La mamoplastia de aumento es uno de los procedimientos más usados en la cirugía mamaria y sus complicaciones han sido muy bien estudiadas. Sin embargo, el galactocele periprotésico después de una cirugía de aumento mamario con prótesis es una complicación muy poco conocida. En una reciente revisión, solo hay 9 casos publicados de galactocele periprotésico1–8. Existen varias conjeturas sobre los factores fisiopatológicos que desencadenan esta patología, pero ninguna ha podido aún ser confirmada convenientemente. Su importancia radica en que en ocasiones obliga incluso a la retirada del implante9,10. Presentamos un caso de galactocele periprotésico en una paciente joven portadora de prótesis de aumento que un mes después de dar a luz presenta una colección periprotésica cuyo análisis después de su drenaje transcutáneo confirma su origen. En nuestro caso el drenaje ecoguiado resultó ser la solución definitiva.
Se trata de una mujer de 34 años que 10 años antes llevó a cabo un aumento mamario mediante la colocación de prótesis de aumento de 380cc en el plano subglandular a través de la aréola sin complicaciones posteriores.
Acude por primera vez a nuestra unidad por presentar desde hace 5 días un aumento rápido y progresivo del volumen de la mama derecha acompañado de dolor y fiebre de 39,5°, aunque cuando acude a la unidad ya no la tiene. Un mes antes dio a luz y solo 2 días antes de la aparición de los síntomas había completado una inhibición farmacológica de la lactancia materna con bromocriptina. A la exploración mamaria se observa una gran asimetría mamaria a favor de la mama derecha que presenta la piel tensa con aumento de la vascularización superficial, de la consistencia y de su temperatura, aunque no presenta signos inflamatorios claros (fig. 1a). Se realiza una ecografía donde se aprecia una colección periprotésica que presenta un aumento marcado de la ecogenicidad identificándose en sus cuadrantes superiores tabiques ecogénicos móviles (fig. 1b).
Ante la sospecha de una infección con escasos signos clínicos o un galactocele periprotésico se acuerda realizar una punción-aspiración con aguja fina ecoguiada, que consigue extraer unos 700c de líquido blanco amarillento con sobrenadante blanco que se envía a anatomía patológica, cultivo y bioquímica (fig. 1c). El informe histológico muestra un exudado inflamatorio agudo aunque el cultivo resulta negativo. El resultado del estudio bioquímico de la muestra, comparada con una muestra de leche materna muestra que el líquido de origen sérico es similar a la leche materna con escasos leucocitos, muchas gotas de grasa, menor concentración de calcio y mayor de proteínas totales e inmunoglobulinas (muestra: lipasa 13U/l, Ca 9,2mg/dl, proteínas totales 5,7mg/dl, IgG 525mg/dl, Ig A 145mg/dl e Ig M 147mg/dl; leche materna: lipasa 3,8mg/dl, Ca 29,28mg/dl, proteínas totales 2mg/dl, IgG 3mg/dl, Ig A 14mg/dl e Ig M 3mg/dl).
Tras el drenaje, la mama redujo su tamaño hasta casi el original, mejorando significativamente los síntomas y evolucionando posteriormente sin complicaciones.
Los galactoceles son quistes benignos que contienen leche. Se producen con una obstrucción ductal en presencia de niveles alto de prolactina (lactancia activa, reciente embarazo o con el uso de contracepción oral)11. Se han propuesto los mismos factores desencadenantes del galactocele periprotésico: historia previa de galactorrea, el uso de contracepción oral, la lactancia, el parto reciente, la hiperprolactinemia o la estimulación de los nervios intercostales, junto con la incisión periarelar, debido a la interrupción de los ductos galactóforos principales y la posición subglandular de la prótesis por lo que supone de agresión a la mama8. De hecho, el 100% de los casos estudiados presentan este tipo de incisión; las disecciones del bolsillo subpectoral por otras vías que no sean la areolar son menos lesivas en cuanto a alteración del tejido glandular9. Ninguno de estos factores ha podido ser confirmado ya que la baja incidencia de esta complicación impide una adecuada estimación estadística.
No hay ningún medio diagnóstico radiológico que sea capaz de aclarar si la colección se trata de un absceso o no. Solo el estudio de una muestra puede confirmarlo, pero la toma deberá hacerse ecoguiada por la proximidad de la prótesis.
Los tratamientos apuntados incluyen antibioterapia, terapia hormonal, drenaje y cirugía con o sin retirada del implante. Los mejores resultados se han obtenido con el uso combinado de agonistas de la dopamina y el drenaje de la colección8,9.
Dedicado al Dr. Enrique Alonso.