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Inicio Revista Médica Clínica Las Condes Epilepsia en dos genios de la literatura universal
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Vol. 24. Núm. 6.
Tema central: Epilepsia
Páginas 1052-1053 (noviembre 2013)
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Epilepsia en dos genios de la literatura universal
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Miranda C. Marcelo1
Departamento de Neurología. Clínica Las Condes
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Fiodor Dostoyevski (1821-1881) y Gustave Flaubert (1821-1880) son dos maestros de la literatura universal que constituyen ejemplos de personajes que han presentado epilepsia y que han hecho notables aportes al arte. En ambos existe clara evidencia de manifestaciones clínicas de epilepsia. Fueron contemporáneos. Curiosamente casi coinciden en fechas de nacimiento y muerte.

En Dostoyevski, inmortal autor de Crimen y Castigo y Los Hermanos Karamazov, entre otras obras, la presencia de epilepsia no sólo está presente por 40 años de su vida, sino que esta experiencia de enfermedad, la traspasa a los personajes. El mejor y más conocido ejemplo es el de la novela El Idiota, en la que el Príncipe Mishkin presenta crisis convulsivas precedidas de impactantes auras. No está claro la causa ni la edad de inicio de crisis de Dostoyevski. En 1984 el destacado epileptólogo Henri Gastaut y con posterioridad otros autores han analizado las crisis de este escritor y concuerdan en la presencia de crisis parciales simples y complejas con generalización secundaria. Dostoyevski pone en boca del Príncipe Mishkin la descripción de un aura caracterizado por sensación de éxtasis: “Durante breves momentos siento tal felicidad difícil de describir. Siento una completa armonía conmigo y el mundo, y esto es tan fuerte y placentero que por un segundo de esta sensación cambiaría años o toda mi vida”.

Desde el inicio de la enfermedad, las manifestaciones se presentaron con una frecuencia que se calcula eran de una crisis de gran mal al mes; y estos episodios estuvieron presentes por un período de 35 a 40 años. Sin embargo, el origen de la epilepsia no está claro. Su hijo Alyosha murió de estatus epiléptico a los tres años, por lo que se podría plantear un componente hereditario en su epilepsia.

A pesar de esto, Dostoyevski no vio afectada su capacidad intelectual y produjo obras de gran calidad hasta el año de su muerte.

Su talento literario le permitió transcribir con tanta precisión lo que se experimenta durante una crisis epiléptica, que probablemente no existe en la historia de la Literatura no médica una descripción mejor que la que hace Dostoyevski.

Gustave Flaubert, creador no sólo de Madame Bovary (la obra que le costó un juicio por poner en el tapete el adulterio de la mujer), sino de otras valiosas obras como La Educación Sentimental, presentó crisis epilépticas desde la adolescencia. El origen de la enfermedad queda en la especulación.

Gastaut, también en un artículo publicado en 1984, analizó las características de estas crisis y menciona que se caracterizaban por inicio visual con alucinaciones visuales simples tipo fosfenos (luces) a más complejos, como fuegos de artificio. Flaubert también presentó crisis caracterizadas por fenómenos emocionales como terror, miedo y lenguaje anormal, como afasia, seguido de generalización con convulsiones tónico clónicas. Gastaut postula una lesión occipital izquierda, quizás una malformación vascular, cuya rotura haya además explicado el accidente vascular masivo que provocó la súbita muerte de Flaubert a los 59 años. Gastaut descarta la opinión descalificadora de Jean Paul Sartre, quien escribe una obra dedicada a Flaubert, El Idiota de la Familia, en que señaló que su epilepsia era psicogénica y que era un escritor bastante limitado intelectualmente. Si bien Flaubert tuvo crecientes dificultades para concretar sus obras en los últimos años de su vida, más un gran aislamiento social debido a sus crisis y ánimo depresivo, no tuvo un déficit cognitivo. Esta afirmación se basa en que logra producir obras valiosas hasta poco antes de su muerte. Las dificultades para terminar sus últimos trabajos son atribuidas a fallas en la memoria verbal y pueden deberse al consumo de bromuro, que era de primera línea para tratar la epilepsia en esos años. También con ese objetivo era común el uso de diversas otras sustancias como quinina, castóreo (una aceite derivado del castor), índigo, valeriana y mugwort que es una planta aromática. Recién en1912 se patentó el uso de fenobarbital como el primer antiepiléptico de la era moderna.

A diferencia de Dostoyevski, Flaubert no da cuenta de epilepsia en sus personajes. Más bien la información que tenemos viene de sus cartas y los registros dejados por su amante Louise Colet y su amigo Maxime Du Camp. Así, Du Camp escribe en su diario: “Flaubert en algunos episodios tomaba una extraña expresión de temor diciendo que empezaba a ver luces, a veces más complejos que relataba como fuegos de artificios. En ocasiones quedaba sin poder hablar o también confuso. También presencié varias en que daba un grito y caía con horribles movimientos de todo su cuerpo”.

Se sabe que Flaubert presentó docenas de crisis de gran mal, cientos de crisis parciales complejas (cuadros confusionales, automatismo) y miles de crisis simples visuales, y también de contenido más emocional o cognitivo.

Tanto Dostoyevski como Flaubert son ejemplos de cómo la epilepsia no ha constituido un real handicap para el logro de grandes obras de arte en individuos tan talentosos como estos escritores; y desmiente la antigua y errada creencia de que la repetición frecuente de crisis epilépticas complejas o generalizadas lleva a un daño intelectual en quienes la presentan. Dostoyevski escribió El Idiota y Los Hermanos Karamazov en períodos de gran frecuencia de crisis. Lo mismo sucedió con Flaubert cuando logra su obra maestra Madame Bovary.

Referencias bibliográficas
[1.]
Gastaut H., Gastaut Y., Broughton R..
Gustave Flaubert’s illness: a case report in evidence against the erroneous notion of psychogenic epilepsy.
Epilepsia, 25 (1984), pp. 622-637
[2.]
Arnold L.M., Baumann C.R., Siegel A.M..
Gustav Flaubert’s “nervous disease”: an autobiographic and epileptological approach.
Epilepsy Behav., 11 (2007), pp. 212-217
[3.]
Seneviratne U..
Fyodor Dostoevsky and his falling sickness: a critical analysis of seizure semiology.
Epilepsy Behav, 18 (2010), pp. 424-430
[4.]
Voskull P..
Epilepsy in Dostoevsky’s novels.
Front Neurol Neurosci., 31 (2013), pp. 195-214
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