Es sabido que en los últimos años la incidencia de la ginecomastia ha experimentado un ascenso importante oscilando entre el 32-66% en adultos jóvenes1, donde su tratamiento implica el planteamiento quirúrgico, y cuya técnica más empleada es la mamoplastia circular o un simple abordaje periareolar, si bien ante asimetrías importantes, la mamoplastia vertical de rama única podría tratarse de una técnica útil para su corrección2. La complicación más frecuente de su cirugía es el hematoma postoperatorio, que en ocasiones precisa su evacuación quirúrgica, y que puede conllevar una necrosis parcial del complejo aréola pezón (CAP).
En realización a esta enfermedad, presentamos el caso de un varón de 40 años derivado de su médico de atención primaria por presentar ginecomastia unilateral. A la exploración destacaba una mama izquierda de mayor volumen que la contralateral, cuya palpación refleja un aumento del tejido glandular, sin detectarse nódulos sospechosos, adenopatías axilares ni supraclaviculares. Presentaba una mamografía con tejido fibroglandular disperso de unos 8cm de eje mayor como único hallazgo. Categoría BIRADS 2.
Se confeccionó mastectomía subcutánea con patrón vertical, asociándose movilización del CAP, debido a la asimetría que se conferiría si solo se efectuaba mastectomía o tumorectomía. Presentó en el postoperatorio inmediato un hematoma, que requirió reintervención, y secundario a ello, presentó congestión del CAP con el consiguiente riesgo de necrosis del mismo. Se comenzó entonces, el uso de trinitrato de glicerilo al 4%, Rectogesic®, tópico como tratamiento para la disminución de la congestión venosa y mejoría del aporte sanguíneo a nivel del CAP. Se aplicó unos 2cm3 aproximados cada 12h durante 3 semanas con revisiones cada 3-4 días, presentando una mejoría paulatina de la congestión venosa revirtiéndose la incipiente necrosis asociada (fig. 1).
La consecuencia del hematoma postoperatorio puede ser la necrosis parcial o completa del CAP, bien por la obstrucción de su drenaje venoso o bien por la infiltración hemática que conduce al desprendimiento de la capa epidérmica2–4. La acción terapéutica de la nitroglicerina tópica es la inducción en la relajación del músculo liso de las paredes endoteliales, dando como resultado la dilatación de los vasos venosos y arteriales, además de promover la síntesis de prostaciclina3, vasodilatador eficaz que disminuye la trombosis de vasos pequeños e inhibe la activación plaquetaria.
Podemos concluir, que si bien solo planteamos el caso de un paciente, el uso a dosis baja de la pomada de nitroglicerina, nos aportó cierto beneficio en la perfusión vascular ante nuestra sospecha de necrosis parcial del CAP4, no obstante, puede conllevar efectos secundarios, como la cefalea5, que deben considerarse antes de iniciar su uso. La principal dificultad encontrada para su uso fue el establecer una posología y duración adecuada, por la ausencia de datos respecto a la dosificación correcta y su eficacia en cirugía de mama. Lo que pretendemos con esta carta, es plantear una nueva herramienta terapéutica con la que minimizar las complicaciones quirúrgicas, sin olvidarnos de sus efectos adversos, y dónde sería útil el diseño de un estudio reglado que aportara más información sobre el uso de la nitroglicerina tópica en la cirugía de mama.