¿ INTRODUCCIÓN
La ectopia congénita simple se refiere a un riñón bajo, frecuentemente pélvico en el lado que no completó su ascenso. La vascularización en estos casos procede de los vasos adyacentes y el uréter es corto a diferencia de la nefroptosis o ectopia adquirida. La prevalencia es de ocho a once casos por cada 10 000 nacidos vivos y su incidencia es de 0.05% a 0.1 % de la población. La ectopia renal cruzada es una patología de baja incidencia, que afecta más frecuentemente a varones en una proporción 2:1. La ectopia renal de izquierda a derecha es tres veces más frecuente.1 De todos los casos, 90 % se asocian con fusión; la más frecuente es la del polo superior con del riñón ectópico con el polo inferior del riñón en posición habitual. De curso habitualmente asintomático, la aparición de infecciones de vías urinarias de repetición o de clínica de uropatía obstructiva puede conducir a su hallazgo casual durante exploraciones abdominales rutinarias.2
Objetivo: Presentar el caso de un paciente que ingresó al servicio de urgencias con un cuadro de hematuria macroscópica secundaria a trauma abdominal cerrado, encontrando en el protocolo de estudio, ectopia renal cruzada con fusión más exclusión funcional.
Caso clínico: Hombre de 37 años de edad, sin antecedentes médicos de importancia. Fue atropellado por vehículo automotor, con trauma abdominal cerrado y sin atención médica inicial. A las 48 horas presentó hematuria macroscópica total, con coágulos amorfos; razón la que acudió al hospital.
Signos vitales a su ingreso: TA 110/70, frecuencia cardiaca y respiratoria de 97 y 20 por minuto, respectivamente; temperatura 37°C; consciente orientado sin compromiso cardiopulmonar, abdomen blando depresible, con peristaltismo activo, sin datos de irritación peritoneal, genitales externos sin alteraciones, extremidades integras con llenado capilar inmediato. Resultados de laboratorio con hemoglobina de 14, hematocrito de 42, plaquetas de 367 000, EGO: hemoglobina +++, eritrocitos incontables. Se realizó TC de abdomen simple y contrastada, con evidencia de riñón izquierdo en situación pélvica, con la presencia de bolsa hidronefrótica y escasa captación de medio de contraste durante la fase de eliminación; no se evidenciaron lesiones ni hematoma, motivo por el cual se manejó de manera conservadora, cediendo la hematuria espontáneamente a las 72 horas (Imágenes 1 y 2). Posteriormente se realizó gammagrama renal con ácido dietiltriaminopentaacético (DTPA como radiomarcador), cuyo informe fue: filtrado glomerular del riñón derecho 38.52 mL/minuto y del riñón izquierdo de 8.18 mL/minuto; flujo plasmático para el riñón derecho de 186.4 mL/minuto y flujo plasmático para el riñón izquierdo de 0. Angioresonancia magnética renal con evidencia de ectopia renal cruzada con fusión el polo inferior del riñón derecho con el polo superior del riñón izquierdo, asimismo se encontró que la vasculatura renal era dependiente de las ramas accesorias de la aorta y de la arteria iliaca (Imagen 3). Se le realizó nefrectomía simple izquierda transperitoneal de manera electiva a los dos meses del diagnóstico, sin complicaciones, con los riñones en situación pélvica, el riñón izquierdo ectásico con hidronefrosis intensa, así como con ectopia renal cruzada con fusión del polo inferior del riñón derecho con el polo superior del riñón izquierdo. Su evolución fue hacia la mejoría, egresándose al cuarto del posoperatorio.
Imagen 1.Tomografía computarizada de abdomen.
Imagen 2. Tomografía computarizada de abdomen que muestra la ectopia renal.
Imagen 3. Angioresonancia magnética.
¿ DISCUSIÓN
La ectopia renal cruzada es una malformación congénita poco frecuente; es el tipo de fusión más común y la segunda anomalía después de riñón en herradura. Su etiología es de origen desconocido, produciendo alteración en el ascenso del blastema metanéfrico aproxi madamente en la cuarta semana de edad gestacional. La teoría más aceptada es la presencia de arterias umbilicales aberrantes que impiden la migración cefálica del blastema metanéfrico y a consecuencia de esto la persistencia de tejido que fusiona ambas unidades renales. Múltiples configuraciones se han descrito, incluido el desplazamiento inferior y superior, riñón en forma de L y el riñón sigmoide. En la mayoría de los casos el riñón no puede ascender y se acompaña de malrotación. El reflujo vesicoureteral se asocia en 20% de los casos con ectopia renal cruzada, lo que le hace la anomalía más frecuente. Los pacientes pueden tener infecciones urinarias recurrentes que se presentan en la infancia temprana. A la fecha se han publicado 62 casos de ectopia renal cruzada con fusión, lo cual representa sólo 10% de los casos de ectopia renal; la gran mayoría son diagnosticados incidentalmente, debido a otra condición; sin embargo, se acompañan de reflujo vesicoureteral solo 30% de los casos, siendo la causa más frecuente de deterioro en la función del riñón ectópico. Independientemente del tipo de fusión encontrada, la vascularización de cada riñón es variable e impredecible.3 La irrigación del riñón ectópico es suministrada por una o más ramas de la aorta o la arteria ilíaca común. Por lo tanto, la angiografía renal preoperatoria, la angiografía por tomografía computarizada o angiografía por resonancia magnética es esencial para la planificación de la disección quirúrgica.
Correspondencia: Dr. Gerardo Fernández Noyola.
Calzada de Tlalpan 4800, Colonia Sección XVI, 14080. Delegación Tlalpan.
Teléfono: 4000-3044.