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Vol. 2. Núm. 2.
Páginas 141-148 (mayo 2000)
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La escuela comunitaria ante la cuestión del alcohol
The community school and the alcohol question
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A. Vega Fuentea
a Universidad del País Vasco.
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Objetivo: la Carta Europea sobre el Alcohol abre nuevos horizontes a la tarea educativa escolar orientada a preparar los futuros ciudadanos. Todas las personas tienen derecho a que su familia, comunidad y vida laboral estén protegidas de accidentes, violencia u otras consecuencias negativas asociadas al consumo de alcohol. Pues el alcohol tiene relación con problemáticas sociales como la inseguridad vial, la delincuencia, la violencia, los embarazos de adolescentes, el fracaso escolar, etc. Material y métodos: se analiza el papel de la escuela en la educación sobre el alcohol. Resultados: ante esta situación la escuela como institución educativa tiene una responsabilidad que no puede eludir. Si su función es preparar para la vida, educar sobre el alcohol se convierte en una obligación, ya que esta sustancia puede no sólo limitar sino también impedir el desarrollo integral de los individuos. Conclusiones: en este sentido, la escuela dispone de recursos educativos tanto preventivos como terapéuticos ante el alcohol.
Palabras clave:
Alcohol
Escuela
Educación
Prevención
Salud
Objective: the European Charter on Alcohol opens up new horizons for the school educational task oriented at preparing future citizens. Everyone has the right for his family, community and working life to be protected from accidents, violence or other negative consequences associated with alcohol intake. Since alcohol is related to social problems as well as lack of road safety, delinquency, violence, adolescent pregnancies, scholastic failure, etc. Material and method: the role of the school in education on alcohol is analyzed. Results: considering this situation, the school, as an educational institution, has a responsibility that cannot be evaded. If its function is to prepare the student for life, education on alcohol has become an obligation since this substance may not only limit but also prevent the integral development of the individuals. Conclusions: in this sense, the school has both preventive as well as therapeutic educational resources in regards to alcohol.
Keywords:
Alcohol
School
Education
Prevention
Health
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Introducción

Hace tiempo quela Organización Mundial de la Salud viene denunciando yproponiendo medidas de intervención ante el alcohol,insistiendo en la necesidad de nuevos planteamientos1.Si queremos la salud, necesitamos una nueva estrategia. Y tres sonlos pilares sobre los que se ha de apoyar esta nueva forma deactuar: la salud como forma de vida, la prevención y laresponsabilidad comunitaria2.

Si comprendemosla salud como una forma de vida libre, autónoma, plena,sabremos poner la sustancia alcohol en el lugar que le correspondeen nuestra vida. Si conocemos los factores que llevan a muchaspersonas al abuso de este producto, llegando incluso hasta lapropia destrucción, pondremos en marcha los medios que seannecesarios para prevenir el problema. Si todos nos sentimosresponsables de la salud de los demás, sabremos unirnuestros esfuerzos por una sociedad sana que será el mejorsoporte de nuestra propia salud.

En este sentido,la institución escolar tiene un lugar propio que nadie puedesustituir, tanto por la tarea educativa que le corresponde como porser una institución más de la sociedad, con lafunción de formar personas y ciudadanos plenamenteresponsables. Precisamente, la escuela tiene como primer recurso latarea educativa ordinaria: la educación en sí ha deser la mejor forma de prevenir y de tratar la problemáticadel abuso de las diferentes drogas. Pero, al mismo tiempo, elcentro escolar puede poner en marcha programas específicosrelacionados con el alcohol cuando sea necesario.

Sin embargo, eltrabajo educativo en la escuela no es tan fácil como puedeparecer visto desde fuera, sobre todo en lo que a laeducación sobre el alcohol se refiere. Las declaraciones deprincipios sobre el papel de la escuela en la sociedad no siemprese corresponden con la oferta de los recursos necesarios y, porotra parte, los cambios sociales y culturales provocan nuevosinterrogantes a la acción escolar.

Por otra parte,no se puede olvidar que el fenómeno del consumo de alcoholes un fenómeno cambiante con unas característicaspropias en cada contexto sociocultural. En este sentido, lasrespuestas educativas de los centros educativos seacomodarán al propio contexto sociocultural yresponderán a los problemas reales de consumo que existan enel propio medio en cada momento.

