Se valora la relación entre datos sociodemográficos, personalidad y resiliencia en una muestra de 348 policías masculinos de las unidades de intervención policial (UIP) de España (N = 348) entre los 23 y los 38 años (M = 26.88, DT = 3.12). Los resultados mostraron que la edad y el nivel educativo junto con la dominancia, la escrupulosidad, perseverancia, control de los impulsos y emociones estaban muy relacionados con la resiliencia. Además, el 66% de la varianza en resiliencia vendría dado por cuatro variables: la edad y el nivel académico y el tesón y el control de las emociones. Se discute la importancia de algunas variables socio-demográficas y diferencias individuales como predictoras del nivel de resiliencia en profesionales especializados de la policía y se abren algunas vías de trabajo para el estudio de la resiliencia en otros colectivos profesionales expuestos de forma constante a situaciones de extrema adversidad.
The relationship between socio-demographic data, personality, and resilience is assessed in a sample of 348 male police intervention units (PIU) in Spain (N = 348) between 23 and 38 years (M = 26.88, SD = 3.12). The results showed that age and education, along with dominance, conscientiousness, perseverance, impulse control, and emotions were closely related to resilience. In addition, 66% of the variance in resilience would be given by four variables: age and academic level and the determination and control of emotions. The importance of some socio-demographic and individual differences as predictors of the level of resilience in specialized police professionals’ variables is discussed and some ways to work are open to the study of resilience in other professional groups constantly exposed to situations of extreme adversity.
La resiliencia (del inglés resilience) es definida como la capacidad del ser humano de “resistir” o “rehacerse” frente a los embates de la vida (Bonanno, 2004; Masten et al., 1999; Vera, Carbelo y Vecina, 2006). Es un término que proviene de la ingeniería, que la entiende como la tendencia de algunos materiales a volver a su estado natural, ser elásticos, aunque se ejerza presión sobre ellos (Contreras y Esguerra, 2006; Vázquez, Hervás y Ho, 2006). Este término se empezó a aplicar en Psicología a raíz de estudios donde se mostraba cómo determinadas personas que habían sufrido experiencias adversas o traumáticas no desarrollaban niveles de disfuncionalidad, sino que parecían desarrollar un importante crecimiento psicosocial o personal que no existía antes (Janoff-Bulman, 1992; Masten, 2001; McNally, 2003; Sánchez-Teruel, 2010; Vázquez, 2005). Las personas que no desarrollaban trastornos psicopatológicos después de una situación adversa o estresante se percibían como “anormales”. Actualmente parece ser que estas personas ponen en marcha otros recursos que les hacen más elásticas, es decir, aspectos personales, entre otros, que les hacen más resilientes (Bonanno, 2004; Luthar y Zelazo, 2003; Masten, 2001; Moreno-Jiménez, Garrosa, Corso, Boada y Rodríguez-Carvajal, 2012; Moreno-Jiménez, Garrosa-Hernández y Gálvez-Herrer, 2005; Ruiz-Párraga y López-Martínez, 2012; Sánchez-Teruel y Robles-Bello, 2012). Estos recursos parecen provenir de factores neurobiológicos (Charney, 2004; Feder, Nestler y Charney, 2009), factores psicosociales (Alim et al., 2008; Becoña, 2006; Oliva, Jiménez, Parra y Sánchez-Queija, 2008; A. Salgado, 2005) o de carácter epigenético (Autry y Monteggia, 2009) que promueven un mayor o menor nivel de resiliencia ante determinadas situaciones difíciles.
Así, dentro del ámbito psicosocial de la resiliencia, una de las cuestiones que más interés sigue despertando es la determinación de los factores que la promueven y cómo se estructuran dichos factores (Bonanno, Westphal y Mancini, 2012). En particular, parece ser que el nivel de resiliencia varía según algunos aspectos socio-demográficos, entre ellos la edad y el nivel educativo; es decir, a mayor edad y mayor nivel educativo mayor nivel de resiliencia (Lundman, Strandberg, Eisemann, Gustafson y Brulin 2007; Portzky, Qagnild, De Bacquer y Audenaert, 2010). También el estado civil, en particular estar casado, parece tener cierta relación con la alta resiliencia (Pole, Kulkarni, Bernstein y Kaufmann 2006). Además, algunos estudios entienden la resiliencia en función de determinados rasgos de personalidad, entre otros aspectos, que favorecen las respuestas adaptativas después de haber sufrido situaciones estresantes o adversas (Campbell-Sill, Cohan y Stein, 2006; Fernández-Lansac y Crespo, 2011; Herman et al., 2011). Esta perspectiva se basa en estudios previos, que mostraron que algunos rasgos de la personalidad podrían estar en la base de la alta resiliencia (Friborg, Barlaug, Martinussen, Rosenvinge y Hjemdal, 2005; Kobasa, 1979, 1982).
