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Vol. 14. Núm. 4.
Páginas 131-136 (octubre - diciembre 2016)
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Vol. 14. Núm. 4.
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Rasgos psicopatológicos en personas con disforia de género
Psychopathological traits in people with gender dysphoria
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María Nadales-Rojasa, María Fernández-Rodríguezb,
Autor para correspondencia
maria.fernandezr@sespa.es

Autor para correspondencia.
, Patricia Guerra-Morab, Grupo GIDSEEN (Grupo de Identidad y Diferenciación Sexual de la Sociedad Española de Endocrinología)
a Servicios de Salud Mental del Principado de Asturias (SESPA)
b Unidad de Tratamiento de Identidad de Género del Principado de Asturias (UTIGPA), Centro de Salud Mental I (CSM I) La Magdalena, Hospital de San Agustín de Avilés (Área sanitaria iii), Avilés, España
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Tabla 1. Rasgos psicopatológicos de personalidad
Tabla 2. Diferencias en rasgos de personalidad en los grupos de hombre a mujer (HM) y de mujer a hombre (MH)
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Resumen
Objetivos

En primer lugar, el objetivo es evaluar los rasgos psicopatológicos en personas con disforia de género y, en segundo lugar, establecer si existen diferencias entre los grupos de hombre a mujer y de mujer a hombre.

Participantes y método

Se aplicó el Inventario clínico multiaxial de Millon (MCMI-II) a 32 sujetos con disforia de género, de los cuales 20 pertenecen al grupo de hombre a mujer y 12 al de mujer a hombre. Los participantes fueron seleccionados de forma intencional.

Resultados

No se encuentran alteraciones psicopatológicas significativas. Las puntuaciones más elevadas se obtuvieron en los rasgos esquizoide, paranoide y delirante. Hay diferencias estadísticamente significativas entre los grupos de hombre a mujer y de mujer a hombre en los patrones clínicos de la personalidad esquizoide (p = 0,012), compulsiva (p = 0,047) y autodestructiva (p = 0,040) y en el síndrome clínico de gravedad moderada abuso de alcohol (p = 0,000).

Conclusiones

Las personas con disforia de género no se caracterizan por alteraciones psicopatológicas. Los rasgos con puntuaciones más elevadas se corresponden con los señalados en estudios anteriores. Se aprecian diferencias por grupos, aunque solo en determinadas escalas.

Palabras clave:
Disforia de género
MCMI-II
Psicopatología
Rasgos de personalidad
Abstract
Objectives

Firstly, the aim is to evaluate psychopathological traits in people with gender dysphoria, and secondly, to establish if there are differences between groups of male to female and female to male.

Participants and method

The Millon clinical multiaxial inventory (MCMI-II) was applied to 32 subjects with gender dysphoria, of which 20 belong to the group of male to female and 12 to the group female to male. Participants were selected intentionally.

Results

No significant psychopathological alterations are found. The highest scores were obtained in the schizoid, paranoid and delusional traits. There are statistically significant differences between the male to female and female to male in clinical patterns of schizoid (P=.012), compulsive (P=.047) and self-destructive personality (P=.040), and in moderate clinical syndrome, abuse of alcohol (P=.000).

Conclusions

People with gender dysphoria are not characterized by psychopathological alterations. The traits with higher scores correspond with those pointed out in previous studies. Differences were appreciated between groups, but only in certain scales.

Keywords:
Gender dysphoria
MCMI-II
Psychopathology
Personality traits
Texto completo
Introducción

La quinta versión del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DEM-5) define los rasgos de personalidad como patrones persistentes del modo de percibir, pensar y relacionarse tanto con el entorno como con uno mismo, que se muestran en una amplia gama de contextos sociales y personales. Además, establece que tan solo constituyen un trastorno de la personalidad cuando los rasgos son inflexibles y desadaptativos1. El DSM-51, al igual que su versión predecesora (DEM-IV-TR)2 divide los trastornos de la personalidad en 3 grupos basándose en las similitudes descriptivas. El grupo A recoge aquellas personas que tienen un comportamiento raro o excéntrico, como son los trastornos de la personalidad esquizoide, paranoide y esquizotípico, que son reconocidos como los que revisten mayor carga psicopatológica y, por tanto, gravedad. Los trastornos de personalidad antisocial, histriónica, límite y narcisista están incluidos en el grupo B y son personas con características dramáticas, emocionales y erráticas. En último lugar, está el grupo C, donde están incluidos aquellos individuos que suelen ser temerosos o ansiosos y aglutina los trastornos de la personalidad evitativa, dependiente y obsesivo-compulsiva. Aunque esta última versión no ha modificado el criterio categorial de los trastornos de personalidad, ha incorporado en la sección III, un modelo alternativo dimensional basado en criterios de funcionamiento de personalidad y rasgos de la personalidad patológicos. Frente a la distinción categorial de rasgo presente o ausente, este modelo plantea que los rasgos de personalidad se aplican a todas las personas en diferentes grados.