La meta de laeducación sobre el alcohol no es otra que conseguir que losescolares aprendan a tomar decisiones sanas ante todas lassustancias alcohólicas que nuestra sociedad ofrece. Aleducador le corresponde poner los medios para conseguir esteobjetivo, no sólo con intervenciones propiamentepreventivas, sino también con un diagnóstico eintervención precoz cuando sea preciso, así como conlas actuaciones terapéuticas que se necesiten. En esteúltimo caso, se trata de promover el cambio de consumosabusivos de alcohol por opciones sanas y conducentes a larealización de la persona.

Eneste sentido, el sistema educativo está comprometido con losindividuos que consumen o que pueden consumir alcohol, con los quesufren las consecuencias de su abuso o del abuso de otras personas,con los que demandan el alcohol y con los que ofertan estasustancia.

El alcohol como problemade la comunidad educativa

Pero el problema del alcohol en su relación con elsistema educativo, no se puede reducir a que los niños yadolescentes consuman o no bebidas alcohólicas dentro delrecinto escolar. A la institución educativa en su conjuntole ha de preocupar tanto el «dentro» como el«fuera», el antes y el después, el consumo y el«tráfico», el uso y el abuso, másallá de lo establecido en la ley y de las actitudes de lasociedad en general. Una escuela que no responda a las necesidadeseducativas de sus alumnos, contribuye en cierta medida al abuso delalcohol, al no ofrecer recursos para enfrentarse con los problemasde la sociedad actual, entre los que destacan los relacionados conesta droga. Por supuesto, que esta preocupación ha deincluir también a todos aquellos sujetos en edad escolar queno asisten a sus aulas o faltan con frecuencia, pues suelen seréstos los que más posibilidades tienen de llegar nosólo al abuso sino también a ladependencia.

Dentro de lacomunidad educativa, los profesores y profesionales de apoyo jueganun papel básico, no sólo por lo que puedanenseñar sobre el alcohol en sus disciplinas, sinotambién, como miembros relevantes de la escuela, por susactitudes y conductas relacionadas con el compromiso educativo engeneral. Al mismo tiempo, no hay que olvidar la existencia de uncurriculum oculto en los centros educativos donde se puedendetectar informaciones, actitudes, valores, conductas noprecisamente educativas en relación con laproblemática del alcohol.

Diferentesestudios muestran la correlación entre fracaso escolar yconsumo de alcohol3,4. Si el adolescente consigue lasmetas que se esperan de él, está satisfecho en laescuela y se siente valorado por sus profesores, disminuirála posibilidad de implicarse en el consumo de drogas.También conviene considerar factores personales que jueganun papel clave en el consumo de diferentes drogas, como labúsqueda de sensaciones, la impulsividad y laautoestima4, aspectos que la escuela también debetener en cuenta en su tarea educativa. Por otra parte, el alcoholes un sustancia asociada a la «felicidad», la«fiesta», la «diversión», el«encuentro» dentro de nuestra cultura.

Aquí urgetener en cuenta, de forma especial, no sólo las actitudesdel profesorado ante el alcohol, sino también el consumo yel posible abuso por parte de ellos, en algunos casos visible paralos propios alumnos. En este caso, si un profesor necesitatratamiento especializado, la institución tendrá queponer los medios adecuados sin marginaciones ni rechazos deningún tipo. Esta puede ser la mejor«lección» que la comunidad educativa recibasobre el alcohol.

La familia en suconjunto es otro elemento básico dentro de la comunidadeducativa. La investigación también es concluyente eneste aspecto: el hogar familia es una fuente de influencia crucialen la conducta del adolescente. A mayor consumo familiar (tanto depadres como de hermanos) y unas pobres relaciones afectivas,existen más posibilidades de que el adolescente se involucreen todo tipo de consumos4.

Finalmente,conviene recordar el papel básico que desempeñan loscompañeros, sobre todo en la adolescencia. Como concluyenLuengo et al4 en su estudio, «los igualesconstituyen un determinante de 'primer orden' de la conducta deladolescente: las conductas desviadas de los iguales (consumo ydelincuencia) y la interacción del adolescente conéstos, se revelan como factores de riesgo del consumo deljoven».

Educadores, familia y alumnos son tres elementos básicosa tener en cuenta para cualquier intervención educativasobre el alcohol en los centros educativos, por lo que convieneconocer la relación de cada uno de ellos con esta droga(conocimientos, actitudes y hábitos), si queremosaproximarnos a comprender el «problema del alcohol en laescuela» y sus «posibilidades educadoras». Y todoesto, sin olvidar que la escuela está inserta en un mediosociocultural que la envuelve y condiciona en todas susactuaciones. Habría que tener en cuenta, en este sentido,los medios de comunicación social, el barrio, laAdministración, etc., sin olvidar, por supuesto, los grandesintereses económicos que mueven, que animan el mercado deesta droga.

