­repartidos en dos grupos­ se realiza un programa dirigido por un terapeuta y un coterapeuta (psicólogos clínicos) en sesiones quincenales de 75-90 minutos en las cuales se abordaba un tema común en relación a la enfermedad, exponiéndolo por parte de uno de los terapeutas y pidiendo experiencias a través de las cuales hay una puesta en común y una búsqueda de soluciones.

Se evalúa la ansiedad mostrada por el cuidador mediante el STAI, al inicio y al final de las sesiones de terapia (seis meses), de diciembre de 1997 a junio de 1998.

Resultados: Los resultados provisionales muestran un descenso de la ansiedad estado, disminuyendo en menor medida la ansiedad rasgo.

Aumenta el bienestar subjetivo, aunque los sentimientos de depresión y culpa necesitan una intervención más específica para poder ser atajados correctamente, notando los ancianos cuidados el estado de bienestar del cuidador.

Conclusiones: La terapia de grupo se ha mostrado como muy interesante dentro de un programa de apoyo general al cuidador, ya que permite una comunicación de la problemática común y la búsqueda de soluciones, factibles en un programa de ayuda, percibiendo los cuidadores estas actuaciones como excelentes para su bienestar.

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CARGA DEL CUIDADOR EN LA DEMENCIA SENIL: COMPARACION ENTRE LAS ESCALAS DE ZARIT Y DE GREENE

Gómez-Busto, F.; Martín, A.; San Jorge, B.; Ruiz de Alegría, L.

Foro de Geriatría AGURE. Vitoria-Gasteiz

Objetivo: Comparar dos de las escalas más utilizadas para medir la carga en la demencia senil.

Sujetos y métodos: Formamos dos grupos: Grupo Atención Diurna: 37 ancianos [edad: 82 (5,6) años; Sexo: 30 M; 7 V] usuarios de centros de atención diurna. Grupo Residencia: 46 ancianos [edad: 85,3 (5,2) años; Sexo: 33 M; 13 V] usuarios de residencias de válidos del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. Criterios de inclusión: Demencias leves-moderadas según los criterios del DSM-IIIR y con puntuaciones del Minimental (Lobo) entre 14 y 23. Instrumentos de medida: Carga del Cuidador: Escalas de Greene y de Zarit. Deterioro cognitivo: Minimental test. Grado de Demencia: Escala de Blessed; Grado de Autonomía: Escala de Geronte. Tras ajustar los grupos por edad y grado de demencia, se recogieron las puntuaciones totales de cada escala, realizándose un estudio de correlación entre los dos grupos.

Resultados: Coeficientes de correlación (r de Pearson) entre puntuaciones totales.


Greene Zarit Blessed Minimental Geronte

Zarit 0,91 -- 0,23 0,08 0,004
Greene--0,910,260,080,01

La correlación por grupos de ambas escalas presentó una r= 0,88 en el grupo de Atención Diurna y r = 0,80 en el grupo de Residencia.

Conclusiones:

1. La correlación entre ambas escalas es muy elevada.

2. Ambas escalas son utilizables en pacientes demenciados en distintas ubicaciones.

23

EVALUACION DEL COSTE DEL PACIENTE INSTITUCIONALIZADO CON DETERIORO COGNITIVO CON RELACION A LA CARGA ASISTECIAL; COMPARACION CON EL ANCIANO EN SU DOMICILIO

Sineiro Galiñanes, E.; Millán Calenti, J. C.*; Gandoy Crego, M.; López Martínez, M.; Núñez Iglesias, M. J.**, Mayán Santos, J. M.**.

Instituto Gerontológico Gallego. * Universidad Coruña. ** Universidad Santiago. Santiago de Compostela (La Coruña).

Objetivos: El objetivo de este trabajo es conocer el coste generado por los pacientes con deterioro cognitivo institucionalizados (relativo a las actuaciones profesionales que recibe) en relación con su estado funcional.

En segundo lugar, correlacionaremos el gasto del paciente con su valoración mediante la Escala de valoración funcional para pacientes con deterioro cognitivo (IGG), objetivando de este modo la valoración obtenida mediante esta escala.

Por otra parte, compararemos el coste con los ancianos en sus domicilios, para determinar el ahorro económico que el cuidador proporciona a las administraciones, al mantener a ancianos en sus domicilios, con deterioros equiparables a los de ancianos institucionalizados.

Material y métodos: Se registra el tiempo de asistencia directa al paciente (50 pacientes) mediante autorregistros, por todo el personal disponible en los centros donde se realizó el estudio (médico, ATS, auxiliares...) durante 24 horas (repartido por turnos). Los tiempos comunes se distribuyen entre todos los pacientes incluidos en la investigación. Para la valoración del coste utilizamos el convenio de regulación de plantillas de Residencias.

Para la evaluación del tiempo de cuidados en el domicilio, escogimos a 10 cuidadores únicos que anotaron las actuaciones que realizaron sobre el paciente y el tiempo que les ocupó cada una, mediciones realizadas durante 24 horas dos días no consecutivos.

Resultados: Los resultados evidencian una relación directa entre la funcionalidad del anciano y el coste por persona en cada uno de los centros de referencia. Por otra parte hay una elevada correlación entre la valoración con la Escala para el paciente demenciado y el coste.

Conclusiones: Hay relación evidente entre funcionalidad y coste, el coste puede ser valorado a priori mediante la escala propuesta. Por otra parte, se muestra por la comparación de gasto institucional de los pacientes, el ahorro que los cuidadores familiares generan, por lo cual se debe fomentar el cuidado del anciano en el domicilio proporcionándole al cuidador el apoyo necesario.

24

EL SINDROME DEL DR. JEKYLL Y MR. HIDE: EL CONFLICTO DEL CUIDADOR DE ANCIANOS

Kessel Sardiñas, H.; Marín Gámez, N.; Pageo Jiménez, M. M.

Hospital Cruz Roja. SAS. Almería.

Objetivos: Desvelar la apariencia y describir los problemas clínicos de cuidadores de ancianos con alta evidencia de sufrir violencia familiar, identificando las situaciones problemáticas y el contexto de una relación caótica.

Método: Se identificaron los ingresos de ancianos con alta sospecha de sufrir maltrato en su domicilio, además, con familiares reivindicativos durante la estancia hospitalaria. Se aplicó una encuesta cuyas variables relacionaban condiciones médicas, socioeconómicas y de la actitud del cuidador.

Resultados: Las víctimas eran mayoritariamente mayores de 80 años, cobraban pensiones bajas, y no reconocían ser objeto de maltrato. El estado higiénico al ingreso era malo, y presentaban desnutrición o estaban deshidratados.

Mayoritariamente el cuidador no visitaba al anciano en el Hospital, ni mostró interés por el diagnóstico o el pronóstico, aunque en sus aisladas visitas realizaba reivindicaciones desmedidas, quejas o amenazas al personal. La mayoría disponía de la pensión del anciano, y mostraba sentimientos diversos de frustración, rabia, impotencia y desesperanza.

Conclusiones: El personal sanitario debe profundizar en la investigación existente detrás de un familiar demandante y un anciano con evidencias de maltrato.

Medidas como la ayuda médica o psicológica, la formación y entrenamiento del cuidador en el manejo de los problemas del anciano, o la discusión colectiva, pueden ser beneficiosos para ambos.

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