COMUNICACIONES ORALES
Rev Esp Geriatr Gerontol 1998;33(S 1):31-34
Sesión 6: Nutrición
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APORTES REALIZADOS CON LA RACION DEL DESAYUNO EN LAS PERSONAS DE SESENTA Y MAS AÑOS RESIDENTES EN LA VILLA DE BILBAO
Pérez Rodrigo, A.; Pérez, C.; Moreno, V.; Orduna, J.; Gondra, J.; Aranceta, J.
Unidad de Nutrición Comunitaria. Subárea de Salud Pública. Ayuntamiento de Bilbao.
Fundamento: Distintos estudios han relacionado la ausencia o inadecuación de la ración del desayuno con un mayor riesgo de ingesta global inadecuada, mayores tasas de sobrepeso e hipercolesterolemia. También es de interés su conocido impacto en la capacidad física e intelectual, especialmente en el mantenimiento de los niveles de atención.
Objetivos: Conocer la estructura nutricional de la ración del desayuno de un colectivo de ancianos no institucionalizados residentes en Bilbao y su contribución al equilibrio dietético de los aportes nutricionales diarios.
Método: Estudio epidemiológico transversal sobre una muestra aleatoria representativa de la población mayor de 60 años no institucionalizada residente en Bilbao (n= 410). El protocolo de estudio contemplaba datos sociodemográficos, exploración física, mediciones antropométricas y análisis de la ingesta por el método «Recuerdo 24 horas» durante tres días no consecutivos complementado con un cuestionario de frecuencia de consumo. La transformación en energía y nutrientes se realizó utilizando la quinta edición de las tablas de McCance & Widdowson, complementadas con las de Moreiras, Carbajal y Cabrera de 1996. Para evaluar la calidad de la dieta se consideraron las tablas de ingestas recomendadas para la población española de Varela y cols. (1994).
Resultados: La ración media del desayuno en el colectivo estudiado representaba el 15% de la ingesta energética diaria. El 2,5% de los varones y el 1,2 de las mujeres no consumía habitualmente esta ración. En el subgrupo de personas que no desayunaba se detectó con mayor frecuencia riesgo de ingesta inadecuada para la energía (p< 0,05); proteínas (p< 0,001); calcio (p< 0,01); iodo (p< 0,001); riboflavina (p< 0,001) y vitamina B12 (p< 0,01). No se han observado diferencias significativas en el consumo de la ración del desayuno en función del nivel de instrucción, estado civil o forma de convivencia del encuestado. En general, el desayuno consistía en una ración de leche con café o algún saborizante y azúcar, acompañada con pan, galletas o bollería.
Conclusión: En comparación con otros grupos de edad más joven, el colectivo de personas de edad avanzada realiza mejores aportes con la ración del desayuno. No obstante, se trata de una ingesta a vigilar, intentando mejorar su composición cualitativa por su contribución al balance nutricional diario y a otros parámetros de salud.
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HABITOS DIETÉTICOS EN UNA POBLACION DE PERSONAS MAYORES QUE VIVEN EN LA COMUNIDAD
Salvà, A.*; Bolibar I.**; Bleda, M. J.**
* Centre Geriàtric Cabanellas. PASS. Mataró. ** IREC. PASS. Mataró (Barcelona).
Introducción: El conocimiento de los hábitos alimenticios es útil para elaborar recomendaciones para cada grupo etario. Los objetivos del estudio son: conocer la ingesta de alimentos y de macronutrientes en una muestra representativa de personas mayores autónomas que viven en la comunidad.
Métodos: Estudio transversal de una muestra de 199 personas representativas de la población de 65 a 84 años, con buen nivel funcional y cognitivo residentes en la comunidad. Se excluyeron aquellas con dependencia para alguna de las ABVD (I. de Katz), o con más de dos errores en el test de Pffeifer. Para valorar la ingesta se usó una historia de dieta del último año (programa validado por el equipo del estudio EPIC). Los participantes se distribuyeron en tres estaciones (primavera-verano, otoño e invierno). Se obtuvieron datos sociodemográficos, de hábitos de compra, preparación y lugar donde se come, así como de las enfermedades crónicas y de los problemas de la boca.
