Editora invitada
Dra. Alessandra Cassana
PREVENCIÓN Y DIAGNÓSTICO PRECOZ DEL CÁNCER
“Más vale prevenir que curar”
El cáncer, del latín cancer (cangrejo), ha afectado a los seres humanos desde tiempos inmemoriales hasta la actualidad. El primer caso fue diagnosticado en el antiguo Egipto aproximadamente en el 3000 a.C. En 1600 a.C. fue reportado en el papiro de Edwin Smith, el manuscrito médico más antiguo del que se tiene registro, donde se describían lesiones tumorales ulceradas que “no tenían cura”. La interpretación de esta enfermedad tuvo un enfoque sobrenatural, mágico – religioso, donde ‘los dioses’ eran responsables, desde su tórpida evolución hasta la muerte de quienes la padecían.
En el siglo IV a.C., Hipócrates - el Padre de la Medicina - acuñó la palabra griega καρκίνοζ (karkinos, carcinoma en español) para referirse a “lesiones ulcerosas crónicas que se desarrollaban progresivamente y sin control, duras como el caparazón de un cangrejo y ramificadas como sus patas”. En el CorpusHippocraticum, la colección de obras atribuidas a Hipócrates, se describía el origen del cáncer a partir del desequilibrio de los cuatro humores corporales, con un exceso de “la bilis negra”. Los tratamientos, en aquel periodo, eran de origen herbolario y local y, en muchos casos, resignándose a la evolución natural de la enfermedad.
A lo largo de la historia de la humanidad, la lucha contra el cáncer se ha valido de los avances científicos propios de cada época, progresando desde la medicina medieval empírica hacia la medicina de precisión individualizada, que ha permitido prevenir, diagnosticar y tratar esta y otras patologías de forma adecuada. Actualmente, contamos con un nivel exponencial de progreso científico y tecnológico, y disponemos de herramientas como la Inteligencia Artificial que, en otras épocas, hubiera sido inimaginable aplicar en Medicina.
Con todos estos recursos, es natural cuestionarse: ¿hacia dónde deben orientarse los esfuerzos de la comunidad científica? Recordemos la famosa frase de Albert Einstein: “una persona inteligente resuelve el problema, una persona sabia lo evita”. Considerando que el cáncer es la segunda causa de morbimortalidad a nivel mundial y que, sin ninguna intervención, en los próximos 20 años se prevén 30 millones de nuevos casos; hablar de prevención, primaria y secundaria, es prioritario en un enfoque de salud integral.
Es por ello que, en este número de Revista Médica Clínica Las Condes, hacemos un llamado a la reflexión a través de artículos especiales y revisiones de diversos cánceres, en orden de incidencia mundial, con la intención principal de actualizar el conocimiento disponible a la fecha, para optimizar su prevención, diagnóstico y manejo precoz.
Investigando la efectividad del reconocimiento y destrucción de células neoplásicas por parte del sistema inmune, Suraj y Vidal hacen una revisión del uso de los inhibidores del punto de control inmune en el cáncer pulmonar de células no pequeñas en etapa temprana. Este representa el 80% de los casos y supone la primera causa de cáncer a nivel mundial en ambos sexos.
El diagnóstico precoz, la captación oportuna y el tratamiento adecuado, son imprescindibles para controlar la enfermedad. El tamizaje del cáncer colorrectal, la segunda causa de cáncer en Chile y tercera a nivel mundial, salva vidas; y actualmente contamos con múltiples biomarcadores, resultantes de análisis genéticos y epigenéticos, que están siendo validados para este fin. Por ello, quien suscribe, junto al equipo de Coloproctología de Clínica Las Condes, realizamos una actualización de las pruebas emergentes no invasivas, para detectar tempranamente lesiones preneoplásicas y neoplásicas del colon y recto, a partir de muestras de sangre, deposiciones y orina, que buscan mejorar la sensibilidad, especificidad y adherencia a los métodos de diagnóstico precoz disponibles.
En términos de prevención primaria, Rojas et al. hacen una recopilación de aquellos factores de riesgo modificables y no modificables que contribuyen al cáncer de próstata y refuerzan las recomendaciones de las principales sociedades urológicas para cribado oportuno y efectivo. Siguiendo la misma línea, Puga et al. ponen en relieve la importancia de la vacunación y tamizaje del cáncer de cérvix, enfatizando la estrategia 90-70-90 de la Organización Mundial de la Salud para lograr su reducción, sobre todo en aquellas sociedades con menores recursos de Latinoamérica y África.
El enemigo silencioso es el más letal. Una baja incidencia no implica una baja mortalidad, y es justamente lo que sucede con el cáncer de páncreas. Lembach et al. detallan exhaustivamente los grupos de riesgo, las estrategias actualmente disponibles para la detección precoz y la apuesta al futuro para el cribado de esta agresiva neoplasia. A su vez, Gallardo nos brinda información acerca del cáncer de vesícula biliar y cómo las políticas en salud implementadas en Chile, han contribuido a la reducción de su incidencia y mortalidad a nivel nacional.
Por último, las metástasis óseas son complicaciones frecuentes durante la evolución de distintas neoplasias y el dolor que pueden generar altera el estado funcional de los pacientes. En este contexto, Barrientos et al. revisan el rol de la radioterapia en su prevención, a fin de evitar el daño estructural del hueso, reducir las hospitalizaciones y ayudar a mejorar la calidad de vida.
Como dijo Bill Gates, “el tratamiento sin prevención es simplemente insostenible”, por lo que queremos agradecer a todos aquellos que contribuyeron con la elaboración de este número de la revista, cuyo objetivo principal busca brindar información actualizada y de calidad sobre las herramientas de las que disponemos actualmente para la prevención y diagnóstico precoz, todas potenciales armas en esta incansable lucha contra el cáncer.
El conocimiento es poder. Prevenir y diagnosticar a tiempo salva vidas.
Alessandra Cassana