La Universidad de La Sabana conserva una colección de recetas médicas empleadas durante el siglo XVIII en la Nueva Granada; una de estas integra agentes fitoterapéuticos para aliviar síntomas generados por infecciones de la glándula mamaria.
ObjetivoExponer una receta utilizada para el tratamiento del absceso mamario y definir si los componentes de esta tenían efectos beneficiosos en la enfermedad.
Material y métodosSe realizó una búsqueda en El Archivo Histórico de la Biblioteca Octavio Arizmendi Posada en la Universidad de La Sabana, donde se encuentra la receta «apostema en los pechos de mujeres», y posteriormente se hizo una recopilación de datos y revisión de la literatura sobre este método en las bases de datos de PubMed, Google Académico y SciELO.
ResultadosSe encontró que plantas como Luffa cylindrica y Lonicera japonica tienen propiedades galactogogas, analgésicas y antiinflamatorias, pudiendo prevenir el desarrollo del absceso mamario. Por otro lado, la hoja de col tiene un rol importante en el alivio del dolor una vez se tiene el absceso dadas sus propiedades analgésicas.
ConclusiónA través de la revisión de textos originales de la época se encuentra una receta médica colonial; se revisaron efectos fitoterapéuticos de sus componentes y se destacan beneficios galactogogos, analgésicos y antiinflamatorios. Permitiendo contrastar desde la evidencia médica actual algunos de los métodos de origen natural empleados para los abscesos mamarios en la Nueva Granada durante los siglos XVIII y XIX.
The University of La Sabana preserves a collection of medical prescriptions used in the eighteenth century in New Granada; one of these contains phytotherapeutic agents to alleviate the symptoms caused by mammary gland infections.
ObjectiveTo present a formula used to treat breast abscesses and to determine whether the components are effective in resolving this entity.
Materials and methodsWe conducted a search in the Historical Archive of the Octavio Arizmendi Posada Library of the University of La Sabana, where we found the formula “abscess in women's breasts”. We also collected data and performed a literature search on this method in the PubMed, Google Scholar and SciELO databases.
ResultsThe use of plants such as Luffa cylindrica and Lonicera japonica could prevent the development of breast abscesses due to their galactagogue, analgesic and anti-inflammatory properties. Cabbage leaf also plays an important role in relieving pain in persons with abscesses, due to its analgesic properties.
ConclusionThrough the review of eighteenth century texts, we found a colonial medical prescription and reviewed the phytotherapeutic effects of its components, highlighting its galactagogue benefits. This allows a comparison between current medical evidence and some of the natural methods used for breast abscesses in New Granada during the eighteenth and nineteenth centuries.
Entender la historia de la ginecología en Colombia requiere remontarnos al año 1903 cuando Juan Evangelista Manrique (1861-1914) y Rafael Ucrós Durán (1874-1947) fundaron la cátedra ginecológica y le dieron su función como especialidad en la Universidad Nacional de Colombia1. Sin embargo, las primeras intervenciones quirúrgicas ginecológicas se practicaron tiempo atrás, el 6 de junio de 1887 por el cirujano J. Manrique, quien realizó una histerectomía por laparotomía sin diagnóstico previo, dentro de la descripción quirúrgica se refiere una formación neoplásica, lisa, móvil y reducible. Dentro de la bibliografía es difícil encontrar la historia de la ginecología independiente de la obstetricia, ya que esta es más antigua y en la actualidad son 2 especialidades en una sola que se complementan1.
En Colombia se tienen en cuenta una gran variedad de tradiciones durante la lactancia para prevenir el desarrollo de infecciones secundarias, entre ellas la mastitis2. Dentro de la prevención de mastitis y posibles abscesos en la población colombiana como el resto de América Latina opta por consumir hierbas con efectos galactogogos, tales como la avena cruda varias veces al día, batata cocida, levadura, malta o anís, esto con el propósito de evitar congestión mamaria y el desarrollo de posibles infecciones2. En el año 2005, la Universidad de La Sabana recibió una invaluable donación de documentos históricos de la Nueva Granada entre los que se encuentran varias recetas médicas indicadas para el manejo de enfermedades. Estas fueron consignadas en el archivo que recibe el nombre de Cipriano Rodríguez Santa María. En este artículo, expondremos una de las recetas médicas que se encuentran en la colección, formulada para el tratamiento de los abscesos mamarios. Simultáneamente, analizaremos este legado médico e histórico con el fin de comprender las bases científicas como parte de la historia terapéutica en Colombia3.
Materiales y métodosEl Grupo de Genética Humana de la Universidad de La Sabana, con el apoyo del Instituto de Genética Humana de la Pontificia Universidad Javeriana, viene liderando hace más de 2 años una investigación histórica en el archivo histórico de la Biblioteca Octavio Arizmendi Posada, en la que se encuentra la receta «Apostema en los pechos de mujeres». Se realizó una revisión de textos originales haciendo un recorrido histórico de la ginecología y la evolución del tratamiento de abscesos mamarios. Se recopiló la literatura científica disponible sobre los componentes o sustancias fitoterapéuticas de la receta en estudio. Para el efecto, se utilizaron bases de datos como Scopus/PubMed/SciELO/Google Académico, sin límite de tiempo, y los siguientes términos de búsqueda: fitoterapia, gynecology, extractos de plantas, uso terapéutico de Lonicera japonica y Luffa cylindrica.
