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Vol. 8. Núm. 2.
Páginas 74-80 (abril 2010)
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Estudio sobre conocimientos y actitudes sexuales en adolescentes y jóvenes
Sexual knowledge and attitudes in adolescents and young adults
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Manuel Varela Salgadoa, Javier Paz Esqueteb
a Servicio de Urología. Complejo Hospitalario de Pontevedra. Pontevedra. España.
b Servicio de Medicina Preventiva. Complejo Hospitalario de Pontevedra. Pontevedra. España
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TABLA 1. Descripción de la muestra
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Objetivos: Estudiar las inquietudes, conocimientos y actitudes de los adolescentes para asesorarles y apoyarles en esta difícil etapa de su vida. Material y métodos: Presentamos un estudio basado en una encuesta anónima realizada durante el año 2008 con 300 adolescentes y jóvenes entre 13 y 21 años. Para el análisis estadístico se utilizó el test de Kolmogorov-Smirnov y el de Shapiro-Wilk. Resultados: Los varones obtienen en un 30,8% la información sobre sexualidad por internet; en cambio las mujeres lo hacen de sus familias en un 57,6%. Los chicos le dan mucha más importancia a la sexualidad. La primera experiencia sexual no coital ocurre a los 13 años. La primera relación sexual coital es a los 15 años para los chicos y a los 16 para las chicas. El motivo de la primera relación sexual coital en las mujeres fue el amor (40,6%) frente a los chicos que refirieron el deseo (24,1%). Las mujeres son más conscientes ante el riesgo de embarazo (82,7%). En cuanto a falsos mitos, los chicos creen obtener más satisfacción con un pene grande o pechos voluminosos. Los padres de los adolescentes aceptan que éstos tengan relaciones sexuales en el 27% y solamente en el 7,8% de las adolescentes. El preservativo es el método anticonceptivo más conocido para los encuestados, pero poco utilizado (el 35% en chicos y el 37% en chicas). El sida es la enfermedad de transmisión sexual más conocida. La homosexualidad es mejor tolerada por las chicas, observándose un rechazo en un 26,4% de los chicos. Conclusiones: El nivel de información en los adolescentes es insuficiente, por ello es necesaria la inclusión de la educación sexual en los centros escolares.
Palabras clave:
Conocimientos sexuales
Actitudes sexuales
Sexualidad en adolescentes
Objectives: To explore the concerns, knowledge and attitudes of adolescents in order to advise and support these young people at a difficult stage of their lives. Material and methods: An anonymous survey was carried out in 300 adolescents and young adults aged between 13 and 21 in 2008. The statistical analysis used the Kolmogorov-Smirnov and Shapiro-Wilk tests. Results: Boys obtained information on sexuality from the Internet (30.8%), while women gained information from their families (57.6%). Boys attached much greater importance to sexuality. The first non-coital sexual experience occurred at age 13. The first sexual intercourse was at age 15 for boys and 16 for girls. The first sexual intercourse was motivated by love in girls (40.6%) and by desire in boys (24.1%). Girls were more aware of the risk of pregnancy (82.7%). As for false myths, boys believed that a large penis or breasts led to greater satisfaction. Parents differed in their acceptance of adolescent sexual activity, which was accepted in 27% of adolescent boys and in only 7.8% of girls. The best-known contraceptive method for respondents was the condom but was seldom used (35% of boys, 37% of girls). The best understood sexually transmitted disease was AIDS. Homosexuality was better tolerated by girls, and was rejected by 26.4% of boys. Conclusions: Information among adolescents is inadequate. Consequently, sexual education should be included in schools.
Keywords:
Sexual knowledge
Sexual attitudes
Adolescent sexuality
Texto completo

INTRODUCCIÓN

La adolescencia es un período conflictivo y de tránsito en el que se producen una serie de cambios biológicos, intelectuales y sociales, que tienen una fuerte incidencia en la conducta sexual de los jóvenes. De ahí la importancia de una adecuada educación sexual, que en nuestro país es todavía una asignatura pendiente.

Según el "Informe Durex® sobre bienestar sexual", las estadísticas nos dicen que más del 50% de los españoles confiesa tener carencias en educación sexual y hubiese deseado una información más profunda1. En 2007 se contabilizaron en nuestro país más de 10.000 embarazos no deseados en jóvenes menores de 18 años, lo que nos indica que los jóvenes utilizan mal o no hacen uso de los métodos anticonceptivos. La educación sexual es también el método preventivo más eficaz para erradicar males sociales como el machismo, la homofobia y la violencia de género. De todo ello se deduce la gran responsabilidad de la sociedad en la que vivimos por no implantar en los centros docentes la asignatura de educación sexual como ya se hace en casi todos los países del mundo civilizado.