Por su parte, el psicólogo estadounidense Millon, autor destacado y pionero en el estudio de la personalidad, la define como un patrón complejo de características psicológicas profundamente arraigadas, que son en su mayoría inconscientes y difíciles de modificar, y que se expresan automáticamente en casi todas las áreas de funcionamiento del individuo. Según Millon, estos rasgos intrínsecos y generales surgen de una complicada matriz de determinantes biológicos y de aprendizajes, y comprenden el patrón idiosincrásico de percibir, sentir, pensar, afrontar y comportarse de una persona3. Para Millon la personalidad normal y la patológica no son extremos opuestos, sino que forman parte de un continuo y la diferencia entre ambas radica en la capacidad de adaptación al entorno4.

El DSM-51 define la disforia de género como la incongruencia marcada entre el género sentido o expresado y el género asignado, durante al menos 6 meses. Uno de los cambios más importantes que se ha llevado a cabo con respecto a su versión predecesora, el DSM-IV-TR2, ha sido la sustitución del término trastorno de identidad de género por el de disforia de género5. Este cambio terminológico ya había sido introducido en la 7.ª versión de los estándares asistenciales de la Asociación Mundial de Profesionales para la Salud Transgénero6. En estas normas de cuidado se promueve la despatologización de las distintas expresiones de género7 y, además, se establece que la disforia de género solo alcanzaría el estatus de trastorno mental cuando por su gravedad cumpliese criterios para un diagnóstico formal6.

Los trastornos mentales asociados con mayor frecuencia a la disforia de género son los trastornos por uso de sustancias y los trastornos depresivos y ansiosos8. Los síntomas emocionales de ansiedad y depresión, según las últimas publicaciones, son más acusados en personas con disforia de género que todavía no están en tratamiento9. Estudios recientes señalan, además de los niveles altos de depresión, que un porcentaje notable de las personas con disforia de género han tenido pensamientos suicidas o intentos de suicidio10. Otras investigaciones amplían las comorbilidades e incluyen los trastornos de personalidad (narcisista, antisocial y límite), los trastornos psicosomáticos, la esquizofrenia y las conductas autodestructivas11–13. Los resultados indican que la comorbilidad es más frecuente en el grupo de hombre a mujer (HM) que en el de mujer a hombre (MH), con una mejor evolución y pronóstico en el grupo de MH14. Los trastornos de la personalidad y la esquizofrenia están asociados a una peor evolución de la disforia de género15.

Los rasgos psicopatológicos de personalidad han sido abordados en personas con disforia de género a través de distintos instrumentos. En uno de los primeros estudios realizados con una pequeña muestra y mediante el instrumento de autoinforme para diagnósticos del eje II basado en la Entrevista clínica estructurada para el DSM-III-R (SCID) reveló que los rasgos de personalidad, en personas con disforia de género, presentaban más trastorno subliminal que en el grupo control16. En la reciente investigación llevada a cabo en Andalucía, utilizando la SCID-II, se obtuvo que los rasgos de personalidad más prevalentes en personas con disforia de género son: obsesivo-compulsivo, paranoide y límite. Este grupo es comparado con un grupo control de estudiantes. Las personas con disforia de género muestran más rasgos de personalidad obsesiva-compulsiva y paranoide. Sin embargo, cuando son comparadas con la población psiquiátrica presentan menos rasgos psicopatológicos de personalidad. Hallan diferencias entre los grupos: mientras que el grupo de MH tiene más rasgos de personalidad evitativos y de depresión, en el grupo HM destacan los rasgos histriónicos y narcisistas y el trastorno de la personalidad antisocial10. En el estudio realizado en Serbia con el mismo instrumento17, encontraron que los trastornos de personalidad más prevalentes fueron paranoide y evitativo. Señalan que el grupo de HM está caracterizado por un perfil psicopatológico más severo comparado con el grupo de MH. En otra investigación en la que se empleó el Inventario de síntomas (SCL-90), se encontró un nivel relativamente bajo de psicopatología en individuos con disforia de género18. Estudios realizados con el Inventario multifásico de personalidad Minnesota-2 (MMPI-2) concluyeron que la mayoría de las personas con disforia de género no presentaban psicopatología19–23. Mientras que algunas investigaciones establecían que no había diferencias entre los grupos de HM y de MH, excepto en la escala de masculinidad-feminidad19,23, otras señalaban que el grupo de MH presentaba un funcionamiento significativamente mejor que el grupo de HM en las 3escalas clínicas22.

