Desde que el 18 de octubre de 2002 se celebró en Barcelona el I Congreso de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (AEDN), este evento ha contribuido enormemente al esfuerzo realizado por la asociación por difundir, dignificar y consolidar nuestro oficio, y se ha convertido en referencia obligada para toda la profesión.
En estos 6 años, se han producido avances en la definición de nuestra profesión1, así como en su presencia y prestigio social. Asimismo, poco a poco van desapareciendo los vacíos legales existentes, lo que abrirá, sin duda, nuevas vías para la consolidación de nuestra querida profesión. El camino será largo, pero la legislación vigente nos ampara y nos permitirá crecer2.
Los congresos de la AEDN son un fiel reflejo de este crecimiento, como demuestra el hecho de que en cada uno de ellos haya aumentado el número de asistentes, consecuencia de la buena definición y los contenidos de los programas científicos presentados3, que han sido del agrado del colectivo de dietistas-nutricionistas.
En cada ocasión, se ha ido dando un paso más en la adecuación de estos programas. Así, en Pamplona se comenzaron a incluir sesiones simultáneas, mientras que en Madrid3, el Comité Científico trató de adaptarlo al máximo a la realidad y los intereses del dietista-nutricionista.
En este IV Congreso se ha hecho un esfuerzo importante por elaborar un programa científico variado4, que recoja todos los ámbitos de trabajo e interés del colectivo y que sea presentado por ponentes de prestigio.
Uno de nuestros objetivos fundamentales ha sido el de dotar al congreso de una personalidad propia, que lo diferencie de los organizados por otras sociedades científicas relacionadas con la nutrición, y que refleje que es nuestro, de dietistas-nutricionistas. Somos una profesión madura en lo científico, que cuenta con excelentes profesionales, lo que nos ha permitido aumentar la representación de dietistas-nutricionistas, tanto en el Comité Científico, como entre los ponentes y moderadores.
Este esfuerzo por la calidad científica se trasladó al ámbito de las empresas participantes en el congreso, sin cuyo apoyo económico no sería posible celebrar un evento de estas características. Sin embargo, no olvidemos que nuestra profesión, pese a su juventud, cuenta con una ética profesional muy acusada, en parte motivada por el grado alto de intrusismo que experimentamos, fomentado, en algunas ocasiones, por ciertas empresas. Por ello, se realizaron todos los esfuerzos posibles para que las industrias alimentaria y farmacéutica estuvieran representadas en el congreso por empresas serias, que presentaran sus productos desde la objetividad y con un alto estándar de calidad.
Al igual que el Comité Científico, el Comité Organizador trabajó con ahínco para que este congreso fuera el mejor de los celebrados hasta el momento, para lo cual introdujo una serie de novedades importantes, que tuvieron una gran acogida entre los asistentes.
En primer lugar, el congreso se dirigió preferentemente a profesionales, lo que repercutió de un modo favorable en la calidad científica del congreso y en la relación de los asistentes con los expositores, al haber una presencia menor de estudiantes. Al restringirse a profesionales, este congreso resultó menos multitudinario y más familiar, y las empresas y ponentes mostraron su satisfacción por este hecho.
Otra de las novedades más interesantes del congreso es que, por primera vez, se solicitó el reconocimiento de actividad de interés sanitario, así como créditos de formación continua. Por tratarse de la primera ocasión en que se realizaba esta solicitud, se hizo de manera parcial, y se pidieron los créditos de formación continua exclusivamente para los talleres precongresuales.
Una de las grandes novedades de este Congreso fue la sala de «Encuentros con el Experto». Su objetivo era que, al finalizar cada sesión, los congresistas pudieran reunirse con los ponentes, de manera que se permitiera ampliar datos o aclarar dudas sobre los temas tratados. Nuevamente, la acogida fue muy satisfactoria.
Finalmente, hay 2 novedades muy relacionadas con nuestra realidad. Por un lado, la juventud y la feminización de nuestra profesión y, por el otro, las recomendaciones que damos a nuestros pacientes en torno a la importancia del binomio dieta-actividad física. El hecho de ser un colectivo con una media de edad baja y con gran presencia femenina implica que la maternidad sea un hecho presente en nuestras vidas, con las dificultades de conciliación de la vida laboral y familiar que conlleva. Por este motivo, y con el objetivo de facilitar al máximo su asistencia, se dispuso una zona de lactancia para las madres, para que pudieran dar el pecho a sus bebés con intimidad y tranquilidad, y que fue utilizada por 4 personas. La otra novedad estuvo relacionada con la actividad física, ya que, como prescriptores de un estilo de vida saludable, debemos ser consecuentes y llevarlo a cabo nosotros mismos. Un congreso es un evento que se caracteriza por ser tremendamente sedentario, por lo que decidimos actuar y cambiar esta situación. Para ello, se dispusieron 50 bicicletas para que todos los congresistas pudieran hacer un poco de ejercicio, despejar su mente y tuvieran facilidades para visitar la ciudad.
«Pese a la mala climatología, la actividad tuvo una gran acogida.» Junto a este gran número de novedades, se mantuvo la atención cercana y personalizada mediante el stand de la AEDN, donde se pudo solicitar información y conversar con representantes de la AEDN y de todas las asociaciones y colegios autonómicos.
Bilbao, ciudad tradicionalmente industrial, ha experimentado un cambio de imagen profundo en los últimos años, y se ha transformado en una ciudad de servicios, con excelentes equipamientos para el desarrollo de ferias y congresos5, lo que, unido a su carácter abierto y acogedor y su extraordinaria gastronomía, han hecho de este IV Congreso de la AEDN un evento inolvidable.
Cada 2 años tenemos la posibilidad de reencontrarnos y saludarnos en la fiesta de la profesión, en nuestro congreso. ¡Buena suerte a los organizadores del V Congreso!