ResultadosLos abscesos mamarios se definen como una colección de material purulento dentro de la mama; se presentan en mujeres durante la lactancia o pueden ser no puerperales y su abordaje debe ser diferente. Estos son más frecuentes durante el embarazo y el puerperio, con una incidencia del 0,4 al 11%. El origen de los abscesos se inicia con la estasis de la leche que favorece un cultivo rico en lactosa, lo cual favorece el crecimiento de bacterias que se introducen por los ductos mamarios terminales o por debilidad de la función de la barrera de la piel por trauma del pezón, lo cual inicia como mastitis y en caso de no administrar manejo oportuno, termina en la formación de un absceso4.
El Nuevo Reino de Granada fue una entidad territorial, parte del imperio español entre los siglos XVIII y parte del XIX, se caracterizó por el avance de diferentes disciplinas en un contexto de conquista por parte de España, en el campo de la salud tuvo un gran auge hacia la mitad del siglo XVIII. Durante este periodo, circularon diferentes versiones de libros españoles que ilustraron importantes argumentos para la toma de medidas sanitarias destinadas a mitigar las enfermedades que afectan a la sociedad, y que no podía ser atendidas adecuadamente a causa del déficit de médicos en el área; de manera que lograron identificar y potenciar los componentes fitoterapéuticos benéficos presentes en algunas plantas5.
A continuación, la transcripción del documento fuente (fig. 1)32 Apostema en los pechos de mujeres:
Es muy eficaz remedio el cogollo del árbol, ô palo del elecho machacado, y mesclado con un poco de unto sin sal, lo q embuelto en una oja de col se soaza en el rescoldo, y esto se apuntaba la postema. Y a otra cualquiera también puede aprovechar al principio de ella.
Propiedades fitoterapéuticasEn el archivo histórico «Apostema en los pechos de mujeres» se mencionan algunos usos de partes de plantas como el tallo o «cogollo» y la col, para el tratamiento de los abscesos mamarios. Realizando una búsqueda en la literatura médica y no médica, se encontró que la Universidad Nacional de Colombia en su maestría en medicina alternativa realizó un proyecto de docencia acerca de las plantas medicinales que se utilizan de manera rutinaria para diferentes enfermedades. Dentro de la medicina China se considera que el absceso mamario se genera por un aumento de calor el cual se interpreta como un exceso de exposiciones tanto endógenas (acumulación o estancamiento de la leche) como exógenas (estrés o malos hábitos de higiene). En esta tradición se reconocen por su eficacia la raíz como el cogollo de la madreselva (Lonicera japonica). La cual logra dispersar el calor y resolver la toxicidad de los abscesos en estadios iniciales. La flor de la madreselva se prefiere cuando se presentan lesiones dermatológicas más avanzadas como las úlceras, dicha planta se toma de 6-20g de cocción, y en la actualidad se encuentra en los Departamentos de Valle del Cauca y Cundinamarca5.
Los frutos del estropajo (Luffa cylindrica), reducen la toxicidad por la infección y resuelve las molestias dadas por edema, lactancia insuficiente y distensión mamaria, se dan de 6 a 15g del fruto seco en decocción junto con cáscara de mandarina, y se puede encontrar en los Departamentos de Magdalena y Caldas, posee también un sabor dulce6.
Por su parte, la hoja de col se ha implementado de manera tradicional para aliviar el dolor que producen los abscesos, esto se realiza colocando la hoja previamente refrigerada de manera directa sobre el seno durante el periodo de puerperio. En múltiples estudios aleatorizados se evidencia una mayor sensación de alivio por parte de las madres que utilizaron este método con respecto a aquellas que no, sin embargo, no hay suficiente evidencia que garantice una cura definitiva en el absceso con el procedimiento expuesto anteriormente7,8. En otros estudios se compara el uso de hojas de col y alternar compresas calientes y frías en pacientes con congestión mamaria, encontrando que estas últimas disminuyeron más el dolor (p≤0,001)9. Por otro lado, cuando se comparó las hojas de col verdes refrigeradas versus geles refrigerados, la disminución del dolor fue similar en los 2 grupos del 68%, la mayoría de las pacientes prefirieron las hojas de col10,11.
Discusión y conclusiónLa receta médica colonial a estudio evidencia que la hoja de col puede llegar a ser útil en el manejo de los abscesos mamarios, ya que esta ha demostrado en múltiples estudios aleatorizados que posee propiedades analgésicas y antiinflamatorias. Sin embargo, la aplicación de los frutos de la Luffa cylindrica o «estropajo» y la Lonicera japonica o «madreselva» sobre los pechos, respectivamente, no logra eliminar el foco infeccioso. Por lo que se sigue recomendando como manejo definitivo el drenaje quirúrgico.
Finalmente, desde la medicina actual revisar esta receta nos permite en principio conocer algunos de los métodos de origen natural empleados para diferentes males de la época en la Nueva Granada durante los siglos XVIII y XIX, y entender cómo desde el conocimiento de la fisiopatología de la enfermedad y las propiedades de diferentes plantas se puede llegar a un tratamiento; de esta forma aplicar todo el conocimiento adquirido a través de esta revisión en la práctica clínica de forma apropiada y beneficiar la salud del paciente. El desarrollo del absceso mamario suele estar precedido por distintas entidades tales como la congestión mamaria y la mastitis, las cuales se han manejado con tratamientos naturales durante décadas en todo el continente americano; dependiendo de su efecto se suelen utilizar en algunos casos mucho más la flor, la raíz o el tallo de estas. Se ha evidenciado que es mejor el uso de plantas con efecto galactogogo como prevención de congestión y consecuentemente de la formación de abscesos, aunque ninguna ha demostrado ser efectiva en cuanto al tratamiento del absceso mamario.
FinanciaciónEl proceso de investigación y publicación fue financiado por las universidades a las cuales están afiliados los autores.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Los autores expresan agradecimiento al doctor Jorge Uribe Vergara por su contribución al entendimiento del contexto histórico.