COMUNICACIONES ORALES
Rev Esp Geriatr Gerontol 1998;33(S 1):64-68
Sesión 14: Valoración geriátrica. Incontinencia
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PERCEPCION DE LA SALUD EN PERSONAS MAYORES AUTONOMAS MEDIANTE EL IOWA SELF ASSESSMENT INVENTORY (ISAI)
Salvà, A.*; Bolibar, I.**; Bleda, M.**; Espinosa, C.*
* Centre Geriàtric Cabanellas. PASS. Mataró. ** IREC. PASS. Mataró (Barcelona).
Introducción: La identificación de las personas mayores más frágiles y la valoración de su capacidad funcional son elementos primordiales en la asistencia y en la planificación sanitaria. El ISAI es un instrumento de valoración multidimensional desarrollado en la Universidad de Iowa que estudia la percepción de la salud de las personas mayores. En el presente estudio se dan a conocer los resultados del ISAI en nuestra población.
Métodos: El ISAI consta de 56 ítems divididos en siete áreas (ocho ítems por área): equilibrio emocional (EE); confianza en los otros (CO); soporte social (SS); recursos económicos (RE); salud física (SF); movilidad (M) y estado cognitivo (EC). Cada ítem tiene cuatro niveles de respuesta (de verdadero a falso) que se puntúan de 1 a 4. Por cada área la media y la DS de la suma de puntos expresa el perfil de salud de la persona. Su traducción-retrotraducción al castellano se ha dirigido por los mismos autores en colaboración con nuestro equipo. La muestra estudiada es representativa de la población de 65 a 84 años, residentes en su domicilio en Mataró. Se han excluido las personas con dependencia para alguna de las ABVD (I. Katz) o con más de dos errores en el test de Pfeiffer. La administración del ISAI se ha realizado por personal previamente entrenado formulando las preguntas oralmente. Se comparan los resultados con el número de problemas crónicos y con la pregunta sobre la salud percibida: «En comparación con las personas de su edad cómo valora su estado de salud?»
Resultados: Se han estudiado 199 personas, 85 hombres con una edad media de 71,41 (DS 5,1) años y 114 mujeres con una edad media de 72,75 (DS 5,5) años. La media (DS) de la puntuación en las diferentes áreas fue: EE: 18 (7); CO: 27 (6); SS: 27 (4); RE: 27 (5); SF: 21 (6); M: 25 (5); EC: 23 (6). La comparación de nuestras puntuaciones medias con los autores originales coincide en las áreas de RE, SF y EC, es dos o tres puntos inferior en CA, SS y M, y es seis puntos inferior en EE. La puntuación total de ISAI se correlacionó significativamente con el número de problemas crónicos (rs= 0,35) debido a las áreas de EE (0,28), SF (0,43), M (0,14), EC (0,24). La puntuación del ISAI también se asoció con la salud autovalorada en relación con los demás (p= 0,01) sobre todo a partir del área de salud física (SF).
Conclusiones: El ISAI puede ser útil en poblaciones geriátricas con buenos niveles de autonomía. Describe a las personas en función de sus capacidades en las diferentes áreas evaluadas y elabora un perfil de riesgo dándonos a conocer sus necesidades. Estos resultados indican una posible conveniencia de adaptar los ítems sobre el estado emocional a nuestro medio sociocultural o de redefinir los niveles considerados como media en nuestra población.
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UTILIDAD DEL INDICE DE COMORBILIDAD DE CHARLSON EN UNA POBLACION GERIATRICA
Robles, M. J.; Miralles, R.; Sabartés, O.; García-Palleiro, P.; Llorach, I.; Cervera, A. M.
Centro Geriátrico Municipal. IMAS. Barcelona.
Introducción: Las enfermedades crónicas (EC) son frecuentes en geriatría. La mayoría de los estudios utilizan el número EC coexistente como parámetro para evaluar la comorbilidad. Sin embargo, no todas las EC tienen la misma repercusión sobre el estado de salud y sobre la mortalidad. Charlson et al (J Chron Dis 1987;40:373), diseñaron un índice de comorbilidad (ICCH) con un sistema de puntuación, en el que se diferencia el mayor o menor grado con que las EC influyen en la supervivencia. Sin embargo, este índice fue diseñado en población adulta y no existen estudios en los que se evalúe su utilidad en población anciana.
