Sr. Director: Los estreptococos del grupo G (EGG), forman parte de la flora habitual del organismo, se implican pocas veces en enfermedades humanas y es infrecuente su participación en bacteriemias, osteomielitis y artritis, sobre todo en pacientes sin inmunodepresión previa1. Presentamos el caso de un paciente sin inmunodeficiencia conocida, que desarrolló bacteriemia, espondilitis y artritis por EGG.
Varón de 56 años, con antecedentes personales de fractura de ambas mesetas tibiales y exposición laboral a asbesto. Después de 24 h de sufrir una caída notó fiebre, escalofríos, dolor lumbar e inflamación de las rodillas. Tras 20 días de tratamiento con antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y reposo, fue ingresado en el hospital por deterioro grave de su estado general. A su ingreso presentó un único pico febril, durante el cual se le extrajeron muestras para hemocultivos. En la exploración física destacaba mal estado general, tumefacción dolorosa con flexo de 20° de ambas rodillas, hipotrofia cuadricipital bilateral y limitación global de la movilidad lumbar. En la determinaciones analíticas destacaba una VSG de 114 mm; hemoglobina, 11 g/dl; hematocrito, 34%, y fibrinógeno, 883 mg/dl. En la radiografía de rodillas se observó aumento de partes blandas y signos de gonartrosis bilateral grado 2; en la rodilla izquierda se apreciaron irregularidades yuxtacondrales de aspecto erosivo en cóndilo y meseta tibial internos. En la radiografía de columna lumbar se apreciaba una hiperóstosis vertebral difusa, destrucción del disco L2-L3 y de los platillos vertebrales adyacentes (fig. 1). La resonancia magnética (RM) demostró, además, áreas de abscesificación que se extendían por el psoas hasta el espacio prevertebral L4-L5 (fig. 2). La gammagrafía con galio mostró la presencia de focos de hipercaptación lumbar y en la rodilla derecha. La artrocentesis de la rodilla dio salida a 10 ml de líquido de aspecto hematicopurulento. En 2 hemocultivos y en el líquido sinovial se aisló un estreptococo del grupo G sensible a betalactámicos, aminoglucósidos y macrólidos. Se realizaron pruebas para descartar la presencia de una neoplasia oculta e inmunodeficiencia, que incluyeron: determinación del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), radiografía de tórax, ecografía y tomografía axial computarizada (TAC) toracoabdominal, esofagogastroscopia, enema opaco y marcadores tumorales CEA, Ca 19.9 y Ca 125, que fueron negativas. Se estableció tratamiento con amoxicilina-ácido clavulánico (A/C) en dosis de 1 g/6 h intravenosa (i.v.) durante 5 semanas. La artritis cedió en 15 días, pero el absceso del psoas tuvo que ser drenado quirúrgicamente. Los cultivos del exudado quirúrgico fueron negativos. El paciente continuó en tratamiento con A/C oral durante 6 semanas más, y tras su curación requirió terapia rehabilitadora.
Figura 1. Tomografía radiológica de columna lumbar. Se aprecia una hiperostosis vertebral difusa, destrucción del disco L2-L3 y de los platillos vertebrales adyacentes.
Figura 2. Resonancia magnética. Se observan áreas de abscesificación que se extienden por el psoas hasta el espacio prevertebral L4-L5.
Los EGG suelen ser gérmenes oportunistas, con poca virulencia. Sin embargo, se han descrito infecciones importantes, y la artritis séptica es la menos frecuente2,3. Las infecciones más graves se producen en pacientes inmunodeprimidos o en edades extremas de la vida4.
Los EGG producen entre el 8 y el 11% de las bacteriemias causadas por los estreptococos beta-hemolíticos5, y se han asociado con neoplasias6, alcoholismo, diabetes mellitus, terapia inmunosupresora y uso de drogas por vía parenteral. La piel es la puerta de entrada más común3, y no es infrecuente la asociación bacteriana, y el copatógeno más común es Staphylococcus aureus.
En 1991, Burkert y Watanakunakorn describieron 11 casos de osteomielitis (OM) por estreptococos del grupo G7; 2 tenían localizaciones vertebrales, 3 presentaban artritis séptica y 6, una enfermedad de base. La OM vertebral por EGG era más frecuente en la sexta y séptima décadas de la vida y solía requerir un tratamiento antibiótico prolongado.
Dentro del grupo de los estreptococos beta-hemolíticos, los que pertenecen al grupo G ocupan el segundo lugar en frecuencia de producción de artritis séptica. La predisposición a artritis séptica puede asociarse a anormalidades articulares y/o a factores sistémicos8,9.
La coexistencia de bacteriemia, espondilitis y artritis por EEG, es un hallazgo infrecuente, sobre todo en ausencia de enfermedad o tratamiento inmunosupresor. Los EEG deberían ser considerados en el diagnóstico diferencial de las infecciones osteoarticulares, especialmente en los pacientes con situaciones predisponentes.