Resultados: Se han estudiado 199 personas, 85 hombres con una media de edad de 71,41 (DS 5,1) años y 114 mujeres con una edad media de 72,25 (DS 5,5) años. Observamos una disminución de la ingesta de todos los grupos de alimentos (valores absolutos) conforme aumenta la edad excepto para el grupo de tubérculos, lácteos y repostería. Esto es especialmente importante para verduras, carnes, huevos y pescados. Sólo para este último se encuentra una significación estadística (p= 0,0986). También con la edad se produce una reducción de la ingesta media de líquidos (20%), mientras que aumenta la de lácteos (p= 0,0644). La mediana (Me) del consumo calórico fue de 1.489,4 (p-05= 857, p-95= 2,491) con una diferencia según sexo (p< 0,000) y edad (p< 0,001). Me para las proteínas 66,30 g, Me para los glúcidos 194,85, Me para los lípidos 46,26 g. La ingesta de macronutrientes es mayor en hombres que en mujeres proteínas (p< 0,0032), glúcidos (p< 0,0000), lípidos totales (p< 0,0000).
Existe un comportamiento algo distinto en el patrón de alimentación de las personas que viven y/o comen solas: menor ingesta de tubérculos, legumbres, frutas, cereales, pescado, huevos, grasas y repostería sobre todo para los más jóvenes. Los mayores de 80 años comen menos carne y para cualquier edad consumen más lácteos (p= 0,039). No se encontró asociación con el consumo calórico o de otros macronutrientes aunque sí una tendencia a una ingesta calórica menor sobre todo en los menores de 70 años (1.387,5 vs 1.739 cal) y en los mayores de 80 (1.297 cal. vs 1.661 cal).
Existe asociación entre bajo nivel cultural y menor ingesta calórica (p= 0,0001), de proteínas (p= 0,027), glúcidos (p= 0,0021) y lípidos (p< 0,0003). Las personas con anorexia tienen una menor ingesta de calorías, proteínas y lípidos, aunque solamente esta última ha alcanzado significación estadística (p= 0,0285).
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ASPECTOS NUTRICIONALES EN EL ENVEJECIMIENTO FISIOLOGICO. PROYECTO ENVEJECER CON ÉXITO
Gil, P.; Fariñas, F.; Aravena, Y.; Vázquez, E.; Gonzalo, M. Ribera, J. M.
Servicio de Geriatría. Hospital Clínico «San Carlos». Madrid.
Objetivos: Conocer los cambios que ocurren en el área de la nutrición como consecuencia del proceso de envejecimiento fisiológico.
Material y métodos: Estudio prospectivo sobre personas jubiladas, sin enfermedades crónicas e incapacitantes e incluidas en el programa «Envejecer con éxito» del Servicio de Geriatría. En el área de la nutrición se valoran: 1) Antropométricos: peso, talla, pliegues cutáneos, índice de Quetelet. 2) Biomédicos: proteínas, albúmina, colesterol, hierro, linfocitos y 3) encuesta directa sobre el grado de satisfacción con su peso y de dieta. Las determinaciones se repiten en las mismas condiciones y por el mismo personal a los cinco años. Se utiliza un paquete estadístico SPSS con nivel de significación al 95%. Comparación de medias a través de t de Student en casos pareados.
Resultados: Muestra: 65. Edad: 66,5.
Basal | Cinco años | p | ||
Hombres | ||||
. | Prot | 7,41 ± 0,37 | 7,27 ± 0,31 | < 0,05 |
Fe | 116,8 ± 33 | 91 ± 29 | < 0,001 | |
Gluc. | 107,4 ± 19,7 | 121,7 ± 51,9 | < 0,05 | |
Mujeres | ||||
Prot. | 7,45 ± 0,3 | 7,34 ± 0,4 | < 0,05 | |
Fe | 101,3 ± 32 | 92,8 ± 29 | NS | |
Gluc. | 102,3 ± 15 | 123,2 ± 26 | < 0,05 | |
CB | 30,1 ± 3,8 | 28,8 ± 4 | < 0,05 | |
Conclusiones: 1) La situación nutricional se mantiene de forma aceptable a los cinco años de seguimiento. 2) Se observa una disminución de los niveles proteicos y de minerales tipo hierro. 3) Se producen elevaciones de los niveles de glucemia basal.