Objetivos: Evaluar la utilidad clínica del ICCH en ancianos.
Pacientes y método: Se aplicó el ICCH en una población de 781 pacientes mayores de 65 años, que habían ingresado en una unidad geriátrica de convalecencia durante un periodo de cuatro años. Los pacientes se clasificaron en tres grupos: comorbilidad ausente (índice= 0); comorbilidad baja (índice= 1) y comorbilidad alta (índice >= 2). Se analizó la relación del ICCH con la mortalidad durante el ingreso, el destino al alta, la edad, la estancia media y la capacidad funcional a su llegada a la unidad (índice de Barthel).
Resultados: Hubo 165 pacientes (21,1%) con comorbilidad ausente, 200 (25,0%) con comorbilidad baja y 416 (53,2%) con comorbilidad alta. De los 96 pacientes que fallecieron durante el ingreso, hubo 6 (6,4%) con comorbilidad ausente, 29 (31,1%) con comorbilidad baja y 58 (62,3%) con comorbilidad alta (0< 0,001). No existió asociación significativa entre el ICCH y el destino del paciente en el momento del alta (domicilio, institución o traslado al hospital de agudos). Los pacientes con comorbilidad ausente tuvieron un índice de Barthel medio de 49,8 ± 26,1; los de comorbilidad baja 36,3 ± 27,1 y los de comorbilidad alta 3,1 ± 26,8 (p< 0,001). No existió relación significativa entre el ICCH, la edad y la estancia media en la unidad.
Conclusiones: El ICCH se relacionó significativamente con la capacidad funcional y fue útil para predecir la mortalidad durante el ingreso en una unidad geriátrica.
Trabajo financiado por el Ministerio de Sanidad y Consumo. FIS nº 97/1103.
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PERFIL DIFERENCIADOR ENTRE LOS ANCIANOS Y LOS ADULTOS QUE ACUDEN AL SERVICIO DE URGENCIAS
Giménez, J.; Rodríguez, J. L.; García, E.; Blanco, M. J.; Seijas, J. A.; Díez, O.; Daporta, L. M.; Peinó, J.; Bugidos, R.*; Veiga, F.*
Servicio de Urgencias y * Servicio de Geriatría. Hospital Xeral-Calde. Lugo.
Objetivo: Determinar si la geriatrización de los Servicios de Urgencias supone un aumento de la carga asistencial, y valorar si el anciano utiliza adecuadamente este Servicio.
Material y métodos: 1.495 pacientes consecutivos mayores de 40 años atendidos en el Servicio de Urgencias del Hospital Xeral-Calde, de los que se ha obtenido prospectivamente información sobre filiación, situación funcional y cognitiva, diagnóstico, estudios realizados, visitas previas y evolución posterior.
Resultados: La edad media fue de 62,2 ± 13 (40-98 años). 655 pacientes tenían más de 70 años (43,8%), el 53,7% fueron varones, y el 58,1% procedían del medio rural. El 83% eran independientes, el 10% dependientes, y el 7% muy dependientes. Sufrían deterioro cognitivo el 10%. Tenían ingresos previos el 17%, y habían visitado Urgencias en el mes anterior el 11%. El motivo de consulta ha sido: traumatismos (18%), sintomatología abdominal (11%), disnea (8%) y dolor torácico (8%). Al 80% se les han realizado estudios complementarios. Ingresaron el 35,78%.
Los pacientes del grupo de estudio (mayores de 70 años) habían tenido más ingresos previos (25,3 vs 10,7%; p= 0,0001), sufrían más deterioro cognitivo (16 vs 2%; p= 0,0001), los antecedentes clínicos (62 vs 32%; p= 0,0001) y la polifarmacia (32 vs 8%; p= 0,0001) eran más frecuentes. Precisaron más estudios complementarios (87 vs 73%; p= 0,001). Hay diferencias significativas en el diagnóstico, predominando en los ancianos la ICC, la reagudización del EPIC y los ACV. Los ingresos han sido más frecuentes en el grupo de ancianos (48 vs 25%; p= 0,001). No hay diferencia en las visitas previas a urgencias durante el último mes.
