Etimológicamente, “urología” es una palabra que deriva del griego “ο¿ρο” (orina) y “λo¿íα” (logía), es decir, “estudio de la orina”. Este “estudio de la orina”, también conocido como “uroscopía” fue una práctica muy habitual desde los inicios de la medicina, realizándose tanto inspección visual de la orina, como de su sabor y olor para sacar conclusiones respecto al estado general de salud de las personas. El mismo Hipócrates escribió abundante material al respecto.
Si consideramos a la “uroscopia” como el precursor de la práctica urológica, no cabe duda que desde entonces la “urología” ha evolucionado de manera considerable. Reconocida oficialmente como una subespecialidad médico-quirúrgica en 1896, con la fundación de la Asociación Francesa de Urología, tuvo un desarrollo vertiginoso durante el Siglo XX, de la mano del gran desarrollo tecnológico que ha permitido implementar cirugías cada vez menos invasivas y con aplicación de innovadoras tecnologías, como la tecnología láser y la robótica. La urología actual se enfoca en el estudio y manejo de patologías médicas y quirúrgicas del tracto urinario masculino y femenino, incluyendo el retroperitoneo y glándulas suprarrenales, así como de las patologías que afectan a los órganos del aparato reproductor masculino.
En estos tiempos, en que el desarrollo del conocimiento avanza a una velocidad abismante, con miles de nuevas publicaciones todos los días, los artículos de revisión son un recurso muy valioso para facilitar el proceso de actualización continua de los profesionales de salud. En los últimos años han ocurrido grandes avances en la práctica urológica y es por eso que este número de la Revista Médica de Clínica Las Condes se ha pensado para ofrecer a lectores provenientes de distintas áreas de la medicina y de otras áreas de la salud, una actualización en diversos temas que involucran desde aspectos epidemiológicos hasta temas radiológicos, pasando por patologías benignas, oncológicas y también de desarrollo de nuevas tecnologías. Cabe recalcar que este número se ha centrado en la urología de adultos, pero se hacen algunos guiños a la urología pediátrica en temas como la litiasis urinaria y en un artículo especial dedicado a identificar los principales desafíos actuales que existen en la transición de un paciente urológico pediátrico hacia la adultez.
Se ha incluido en esta oportunidad una Viñeta Histórica sobre el doctor Carlos Lobo Onell, uno de los primeros urólogos chilenos, cuya contribución al desarrollo de esta especialidad es impresionante y por muchos, desconocida.
Por razones obvias, no ha sido posible abarcar en un solo número todos los temas deseados, pero ya se han revisado varios temas urológicos relacionados con salud del hombre, patologías del piso pelviano, infecciones de transmisión sexual y cáncer en números anteriores y recientes de esta misma revista, que les invitamos a revisar en el archivo disponible en la página web (http://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-clinica-las-condes-202-numeros-anteriores).
Para finalizar, quisiera agradecer a todos los autores y coautores que trabajaron arduamente en sus respectivos artículos. También a los revisores que con su anónima, generosa y desinteresada labor, permitieron incrementar la calidad de los artículos. Esperamos que este número sea un aporte para los lectores y cumpla con el objetivo de actualizarlos en los temas publicados, apoyarlos en su labor asistencial y que por supuesto, disfruten la lectura.