El primer trimestre del embarazo nos ofrece el mejor momento para someter a la población embarazada general a pruebas de tamizaje para aneuploidías, síndrome hipertensivo del embarazo y restricción de crecimiento intrauterino.
La mezcla ente anamnesis obstétrica, ultrasonido entre 11-13+6 semanas (medición de la translucencia nucal, presencia del hueso nasal y ángulo facial y medición Doppler de ductus venoso, regurgitación tricuspídea e índices de pulsatilidad en las arterias uterinas más otros marcadores) y su combinación con la medición de marcadores bioquímicos plasmáticos maternos (PAPP-A, hCG-B libre, y otros). Ofrecen una sensibilidad incomparable para la pesquiza de pacientes en riesgo mayor de anormalidades cromosómicas en sus fetos, síndromes hipertensivos del embarazo severos y restricción del crecimiento intrauterino de presentación precoz y de mayor severidad.