OBJETIVOS

Esta encuesta pretende estudiar las inquietudes, conocimientos y actitudes de los adolescentes para asesorarles y apoyarles en esta difícil etapa de su vida, y así vivir una sexualidad placentera y segura.

MATERIAL Y MÉTODOS

Presentamos un estudio descriptivo transversal basado en una encuesta anónima realizada durante el año 2008 con 300 adolescentes y jóvenes de entre 13 y 21 años de edad en un instituto de enseñanza secundaria de Pontevedra. Todos los participantes fueron informados del estudio por el profesorado del centro, siéndoles requerido un consentimiento informado verbal a los mayores de edad; para los menores de edad, se consultó con el consejo escolar. La encuesta constaba de 5 bloques de preguntas (anexo 1).

Para el análisis estadístico se utilizó el test de Kolmogorov-Smirnov y el de Shapiro-Wilk. Las variables cualitativas se indican como porcentajes y frecuencias absolutas. Al resultar no gaussiana, la edad se expresa mediante la mediana y el rango. Como prueba de contraste estadístico para evaluar las diferencias entre los sexos en las respuestas a las preguntas de la encuesta se empleó la prueba de χ2 y el test exacto de Fisher. Se consideró significativa una p < 0,05. Los análisis se realizaron con el programa Statistical Package for Social Sciencies (SPSS), versión 15.0.

RESULTADOS

La muestra final contó con 299 participantes, ya que 1 se descartó por haber contestado únicamente al bloque de preguntas de interés general. El estudio descriptivo de la muestra se muestra en la tabla 1.

Al preguntar sobre la procedencia de la información sexual se encontraron diferencias entre los chicos y las chicas: los varones se decantaron por internet en el 30,8% frente al 15% de las mujeres. En cuanto a si estos conocimientos procedían de la familia, las chicas se apoyaron más en ella (57,6%) que los chicos (44,4%). El nivel de la información sexual ofrecida por el centro educativo fue muy escaso para el 39,1% de los varones y el 37,6% de las mujeres, siendo muy completa únicamente para el 13,8% de los chicos y el 3,6% de las chicas. También se evaluó la importancia que tiene la sexualidad para los encuestados, siendo mucha-muchísima para el 79,7% de los chicos y el 66,7% de las chicas. En el caso de tener que recibir información sexológica, la respuesta fue diferente según el sexo: el 47,4% de los varones acudiría a una página web; el 45% de las mujeres solicitaría una consulta médica.

El 90,2% de los chicos y el 77,6% de las chicas habían tenido una primera experiencia sexual no coital. La mediana de edad y si la iniciación al sexo fue en solitario o en pareja se muestran en la figura 1. Esa primera experiencia no coital había sido satisfactoria y agradable para la mayoría de los encuestados.

Figura 1. Primera experiencia sexual no coital.

En cuanto a la masturbación, la consideraron buena el 66,2% y mala el 8%. Respecto a si se masturbaban con frecuencia, los chicos lo hacían en el 56,8%, frente al 4,9% de las chicas.

La edad media de la primera relación sexual coital para los chicos fue 15 años, siendo para las chicas a los 16 años. Fue satisfactoria para el 35,8 e insatisfactoria para el 7,4% (mayoritariamente mujeres) y agradable para el 96,3% de los encuestados. El motivo que les llevó a tener esa relación sexual fue el amor para el 40,6% de las chicas; en los chicos el deseo (24,1%) y el amor (17,3%).

El 82,7% de las chicas y el 66,9% de los chicos ven riesgo de embarazo durante la menstruación.

El 36,1% de los chicos y el 22,16% de las chicas creen que un pene grande proporciona más satisfacción. El 60% de los chicos creen que unos pechos grandes proporcionan más satisfacción, frente al 16,4% de las chicas.

El 48,4% de los varones y el 21,9% de las mujeres consideran siempre placenteras las relaciones sexuales.

Los padres entienden y aconsejan sobre sexualidad a un 64,6% de los chicos y a un 57,9% de las chicas, con mayor tolerancia hacia los hijos (27,07%) que hacia las hijas (7,8%).