Por otro lado, existe una importante literatura internacional donde se analiza el impacto de las situaciones traumáticas constantes en algunos colectivos profesionales (Bartone, Roland, Picano y Williams, 2008; Bos, Mol, Visser y Frings-Dresen, 2004; Niculitâ, 2013; Slottje et al., 2007; Whealin et al., 2013). También en España existen estudios donde se analiza el impacto de situaciones de alto riesgo o incidentes críticos en diversos colectivos como militares, bomberos o policías (Miralles y Cano, 2009; Morales-Manrique y Valderrama-Zurián, 2012). En concreto, el colectivo de policías, por su exposición a situaciones adversas, sería especialmente susceptible de sufrir alteraciones psicopatológicas (Liberman et al., 2002; Maia et al., 2007). De hecho, la mayoría de estudios sobre el colectivo policial se ha centrado en los factores de riesgo para el desarrollo de estrés postraumático, burnout, depresión o ansiedad, es decir, se han centrado en los policías que desarrollan algún tipo de psicopatología (Wang et al., 2010). Así, el hecho de que algunas personas no desarrollen psicopatología no impide que las experiencias traumáticas pueden dar lugar a otros resultados, sólo que los resultados positivos también merecen cierto reconocimiento y atención (Burke, Shakespeare-Finch, Paton y Ryan, 2006; Hennig-Fast et al., 2009). En esta línea parecen existir otros policías con altos niveles de resiliencia ante trastornos psicopatológicos, aunque se vean expuestos a acontecimientos críticos y adversos en su quehacer profesional (Marmar et al., 2006; Paton et al., 2008; Pole et al., 2006). Sin embargo, este aspecto en el colectivo policial arroja resultados ambiguos, lo que hace difícil valorar qué factores promueven un mayor o menor grado de resiliencia en estos profesionales (Martin, Marchand, Boyer y Martin, 2009).
Algunos estudios parecen mostrar que existe una especie de “personalidad policial” que los hace diferentes a la población general, pero a la vez muestra la existencia de diferencias individuales en el propio colectivo de policías (Abrahamsen, 2006). Dentro de esta perspectiva todavía se discute si en estos funcionarios el nivel de resiliencia mayor o menor puede venir originado porque determinadas personas con rasgos de carácter específicos elijan esta profesión (Burke et al., 2006; Pole et al., 2006), porque sean sometidos a diversas pruebas de entrenamiento que incrementan determinados factores de personalidad positivos (Berges, 2011; Forero, Gallardo-Pujol, Maydeu-Olivares y Andrés-Pueyo, 2009; Le et al., 2011; Smith y Charles, 2013), porque la exposición a determinados incidentes críticos les haga más o menos resilientes (Garbarino, Chiorri, Magnavita, Piattino y Cuomo, 2012; Ortega, Brenner y Leather, 2007) o por una variedad de factores relacionados con la autoselección, la selección posterior durante el entrenamiento y la exposición a situaciones difíciles en el servicio activo (Abrahamsen y Strype, 2010). Lo que sí parece ofrecer un mayor nivel de consenso es que los rasgos de personalidad podrían influir en el nivel de resiliencia ante las consecuencias negativas de situaciones adversas o críticas (De la Fuente, Aguayo, Vargas y Cañadas de la Fuente, 2013; Galatzer-Levy, Madan, Neylan, Henn-Haase y Marmar 2011)
De hecho, los estudios sobre personalidad en policías parecen mostrar que presentan una alta estabilidad emocional, incluso en situaciones de riesgo o traumáticas (Martínez-Arias y de Puelles-Casenave, 2011; Pole et al., 2006). Otras investigaciones han planteado que el lo-cus externo implicado en un rasgo de personalidad denominado escrupulosidad es clave para que se de un alto nivel de crecimiento postraumático (Costa y McCrae, 2003; Burke et al., 2006). También en policías el bajo neuroticismo y la alta flexibilidad psicológica se ha asociado a una mayor resiliencia al agotamiento emocional (García-Izquierdo, Ramos-Villagrasa y García-Izquierdo, 2009; Kashdan, 2010). Otros estudios han planteado que los policías que presentan bajo cinismo incrementan su nivel de resiliencia ante el síndrome del burnout (Dantzker y Freeberg, 2003; Martinussen, Richardsen y Burke, 2007). También se ha demostrado que la agradabilidad, la extraversión y la escrupulosidad podrían ser variables moduladoras del síndrome de burnout en policías (De la Fuente et al., 2013). Sin embargo, se han encontrado pocos estudios donde se haya valorado qué rasgos de personalidad concretos se relacionan con la resiliencia en este colectivo (Gomà-i-Freixanet y Wismeijer, 2002; Peres et al., 2011; Pietrzak et al., 2014).
