Nueva York, 1895
La imagen de la portada de este número dedicado a “Medicina de Urgencia” corresponde a una fotografía de una ambulancia tirada por caballos a las afueras del Bellevue Hospital de Nueva York, que data de 1895.
El término “ambulancia” proviene del verbo latino ambulare, cuyo significado es el de caminar. Se refiere a los primeros servicios médicos de guerra, donde los heridos eran trasladados en camillas de ruedas o manuales. El sentido original de la palabra fue el de “hospital que sigue a un ejército en campaña”. Así se desarrolló este servicio en torno a diferentes guerras con el fin de evacuar a los heridos del frente a los hospitales de campaña, cuando existían o a sitios como estaciones de ferrocarriles o puertos desde donde podían ser evacuados a lugares donde pudieran ser atendidos.
El primer servicio conocido de ambulancias con base en un hospital es el del Commercial Hospital (actualmente el Cincinnati General), Ohio, EE.UU. 1865. Posteriormente otros hospitales ofrecieron este servicio destacando el Bellevue Hospital de Nueva York. Este es uno de los hospitales más antiguos en Norte América, aproximadamente del 1736, vale decir cuatro años después del nacimiento de George Washington y 40 años antes de la Independencia de Norte América.
Edward Dalton, un antiguo cirujano del Ejército Federal, recibió el encargo de crear un hospital cerca de Nueva York, el Bellevue Hospital y en él organizó un servicio de ambulancias para llevar a los pacientes lo más rápido posible al hospital y con una mayor comodidad. Este servicio comenzó en 1869, y las ambulancias eran capaces de salir en 30 segundos a atender una emergencia. Estaban equipadas con equipos médicos, tablillas, bombas estomacales, Morfina y brandy. Se popularizo en tal forma que en 1870 atendía 1401 llamadas de emergencia en el año y veinte años más tarde 4392. Incluso a comienzos del siglo XX los médicos del hospital acompañaban a las ambulancias en Nueva York, atendían los pacientes en el lugar de la llamada y frecuentemente el servicio se terminaba dejando al paciente en su casa.
Nos parece una portada muy atingente, porque la Medicina de Urgencia no solo se lleva a cabo en el servicio propiamente tal, sino también en la atención extra hospitalaria, que como se expone en artículos de este número, es un elemento fundamental y muchas veces determinante en la efectividad e impacto de la atención de urgencia. Un ejemplo característico es la reanimación cardio-pulmonar fuera de los centros médicos, donde la oportuna atención pre-hospitalaria define la morbimortalidad del paciente. Esta imagen también es significativa porque refleja los cambios que han ocurrido en el tiempo, que van desde el transporte hasta la atención en los Servicios de Urgencia.