Conclusiones: La geriatrización progresiva de los servicios de Urgencias no lo es sólo en porcentaje de ancianos atendidos, sino que son pacientes más complejos, con más deterioro, que necesitan un mayor número de estudios complementarios, y que sufren enfermedades más graves. El anciano no abusa del servicio de Urgencias, ya que no acude repetidamente y precisa de ingreso en casi la mitad de las veces que lo hace.
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ALTERACION EN URGENCIAS DE LOS TEST DE SCREENING HABITUALMENTE UTILIZADOS EN LA VALORACION GERIATRICA
Duaso, E.; Tomás, S.; Rodríguez, M.; Tost, J.; Cirera, M.; Porta, R.; Aregall, S.; Epelde, P.
Hospital Mutua de Terrassa. Terrasa (Barcelona).
Objetivos: Ver la alteración de los instrumentos de valoración más utilizados en la valoración geriátrica en pacientes mayores de 65 años ingresados en un Área de Observación de Urgencias (AOSU) con criterios de admisión adecuada.
Material y métodos: Hemos seguido de forma prospectiva los pacientes >= 65 años que ingresaron en la AOSU. Los parámetros analizados han sido: edad, sexo, criterios del Apropriateness Evaluation Protocol, junto con la administración de las siguientes escalas de valoración: Mini Examen Cognitivo de Lobo (MEC), Examen Cognitivo SPMSQ (Pfeiffer), Escala de Depresión Geriátrica (Yesavage), Índice de Barthel y Reisberg previo al ingreso, que forman parte del proyecto financiado por Beca FIS nº 97/0522 de atención desde urgencias de la población mayor.
Resultados: Desde abril de 1998 hasta diciembre de 1998 hemos seguido 683 pacientes >= 65 años ingresados en nuestra AOSU. De ellos 344 (50,4%) eran varones y 339 (49,6%) mujeres, con una edad media de 77,7 años (± 8,7). Al aplicar los criterios de la Apropriateness Evaluation Protocol, 660 enfermos (96,63%) presentaban una admisión apropiada. De ellos 128 (18,7) tenían un Reisberg >= 3; en 463 enfermos (67,8%) el MEC fue ¾ 24 o no se pudo administrar; en 309 enfermos (45,2%) el Pfeiffer fue >= 5 o no se pudo administrar; en 529 (77,4%) enfermos la escala de Yessavage fue >= 5 o no se pudo administrar. El Índice de Barthel previo al ingreso era ¾ 70 en un 30,7% de los enfermos, mientras que durante su estancia en urgencias lo fue en un 83,1%. Cuatro enfermos han presentado los cinco test alterados, mientras que 137 enfermos los han presentado alterados o no administrados dada su situación clínica y/o cognitiva en el momento de la exploración.
Conclusiones:
1. En nuestro medio el porcentaje de tests alterados o no administrados utilizados habitualmente en la valoración geriátrica es alto.
2. Aun sabiendo la utilidad y las limitaciones de las escalas de valoración en pacientes clínicamente inestables, creemos que el alto porcentaje de tests alterados, o no administrados, nos ha de poner en estado de alerta.
3. La creciente demanda de pacientes >= 65 años que utilizan correctamente urgencias y ante el alto porcentaje de tests alterados, no administrados, defendemos la valoración geriátrica adaptada para los servicios de Urgencias.
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PERFIL DIAGNOSTICO Y TERAPÉUTICO DEL ANCIANO DEL AREA 4 TRAS VALORACION GERIATRICA
Álvarez Sánchez, B.; Timoner Aguilera, J.; Rexach Cano, L.;
Cruz Jentoft, A.
Hospital «Ramón y Cajal». Madrid.