En esta investigación se propone analizar en policías de una unidad especial si los aspectos socio-demográficos, junto a los rasgos de personalidad, están relacionados con el nivel de resiliencia en este colectivo. En particular, como primera hipótesis se espera que la edad en los policías esté relacionada con la resiliencia. Como segunda hipótesis se plantea que el nivel educativo esté relacionado con la resiliencia. La tercera hipótesis espera que los policías casados sean mucho más resilientes que los policías con otro estado civil. La cuarta hipótesis plantea que se obtendrán asociaciones estadísticamente significativas en las dimensiones y subdimensiones de la personalidad y la resiliencia. Por último, la quinta hipótesis plantea que la resiliencia será explicada en mayor medida por factores epigenéticos, en particular por la combinación de aspectos socio-demográficos y de personalidad.
MétodoParticipantesEn España, dentro del Cuerpo Nacional de la Policía se encuentran diversos grupos especiales, entre ellos las Unidades de Intervención Policial-UIP, que realizan un trabajo considerado como altamente estresante y peligroso (Boletín Oficial del Estado-BOE, 1986; Chen et al., 2006; Martin et al., 2009). Además, las UIP apoyan a otras unidades especiales de la policía nacional que luchan contra el terrorismo, crimen organizado, el narcotráfico, los secuestros y la violencia doméstica, acontecimientos todos ellos que pueden atentar contra su propia vida o contra la vida de algún compañero (Berg, Hem, Lau y Ekeberg, 2006; BOE, 2012; Vuorensyrjä y Mälkiä, 2011). La muestra, intencional y no probabilística, estuvo constituida por un total de 348 funcionarios de la policía de España (todos hombres) pertenecientes a la Unidad de Intervención Policial (UIP) y que provenían de diversas comunidades autónomas. El rango de edad estuvo comprendido entre los 23 y los 38 años (M = 29.06, DT = 2.89). La participación fue voluntaria y con consentimiento firmado por el propio participante. Todos fueron debidamente informados acerca de las características de la investigación.
Instrumentos de evaluaciónHoja de datos sociodemográficos (confeccionada para esta investigación). En ella cada participante reflejaba su edad, nivel de ingresos (bajo, medio, alto), así como el estado civil (soltero, casado, divorciado/separado, pareja de hecho, viudo), si el participante vivía solo o acompañado, si tenía pareja o no y el nivel de estudios (básicos, grado medio, grado superior, diplomatura, licenciatura universitaria o doctorado). Se decidió valorar los datos socio-demográficos que eran de interés para el objeto de esta investigación y algunos otros.
Escala de Resiliencia (ER). Desarrollada inicialmente por Wagnild y Young (1993) en Estados Unidos. La resiliencia para estos autores es considerada como una característica de personalidad positiva que permite la adaptación del individuo a situaciones adversas. Wagnild (2009) realizó una revisión de 12 estudios, en los que se utilizaba la Escala de Resiliencia de Wagnild y Young (1993), encontrando un coeficiente alfa de Cronbach que variaba entre .72 y .92, confirmando la fiabilidad y consistencia interna de esa escala. La escala original en su versión de 25 ítems ha sido traducida al italiano (Girtler et al., 2010), al ruso (Aroian, Schappler-Morris, Neary, Spitzer y Tran, 1997), al sueco (Nygren, Randström, Lejonklou y Lundman, 2004) y al holandés (Portzky et al., 2010.). La ER en español utilizada en este estudio fue la de Rodríguez et al. (2009), aunque existe una adaptación previa al español en mujeres hispanohablantes que residían en Estados Unidos (Heilemann, Lee y Kury, 2003). El hecho de que la muestra de esta investigación estuviese constituida exclusivamente por hombres invalidaba la utilización de esta adaptación en la presente investigación. La ER en español de Rodríguez et al. (2009) consta de 25 ítems con un sistema de respuesta tipo Likert que oscilan entre 1=totalmente en desacuerdo y 7 = totalmente de acuerdo. A mayor puntuación mayores niveles de resiliencia. La puntuación total se obtiene por la suma de las puntuaciones de la escala y los valores oscilan entre 25 y 175 puntos. La escala original en inglés presenta una fiabilidad α = .92 y la escala utilizada en español presenta una adecuada fiabilidad α = .72 (Nunnally, 1978).
