El objetivo de esta investigación ha sido comprobar el efecto mediador de las actitudes hacia comportamientos sexuales en la relación entre el sexo y el número de comportamientos sexuales realizados.
Material y métodoParticiparon un total de 763 personas de nacionalidad española (42,2% hombres y 57,8% mujeres) entre 18 y 65 años (M=25,60; DT=9,23) identificados con una orientación heterosexual. En el momento del estudio, el 56,9% tenía pareja estable, el 10,1% pareja ocasional y el 33% no tenía pareja. Además de las cuestiones sociodemográficas, se les aplicó de forma online la escala de actitudes hacia comportamientos sexuales y un checklist sobre comportamientos sexuales.
ResultadosLos resultados muestran que las actitudes hacia comportamientos sexuales correlacionan de forma positiva con el número de comportamientos sexuales realizados (r=0,481; p <0,001) y que los hombres tienen actitudes hacia los comportamientos sexuales más positivas (t=10,273; p <0,001; d=0,75) y realizan un mayor número de comportamientos sexuales (t=6,412; p <0,001; d=0,47) que las mujeres. Finalmente, existe mediación total de las actitudes hacia comportamientos sexuales entre el sexo y el número de comportamientos sexuales realizados en la 3submuestras (pareja estable, pareja ocasional, sin pareja).
ConclusionesLos hombres llevan a cabo un mayor número de comportamientos sexuales diferentes que las mujeres porque tienen actitudes hacia los comportamientos sexuales más positivas. Por tanto, si deseamos influir en determinados comportamientos sexuales nos deberíamos centrar en las actitudes hacia dichos comportamientos.
The aim of this research was to verify the mediating effect of attitudes toward sexual behaviours in the relationship between sex and the number of sexual behaviours performed.
Material and methodA total of 763 Spanish people (42.2% men and 57.8% women) ranging in age from 18 to 65 years (M=25.60; SD=9.23) identified as heterosexual participated. At the time of the study, 56.9% had a steady partner, 10.1% had a casual partner and 33.0% did not have partner. In addition to sociodemographic questions, the Attitudes toward Sexual Behaviours Scale and a Checklist of Sexual Behaviours were administered online.
ResultsThe results show that attitudes toward sexual behaviours correlate positively with the number of sexual behaviours performed (r=.481; P<.001) and that men have more positive attitudes toward sexual behaviours (t=10.273; P<.001; d=.75) and they engage in a greater number of sexual behaviours (t=6.412; P<.001; d=.47) than women. Finally, there is total mediation of attitudes toward sexual behaviours between sex and the number of sexual behaviours performed in the 3subsamples (steady partner, casual partner, without a partner).
ConclusionsMen engage in a greater number of different sexual behaviours than women because their attitudes toward sexual behaviours are more positive. Therefore, if we want to influence certain sexual behaviours, we should focus on the attitudes toward these behaviours.
Diversas teorías han enfatizado la importancia del contexto social y cultural en la sexualidad, y concretamente en las diferencias entre hombres y mujeres1. Entre estas teorías, se encuentran la teoría de la estructura social2 y la teoría cognitiva del aprendizaje social3. La teoría de la estructura social2 sostiene que las diferencias entre hombres y mujeres en la sexualidad se deben a las desigualdades de poder, esperando que en las sociedades más igualitarias existan menos diferencias en los comportamientos sexuales de hombres y mujeres4. La teoría cognitiva del aprendizaje social3 apunta a que dichas diferencias se deben a que en determinadas sociedades las personas observan comportamientos diferentes asociados a cada sexo y son reforzados o castigados cuando los llevan a cabo. Generalmente, a los hombres se les ha reforzado por buscar y participar en la actividad sexual y a las mujeres por limitarla a las relaciones basadas en el amor y el compromiso5.
Numerosos estudios han analizado las diferencias en la actividad sexual entre hombres y mujeres4. Se ha encontrado que, aunque las diferencias han disminuido con el paso del tiempo, determinados comportamientos sexuales (p. ej., masturbación en solitario, uso de la pornografía) son todavía más frecuentes en hombres que en mujeres4,6. Thompson y Byers7 demostraron diferencias entre hombres y mujeres heterosexuales en la participación en un trío (donde ambos sexos estaban presentes), realizándolo un mayor número de hombres que de mujeres. En diversos estudios también se ha puesto de manifiesto que los hombres se inician más temprano en las relaciones coitales8, tienen un mayor número de relaciones ocasionales9 y mayor número de parejas sexuales10.