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ESTADO NUTRICIONAL Y VALORACION GERIATRICA EN OCTOGENARIOS NO INSTITUCIONALIZADOS
Gámez, I.; Gil, P.; Ribera, J. M.
Servicio de Geriatría. Hospital Clínico «San Carlos». Madrid.
Objetivos: Conocer el estado nutricional a través de la historia, datos antropométricos y biométricos. Correlacionar el análisis nutricional con otros parámetros funcionales y psíquicos en una población anciana-muy anciana no institucionalizada.
Material y métodos: Estudio prospectivo realizado en Centro de Salud área 11 de Madrid con recogida mediante tabla de números aleatoria a partir del censo de tarjeta sanitaria, incluyendo a personas mayores de 80 años (n: 100, edad media: 84,4 años).
Antropométricos: Índice Quetelet, pliegues. Biométricos: proteínas, albúmina, hierro, colesterol, linfocitos. Determine Chek list para conocer el riesgo nutricional. Valoración funcional mediante índice de Katz y Lawton. Valoración psíquica: MMSE, Yesavage.
Metodo estadístico: programa SPSS 5.0 y hoja de cálculo Excel 5.0. Nivel de significación de p bilateral en < 0,05. Variables cuantitativas con p de Pearson. Análisis de regresión simple y variable.
Resultados:
Hombres: Quetelet: 25,5 C. Braquial: 28,2. Check: 4,1. Katz: 1,9. Lawton: 5,1. MMSE: 27,2. GDS: 3,1.
Mujeres: Quetelet: 26,7 C. Braquial: 28,3. Chek: 3,7. Katz: 2,2. Lawton: 5,8. MMSE: 25,8. GDS: 3,7.
Estudio correlación Chek list: Katz (r: 0,50). Lawton (r: 0,55). Quetelet (r: 0,61). Subjetivo (r: 0,4). Correlación edad/Quetelet: r 0,2.
Conclusiones: 1) Los datos clínicos, antropométricos y biométricos valoran positivamente el estado nutricional en población octogenaria. 2) Deterioro funcional, mayor número de enfermedades y alteraciones de la marcha aumentan el riesgo nutricional.
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MINI NUTRITIONAL ASSESMENT (MNA) E INDICADORES ASISTENCIALES, FUNCIONALES Y BIOQUIMICOS
López Forniés, A.; Garijo, M. J.; García-Arilla Calvo, E.
Hospital «San Jorge». Zaragoza.
Objetivo: Analizar la distribución de pacientes según la escala MNA como malnutridos (A), en riesgo (B) y buen estado nutricional (C), estudiando su relación con otras áreas de evaluación geriátrica, indicadores de resultados y parámetros de laboratorio.
Metodología: Estudio descriptivo, longitudinal y prospectivo de los pacientes ingresados en la Unidad de Hospitalización, de forma consecutiva entre el 1 de octubre de 1997 y el 15 de enero de 1998. A la aplicación de la escala MNA por un MIR al paciente y cuidador principal en las primeras 72 horas se añadió la recogida de datos sobre edad, sexo, procedencia, diagnóstico y tratamiento farmacológico, MSQ (valoración cognitiva) y Plutchik (valoración funcional), proteínas, albúmina, hemoglobina y colesterol, así como días de hospitalización y destino al alta (domicilio, exitus o residencia). Se ha utilizado estadística descriptiva, estudios de correlación y la t de Student y el chi cuadrado (p< 0,05) para establecer posibles diferencias entre variables cuantitativas y cualitativas, respectivamente, entre los tes grupos estudiados.