Big Five Questionnaire (BFQ) (Caprara, Barabaraneli y Borgogni, 1994). Ha sido adaptado al español por Bermúdez-Moreno y el equipo técnico de TEA (2001). Consta de 132 ítems que identifican las cinco dimensiones fundamentales de la personalidad humana: E = energía A= Afabilidad, T = tesón, EE = estabilidad emocional y AM = apertura mental, así como las subdimensiones Di = dinamismo, Do = dominancia, Cp = cooperación, Co = cordialidad, Es = escrupulosidad, Ee = perseverancia, Ce = control de las emociones, Ci = control de los impulso, Ac = apertura a la cultura y Ae = apertura a la experiencia, incorporando además una escala para medir la deseabilidad social (D). Algunos estudios han demostrado la utilidad del modelo de los “cinco grandes” para ser aplicados en diversos contextos personales y profesionales (Clarke y Robertson, 2005; Linehan, 1993; Salgado, 1998). De hecho, este modelo es un excelente predictor del desempeño ocupacional, del éxito en el aprovechamiento de la formación, del liderazgo y de muchos otros criterios relevantes para las organizaciones (J. F. Salgado, 2005a,b). Según sus autores, el Cuestionario Big Five presenta unos índices de fiabilidad alfa de Cronbach entre .73 y .87 y validez de constructo de .64. Así, tal y como plantea Nunnally (1978), una fiabilidad de .60 es suficiente para fines de investigación.
ProcedimientoEste artículo plantea un estudio correlacional de tipo transversal. Los participantes de este estudio fueron reclutados a lo largo del año 2011 en el centro para la formación de unidades especializadas del Cuerpo Nacional de Policía ubicado en el sur de España. Se solicitaron los permisos correspondientes, tanto a mandos intermedios como a mandos superiores del Cuerpo Nacional de Policía. Tras el visto bueno se realizaron las pruebas. Los participantes firmaron el consentimiento informado donde se plasmaba su deseo de participar en esta investigación y su consentimiento.
ResultadosPara detectar la existencia de relaciones entre las variables sociodemográficas y el nivel de resiliencia, se calculó chi-cuadrado o correlaciones de Pearson, según el tipo de variable, cualitativa o cuantitativa. Cuando se trataba de analizar la asociación entre variable cualitativa y cuantitativa, si la cualitativa era dicotómica se utilizó la t Student y si era politómica se utilizó un ANOVA. Para analizar la existencia de relaciones entre factores socio-demográficos, personalidad y la resiliencia se calcularon en primera instancia coeficientes de correlación de Pearson, el tamaño del efecto (η2) y la potencia. Posteriormente se realizó un análisis de regresión múltiple, donde la variable dependiente sería la resiliencia y la variable independiente serían las variables sociodemográficas y las dimensiones y subdimensiones de la personalidad. El nivel de significación requerido en todas las pruebas ha sido de p ≤ .05, p ≤ .01 o p ≤ .001. Todo el análisis de los datos se ha realizado mediante el paquete SPSS versión 22.0.
Respecto a la descripción de la muestra, según las variables sociodemográficas (tabla 1) casi la mitad de los policías estaban solteros (159-45.7%) o casados (126-36.2%), más de la mitad tenían estudios de grado medio (227-65.2%) o básicos (94-27%), la mayoría vivían acompañados (247-70.1%), la mayoría percibían su nivel de ingresos como medio (311-89.4%) y tenían pareja (263-75.6%) en el momento de participar en este estudio. Además, se comprobó una relación estadísticamente significativa entre la edad y el nivel de resiliencia de los participantes (r = .70, p < .001), así como entre el nivel educativo y la resiliencia (F4, 347 = 20.17, p < .001). Para el resto de variables sociodemográficas no existía relación con resiliencia. Esto confirma la primera y segunda hipótesis planteada, referida a que la edad y el nivel educativo correlacionan con resiliencia, aunque no la tercera hipótesis planteada, referida a que a los policías casados seas más resilientes que los de otro estado civil.