Los estudios también han puesto de manifiesto las diferencias en las actitudes sexuales entre hombres y mujeres. Aunque estas diferencias también han disminuido con el tiempo, los hombres siguen teniendo actitudes hacia el sexo ocasional más permisivas que las mujeres4,6. En esta línea, García-Vega et al.8 encontraron que los chicos tenían una actitud más positiva hacia la sexualidad que las chicas. De forma más específica, Thompson y Byers7 hallaron que los hombres mostraban una actitud más positiva hacia la realización de un trío que las mujeres.
Una gran cantidad de las investigaciones que han explorado las actitudes sexuales han incluido medidas de comportamientos sexuales y han analizado su relación. La relación entre las actitudes y los comportamientos ha sido demostrada extensamente en la literatura científica11,12. Específicamente, en el ámbito de la sexualidad, los estudios han demostrado que las personas con actitudes sexuales más permisivas, liberales o erotofílicas realizan un mayor número de diferentes comportamientos sexuales13, los realizan con mayor frecuencia14,15 y tienen un mayor número de parejas sexuales distintas16,17 que las menos permisivas, conservadoras o erotofóbicas. Esta relación, junto con las teorías que defienden que los comportamientos se encuentran guiados por las actitudes11, invita a pensar que las diferencias en los comportamientos sexuales entre hombres y mujeres se debe a las diferencias en sus actitudes sexuales.
Por todo ello, el objetivo del presente estudio ha sido comprobar el efecto mediador de las actitudes hacia comportamientos sexuales en la relación entre el sexo y el número de comportamientos sexuales realizados. De acuerdo con lo hallado en la literatura4,6,8,11-17, se han propuesto diferentes hipótesis. En primer lugar, se esperaba encontrar diferencias entre los hombres y las mujeres en el número de comportamientos sexuales y en las actitudes hacia los mismos (hipótesis 1). En segundo lugar, se esperaba que la relación entre el sexo de las personas y la realización de los comportamientos sexuales estuviese mediada total o parcialmente por las actitudes hacia los comportamientos sexuales (hipótesis 2). Concretamente, que los hombres realizaran un mayor número de comportamientos sexuales diferentes que las mujeres porque sus actitudes hacia los comportamientos sexuales son más positivas. Para comprobar si el efecto mediador era estable se analizó en las diferentes submuestras según el estado de pareja actual.
Material y métodoDiseñoSe realizó un estudio transversal ex post facto retrospectivo mediante encuesta online18.
ParticipantesLa muestra estuvo formada por 763 personas de la población general (42,2% eran hombres y el 57,8% eran mujeres) de nacionalidad española con una orientación heterosexual. Los participantes se seleccionaron mediante muestreo incidental y bola de nieve. Entre los criterios de inclusión se encontraba ser mayor de edad, español e identificarse con una orientación heterosexual. La edad de los participantes osciló de 18 a 65 años (M=25,60; DT=9,23). El 4,4% no tenía estudios o tenía estudios primarios, el 50,2% tenía estudios secundarios, el 15,2% tenía formación profesional y el 30,1% tenía estudios universitarios. El 56,9% tenía pareja estable, el 10,1% tenía pareja ocasional y el 33.0% no tenía pareja.
InstrumentosCuestiones sociodemográficas. Se incluyeron preguntas, construidas para el presente estudio, referentes al sexo, la edad, el nivel de estudios, el estado de pareja actual y la orientación sexual.
Escala de actitudes hacia comportamientos sexuales19. Mide las actitudes hacia comportamientos sexuales específicos en diferentes contextos. Está formada por 22 ítems, donde cada ítem hace referencia a la valoración de un comportamiento sexual. Todos los ítems tienen 3opciones de respuesta: positivo, ni positivo ni negativo (neutro), y negativo. La puntuación puede oscilar de 22 a 66, a mayor puntuación más positiva se considera la actitud hacia la realización de comportamientos sexuales. El coeficiente de fiabilidad α de Cronbach hallado fue de 0,90.
Checklist sobre comportamientos sexuales19. Evalúa el número de comportamientos sexuales realizados. Concretamente, se incluyen 11 comportamientos sexuales: caricias en zonas íntimas, coito, masturbación en pareja, sexo oral, sexo anal, sexting, cibersexo, masturbación en solitario, fantasías sexuales, trío y sexo en grupo. Los participantes tenían que seleccionar si habían realizado o no cada comportamiento sexual. Si no habían realizado el comportamiento sexual se les asignaba un 0 y si lo habían realizado un 1, oscilando las puntuaciones de 0 a 11. A mayor puntuación, mayor número de comportamientos sexuales diferentes realizados. El coeficiente de fiabilidad α de Cronbach hallado fue de 0,74.