Resultados: La escala se aplicó a 275 pacientes, 105 hombres y 170 mujeres, de 82 años de edad media, procedentes de Urgencias: 53%, domicilio: 34%, residencia: 6%, otros: 6%, MSQ> 2: 57%, Plutchik > 4: 65%, estancia media: 15 días, mortalidad: 17% y alta a residencia: 14%. La puntuación media del MNA fue de 20 ± 5. Se clasificaron en el grupo A: 75 (27,3%), en el B: 112 (40,7%) y en el C: 88 (32%). Entre el grupo A y C se han encontrado diferencias con significación estadística (p< 0,05) en edad, MSQ, Plutchik, procedencia, días de estancia, mortalidad, albúmina, colesterol, > 3 fármacos y en la circunferencia de la pantorrilla (CP). El Grupo B se asemeja en sus características más al Grupo A que al C. En 23 pacientes del Grupo A, 11 del B y 15 del C existía hipocolesterolemia (< 120 mg %). Las medias de la CP fueron 33 ± 4 (GA), 30 ± 4 (GB) y 27 ± 3 (GC), existiendo diferencias entre los grupos (p< 0,001).
Conclusiones:
1. Los pacientes en riesgo de malnutrición y malnutridos en el momento del ingreso hospitalario superan la mitad de nuestra población asistida.
2. El grupo de malnutridos y con buen estado nutricional delimitan dos grupos de pacientes con evidentes diferencias funcionales, asistenciales y pronósticas.
3. La importancia cuantitativa de malnutridos y en riesgo obliga a la puesta en marcha de medidas de intervención nutricional.
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MINI NUTRITIONAL ASSESSMENT (MNA) COMO TEST PREDICTIVO DE MORTALIDAD HOSPITALARIA EN UN GRUPO DE ANCIANOS
Fernández, M.*; Reig, L.; López, L.; Martín, M.
* Hospital General de Igualada. Igualada. Consorci per l''Hospital de la Creu Roja de l''Hospitalet. Barcelona.
Objetivo: Observar el valor predictivo del MNA en la mortalidad de ancianos ingresados en un Servicio de Medicina Interna, así como la comparación con la puntuación en la escala de Barthel.
Método: Análisis prospectivo de los pacientes mayores de 75 años que acudían al Servicio de Urgencias y eran ingresados en planta. Encuesta donde se recoge: edad, sexo, puntuación MNA, puntuación Barthel, días de ingreso hospitalario y éxitus.
La encuesta se ha pasado el servicio de Urgencias del Hospital de la Cruz Roja de Hospitalet, y en el del Hospital General de Igualada. La encuesta se practicó una vez decidido el ingreso, con el fin de no influir en las decisiones.
Resultados: Pacientes ingresados (total 38). Edad media 71,7 ± 4,5 años. 14 (36,8%) varones, 24 (63,2%) mujeres. Fallecieron 10 pacientes (26,3%). Analizando el grupo de los éxitus obtuvimos que el MNA de los pacientes fallecidos era claramente inferior al resto del grupo, con una media de 16,6 ± 6,1 frente a una puntuación media de los que no habían fallecido de 23,6 ± 4,6, aquí la diferencia fue significativa con p= 0,01.
Esto implicaba que los pacientes que ingresaban con una MNA igual o inferior a 17 tenían el 71,42% de probabilidades de fallecer; mientras que los que tenían un MNA superior a 17 sólo tenían el 13,75% de probabilidades de ser éxitus. En la escala de actividades de la vida diaria de Barthel también encontramos diferencias, el grupo de los éxitus tenían un Barthel medio de 45 ± 42,4 mientras que el grupo de los supervivientes tenían un Barthel medio de 83 ± 26,7 (p= 0,03). Igual que pasaba con el MNA, los pacientes que ingresaban con una puntuación en la escala de Barthel inferior a 45, tenían un 71,4% de probabilidades de fallecer. Encontramos una relación constante entre los resultados del MNA y del Barthel, es decir, los ancianos que estaban peor nutridos eran los que tenían un mayor grado de dependencia, era el grupo de ancianos más frágiles. Se hicieron análisis de subgrupos según parámetros antropométricos del MNA.