Resumen datos socio-demograficos y relacion con resiliencia
Variables socio-demográficas | TOT | % | Estadístico contraste | p | |
Estado civil | Solteros | 159 | 45.7 | 1.81a | .93 |
Casados | 126 | 36.2 | |||
Separados/divorciados | 63 | 18.1 | |||
Viudos | 0 | 0 | |||
Pareja de hecho | 0 | 0 | |||
Nivel ingresos | Bajo | 37 | 10.6 | 2.56a | .11 |
Medio | 311 | 89.4 | |||
Alto | 0 | 0 | |||
Nivel académico | Básicos | 94 | 27 | 20.17a | .00*** |
Grado medio | 227 | 65.2 | |||
Grado superior | 4 | 1.1 | |||
Diplomatura | 17 | 4.9 | |||
Licenciatura | 6 | 1.7 | |||
D.E.A./Doctorado | 0 | ||||
Vive solo/acompañado | Solo | 101 | 29 | 0.01b | .75 |
Acompañado | 247 | 70.1 | |||
Tiene pareja | Si | 263 | 75.6 | 0.04b | .42 |
No | 85 | 24.4 | |||
Total | 348 | 100% |
aANOVA (F), bt de Student, *p < .001
Respecto a las asociaciones entre variables, se detectan varias asociaciones entre algunos rasgos de personalidad y la resiliencia (tabla 2). En particular, existe una correlación moderada entre la dimensión energía (E) y resiliencia (r = .67, p < .01), pero con un importante tamaño del efecto (η2 = .84) y una intensa potencia del contraste (.95). También se detecta una alta asociación entre tesón (T) y resiliencia (r= .74, p < .01) y un importante tamaño del efecto (η2 = .87) e intensa potencia (.98), al igual que con la dimensión de personalidad denominada estabilidad emocional (EE), en la que se detecta una alta correlación con resiliencia (r = .98, p < .01), con un destacado tamaño del efecto (η2 = .93) y potencia (1.00).
Descriptivos y asociacion entre resiliencia y dimensiones de personalidad
Dimensión | Media | DT | r | p | η2 | Potencia |
E | 98.38 | 25.57 | .67 | .000*** | .84 | .95 |
A | 81.72 | 25.81 | .19 | .836 | .21 | .27 |
T | 99.10 | 26.66 | .74 | .000*** | .87 | .98 |
EE | 96.47 | 61.65 | .98 | .000*** | .93 | 1.00 |
AM | 80.21 | 27.66 | .45 | .115 | .11 | .10 |
D | 56.12 | 2.89 | --- | --- | --- | ---- |
Nota. E = energia, A = afabilidad, T = teson, EE = estabilidad emocional, AM =
apertura mental, D = sinceridad.
r = correlacion de Pearson, η2 = eta cuadrado (tamano del efecto).
***p < .001
Los resultados referidos a la asociación entre las subdimensiones de la personalidad y la resiliencia también han encontrado relaciones de interés (tabla 3). En particular, la subdimensión dominancia (Do) presenta una moderada correlación con resiliencia en este colectivo de policías nacionales (r = .66, p < .01, η2 = .91, potencia = .96). Tam-bién escrupulosidad (Es) presenta un alto nivel de asociación con resiliencia (r = .97, p < .01), con un alto tamaño del efecto (η2 = .91) y una adecuada potencia (.98). Perseverancia (Ee) presenta un alto nivel de asociación con resiliencia (r = .89, p < .01), con un tamaño del efecto adecuado (η2 = .75) y una potencia (.87). Respecto al control de emociones (Ce) (r = .98, p < .01, η2 = .87, potencia = .99) y control de los Impulsos (Ci) (r = .87, p < .01, η2 = .93, potencia = 1.00) se detecta una intensa asociación con resiliencia. Por lo tanto, se confirma la cuarta hipótesis de este estudio, que planteaba asociaciones estadísticamente significativas en las dimensiones y subdimensiones de la personalidad y la resiliencia en esta muestra de policías nacionales.
Descriptivos y asociacion entre resiliencia y subdimensiones de personalidad
Dimensión | Subdimensión | Media | DT | r | p | η2 | Potencia |
E | Di | 22.59 | 9.31 | .15 | .33 | .24 | .21 |
Do | 48.15 | 6.82 | .66 | .00*** | .91 | .96 | |
A | Cp | 26.12 | 9.41 | .22 | .12 | .02 | .24 |
Co | 19.45 | 7.89 | .17 | .56 | .14 | .22 | |
T | Es | 49.45 | 6.22 | .97 | .00*** | .91 | .98 |
Ee | 50,15 | 8,24 | .89 | .00*** | .75 | .87 | |
EE | Ce | 48,16 | 9,84 | .98 | .00*** | .87 | .99 |
Ci | 55.20 | 3.84 | .87 | .00*** | .93 | 1.00 | |
AM | Ac | 16.29 | 8.75 | .19 | .47 | .23 | .12 |
Ae | 27.14 | 9,27 | .22 | .11 | .33 | .31 |
Nota. E = energia, A = afabilidad, T = teson, Ee = estabilidad emocional, AM = apertura mental, Di = dinamismo, Do = dominancia, Cp = cooperacion, Co = cordialidad, Es = escrupulosidad, Ee = perseverancia, Ce = control de las emociones, Ci = control de los impulsos, Ac = apertura a la cultura, Ae = apertura a la experiencia.
r = correlacion de Pearson, η2 = eta cuadrado (tamano del efecto).