ProcedimientoLa administración del cuestionario se llevó a cabo de forma individual y a través de Internet. El enlace para contestar el cuestionario fue proporcionado al alumnado de un curso del grado de Psicología de una universidad de España para que lo difundiera entre la población general. Previamente, se informó al alumnado sobre las características del estudio y las instrucciones que tenían que comunicar a los participantes cuando les proporcionaran el enlace. Todos los participantes completaron un consentimiento informado donde se incluía información sobre la finalidad del estudio, los criterios de inclusión, el anonimato, la confidencialidad, el uso de los resultados, etc. El estudio fue aprobado por el Comité de Bioética de Investigación Humana de la universidad de la investigadora.
Análisis de datosEn primer lugar, se calcularon los estadísticos descriptivos y se correlacionaron las puntuaciones de las actitudes hacia comportamientos sexuales, el número de comportamientos sexuales y la edad mediante el coeficiente de correlación de Pearson. Asimismo, se compararon entre hombres y mujeres mediante la prueba de la t de Student las medias en actitudes hacia los comportamientos sexuales y el número de comportamientos sexuales realizados y se calculó el tamaño del efecto mediante la d de Cohen. Posteriormente, se llevaron a cabo 3modelos de mediación simple (modelo 4) para cada submuestra según la presencia de pareja (pareja estable, pareja ocasional, no pareja), donde se utilizó como variable dependiente (Y) el número de comportamientos sexuales diferentes realizados, como variable independiente (X) el sexo (1=hombre; 2=mujer) y como variable mediadora (M) las actitudes hacia comportamientos sexuales. Se incluyó como covariable la edad. El análisis se realizó a través de programa SPSS versión 25 (IBM, Inc., Chicago, IL) y de la macro PROCESS de SPSS de Hayes20. En los análisis de mediación se utilizaron 5.000 muestras bootstrapping y el nivel de confianza para construir los intervalos y determinar si los efectos indirectos eran estadísticamente significativos fue del 95%. Los efectos indirectos son significativos cuando el intervalo de confianza no incluye el valor 0.
ResultadosEn la tabla 1 se muestran los estadísticos descriptivos (M y DT) y las correlaciones entre las diferentes medidas. Existe correlación positiva y grande entre las actitudes hacia comportamientos sexuales y el número de comportamientos sexuales realizados. Las personas que tienen actitudes hacia los comportamientos sexuales más positivas han realizado un mayor número de comportamientos sexuales diferentes. También existe una correlación negativa (inversa) entre las actitudes hacia comportamientos sexuales y la edad, y una correlación positiva entre el número de comportamientos sexuales y la edad, aunque ambas correlaciones son de tamaño pequeño.
Estadísticos descriptivos y correlaciones entre las diferentes medidas
Medida | 2 | 3 | M (DT) hombres | M (DT) mujeres |
---|---|---|---|---|
1. Actitudes hacia comportamientos sexuales (22-66) | 0,481** | –0,093* | 54,57(7,75) | 48,66 (7,92) |
2. Número de comportamientos sexuales (0-11) | 0,072* | 6,79 (1,82) | 5,88 (2,08) | |
3. Edad | 25,76 (8,92) | 25,49 (9,46) |
DT: desviación típica; M: media.
Las comparaciones entre hombres y mujeres en las actitudes hacia comportamientos sexuales muestran que existen diferencias estadísticamente significativas entre los hombres y las mujeres en esta variable (t=10,273; p <0,001), siendo el tamaño del efecto de moderado a grande (d=0,75). Los hombres tienen actitudes hacia comportamientos sexuales más positivas que las mujeres. Las comparaciones entre hombres y mujeres en el número de comportamientos sexuales también muestran que se encuentran diferencias estadísticamente significativas (t=6,412; p <0,001), siendo el tamaño del efecto moderado (d=0,47). Los hombres realizan un mayor número de comportamientos sexuales diferentes que las mujeres.
En la figura 1 se muestran los análisis de mediación en cada una de las submuestras según la presencia de pareja. En los 3análisis se observa que el efecto indirecto del sexo sobre el número de comportamientos sexuales es estadísticamente significativo, ya que no se incluye el 0 entre el límite inferior y el límite superior del intervalo de confianza. Todos los coeficientes (a, b y c) son estadísticamente significativos, mostrando los efectos del sexo sobre las actitudes hacia comportamientos sexuales (coeficiente a), de las actitudes hacia los comportamientos sexuales sobre el número de comportamientos sexuales realizados (coeficiente b) y del sexo sobre el número de comportamientos sexuales realizados (coeficiente c). Sin embargo, la no significación del coeficiente muestra que existe mediación total de las actitudes hacia comportamientos sexuales entre el sexo y el número de comportamientos sexuales realizados. Este resultado se mantiene estable en las 3submuestras analizadas. Los hombres realizan un mayor número de comportamientos sexuales diferentes porque tienen actitudes hacia los comportamientos sexuales más positivas que las mujeres.