Un 95% de los jóvenes conoce los aparatos reproductores masculino y femenino. El punto G también lo conoce el 77,2% de los varones y el 80,5% de las mujeres, localizándolo el 63,2 y 61,5%, respectivamente. Los métodos anticonceptivos más conocidos fueron: preservativo masculino (87,3%) y anticonceptivos orales (63,2%). Los varones utilizaron muy poco el preservativo masculino (fig. 2). El 53,39% utilizó algún método, siendo el preservativo masculino solamente usado por el 35,3%.

Figura 2. Uso de anticonceptivos. Varones.

La píldora poscoital era conocida para el 87% de los chicos y el 93,2% de las chicas, y únicamente utilizada por el 8% de las chicas.

El sida fue la enfermedad de transmisión sexual (ETS) más conocida (67,2%), seguida de la gonorrea (38,1%) y la sífilis (34,1%); el porcentaje restante correspondió al herpes genital, la hepatitis B, la clamidia y otras.

La homosexualidad es aceptada por el 91,6% de las chicas y por sólo el 26,4% de los chicos. La violencia de género fue rechazada por el 98,6%.

DISCUSIÓN

Se presenta un estudio sociosanitario realizado en Galicia en una población difícil de entrevistar sobre educación sexual, por lo que éste resulta muy interesante, ya que la adolescencia es un período conflictivo. Se observaron lagunas importantes en temas cruciales en una sociedad tolerante y con una constitución no discriminatoria como la española.

La información sobre sexualidad para los chicos procede de internet (30,8%), frente al 15,8% de las chicas. En la última encuesta publicada por el Ministerio de Sanidad2, en el rango de edades de 16-24 años la información procedía de la madre (55%) y amigos (21%). En el estudio de Leal y González3, con 234 adolescentes, la información procedía de amistades en el 41,4%. En el estudio realizado por el Instituto Superior de Ciencias Médicas de la Habana4, con 200 estudiantes de secundaria, la información procedía de los medios de comunicación (51,1%), profesores (37,5%) y padres (31%). Para el Departamento de Adolescencia "Ser Joven" de la Universidad de Chile5, los padres son los agentes socializadores predominantes de la sexualidad (50,7%).

En cuanto a la información recibida en el centro escolar, nuestro estudio refleja que es completa o muy completa para el 38,6% de los encuestados; un 49% en el rango de 18-23 años refirió que era insuficiente o casi nula. Datos paralelos se observan en el estudio de Cordón6, que señala un bajo nivel informativo sobre sexualidad en los adolescentes, demandando más información a los jóvenes para evitar malos hábitos y embarazos no deseados. Llama la atención en nuestro estudio la alta relevancia que los jóvenes dan a la sexualidad, siendo mucha-muchísima para el 80% de los chicos y el 67% de las chicas. Martín et al7 señalan que un 19% de los jóvenes demandan más información por parte del profesorado del centro educativo debido a la importancia que tiene su sexualidad como adolescentes. En el estudio de Leal y González3 el 67% de las chicas y el 64% de los chicos solicitan mayor información sexual. Para Lameiras8 el 53,5% tiene un nivel de conocimientos sexuales insuficiente. Sin embargo, en el estudio de Oraá9 el 73% de los jóvenes está bien informado.

En nuestro estudio, la edad media de la primera experiencia sexual no coital fue de 13 años en los chicos y de 15 para las chicas, siendo para Leal y González3 de 14 años en los chicos y de 15 en las chicas. En una encuesta a adolescentes10, realizada con 1.755 jóvenes argentinos, la edad media para el inicio de su sexualidad es de 15 años y para González5 el rango es de 15-19 años.

Mesa11, en su estudio con adolescentes, señala que el primer beso se da a los 14-16 años en el 46,8% de los varones y en el 60,7% de las chicas, y que el 46,8% de los varones comienza a masturbarse a los 14-16 años. En nuestro estudio vemos que se masturban el 43,6% de los chicos y solamente el 6,1% de las chicas. En el estudio Sexualidad Adolescente5, la mayoría considera normal la masturbación, practicándola a menudo en la adolescencia, con baja frecuencia en las mujeres debido a un estigma social negativo. Leal y González3 señalan los 12 años para el inicio de la masturbación masculina y 13 en las mujeres, pero en muy baja proporción.

En nuestro estudio, la edad de la primera relación sexual coital en los varones fue 15 años y 16 para las mujeres; idéntica edad para otro estudio2 (el 24,8% de los varones y el 18,6% de las mujeres).