***p < .001
Respecto a la quinta hipótesis se realizó un análisis de regresión múltiple de pasos hacia delante (criterios: probabilidad de F para entrar ≤ .05, probabilidad de F para eliminar ≥ .10) para determinar los efectos principales de todas las variables independientes (sociodemográficas, dimensiones y subdimensiones de personalidad) sobre la resiliencia (VD). Los efectos de la multicolinealidad fueron controlados en el análisis de regresión estandarizando las variables independientes (Aiken y West, 1991). Del análisis de las interacciones entre las variables (tabla 4) se comprueba que se producen interacciones entre algunos aspectos sociodemográficos (edad y nivel académico) y la dimensión de la personalidad teson (T) y la suddimensión control de las emociones (Ce) y resiliencia, confirmando la última hipótesis del estudio. En la ecuación se establecieron cuatro pasos en los que sucesivamente se fueron añadiendo las diferentes variables independientes estandarizadas: en primer lugar, las variables socio-demográficas para comprobar su posible influencia, seguidamente las cinco dimensiones de personalidad, a continuación las subdimensiones de personalidad y, por último, las interacciones entre todas variables independientes. Los resultados, que se muestran en la tabla 4, presentan una ecuación de regresión en el cuarto paso con cuatro variables: edad (β = .58, p < .001), estudios (β = .34, p < .001), tesón (β = .28, p <. 001) y control de las emociones (β = .20, p <.001) y que en su conjunto explican el 66% de la varianza (R2ajustada= .66).
Modelo predictivo para el criterio de resiliencia (incluyendo variables sociodemograficas)
Modelo y variables | R2 | R2ajust | Cambio de R2 | β | p |
1 edad | .49 | .49 | .49 | .70 | .00*** |
2 | .63 | .63 | .13 | .00*** | |
Edad | .67 | ||||
Nivel académico | .37 | ||||
3 | .66 | .65 | .04 | .00*** | |
Edad | .58 | ||||
Nivel académico | .34 | ||||
Tesón | .21 | ||||
4 | .67 | .66 | .01 | .00*** | |
Edad | .58 | ||||
Nivel académico | .34 | ||||
Tesón | .28 | ||||
Control de las emociones | .20 |
***p < .001.
El objetivo del presente estudio era analizar las relaciones entre variables sociodemográficas y de personalidad con la resiliencia en una muestra de unidades especiales de la Policía Nacional de España. La investigación que relaciona personalidad y resiliencia en general se ha centrado en diferentes características individuales sin fundamentarse en un modelo de personalidad concreto que pueda pronosticar la resiliencia. Además, existen pocas investigaciones sobre resiliencia centradas en población no clínica expuesta de forma constante a situaciones adversas y traumáticas. En este artículo se ha utilizado el modelo de los cinco grandes factores en un colectivo profesional poco estudiado en nuestro país.
Este estudio vino a corroborar los resultados ofrecidos por algún estudio descriptivo y trasversal de carácter nacional sobre esta población concreta en lo referido a variables socio-demográficas (Martínez-Arias y de Puelles-Casenave, 2011). Así, la muestra de este estudio se caracterizaba por tener un rango de edad entre los 23 y 38 años, donde la mayoría de los policías eran solteros, consideraban que su nivel de ingresos era medio, tenían pareja y vivían acompañados y casi un 92.2% de ellos tenían o estudios básicos o de grado medio.
Del análisis de las correlaciones se desprende que la resiliencia se relaciona con la edad y el nivel educativo en esta muestra de policías. Esto vino a confirmar resultados previos que mostraban que en colectivos profesionales la edad podría ser una variable moduladora del nivel de resiliencia (Rodríguez et al., 2009). Estos datos podrían ser explicados por la consideración de la resiliencia como un proceso dinámico que se desarrolla a lo largo de toda la vida. De hecho, muchas investigaciones previas ya consideraban la edad como una variable a tener muy en cuenta cuando se medía la resiliencia en una población concreta (Damasio, Borsa y da Silva, 2011; Lundman et al., 2007; Portzky et al., 2010). Así, también la resiliencia podría estar modulada por el nivel académico, pudiendo estar implicadas determinadas habilidades cognitivas, tal y como ya lo han demostrado estudios previos con neuroimagen (Peres et al., 2011). Por otro lado, en esta investigación el estado civil, y en concreto estar casado, no parece estar asociado con la resiliencia, al contrario de lo que han mostrado estudios anteriores (Pole et al., 2006). Este hecho podría ser explicado por el alto riesgo profesional de los participantes de la Unidades de Intervención Policial (UIP), así como su movilidad geográfica constante, lo que hace difícil mantener relaciones personales estables.