Objetivos: Comparar el perfil diagnóstico y terapéutico del paciente anciano remitido desde atención primaria previo y posterior a la valoración geriátrica.
Material y métodos: Estudio descriptivo retrospectivo de 100 casos elegidos aleatoriamente sobre un total de 760 historias del archivo del servicio de Geriatría (1993-1997). Criterios de exclusión, patología dermatológica y patología de menos de una semana de evolución.
Resultados: La población de estudio comprende ancianos entre 62 y 96 años siendo la media de 79, con una distribución de sexos de 69% de mujeres y 31% de varones. La HTA y la artrosis son las enfermedades más prevalentes según este estudio. Tras la valoración geriátrica, los diagnósticos variaron cualitativa y cuantitativamente. Se observaron más nuevos casos de depresión (29), IRC (19), otras demencias distintas del Alzheimer (13), obesidad (10), insuficiencia cardiaca (10), incontinencia (8). Los tratamientos no variaron, en líneas generales, cuantitativamente pero sí lo hicieron de forma cualitativa. Se introdujeron sobre todo antidepresivos (25), a expensas de ISRS y trazodona, IECA (13), vitamina D (11), anticoagulantes (7), retirándose fármacos como los vasodilatadores periféricos (17), benzodiacepinas (de v.m. corta y media) (18), vasoprotectores (4) y neurolépticos (4).
Conclusiones: Los perfiles diagnósticos tras la valoración geriátrica varían tanto cualitativa como cuantitativamente.
Los nuevos diagnósticos que aparecen con más frecuencia tras la valoración son la depresión y la IRC, que destacan por sus implicaciones clínicas y terapéuticas. En consonancia con los diagnósticos, el perfil terapéutico varió con un aumento de antidepresivos fundamentalmente ISRS y trazodona e IECA.
Se suspendieron fármacos potencialmente peligrosos en geriatría como las benzodiacepinas y fármacos de dudosa utilidad terapéutica como vasodilatadores periféricos y vasoprotectores.
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DIFERENCIAS EN EL PATRON DE VALORACION DIAGNOSTICA ENTRE PROFESIONALES DE ATENCION AMBULATORIA DE ANCIANOS
Garfi, L.; Camera, L.; O''Haherty, M.; Sassano, M.; Seinhart, D.; Herrera, V.
Hospital Italiano de Buenos Aires. Argentina.
Objetivo: Determinar diferencias de valoración diagnóstica entre médicos de atención primaria en una cohorte de ancianos de consulta ambulatoria.
Material y métodos: Se analizaron 1.535 historias clínicas ambulatorias HCA de pacientes ancianos con buena funcionalidad, AVDI mayor o igual a 7, cuya edad promedio fue de 74,2 años, rango 65 a 96 años seguidos en el ambulatorio con un promedio de 19,4 ± 15,7 meses con una relación hombre/mujer 1:2, realizado por un grupo de médicos clínicos (9) con formación en residencia de clínica médica y geriátrica específica de postgrado, perteneciente a un hospital de nivel terciario asociado a la Universidad de Buenos Aires que actúan como médicos de cabecera (MC) de dicha cohorte. Los pacientes consultan al sistema de salud aproximadamente 11 por año y seis consultas al MC. Un grupo de observadores independientes revisó las HCA de los MC y codificó las enfermedades definidas por diagnósticos operativos (diagnóstico escrito y/o tratamiento específico) de acuerdo a la codificación de CIPSAP 2. La media de diagnósticos operativos por paciente fue de 3,5, no hubo diferencias significativas al comparar número de diagnósticos por edad y sexo ni por MC. Las enfermedades más frecuentes son HTA (45,1), dislipemia (DLP) (28,01), hip. prostática (24,8), obesidad (14,59), osteoporosis (14,06), osteoartrosis (11,66), depresión (10,42). Estos siete diagnósticos representan el 80% de los mismos. Diferencias significativas se observaron entre los distintos MC con respecto a las prevalencias de las enfermedades consignadas en la HCA relacionado con la media de cada enfermedad, siendo en HTA, DLP, donde existía menor diferencia y en cambio en obesidad y trastornos funcionales, como hipoacusia, mayor diferencia.