Resumen: Según nuestro trabajo son factores de mal pronóstico (entendiendo mal pronóstico una mortalidad durante el ingreso hospitalario superior al 70%), una puntuación en el MNA igual o inferior a 17; una puntuación en la escala de Barthel igual o inferior a 40, y un Índice de masa corporal igual o inferior a 23.
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FRACTURA DE FÉMUR Y SUPLEMENTACION PROTEICA EN POBLACION DE MAS DE 70 AÑOS
Espaulella, J.; Díaz, F.; Mellado, J.; Castells, M.; Gayer, H.
Hospital General de Vic. Barcelona. Hospital de la «Santa Creu» de Vic. Barcelona.
Introducción: La fractura de fémur es un importante problema de salud en la población geriátrica con alta mortalidad y discapacidad. Según Delmi et al, la intervención nutricional puede mejorar los resultados en esta población. El objetivo de este estudio es evaluar la eficacia de un suplemento proteico oral en los pacientes con fractura de fémur.
Material y métodos: Se trata de un ensayo clínico aleatorizado a doble ciego, comparando un suplemento dietético con placebo, administrado durante dos meses. Se incluyeron todos los pacientes consecutivos ingresados en el Hospital General de Vic con edad >= 70 años durante un periodo de dos años. Se excluyeron las siguientes situaciones: traumatismo violento, fractura tumoral, demencia terminal y la presencia de patología que contraindicaba la suplementación proteica. La eficacia de la intervención se evaluó en función de: situación funcional (Índice de Barthel, Índice de Movilidad BMJ, 1996;307:1248), necesidades de ayuda para la marcha, percepción de salud y grado de socialización conseguido a los seis meses post-fractura respecto a la situación basal.
Resultados: Forman parte de la muestra 157 personas con una media de 82,4 años, 78% mujeres y 22% hombres. De éstos 124 finalizaron a los seis meses de seguimiento (27 murieron y 6 se perdieron), 59 casos del grupo de suplementación y 65 del grupo de placebo.
Ítems | Suplementación | Placebo |
Actividades de la vida diaria (Índice de Barthel). % igual a los seis meses pre-fractura | ||
54% | 59% | |
Índice de movilidad. % igual a los seis meses pre-fractura | 52,5% | 56,9% |
Cree que su estado de salud es el mismo que antes de la fractura (% que responden sí) | ||
71% | 61,5% | |
Realiza las mismas actividades de socialización que antes (% que responden sí) | ||
54,2% | 43,1% | |
Días de estancia en el Hospital General de Vic | 16,2% | 16,8% |
% ingreso a la Unidad de Convalecencia | 64,1 | 62% |
Ninguno de estos porcentajes demostró diferencias significativas.
Conclusiones: Hemos observado que las cifras de albúmina se han incrementado de forma significativa en los enfermos suplementados con respecto a los enfermos con placebo. La intervención nutricional realizada no ha mejorado los resultados asistenciales de forma significativa, por lo tanto nuestra intervención tuvo efecto pero no el beneficio esperado.
Agradecemos a «Clinical Nutrition» por la elaboración del suplemento y del placebo.
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DEFICIENCIA DE VITAMINA B12 Y FOLATO EN ANCIANOS
Martínez, J. R.; Veiga, F.; Bugidos, R.; López, C.; Vidal, F. J.; Melero, M.; Martín, A.
Servicio de Geriatría. Hospital Xeral-Calde. Lugo
Objetivo: Estudiar la importancia de la determinación de los niveles de vitamina B12 y ácido fólico en ancianos.
Material y métodos: Se han determinado los niveles de vitamina B12 y folato en los pacientes valorados por el Servicio de Geriatría entre enero de 1996 y diciembre de 1997. Se ha solicitado el estudio a todos los ancianos con deterioro cognitivo, depresión, macrocitosis con o sin anemia, trastornos de la marcha, neuropatía, alteraciones digestivas, desnutrición y otros procesos en que intervenga su déficit.