Los resultados encontrados en este estudio confirman la idea de que algunos rasgos de la personalidad están relacionados con la resiliencia, al igual que investigaciones anteriores (Fernández-Lansac y Crespo, 2011; Friborg et al., 2005; Herman et al., 2011). De hecho, este estudio muestra que en policías de las UIP la energía, el tesón y la estabilidad emocional están muy relacionados con la resiliencia; más específicamente la dominancia, la escrupulosidad y perseverancia y el control de los impulsos y emociones son las subdimensiones que se encuentran relacionadas con resiliencia, tal y como han concluido otros autores en estudios con estos funcionarios (Burke et al., 2006; Chen et al., 2006; De la Fuente et al., 2013; Garbarino et al., 2012; Pole et al., 2006; Pietrzak et al., 2014). Parece ser entonces que las correlaciones positivas y significativas entre estas subdimensiones y la resiliencia podrían plantear que la capacidad para imponerse y sobresalir, el ser ordenado, meticuloso, con tenacidad en las actividades emprendidas, ser capaz de controlar las emociones en situaciones de tensión y de mantener el propio control en situaciones de riesgo son rasgos de personalidad que están asociados a la resiliencia en este colectivo profesional. Estos rasgos de carácter podrían explicarse por aspectos tales como la autoselección profesional o también podrían ser rasgos potenciados durante la fase de entrenamiento o durante la realización del servicio activo o una combinación de todas estas situaciones, tal y como han planteado estudios anteriores (Abrahamsen y Strype, 2010). De hecho ya se ha demostrado que la resiliencia es un proceso dinámico, con un carácter evidentemente epigenético, y en esta muestra de policías así parece evidenciarse (Bonanno et al., 2012; Franklin, Saab y Mansuy, 2012; Luthar y Zelazo, 2003). En esta línea, los resultados del análisis de regresión múltiple realizados en este artículo muestran que el modelo más predictivo, y que explica el 66% de la varianza en resiliencia, vendría dado por cuatro variables: la edad y el nivel académico como variables socio-demográficas y el tesón y el control de las emociones como rasgos de personalidad. Esto está en la línea de estudios nacionales e internacionales que han demostrado que el control de las emociones y la capacidad de autorregulación son algunas de las características de personalidad que hacen más resiliente a este colectivo profesional (Burke et al., 2006; Chen et al., 2006; Martínez-Arias y de Puelles-Casenave, 2011). Pero además, los miembros de las unidades de intervención policial, como unidades especiales de la policía, son entrenados primero para ser policías nacionales y posteriormente para pertenecer a unidades especiales. Este doble entrenamiento centrado en rasgos de personalidad positivos podría estar en la base de la alta resiliencia en este colectivo profesional y a su vez podría explicar que estos rasgos de personalidad puedan ser entrenados para promover resiliencia ante situaciones traumáticas o adversas en esta muestra de policías o en cualquier otro cuerpo de seguridad del Estado que sea expuesto a incidentes críticos o situaciones adversas constantes, tal y como han planteado investigaciones previas (Bonanno, 2004; Galatzer-Levy et al., 2011; Garbarino et al., 2012; Pietrzak et al., 2014), unas de carácter longitudinal (Pole et al., 2006) y otras basadas en estudios con neuroimagen (Peres et al., 2011).
El estudio actual presenta algunas limitaciones que podrían ser consideradas como líneas de investigación para futuros profesionales e investigadores. En este sentido, el hecho de que la muestra esté constituida solo por hombres puede contemplarse como una limitación sobre una variable que podría ser de interés para la resiliencia. Sin embargo, estudios previos han encontrado que aunque los niveles de resiliencia se incrementan con la edad no presentan relación con el género (Lundman et al., 2007; Nishi, Uehara, Kondo y Matsuoka, 2010; Portzky et al., 2010; Wagnild, 2010). Independientemente de estos resultados, podría ser de interés realizar estudios sobre personalidad y resiliencia con muestras diversas de profesionales (mujeres y hombres) pertenecientes a los cuerpos de seguridad del Estado para comprobar resultados anteriores en este colectivo profesional concreto.
En línea con lo anterior, otra limitación de este estudio podría ser que todos los participantes pertenecían a las Unidades de Intervención Policial del Cuerpo Nacional de la Policía. Podría ser interesante contrastar los resultados de este estudio en otros cuerpos de seguridad del Estado (Grupo Especial de Operaciones-GEO, Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos -TEDAX-NRBQ, Grupo de Operaciones Especiales -GOE, etc.) o con otros profesionales que son expuestos a situaciones adversas constantes como algunos grupos de élite del Ministerio de Defensa (militares, Guardia Civil, etc.). Sin embargo, la propia administración militar y de seguridad nacional dificulta los estudios sobre estos colectivos por investigadores externos, lo que justifica la falta de resultados con suficientes garantías de validez y fiabilidad sobre esta población.