DiscusiónEl objetivo del estudio fue comprobar el efecto mediador de las actitudes hacia comportamientos sexuales en la relación entre el sexo y el número de comportamientos sexuales realizados. La relación entre las actitudes sexuales y los comportamientos sexuales encontrada en diferentes estudios13-17, acompañado de las teorías que defienden la influencia de las actitudes en los comportamientos11, conduce a la reflexión de que las diferencias en los comportamientos sexuales entre hombres y mujeres mostradas en las investigaciones10 podrían deberse a sus diferentes actitudes sexuales.
Como se esperaba (hipótesis 1), y coincidente con lo encontrado en otros estudios4,6, los resultados muestran que los hombres tienen actitudes hacia comportamientos sexuales más positivas y realizan un mayor número de comportamientos sexuales diferentes que las mujeres. Del mismo modo que en otras investigaciones13, también se ha encontrado que las personas con actitudes hacia comportamientos sexuales más positivas realizan un mayor número de comportamientos sexuales diferentes. Además, los resultados muestran, como se preveía (hipótesis 2), que la relación entre el sexo de las personas y el número de comportamientos sexuales se encuentra mediada totalmente por las actitudes hacia comportamientos sexuales. Por tanto, como se esperaba, los hombres llevan a cabo mayor número de comportamientos sexuales diferentes que las mujeres porque sus actitudes hacia los comportamientos sexuales son más positivas. De esta forma, se debería esperar que en hombres y mujeres con similares actitudes hacia comportamientos sexuales no se encontrara diferencias en la realización de los comportamientos sexuales.
En línea con estos resultados, Shaughnessy et al.21 encontraron que la actitud hacia la actividad sexual a través de Internet mediaba la relación entre el sexo de las personas y la frecuencia de dicha actividad. Los hombres realizaban con mayor frecuencia actividad sexual a través de Internet que las mujeres porque tenían una actitud más positiva hacia la misma. En este estudio no se encontró un efecto mediador de la actitud hacia el sexo ocasional en la relación entre el sexo de las personas y la frecuencia de dicha actividad. Estos resultados son muy relevantes porque dependiendo de las medidas de actitud y comportamiento sexual utilizadas el efecto mediador podría ser parcial, total o incluso no encontrarse efecto. El presente estudio se centra en las actitudes hacia comportamientos sexuales y el efecto mediador es total. Sin embargo, si se utilizara una medida de actitud sexual general, el efecto podría ser parcial porque, como ya sugieren otros estudios11,12,22, la relación entre las actitudes y los comportamientos es mayor cuando las medidas de actitudes y comportamientos se corresponden en el objeto.
Los resultados de este estudio podrían estar apoyando la influencia del contexto social y cultural en las actitudes hacia los comportamientos sexuales más que directamente en los comportamientos sexuales. Serían las actitudes hacia los comportamientos sexuales las que guiarían la actividad sexual en los hombres y las mujeres. Por consiguiente, si deseamos prevenir, modificar o fomentar determinados comportamientos sexuales nos deberíamos focalizar en las actitudes hacia comportamientos sexuales. Por esta razón, en futuros estudios sería de especial relevancia explorar las variables que influyen en las actitudes hacia comportamientos sexuales.
Para finalizar, se debe destacar que, como la mayoría de los estudios, el presente estudio no está exento de limitaciones. La selección no aleatoria de la muestra es una de las limitaciones, teniendo que realizarse la generalización de los resultados con prudencia. Aunque se ha intentado solventar esta limitación incluyendo a una muestra de tamaño grande. La inclusión de personas únicamente con una orientación heterosexual podría ser otra limitación. En estudios futuros se debería incluir a personas con otras orientaciones sexuales para comprobar si se replican los resultados. Por último, el tipo de estudio realizado, transversal, donde las variables se miden en el mismo momento, también podría constituir otra deficiencia al no permitir analizar la direccionalidad de dichas variables. Una alternativa a este tipo de estudio serían los de tipo longitudinal.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animales. La autora declara que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datos. La autora declara que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informado. La autora declara que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
Conflicto de interesesLa autora declara que no tiene conflicto de intereses.