Conclusión: Existen diferencias significativas en la valoración diagnóstica entre los MC. La misma puede deberse a: 1) Diferencias reales en la cohorte de pacientes de cada MC. 2) Diferencias dadas por el interés particular de cada MC en áreas específicas independiente de la formación médica. 3) Diferencias en el registro de la HCA. Este trabajo demuestra la variación entre los MC reflejados en las HCA y refuerza la idea de la educación médica continua en base a la observación en terreno de la acción de cada médico.
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MEDIDA DE LA EFICACIA DE LA VALORACION GERIATRICA EN ATENCION PRIMARIA DE SALUD: ESTUDIO CONTROLADO EN UN CENTRO DE SALUD
Rodríguez, R.*; Rodríguez Pascual, C.; Boullón, C.*; Cobas, M.*; Montes, J.*; Del Campo, V.**; Portela, D.; Olcoz, M. T.
Sección de Geriatría. * Unidad de Investigación. Hospital Meixoeiro. ** Centro de Salud Matamá. Vigo (Pontevedra).
Introducción: Con el presente trabajo intentamos contestar a la pregunta ¿es eficaz la VGM en los equipos de atención primaria desde el punto de vista del estado de salud del paciente y su utilización de los recursos sociosanitarios?
Resultados: Presentamos algunos datos de los resultados obtenidos en los primeros seis meses de estudio.
Número de pacientes:
1ª valoración | 171 |
2ª valoración | 50 |
3ª valoración | 27 |
Pérdidas | 14 |
Pacientes que no aceptaron entrar en el estudio | 31 |
Pacientes que no pudieron localizarse | 16 |
Edad media: 72,8 (71,8-73,9). Sexo: varones 38,6%, mujeres 61,4%. |
Perfil de los pacientes:
Casos | Controles | Diferencia | p | ||
(n= 91) | (n= 80) | ||||
Nº diagnosticos previos | 4,7 | 4,9 | 0,2 | ns | |
Nº fármacos previos | 3,3 | 2,9 | 0,4 | ns | |
Nº ingresos en un año | 0,78 | 0,94 | 0,16 | ns | |
Nº visitas a urgencias | 0,97 | 1,44 | 0,47 | < 0,05 | |
Situación funcional | |||||
Katz A-B | 79,1% | 87,5% | 8,4% | ns | |
Cruz Roja F. 0-1 | 82,4% | 88,8% | 6,4% | ns | |
Lawton 8 | 61,5% | 72,5% | 11% | ns | |
Situación cognitiva | |||||
MM Lobo > 26 | 46,2% | 57,5% | 12,3% | ns | |
Cruz Roja M 0-1 | 95,6% | 97,5% | 1,9% | ns | |
Situación afectiva | |||||
Yesavage > 6 | 29,7% | 31,3% | 1,6% | ns | |
Situación social | |||||
OARS 1-2 | 89% | 80% | 9% | ns | |
Clasificación de los pacientes | |||||
Anciano sano | 0 | 0 | |||
Persona mayor enferma | 58,2% | 70% | |||
Anciano frágil | 28,6% | 26,3% | ns | ||
Paciente geriátrico | 12,1% | 2,5% | |||
Conclusiones: La asignación aleatoria entre casos y controles muestra que no hay diferencias entre ambos grupos al inicio del estudio en relación a las variables finales o de valoración geriátrica. Llama la atención la existencia de un nivel de deterioro cognitivo detectado muy elevado tanto en casos como en controles y podría tener su origen en otros factores que se discuten en la presentación. Discutimos el diseño de estudios de valoración, especialmente los dirigidos a la medida de la eficacia de la misma, su rentabilidad y el impacto en el estado de salud de la población.
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CARACTERISTICAS CLINICO-URODINAMICAS DE LA INCONTINENCIA URINARIA EN UN GRUPO DE «LOS ANCIANOS MAS ANCIANOS»
Verdejo, C.; Salinas, J.; Rexach, L.; Adot, J. M.; Resel, L.; Ribera, J. M.