De hecho, otra limitación del presente estudio es la falta de información previa sobre cuáles son las características de personalidad relacionadas con resiliencia en unidades de intervención policial en España. La mayoría de estudios experimentales son internacionales (Berg et al., 2006; Ortega et al., 2007) mientras que los estudios españoles son revisiones (Morales-Manrique y Valderrama-Zurián, 2012; Yagüe, 1994) o están centrados en otros profesionales (Berges, 2011; Gil-Monte y Moreno-Jiménez, 2007). De hecho, los factores culturales parecen tener cierta influencia sobre la resiliencia de estos profesionales según países y territorios (Whealin et al., 2013). Esto plantea la necesidad de una mayor investigación en nuestro país sobre este colectivo profesional para poder replicar los resultados obtenidos en este estudio, que podrían servir para mejorar los procesos de selección, el desempeño laboral y la salud mental de estos profesionales españoles.
Además, otra limitación de este estudio es que los datos recogidos provienen exclusivamente de pruebas de autoinforme, no validados en esta población profesional. La utilización de este tipo de instrumentos de medida puede provocar un sesgo en la respuesta de los participantes, exacerbar la varianza común y aumentar artificialmente las correlaciones entre variables (Podsakoff, Mcackenzie, Lee y Podsakoff, 2003; Spector, 2006). Finalmente, añadir que se ha utilizado un diseño transversal en la recogida de datos. También es cierto que este tipo de diseño es usual en los estudios sobre organizaciones profesionales. Las limitaciones de los datos de autoinforme y de los diseños transversales llaman la atención sobre la necesidad de diseños longitudinales, que ofrecen indudables ventajas (Taris y Kompier, 2003). La utilización de estudios longitudinales, el uso de información objetiva y subjetiva y la aplicación de técnicas estadísticas que permitan identificar la dirección y magnitud de las relaciones causales entre variables facilitarán una mejor comprensión de la resiliencia en este colectivo profesional.
Se considera un logro importante en esta investigación la evaluación de la personalidad y la resiliencia en esta población poco estudiada y más concretamente en una de las unidades especiales de la Policía Nacional de España, ya que los autores han encontrado sólo algunos estudios españoles donde se evaluaba personalidad (De la Fuente et al., 2013; Forero et al., 2009; Gomà-i-Freixanet y Wismeijer, 2002; Gorriti y Irusta, 1997; Moreno, Morett, Rodríguez y Morante, 2006), pero ninguno sobre la asociación entre personalidad y resiliencia en unidades especiales de élite de la Policía Nacional.
Conflicto de interesesLos autores de este artículo declaran que no tienen ningún conflicto de intereses.
AgradecimientosLos autores agradecen la participación de las Unidades de Intervención Policial del Cuerpo Nacional de Policía de España.
Referencias no citadasAbrahamsen and Strype, 2010, Aiken and West, 1991, Aroian et al., 1997, Autry and Monteggia, 2009, Bartone et al., 2008, Bermúdez et al., 2001, Boletin Oficial del Estado-BOE, 1986, Boletin Oficial del Estado-BOE, 2012, Bos et al., 2004, Campbell-Sills et al., 2006, Caprara et al., 1994, Clarke and Robertson, 2005, Contreras and Esguerra, 2006, Costa and McCrae, 2003, Damasio et al., 2011, Dantzker and Freeberg, 2003, Feder et al., 2009, Fernández-Lansac and Crespo, 2011, Franklin et al., 2012, García-Izquierdo et al., 2009, Gil-Monte and Moreno-Jiménez, 2007, Gomà-i-Freixanet and Wismeijer, 2002, Gorriti and e Irusta, 1997, Heilemann et al., 2003, Luthar and Zelazo, 2003, Martínez-Arias and de Puelles Casenave, 2011, Martinussen et al., 2007, Mcnally, 2003, Miralles and Cano, 2009, Morales-Manrique and Valderrama-Zurián, 2012, Moreno-Jiménez et al., 2012, Moreno-Jimenez et al., 2005, Moreno-Jimenez et al., 2006, Nishi et al., 2010, Nygren et al., 2004, Oliva et al., 2008, Podsakoff et al., 2003, Ruiz-Párraga and López-Martínez, 2012, Smith and Charles, 2013, Salgado, 2005a, Salgado, 2005b, Sánchez-Teruel and Robles-Bello, 2012, Taris and Kompier, 2003, Vázquez et al., 2006, Vera et al., 2006, Vuorensyrjä and Mälkiä, 2011 and Wagnild and Young, 1993.
La correspondencia de este articulo debe enviarse al primer autor a la Universidad de Jaen. Campus las Lagunillas, s/n. Edificio C5 - Despacho 026. 23007 Jaen.