En el estudio realizado con el Inventario clínico multiaxial de Millon (MCMI-II) en el Departamento de Sexología del Hospital Julio de Matos de Portugal24 se intentó identificar, entre otras, las características de la estructura y los perfiles de personalidad, así como los síntomas psicopatológicos clínicos en 22 personas con disforia de género. Aunque no se obtuvieron puntuaciones que indicasen presencia de psicopatología, las medias más elevadas se hallaron en las escalas correspondientes a compulsivo, narcisista, paranoide, delirante y antisocial. En la Unidad de Tratamiento de Identidad de Género de Madrid se llevó a cabo recientemente una investigación con 121 sujetos diagnosticados de transexualismo25. Para conocer la presencia de rasgos psicopatológicos se les aplicó una batería de test que incluía el MCMI-III. Los resultados mostraron la ausencia de alteraciones psicopatológicas significativas. Las puntuaciones medias más elevadas se correspondieron con los rasgos narcisista, compulsivo, delirante, histriónico y paranoide. Por grupos, hallaron diferencias significativas en los rasgos histriónico y delirante, con una puntuación superior para el grupo de HM.

El objetivo de la presente investigación es evaluar, en primer lugar, la presencia de rasgos psicopatológicos en una muestra de personas con disforia de género y, en segundo lugar, analizar si hay diferencias entre los grupos de MH y de HM.

MétodoParticipantes

La muestra está compuesta por 32 sujetos que han solicitado consulta en la Unidad de Tratamiento de Identidad de Género del Principado de Asturias (UTIGPA) por presentar quejas de disforia de género. Pertenecen al grupo de HM 20 sujetos y 12 al de MH. El rango de edad está comprendido entre los 17 y los 52 años y la media es de 33,84 años (DE = 10,937). Los resultados de las puntuaciones en las escalas psicométricas exigen invalidar a 2 de los participantes al puntuar alto en la escala alteración. Por tanto, la muestra para el análisis de los resultados del MCMI-II quedó constituida por 30 sujetos.

Instrumento

Para valorar los rasgos psicopatológicos se utilizó el MCMI-II. A lo largo de sus 3versiones26,27 se ha convertido en uno de los instrumentos más utilizados internacionalmente para la evaluación psicopatológica28. El MCMI-II consta de 175 ítems. Los diferentes aspectos de la personalidad patológica son recogidos en 26 escalas: 4 escalas psicométricas (validez, sinceridad, deseabilidad y alteración), 10 escalas o patrones básicos de personalidad (esquizoide, fóbica, dependiente, histriónica, narcisista, antisocial, agresiva-sádica, compulsiva, pasiva-agresiva y autodestructiva-masoquista), 3 escalas de personalidad patológica o patrones graves (esquizotípica, límite y paranoide), 6 escalas de síndromes clínicos de gravedad moderada (ansiedad, histeriforme, hipomanía, distimia, abuso del alcohol y abuso de drogas) y 3 escalas de síndromes clínicos de gravedad severa (pensamiento psicótico, depresión mayor y trastorno delirante). La interpretación de los resultados de los aspectos psicopatológicos se realiza teniendo en cuenta que por debajo de 65 se considera ausencia de psicopatología, puntuaciones entre 65 y 74 se traducen como en el límite (bordeline), entre 75 y 84 indican la presencia de rasgos psicopatológicos y para puntuaciones mayores de 84 se considera que hay severidad de un trastorno26.

Procedimiento

La selección de los participantes se realizó de forma intencional. En las consultas programadas de psicología y endocrinología se les invitaba a participar en el estudio y se les transmitía la información oportuna. Tras su aceptación y firma del consentimiento informado, se les administró el MCMI-II.

Resultados

Las puntuaciones obtenidas en las 22 escalas clínicas: patrones clínicos de personalidad, patrones graves de personalidad, síndromes clínicos de gravedad moderada y síndromes graves, se presentan en la tabla 1. Los resultados reflejan que no hay puntuaciones superiores a 75, que indicarían presencia de rasgos psicopatológicos. Tres de las escalas, esquizoide, paranoide y delirante, puntúan en el rango límite (65-74) y son las puntuaciones medias más altas obtenidas. Aunque el resto de las escalas están por debajo de 65, cabe destacar los patrones de personalidad narcisista y compulsiva, que están por encima de 60, así como el patrón histriónico, con una puntuación media de 58.