En un estudio multicéntrico realizado en Europa12, solamente el 14,1% de los jóvenes croatas se habían iniciado en el sexo coital, cifra que se incrementa al 37,6% en el Reino Unido. Para González5, los varones se inician 1,5 años antes que las mujeres y el 42,1% de los adolescentes reconocía ser sexualmente activo a los 16 años. Según el estudio HBSC13, se observó que el 14,9% de los chicos había tenido su primera relación sexual a los 14 años, porcentaje curiosamente inferior al de las chicas a esa misma edad (22,9%), lo que se mantiene a los 16 años (el 27,6% de los varones frente al 31,3% de las mujeres). En una encuesta realizada por Gayet et al14 se informaba que el 44% de los varones y el 13% de las mujeres de entre 15 y 19 años eran sexualmente activos. Torriente et al4 refieren una edad más temprana en los jóvenes cubanos para la primera relación sexual (13-14 años), y Cordón6 extrajo una edad más tardía: varones (16,5 años) y mujeres (17,2 años). En otro estudio, la misma autora señala que un 35,3% de los encuestados había mantenido relaciones sexuales coitales. En la encuesta del INE (Instituto Nacional de Estadística)15 se observó que el 23,8% de los chicos y el 18,9% de las chicas iniciaron sus relaciones sexuales antes de los 16 años. Martín et al7 señalan que tanto los chicos como las chicas de edades comprendidas entre 15-17 años tienen su primera relación sexual, aunque también destaca un elevado porcentaje en menores de 15 años. En el estudio realizado por el Centro Joven de Anticoncepción y Sexualidad de Madrid16, el 84,8% de los adolescentes había tenido relaciones sexuales, siendo del 13,5% a los 16 años y del 18,3% a los 17 años de edad. Navarro et al10 observan que la mayoría de los participantes (73,6%) ha tenido su primera experiencia sexual entre los 15 y 18 años, sin diferencias significativas en función del género.

En cuanto al motivo que indujo a tener esa primera relación sexual coital, Leal y González3 opinan casi igual que nosotros: el amor es el motivo referido para casi la mitad de las chicas y el deseo para los chicos. Sin embargo, en la investigación de González5 el amor es la respuesta para el 36% en ambos sexos. En la encuesta del Ministerio de Sanidad2, en las mujeres de edades comprendidas entre los 16 y 20 años el amor es el motivo más predominante (41%) seguido de la necesidad de unirse y conectar con otra persona en el 33%; en cambio, para los varones los motivos se repartieron (30%) para el deseo, el amor y la necesidad de unirse a otra persona. Sin embargo, en el estudio de Mesa Gallardo et al11, el deseo (53,1%) prevalece sobre el enamoramiento (42,9%).

Al preguntar si hay riesgo de embarazo durante la menstruación, se observó un porcentaje elevado de respuestas afirmativas, lo que señala una falta de información acerca de este tema. En el estudio de Leal y González3 responden afirmativamente el 45,7% de los chicos y el 61,7% de las chicas.

En nuestro estudio se refleja la existencia de falsas creencias con relación a los atributos genitales (pene grande, pechos grandes): el 36,1% de los chicos considera que obtendría más satisfacción con un pene grande; lo mismo sucede con los pechos grandes, reflejando una diferencia muy significativa en ambos sexos (el 60,2% en los varones frente a sólo el 16,4% de las mujeres). Curiosamente, Cordón6 obtiene un porcentaje mayor en las chicas (42,5%) cuando se les pregunta si disfrutarían más con un pene grande; los chicos lo afirman en un 34%. En el estudio de Leal y González3 el 48,6% de las chicas opina que el tamaño del pene no influye, mientras la mayoría de los chicos sí cree que influye.

Señalamos que ambos sexos se sienten aconsejados por sus padres en prácticamente un 60%. Contrariamente, Leal y González3 señalan únicamente que el 17% de las chicas y el 12% de los chicos consultarían con sus padres acerca de este tema. Sobre tener relaciones sexuales, los padres las aceptan en el 27% de los chicos y únicamente en un 7,8% de las chicas, ya que temen el riesgo de embarazo.