Servicios de Geriatría y Urología. Hospital Clínico «San Carlos». Madrid.
Objetivos: Describir las principales características clínicas y urodinámicas de la incontinencia urinaria en un subgrupo de pacientes más ancianos (> 85 años).
Metodología: Revisión retrospectiva de las historias médicas y del estudio urodinámico, de los pacientes con edad igual o superior a 85 años, remitidos para estudio por incontinencia urinaria establecida. La historia médica constaba de los antecedentes patológicos más relevantes y de las principales manifestaciones clínicas relacionadas con la incontinencia. El estudio urodinámico fue completo, incluyendo flujometría, cistomanometría, test de presión detrusor-flujo miccional y cistografías.
Resultados: La muestra fue de 42 pacientes con una edad media de 87,55 años (85-94), de los cuales 23 eran varones. Los principales antecedentes patológicos fueron: cirugía pélvica (10 casos), demencia senil (4 casos), cardiopatía isquémica (3 casos), diabetes mellitus y enfermedad de Parkinson (2 casos). La incontinencia urinaria se presentó como urgencia-incontinencia en 37 casos (19 varones) y como incontinencia con la tos en 10 casos (7 mujeres). Durante el estudio urodinámico se demostró la contracción involuntaria del detrusor en 27 casos (14 mujeres). El residuo vesical postmiccional fue patológico (< 100 ml) en 16 casos, oscilando desde 100 ml hasta 376 ml. El diagnóstico urodinámico más frecuente fue la inestabilidad vesical asociada a la obstrucción del tracto urinario inferior en 12 casos (11 varones), seguido de la inestabilidad vesical aislada en 12 casos (7 mujeres).
Conclusiones:
1. La cirugía pélvica previa fue el antecedente patológico más frecuente.
2. El síntoma urinario más frecuente fue la urgencia-incontinencia (88%), seguido de la incontinencia con la tos (23%).
3. El residuo vesical postmiccional fue patológico en un porcentaje elevado de estos ancianos (38%).
4. El diagnóstico urodinámico más frecuente fue una forma mixta de incontinencia (inestabilidad vesical + obstrucción) (28,5%).
5. Basado en estos resultados, sería conveniente la confección de una historia médica completa y de unas exploraciones complementarias, que podría incluir el estudio urodinámico, antes de decidir la actitud terapéutica más adecuada.
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INCONTINENCIA URINARIA DURANTE LA HOSPITALIZACION: ESTUDIO DE LA INCIDENCIA Y LOS FACTORES ASOCIADOS
Gutiérrez Rodríguez, J.*; Varela Suárez, C.; Galeano Arboleya, R.; Alonso Álvarez, M.; Expósito Blanco, A.; Solano Jaurrieta, J. J.
Servicio de Geriatría. Hospital «Monte Naranco». Oviedo. * Clínica Rozona. Avilés. Asturias.
Objetivos: 1) Estudiar la incidencia de incontinencia urinaria durante la hospitalización por enfermedad aguda. 2) Identificar aquellas variables demográficas, clínicas, funcionales y mentales que pudieran asociarse al riesgo de desarrollar la incontinencia. 3) Describir la evolución natural de la incontinencia, sin intervención especializada, al mes del alta hospitalaria.
Material y método: Estudio epidemiológico, longitudinal y prospectivo. Criterios de inclusión: sujetos mayores de 65 años, ingresados por enfermedad aguda, previamente continentes e independientes en ABVD o con dependencia funcional leve (IB mayor igual a 60). Criterios de exclusión: pacientes institucionalizados, con enfermedad terminal o enfermedad aguda directamente incapacitante. Variables de estudio: demográficas (sexo y edad), clínicas (diagnóstico de ingreso, otros diagnósticos y tratamientos, número de diagnósticos y fármacos y salud autopercibida), funcionales (índices de Barthel y Lawton) y mentales (Miniexamen Cognoscitivo, Test del Informador y Geriatric Depression Scale). Recogida de datos: mediante entrevista personal a las 48 horas del ingreso y al mes del alta. Definición de caso o incontinencia urinaria: todo paciente que en el Índice de Barthel al ingreso presente incontinencia urinaria ocasional o total. Análisis: se utilizaron los test chi cuadrado y corrección de Yates, t Student y test de Wilcoxon, y como medida de la fuerza de asociación la odds ratio y sus límites de confianza (IC= 95%).