Tabla 1.

Rasgos psicopatológicos de personalidad

    Media  DE 
Patrones clínicos de personalidad
Esquizoide  65,33  24,686 
Evitativa  43,70  33,72 
Dependiente  49,67  27,80 
Histriónica  58,53  24,72 
Narcisista  62,77  22,44 
6A  Antisocial  54,73  24,66 
6B  Agresiva/sádica  53,13  20,88 
Compulsiva  61,03  19,26 
8A  Pasiva/agresiva  45,93  32,43 
8B  Autodestructiva  39,83  27,90 
Patrones graves de personalidad
Esquizotípica  51,20  25,32 
Límite  33,23  24,23 
Paranoide  66,27  14,09 
Síndromes clínicos de gravedad moderada
Ansiedad  34,70  29,65 
Somatoforme  38,10  23,52 
Hipomanía  53,93  22,09 
Distimia  22,37  22,05 
Abuso de alcohol  40,10  28,99 
Abuso de drogas  48,57  24,00 
Síndromes graves
SS  Pensamiento psicótico  50,70  22,83 
CC  Depresión mayor  30,47  27,99 
PP  Trastorno delirante  67,80  17,82 

Los resultados obtenidos en el grupo de HM y en el de MH se presentan en la tabla 2. Hay diferencias estadísticamente significativas en los patrones clínicos de la personalidad esquizoide (p = 0,012), compulsiva (p = 0,047) y autodestructiva (p = 0,040) y en el síndrome clínico de gravedad moderada abuso de alcohol (p = 0,000). El grupo MH tiene una media superior a la del grupo HM en la escala esquizoide y compulsiva. Sin embargo, el grupo HM puntúa más alto en la escala autodestructiva. En la escala abuso de alcohol la puntuación es superior para el grupo HM. No se encuentran diferencias entre los grupos en ninguna escala de los patrones graves de la personalidad ni en los síndromes clínicos graves.

Tabla 2.

Diferencias en rasgos de personalidad en los grupos de hombre a mujer (HM) y de mujer a hombre (MH)

    Media (DE)Sig 
    HM  MH     
Patrones clínicos de personalidad
Esquizoide  57,11 (26,73)  77.67 (15,02)  2,687  0,012 
Evitativa  47,17 (32,76)  38,50 (35,92)  0,683  0,500 
Dependiente  57,89 (21,90)  37,33 (31,93)  1,945  0,068 
Histriónica  54,83 (28,27)  64,08 (17,89)  −1,004  0,324 
Narcisista  67,67 (24,34)  55,42 (17,70)  1,496  0,146 
6A  Antisocial  57,11 (25,23)  51,17 (24,43)  0,644  0,525 
6B  Agresiva/sádica  52,61 (24,23)  53,92 (15,54)  −0,165  0,870 
Compulsiva  55,39 (20,41)  69,50 (14,28)  −2,074  0,047 
8A  Pasiva/agresiva  51,61 (35,35)  37,42 (26,66)  1,182  0,247 
8B  Autodestructiva  48,28 (24,89)  27,17 (28,34)  2,154  0,040 
Patrones graves de personalidad
Esquizotípica  56,28 (24,47)  43,58 (25,69)  1,365  0,083 
Límite  35,83 (26,29)  29,33 (21,27)  0,714  0,481 
Paranoide  68,67 (15,27)  62,67 (11,82)  1,209  0,237 
Síndromes clínicos de gravedad moderada
Ansiedad  39,94 (29,06)  26,83 (30)  1,195  0,242 
Somatoforme  42,39 (23,23)  31,67 (23,44)  1,234  0,228 
Hipomanía  55,39 (26,34)  51,75 (14,34)  0,436  0,666 
Distimia  23,94 (24,76)  20 (18)  0,473  0,640 
Abuso de alcohol  57,78 (19,31)  13,58 (19)  6,178  0,000 
Abuso de drogas  50,67 (25,89)  45,42 (21,56)  0,580  0,567 
Síndromes graves
SS  Pensamiento psicótico  55,28 (22,17)  43,83 (23,01)  1,365  0,183 
CC  Depresión mayor  35,61 (27,54)  22,75 (28,01)  1,244  0,224 
PP  Trastorno delirante  71,44 (16,81)  62,33 (18,59)  1,394  0,174 
Conclusiones