Resultados: De un total de 3.214 pacientes atendidos se ha encontrado déficit de vitamina B12 en 47 y de folato en 5; en total 52 ancianos (1,61%). La edad media ha sido de 81,7 ± 66 (70-95 años), y el 53% han sido mujeres. La situación funcional basal (Índice de Katz): A (33%), B (15%), C (12%) y D o mayor (36%). Se había sospechado el diagnóstico (orientado) en el 65% y fue resultado de la rutina en el resto. La anemia macrocítica fue el dato de sospecha (58,8%) en aquellos donde el diagnóstico ha sido orientado. La sintomatología predominante fue neurológica (54,9%), seguida de la anemia (35,2%). La anemia estaba ausente en el 32% de los casos. El 19% tenían macrocitosis sin anemia, y en el 13% de los casos no tenían ninguna alteración hematológica.
De los 47 pacientes con déficit de vitamina B12, 21 (44,6%) tenían anticuerpos positivos contra el factor intrínseco, y 16 (34,1%) contra las células parietales. Se ha realizado gastroscopia a 26 pacientes, observando gastritis atrófica en 17, carcinoma gástrico en un paciente, mientras que en el resto ha sido normal o mostraba alteraciones no relacionadas. 10 pacientes (21,2%) tenían alteraciones tiroideas asociadas.
Durante los 17 meses de evolución tras inicio del tratamiento se ha observado mejoría de las alteraciones hematológicas en el 95%, de las alteraciones neurológicas en el 60%, y de la demencia en el 41%. Solamente han fallecido tres pacientes (5,7%) durante el periodo de seguimiento.
Conclusiones: El déficit de vitamina B12 y de ácido fólico puede ser fácilmente diagnósticado bajo una sospecha clínica adecuada. La ausencia de alteraciones hematológicas no descarta su déficit. El tratamiento da lugar a una importante mejoría clínica de los pacientes afectados que persiste a medio plazo.
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CARACTERISTICAS CLINICAS DE ANCIANOS CON DÉFICIT DE VITAMINA B12
Vena, A.; Bassy, N.; Rodríguez Valcarce, A.; Hormillos, M.
Hospital General y Docente de Guadalajara. Guadalajara.
Objetivo: Conocer las características clínicas de los pacientes con déficit de B12 mayores de 65 años.
Material y métodos: Estudio retrospectivo; revisión de historias clínicas de pacientes (ptes) > 65 años con niveles de B12 sérica < 200 pg/ml, diagnosticados en el Hospital General, durante un período de 10 meses. Se recogen etiología, nivel de B12, situación funcional, mental, presencia o no de alteraciones hematológicas, tratamiento recibido y mejoría reseñable.
Resultados: 45 ptes con B12 sérica < 200. Edad: 79,9 ± 5,4. Sexo: 57,7% mujeres. Etiología: anemia perniciosa y gastritis atrófica 14,7%, gastrectomía 16,6%, uso de alcalinos 1,8%, sobrecrecimiento bacteriano 1,8%, dieta defectuosa 7,4%, sin filiar 46,2%. Especialidad de origen: Geriatría 48,3%, Hematología 24,4%, Neurología 6,6%, MIN 2,2%, otros 17,7%. Síntoma guía para la determinación: demencia 26,6%, depresión 4,4%, anemia 37,7%, otros 31,1%. Exploración neurológica realizada en 21 ptes siendo normal en 14,2% y aparecían alteraciones de la sensibilidad en un 4,7% y motoras en un 42,8%. Presentaban problemas hematológicos de macrocitosis un 21,4% (VCM x 101), anemia un 20,4% (Hb x 11,7) de bicitopenia un 2,5% y un 54% no presentaban problemas hematológicos. La situación mental estaba recogida en 9 ptes con MEC x 17,5 ± 7,73; el MEC era < 23 en 6 casos (66%). La valoración física se recogió en 19 ptes con Barthel x 57,6% ± 35 [incapacidad leve, 8 casos (42%); moderada, 4 casos (21,4%) y grave, 7 casos (36,8)]. En un 2,2% no consta si recibieron tratamiento; en un 71% se pautó B12 parenteral y un 24,4% no recibió ningún tratamiento. La evaluación neurológica fue a los tres meses, revisándose 12 ptes (26,7%) de los que cuatro no mejoraron (35%), cinco tuvieron una mejoría parcial (41,6%) y tres presentaron una recuperación completa (25%). A los seis meses se revisaron 12 ptes, de los que no mejoraron tres (25%), lo hicieron parcialmente nueve (75%), sin presentar recuperación total ninguno de ellos.
