El Dr. Enrique Noguera, Presidente de Honor de la Sociedad Española de Reumatología, se ha ido para siempre. Con él se fue una buena parte de nuestro ingenio y creatividad. Hombre inquieto e inteligente, se licenció en Medicina y Cirugía en 1970, cuando tan sólo contaba 22 años. Fue el más joven de su promoción.
Se inició como médico residente en el Gran Hospital del Estado de Madrid, actualmente Hospital de La Princesa. Allí compartió pacientes con el que sería uno de sus mejores amigos, el Dr. Carlos Ossorio Castellanos. Finalizado este período, formó parte de la plantilla del Servicio de Reumatología de uno de los hospitales con mayor tradición docente e investigadora, el Hospital Universitario Clínica Puerta de Hierro de Madrid, bajo las órdenes del Dr. Antonio Larrea. Llegaría a ser Jefe de Sección, y destacó, sobre todo en su etapa inicial, por sus trabajos de investigación, que compartió con el también desaparecido Dr. Miguel Kreisler, reumatólogo como él y posteriormente Jefe del Servicio de Inmunología del citado hospital.
Presentó su Tesis Doctoral "Procesos citodestructivos mediados por linfocitos en artritis reumatoide" en 1978, marcando una etapa en la que la reumatología española, tan en contacto hasta entonces con la francesa, se aproximaba a la otra gran escuela, la anglosajona. Aún recuerdo sus ponencias en Congresos de la SER, cuando leía sus trabajos de células natural killer y otros relacionados con poblaciones de linfocitos T * y T µ en enfermedades autoinmunes. Muy pocos reumatólogos españoles habían trabajado hasta entonces en un laboratorio de inmunología.
Pero el Dr. Noguera no sólo fue pionero en investigación, su creatividad le llevó a una gran producción en el mundo editorial. Trabajó en la Gaceta Médica Española, revista decana de la prensa médica, y en el Semanario Profesión Médica, ambas propiedad de su padre, el Dr. Enrique Noguera López. Así mismo, debemos recordar que fundó nuestro Boletín, excelente medio de comunicación entre los socios de la SER y que aún persiste. Su producción en el mundo editorial integra una larga lista de revistas, que todos hemos recibido periódicamente.
Creó, además, la empresa Acción Médica, que organizó un gran número de Congresos.
En 1988 fue nombrado Presidente de nuestra Sociedad, honrándome participar en su Junta Directiva, como vocal. Bajo su iniciativa se crearon Comités de Trabajo, destinados a abordar problemas puntuales relacionados con la especialidad.
Cuando estaba en la plenitud de su vida, Dios se lo llevó, dejando un gran vacío en la SER y sobre todo en aquellos, que como yo, tuvimos la suerte de contar con su amistad.