Los resultados de nuestro estudio indican la ausencia, en general, de rasgos psicopatológicos en la muestra. Aunque no hay presencia de psicopatología, las escalas con una puntuación más elevada se corresponden con la esquizoide, paranoide y delirante, seguidas de los patrones de personalidad narcisista, compulsiva e histriónica. Si comparamos nuestros resultados con los obtenidos en la Unidad de Tratamiento de Identidad de Género de Madrid25, comprobamos que las escalas con puntuaciones más altas son similares en ambos estudios. La única diferencia radica en la mayor puntuación obtenida en la escala esquizoide en nuestro estudio. En la reciente investigación llevada a cabo en Andalucía también se señalan los rasgos compulsivos y paranoides de personalidad como los más prevalentes10. Rodriguez-Molina et al.25 relacionan las altas puntuaciones en las escalas paranoide y delirante con la posibilidad real en esta población de haber sufrido acoso y episodios de discriminación. Nuestros resultados también son similares a los presentados por el Hospital Julio de Matos de Portugal24, aunque es importante destacar que en este estudio se obtiene una alta puntuación en la escala antisocial, que no se pone de manifiesto en nuestro estudio.

Teniendo en cuenta los resultados obtenidos en los grupos HM y MH, se encuentran diferencias en el funcionamiento en los patrones clínicos de la personalidad esquizoide, compulsiva y autodestructiva y en el síndrome clínico de gravedad moderada abuso de alcohol. El grupo MH tiene una puntuación superior en la escala esquizoide y compulsiva mientras que el grupo HM tiene una puntuacion más elevada en la escala autodestructiva y en abuso de alcohol. No se encuentran diferencias entre los grupos en los patrones graves de la personalidad ni en los síndromes clínicos graves. En el estudio realizado en la unidad de Madrid25, en contraste con nuestros resultados, las diferencias por grupos se hallaron en los rasgos histriónico y delirante, con una puntuación superior para el grupo de HM. En el estudio realizado en Andalucía10, se establecen diferencias por grupos: mientras que en el grupo de MH destacan los rasgos evitativos, en el de HM destacan los rasgos de personalidad histriónica y narcisista.

Nuestra investigación apoya, por un lado, la ausencia de psicopatología en personas con disforia de género y, por otro, que existen diferencias significativas en algunos rasgos entre los grupos de HM y MH. Aun utilizando distintos instrumentos de evaluación, la mayoría de los autores señalan que la disforia de género es generalmente una condición aislada (un diagnóstico único) y, cuando se diagnostica un trastorno mental comórbido, este puede considerarse como secundario a las dificultades de adaptación inherentes a la disforia que presentan. En los distintos estudios revisados los rasgos psicopatológicos más prevalentes coinciden en su mayoría con los obtenidos en nuestro estudio. Sin embargo, aunque las investigaciones señalan que existe alguna diferencia significativa entre los grupos de HM y de MH, no son coincidentes los rasgos de personalidad en los que se encuentran tales diferencias.

Coincidimos al señalar que no parece que exista un perfil psicopatológico en personas con disforia de género25. Las funciones de los profesionales de salud mental, dentro de los equipos multidisciplinares de atención a la disforia de género, van más allá de la evaluación y establecimiento de un diagnóstico de disforia de género6: deben explorar las demandas de las personas con disforia de género con el objetivo de abordar sus necesidades a lo largo de todo el proceso. El acompañamiento, asesoramiento y apoyo psicoterapéutico, tanto a nivel individual y familiar como en contextos más amplios, mejora la satisfacción de los usuarios e incrementa la calidad asistencial.

Responsabilidades éticasProtección de personas y animales

Los autores declaran que los procedimientos seguidos se conformaron a las normas éticas del comité de experimentación humana responsable y de acuerdo con la Asociación Médica Mundial y la Declaración de Helsinki.

Confidencialidad de los datos

Los autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.

Derecho a la privacidad y consentimiento informado

Los autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

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Grupo de Identidad y Diferenciación Sexual de la SEEN (GIDSEEN): Almaraz M. C. (Andalucía), Álvarez-Diz J. A. (Asturias), Asenjo N. (Madrid), Audí L. (Cataluña), Becerra A. (Madrid), Esteva I. (Andalucía), Fernández-Rodríguez M. (Asturias), Gómez-Balaguer M. (C. Valenciana), Gómez-Gil E. (Cataluña), Hurtado F. (C. Valenciana), López-Siguero J. P. (Andalucía), Lucio M. J. (Madrid), Martínez-Tudela J. (Andalucía), Moreno-Pérez O. (C. Valenciana), Pérez-Luis J. (Canarias), Rodríguez-Molina J. M. (Madrid), Sanisidro C. (Aragón), Toni M. (Navarra), Vázquez-San Miguel F. (País Vasco), Vidal Hagemeijer Á. (Cataluña), Vidales A. (Castilla-León).

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