Conclusiones: Un porcentaje importante de los pacientes con déficit de B12 no tuvo alteraciones hematológicas, presentó mejoría neurológica, no recibió tratamiento adecuado y no se siguió en revisión. Los ptes valorados por Geriatría tuvieron predominio de alteraciones neurológicas.
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DÉFICIT DE VITAMINA B12-ACIDO FOLICO Y SU VARIABLE EXPRESION CLINICA EN EL ANCIANO
Antón Jiménez, M.; Salmerón Álvarez, M.; Gallego Domínguez, R.
Unidad de Geriatría. Hospital «Nuestra Señora de la Montaña». Cáceres.
Introducción y objetivos: Dada la alta incidencia de déficit aislado o combinado de vitamina B12-ácido fólico, cobra creciente importancia tanto su detección precoz como el perfecto conocimiento de su presentación clínica inicial.
Nos proponemos analizar si existen en nuestro medio variables directamente relacionadas con esta carencia, de cara a establecer una pauta de tratamiento profiláctico de reposición en determinados grupos de población. Por otra parte, estudiamos la expresión clínica de este déficit en nuestra población geriátrica.
Material y métodos En la consulta externa de Geriatría se detectan en el periodo comprendido entre julio 96 y diciembre 97 un total de 43 déficit únicos o combinados de vitamina B12-ácido fólico. Se procede al estudio retrospectivo con análisis estadístico básico de las variables de edad, sexo, procedencia, incapacidad previa, entorno económico, hábitos culinarios y fármacos en el tratamiento habitual del paciente. Asimismo, se analiza la clínica inicial descrita, la velocidad de instauración, si se consiguió mejoría clínica subjetiva tras el tratamiento de reposición y si todo ello implicó el alta en consultas externas.
Resultados: La edad media fue de 80 años (65-91), con predominio de mujeres (76%), en su mayoría viudas y que viven con su familia (67,4%). Se detectó déficit aislado de vitamina B12 con más frecuencia (62%), déficit aislado de ácido fólico en el 27% y combinado en el 11%. En los tres grupos, la clínica neurológica inespecífica resultó la presentación inicial más frecuente 9< 60%), con característica instauración lenta en la carencia de vitamina B12 (92%) y rápida en el 79% de los déficits aislados de ácido fólico.
En menos de la mitad de los casos, se encontró anemia (44%) y macrocitosis tan sólo en el 37%. El RDW fue > 16 en todos los casos donde se documentó anemia. Se detectaron tres casos en que el déficit se asoció a hipotiroidismo, encontrándose en todos los casos ácido antifactor intrínseco (+). Se comprobó que hasta un 80% de los pacientes que presentaban déficit aislado de ácido fólico, requerían alimentos muy cocidos y triturados y que un 64% estaban en tratamiento habitual con ranitidina. Tras el tratamiento sustitutivo, el 76% comentaron mejoría subjetiva y hasta un 41% fueron susceptibles de alta (en este grupo el 61% acudió a la consulta con clínica depresiva inespecífica).
Conclusiones: 1) Ante clínica neurológica inespecífica o trastorno depresivo, la determinación sistemática de los niveles plasmáticos de vitamina B12 y ácido fólico pueden resultar de gran utilidad diagnóstica. 2) El hallazgo de patología tiroidea concomitante con déficit de vitamina B12, debe orientar hacia etiopatogenia autoinmune y completar el estudio solicitando ácidos antiparietales, anti factor intrínseco y antitoroideos. 3) En pacientes que toman alimentos muy cocidos y triturados (dieta pasada) y que están en tratamiento habitual con antagonistas de los receptores H2, debe contemplarse la administración profiláctica de suplementos de folatos. 4) La detección precoz y el tratamiento sustitutivo implica no sólo importante mejoría clínica sino el alta médica en casi la mitad de los pacientes.