Resultados: Se incluyeron 178 sujetos (edad media 81, mujeres 52,8% e índice de Barthel previo 93,8). La incidencia de incontinencia urinaria durante el ingreso se situó en el 11,8%, de ellos el 52,7% presentaban incontinencia total y el 47,6% parcial. Las variables que mostraron asociación estadística con la probabilidad de desarrollar incontinencia fueron: edad (84,1 ± 5,6 en incontinentes vs 80,6 ± 6,8 en continentes), puntuación en el Miniexamen Cognoscitivo (21,9 ± 7,4 vs 25,9 ± 5,5), en el Test del Informador (92,3 ± 9,3 vs 87,6 ± 10) y en la Geriatric Depression Scale (5,4 ± 3,2 vs 3,9 ± 1). La fuerza de asociación se hacía máxima al establecer un punto de corte de 27/28 en el Miniexamen Cognoscitivo (OR 3,4). Al mes del alta el 57,1% de los sujetos presentaban una recuperación completa, el 28,6% parcial y el 14,3% no mostraban mejoría de la incontinencia urinaria.
Conclusiones: 1) Para nuestra población de estudio, la incidencia de incontinencia urinaria en el momento de la hospitalización por enfermedad aguda se sitúa en el 11,8%. 2) Las variables que parecen estar asociadas con una mayor probabilidad de presentar incontinencia son: edad y situación mental (evaluada mediante el MEC, TIN y GDS). 3) La incontinencia urinaria persiste al mes del alta hospitalaria en el 42,9% de los sujetos que se habían deteriorado.
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EVOLUCION DE LA INCONTINENCIA URINARIA EN LA UME
Tena Dávila Mata, M. C.; Serrano Garijo, P.; Puente Andrés, P.; Romero Chaparro, R.; González Docavo, F.; Molina Díaz, E.
Unidad Geriátrica Municipal. Área de Salud. Ayuntamiento de Madrid. Madrid.
Objetivo: Conocer la evolución de la incontinencia urinaria en los pacientes ingresados en la unidad de media estancia y sus posibles relaciones con otros factores predisponentes o desencadenantes.
Material y método: Se estudian 245 enfermos con una edad media de 81 años, de los cuales más del 80% son mujeres. La causa de ingreso es mayoritariamente cirugía ortopédica o traumatológica (casi el 80%), además de diversos estados de convalecencia e inmovilismo. La presencia de incontinencia se pone en relación con causas mecánicas, medicamentosas, enfermedades asociadas, con especial referencia al deterioro cognitivo y autonomía personal, usando Barthel y MMS. La evolución se sigue con los registros de incontinencia y movilidad. Para el análisis estadístico se usa el paquete SPSS Win 6.0.
Resultados: Un 16% de los pacientes estudiados presentaban incontinencia antes de la enfermedad causa de ingreso, cifra que se eleva al 35% en el momento de ser vistos en nuestra unidad. Se estudian todos los factores relacionados, encontrando asociación estadísticamente significativa con los cuadros de demencia (p< 0,01), delirium (p< 0,001) e ITU (p< 0,001). Tras el tratamiento oportuno (revisión la medicación, estabilización del cuadro clínico, mejoría de la autonomía y pautas de enfermería), el 18% son incontinentes, cifra semejante a la previa.
Conclusión: Estos datos hacen suponer que, en una unidad de media estancia, el adecuado control de los pacientes es capaz de devolverlos a su situación basal en cuanto a incontinencia urinaria se refiere.
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UTILIDAD DE UN TALLER SOBRE INCONTINENCIA URINARIA EN LA FORMACION DEL PERSONAL DE ENFERMERIA DE UN HOSPITAL GENERAL
Aceituno, V.; Del Río, M.; Gotor, P.; Alarcón, T.; González Montalvo, J. I.
