Objetivo: Evaluar la eficacia del tratamiento de la enfermedad de Graves (EG) con dosis bajas de 131-I en nuestra área respecto a los resultados obtenidos con dosis altas (20 mCi) en la literatura.

Material y métodos: Se realizó un seguimiento de 107 pacientes tratados con 131-I por EG durante los 18 meses posteriores a la administración del tratamiento. Cinco días después de la realización de una gammagrafía tiroidea con 5 mCi (185MBq) de 99mTc-pertecnetato donde se evidenció una hipercaptación difusa y homogénea en la glándula, se administró una cápsula de 9mCi (333MBq) de 131-I vía oral. Previamente se obtuvo firma de consentimiento informado y test de embarazo negativo en el caso de mujeres en edad fértil. Para nuestro análisis, consideramos éxito terapéutico la presencia de eutiroidismo o de hipotiroidismo al año del tratamiento.

Resultados: 75 pacientes completaron el seguimiento: 21,3% quedaron eutiroideos (16 pacientes), 64% hipotiroideos (48 pacientes) y 14,7% hipertiroideos (11 pacientes), traduciendo una tasa de éxito del 85,3%. A pesar de la larga experiencia que se tiene con el tratamiento de la enfermedad de Graves con 131-I, no se ha llegado a un acuerdo sobre qué cantidad de dosis utilizar. En algunos países, particularmente en América, la tendencia es a utilizar dosis más altas, mientras que en Europa existe una corriente más conservadora que prefiere utilizar dosis más bajas. En nuestra experiencia, el tratamiento de la enfermedad de Graves con dosis bajas de 131-I tiene una tasa de éxito del 85,3%, presentando hipotiroidismo un 64% de los pacientes.

Conclusiones: Este resultado es similar al descrito con dosis altas en la literatura (con un éxito de hasta el 86% y una tasa de hipotiroidismo del 64%). Estos hallazgos apoyan el uso de la terapia a dosis bajas frente a las dosis altas dada la similar eficacia de la misma y su mejor perfil de radioprotección.