Para María Guadalupe Ochoa Ávila, “la memoria construye, transforma, olvida. Los rituales y las conmemoraciones necesitan una voz narrativa que recuerde a las viejas generaciones e instruya a las nuevas”.
La memoria es, según la Real Academia Española, la potencia del alma por medio de la cual se retiene y recuerda el pasado. La memoria es, en el caso de La construcción de la memoria. Historias del documental mexicano, la capacidad mental que posibilita a los hombres y mujeres registrar, conservar y evocar sus experiencias a través de imágenes en movimiento. Imágenes captadas a través de la narración de una historia que intenta contar una determinada realidad social y que, no sin dificultades, podemos llamar documentales.
Guadalupe Ochoa, investigadora, documentalista y miembro de la Red Nacional de Documentalistas, coordina este libro de más de quinientas páginas –editado por la Dirección General de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (conaculta) y por el Instituto Mexicano de Cinematografía (imcine)–, a través de las cuales se despliega un denso recorrido de la historia del cine documental en México.
En La construcción de la memoria. Historias del documental mexicano, Ochoa desarrolla un debate teórico sobre la compleja definición del género y, mediante ensayos escritos por documentalistas y especialistas en el tema, a su vez se presentan historias colectivas –aquéllas referidas a los protagonistas de diversos momentos históricos del documental mexicano– e historias personales o biofilmografías, que conforman una suerte de repertorio de documentalistas mexicanos en el cual se revisa la trayectoria y obra de los realizadores emblemáticos de este género –desde los hermanos Alva y Jesús H. Abitia–, a la vez que se presenta la nueva generación de documentalistas de México –como Lucía Gajá, Everardo González, Eugenio Polgovsky y Alejandra Sánchez– cuyos trabajos comienzan a desplegarse.
La construcción de la memoria representa un “arduo esfuerzo para concentrar y comenzar a organizar la información existente sobre el documental mexicano y sus creadores: material disperso, extraviado, inédito u olvidado en los archivos de diversas instituciones”, escribe en el prólogo al libro Perla Ciuk. La periodista e investigadora refiere que el documental carecía de un espacio impreso de esta magnitud que permitiera al lector interesado obtener información sobre la historia y el desarrollo del género en sus diversas especialidades y etapas, así como de sus realizadores. “Este libro resulta un primer trazo editorial en el que la información se desglosa a manera de historias colectivas, temáticas, e historias personales estructuradas en fichas biográficas y filmográficas de cineastas que han dirigido documentales y quienes no necesariamente están dedicados sólo a este género”.
Perla Ciuk afirma que de esta recopilación “deriva una serie de reflexiones en torno a las condiciones de producción, distribución y exhibición del documental durante más de un siglo, así como los retos para lograr que pueda incrementarse su exhibición en las salas comerciales, más allá de los circuitos académicos y de festivales”.
Por su parte, Ochoa relata esta historia del documental mexicano de modo cronológico pero no lineal, ni estructurado a través de fechas que no llevan a ningún fin. Ella nos narra, mediante la memoria de las imágenes aludidas en la historia, quiénes fueron los primeros documentalistas en México; cuáles fueron sus razones para filmar y de qué forma influyó su trabajo sobre los procesos creativos de los documentalistas que siguieron. El relato envuelve los acontecimientos emblemáticos del desarrollo del género en tierras mexicanas: la llegada del cinematógrafo al país en 1896; el registro de la vida cotidiana de las élites del porfiriato; la época revolucionaria; la recreación de lo rural; el interés por filmar “lo mexicano”; los noticieros fílmicos y los documentales de perfil etnográfico, histórico, científico o militante, tanto para la televisión como para la pantalla grande, terminando el recorrido con una reflexión de Alfredo Joskowicz en torno a la formación de documentalistas en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (cuec) de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Dividido en tres secciones –“Atisbos”, “Historias Colectivas” e “Historias Personales”– el libro se adentra no sólo en la historia del cine documental, sino en la memoria de quienes lo realizan, narrando en tercera persona el cine documental en sí mismo y la historia personal de cientos de documentalistas, al tiempo que da espacio para que los propios documentalistas compartan su memoria a propósito de un determinado quehacer del cine documental. Así, la obra recopila la historia del género, desde diversos Ángulos y miradas, a través de diez ensayos de profesionales involucrados con el séptimo arte, una serie de biofilmografías con la información más destacada de quienes han dedicado su vida al documental y casi un centenar de imágenes de las cintas más representativas. Bibliografía, índice filmográfico, índice onomástico y semblanzas de los autores son otros apartados que completan la información del documental en México.
En el libro se incluyen los textos: “Atisbos: algunas historias sobre el documental mexicano”, de María Guadalupe Ochoa Ávila; “Documentalistas pioneros (1896–1916)”, de ángel Miquel; “El documental etnográfico mexicano”, de Ana Piñó Sandoval; “El documental científico en México”, de Iván Trujillo Bolio y Manuel Martínez Velázquez, y “El documental histórico en México”, de Álvaro Vázquez Mantecón.
“La Ciudad de México en los ‘cortos’. Los noticieros fílmicos y su mirada urbana”, de Ricardo Pérez Monfort; “El cine militante, necesario como el Sol y más efectivo que una aspirina: movimientos sociales en el documental mexicano de los sesenta y setenta”, de José Peguero; “Documental sobre movimientos sociales 1980–1999”, de Cristian Calónico Lucio; “Los documentales para la televisión”, de Luisa Riley, y “La formación de los documentalistas y la memoria histórica de México”, de Alfredo Joskowicz, completan los escritos de los especialistas.
Para los interesados en cine documental, ya sean documentalistas, investigadores, estudiantes o público en general, La construcción de la memoria. Historias del documental mexicano ofrece sin duda, un panorama detallado de lo que hasta el día de hoy ha sido este género audiovisual. El lector podrá reconstruir la memoria –no sólo de esta parcela del cine, sino también del país que lo produjo en distintos momentos– a través de las diversas historias narradas en este interesante, completo e innovador libro.
Socióloga y documentalista, (México). Estudios en Ciencias de la Comunicación en la Universidad Intercontinental. Licenciada en Sociología por la Universidad Nacional Autónoma de México con estudios de posgrado en Políticas Públicas para jóvenes, Universidad de Barcelona. Actualmente desempeña funciones de gestión y extensión universitaria en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la unam. Sus líneas de investigación son: medios audiovisuales, documental, uso de las imágenes para la investigación social. Entre sus últimas publicaciones destacan: La construcción social de la identidades juveniles: el rock en Tlaxcala, (2005); Fotografiándonos: derechos humanos a través de la lente (2006) y “Uso de imágenes para la investigación social” (2012).
Investigadora y docente, (México). Licenciada en Sociología por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México; maestra en Sociología Política por el Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora y doctora en Antropología por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (ciesas). Actualmente realiza su estancia posdoctoral en el Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México. Sus líneas de investigación son: estudios culturales sobre cine, historia del cine mexicano (segunda mitad del siglo XX), arte, discurso y moralidad y los fenómenos de la censura, el escándalo y la transgresión referidos a la imagen fílmica. Entre sus últimas publicaciones destacan: “Censura y escándalo” (2013); “La prohibición de la alteridad: una interpretación de las censuras de los westerns revolucionarios en México” (2013) y “Svergognare la rivoluzione. Alcune considerazioni sulla censura di La sombra del Caudillo” (2012).