Unidad de Valoración Geriátrica. Hospital Universitario «La Paz». Madrid.
Objetivos: Estudiar los conocimientos de las enfermeras de un hospital general sobre Incontinencia Urinaria (IU) antes y después de la impartición de un taller formativo sobre este síndrome.
Material y método: Aplicación de una encuesta para evaluar los conocimientos del personal de enfermería antes y después de su asistencia a un taller monográfico de seis horas de duración sobre IU. El taller es impartido por los médicos y enfermeras de la Unidad de Valoración Geriátrica y consta de una parte de formación teórica y de una serie de casos prácticos de resolución activa. La encuesta consta de cinco preguntas que recogen aspectos relacionados con la etiología, diagnóstico, prevención y tratamiento de la IU.
Resultados: Los resultados de la aplicación a las primeras 37 personas asistentes (17 enfermeras y 20 auxiliares) son los siguientes:
Antes | Después | |
del taller | del taller | |
Consideran la IU «normal» en el envejecimiento | 13 (35%) | 1 (3%) |
Desconocen los tipos clínicos de IU | 29 (78%) | 0 (0%) |
No saben iniciar el diagnóstico de IU | 23 (62%) | 1 (3%) |
No saben prevenir la aparición de IU en | ||
pacientes geriátricos hospitalizados | 11 (30%) | 1 (3%) |
p< 0,01 para todas las comparaciones, chi cuadrado con corrección de Yates.
Conclusiones: La IU sigue siendo uno de los síndromes geriátricos desconocidos en la práctica clínica hospitalaria. La formación, en este caso impartida por la Unidad de Valoración Geriátrica, permite reconocer la IU como un problema de salud, mejora enormemente los conocimientos del personal de enfermería sobre las medidas de prevención para pacientes geriátricos hospitalizados, así como sobre el procedimiento a aplicar para iniciar un diagnóstico de enfermería y sobre las medidas terapéuticas a aplicar en cada tipo clínico de IU.
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PROTESIS ENDOURETRAL EN GERIATRIA
Amorone, J.; Pucinski, A.; Drube, C.; Leguizamón de Morón, G.; Hurtado Hoyo, R.; Ávalos, S.
Servicio de Geriatría. Hospital Interzonal General de Agudos Vicente López y Planes. Buenos Aires. Argentina.
Objetivos: Evaluar la utilidad de la prótesis endouretral autoexpandible indicada para el tratamiento definitivo de la estrechez de uretra en pacientes mayores de 65 años.
Método: 35 pacientes mayores de 65 años, edad media: 71 (65-91). Etiología: post-adenomectomía: 12; post-RTU: 10; sonda: 10; traumatismos: 3. Localización: bulbar: 30, membranosa: 3, peneana: 2. La prótesis endouretral es una malla trenzada en forma de cilindro hecha de una superaleación de alambre de grado apropiado para implantación. La prótesis está esterilizada y precargada con un dispositivo de colocación transuretral.
Resultados: Son buenos cuando no requiere más dilatación, orina estéril, uretografía retrógrada y miccional normal, flujo medio mayor 15 ml/seg. Resultados buenos: 94,29%. En un paciente se colocaron dos prótesis para cubrir completamente la estrechez. Complicaciones: hematuria: 2 (5,71%); extracción de prótesis por mal posicionamiento: 1 (2,85%); resección por crecimiento excesivo de tejido epitelial sobre prótesis: 1 (2,85%).
Conclusiones: Actualmente se dispone de una nueva opción para el tratamiento definitivo de la estrechez de uretra en pacientes añosos con patologías asociadas y complejas o riesgo quirúrgico elevado: la prótesis endouretral autoexpandible. Debido a que se inserta transuretralmente, es menos traumática que la uretroplastia. Permite una colocación fácil, rápida y simple, con una sola mano y anestesia local. Es menos costoso. La mayoría de los pacientes están internados un día, y vuelven a sus actividades cotidianas inmediatamente. Diez años de experiencia clínica han demostrado buenos resultados.