Con relación a los distintos métodos anticonceptivos y su utilización, el más conocido es el preservativo, pero es poco usado (lo conoce el 87% y lo utiliza únicamente el 36%); la píldora anticonceptiva la utiliza el 11,5% de las chicas. Estos datos concuerdan con el estudio de Arnal y Gil Llario17, en el que solamente el 25% de los chicos y el 28,9% de las chicas utilizaban el preservativo. Torriente4 también aprecia una baja utilización del preservativo (chicos 36,5%; chicas 33,5%), superado por la píldora anticonceptiva en las jóvenes (43,5%). Gayet et al14 refieren cifras algo superiores de utilización (47,1%) y únicamente lo demandan el 15,2% de las adolescentes. En la misma línea se expresa González5, señalando una baja utilización del preservativo (25%). Sin embargo, otros estudios nacionales2 aprecian un mayor porcentaje de su utilización en los jóvenes de 16 a 24 años (57,5%). En otro estudio12 encuentran cifras de utilización de métodos anticonceptivos más elevadas (el 89% de los jóvenes griegos). En total un 13,2% de los adolescentes sexualmente activos no ha utilizado ningún método anticonceptivo, dato que se considera alarmante. Navarro et al10 concluyen que muchos jóvenes (32,8%) no utilizaron ningún método en su primera relación coital, lo que supone un riesgo de embarazo no deseado y/o un posible contagio de una ETS. Leal y González3 reflejan cifras similares a nuestro estudio: el preservativo fue utilizado por el 30,7% de los jóvenes, si bien un 6,6% de las chicas utilizan otros métodos anticonceptivos. Estos datos contrastan con otro estudio13 que muestra una mayor utilización del preservativo (el 85% de los varones y exigido por el 88% de la chicas).

El grado de conocimiento de ETS es bajo, con la única excepción del sida, enfermedad que ha afectado a gran parte de la población y con una gran repercusión mediática. Este hecho se refleja en estudios como el de Martín et al7 en los que el sida es conocido por el 95% de los adolescentes, la gonorrea por el 60%, la sífilis por el 56%; el herpes y la hepatitis B son referidos en un 49 y 40%, respectivamente. En nuestro estudio el sida es también la ETS más conocida (67,2%), le sigue la gonorrea (38,1%) y la sífilis (34,1%); el herpes genital es conocido únicamente por el 15% de nuestros adolescentes, cifra no tan baja como la señalada por Torriente4 (8%), siendo el sida conocido por el 60,5% de los jóvenes. En el estudio de Leal y González3 los jóvenes identifican el sida en un 57%; la mayoría también muestra un total desconocimiento de otras ETS, referidas en porcentajes muy bajos.

Llama la atención en nuestro estudio que el 26,4% de los chicos no acepta la homosexualidad, algo sorprendente en una sociedad tolerante como la española. González et al18 refieren que un 8,2% de los jóvenes encuestados tuvo conflictos y hasta rechazo por parte de sus compañeros al conocer su homosexualidad. Leal y González3 sostienen que los gays son peor aceptados socialmente que las lesbianas, en un 78,8%. Cuando se les pregunta si la homosexualidad está bien vista, los varones se decantan por la opción de que la homosexualidad no está socialmente bien vista en un 73,2%. En una encuesta del colectivo Lambda19 realizada a 300 adolescentes valencianos, se encontró que un 20,6% afirma no sentirse cómodos con gays y lesbianas, mientras entre las chicas se limita al 7%. Martín et al20 observaron que el 38,5% de los chicos se sentían poco cómodos en su relación personal con gays y lesbianas, frente al 9,8% de las chicas, lo que nos indica el estigma machista que todavía hay en la educación sexual de los chicos; el bajo porcentaje de rechazo por parte de las chicas es signo de la discriminación social que hasta hace pocos años ha sufrido la mujer, lo que la hace más tolerante en esta cuestión.

CONCLUSIONES

Las aportaciones ofrecidas por los participantes de este estudio revelan que es preciso aconsejar a nuestros gobernantes en la necesidad de la inclusión de una educación sexual en los centros escolares, adaptada a las edades de los alumnos, ya que todavía el nivel de información es insuficiente (utilización de internet, persistencia de falsos mitos y cierta homofobia) o quizás esa educación sea actualmente poco útil para los/ las jóvenes gallegos/as, lo que pueda traer inseguridad y la aparición de situaciones "no deseadas" a la hora de practicar el sexo, tal y como se han expresado, y se expresan, diversos estudios y encuestas21,22.

Con estos estudios se intenta que nuestros jóvenes estén suficientemente informados y formados para conseguir una sociedad que pueda disfrutar de un sexo seguro, placentero, libre y responsable.

AGRADECIMIENTOS

Nuestro agradecimiento a Joaquín Villar, Presidente de Honor de la Sociedade Galega de Sexoloxía, por su aportación a la introducción del estudio, y al miembro de la Junta Directiva, Raimundo Rodríguez, por su colaboración en la elaboración del estudio.


Correspondencia: Dr. M. Varela Salgado.

Padre Amoedo, 6, 4D. 36002 Pontevedra. España.

Correo electrónico: mandro@mundo-r.com

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