Los objetivos de laeducación sobre el alcohol

Losobjetivos básicos de la acción educativa relacionadacon el alcohol comparten las metas de toda educación. Poresta razón, la educación sobre el alcohol pone sufuerza en conseguir cambios aceptables en la conducta de cadaindividuo, de forma que disponga de unos conocimientos, unasactitudes y valores así como de una conducta enrelación con el alcohol que le permitan desenvolverse ycrecer de forma autónoma e independiente.

Si la finalidadeducativa de la enseñanza obligatoria no es otra que«favorecer que el niño realice los aprendizajesnecesarios para vivir e integrarse en la sociedad de formacrítica y creativa», como señala elDiseño curricular base de EnseñanzaPrimaria5, el objetivo básico de laeducación sobre el alcohol sería enseñar avivir de forma sana en medio de la cultura del alcohol.

La CartaEuropea sobre el Alcohol6 aporta, en este sentido,principios éticos y metas en la que se debe apoyar laacción educativa, principios que tienen su más plenosentido en el caso de los niños y de losadolescentes:

1. Todas laspersonas tienen derecho a que su familia, comunidad y vida laboralestén protegidas de accidentes, violencia u otrasconsecuencias negativas asociadas al consumo de alcohol.

2. Todas laspersonas tienen derecho a recibir una educación einformación válida e imparcial, desde la infancia,acerca de las consecuencias del consumo de alcohol sobre la salud,la familia y la sociedad.

3. Todos losniños y adolescentes tienen derecho a crecer en un medioambiente protegido de las consecuencias negativas asociadas alconsumo de alcohol y, en la medida de lo posible, de lapromoción de las bebidas alcohólicas.

4. Todas laspersonas que consuman alcohol de forma peligrosa y dañina ylos miembros de sus familias tienen derecho a tratamiento yasistencia.

5. Todas laspersonas que no quieren beber alcohol o que no puedan hacerlo pormotivos de salud o de otro tipo, tienen derecho a ser protegidosfrente a presiones para consumir alcohol y a recibir apoyo en sudecisión de no beber alcohol.

Pero esteobjetivo educativo resulta tremendamente difícil deconseguir en la práctica, y más en una culturaalcoholizada como la nuestra. De poco servirán lasrespuestas superficiales ante un fenómeno social conprofundas raíces culturales, económicas ypolíticas, y complejas implicaciones personales. Si noexiste una respuesta global continuada a todas las cuestiones queel consumo del alcohol plantea a las instituciones educativas, laineficacia de la acción escolar está asegurada. Laeducación sobre el alcohol, al apuntar al desarrollo de unapersonalidad física y psíquicamente sana, capaz deestar integrada de forma positiva en la sociedad a la quepertenezca, sólo encuentra sentido en el marco de unaeducación permanente, porque permanentes son los factoresque provocan y estimulan el consumo y el abuso, cuando no ladependencia, de esta sustancia.

Puede serútil recordar aquí factores de riesgo que parecendirectamente relacionados con la probabilidad del abuso dealcohol7 sabiendo que a mayor número de factores,existe mayor riesgo. Estos factores son:

--Intoxicación alcohólica precoz.

--Percepción de que los compañeros aprueban el consumode alcohol.

--Percepción de que los padres aprueban el consumo.

-- Absentismoescolar ( frecuencia de «novillos»).

-- Pobrerendimiento académico.

-- Desconfianzacon respecto al conocimiento del profesor sobre drogas.

-- Desconfianzacon respecto al conocimiento de los padres sobre drogas.

-- Bajo nivel deaspiraciones educacionales.

-- Escasocompromiso religioso.

--Tensión emocional.

--Insatisfacción en la vida.

En este sentido,las tareas que corresponden al sistema educativo en relacióncon el alcohol se pueden concretar en las siguientes líneasde actuación genérica:

1. Ofrecerinformación objetiva, científica, relacionada con elalcohol y su consumo.

2. Estimular ala gente a buscar información para que pueda determinar ellamisma sus sentimientos, actitudes y conductas ante el consumo dealcohol.

3. Orientarsobre los recursos de la comunidad para ofrecer respuestas a losproblemas de alcohol.

4. Desarrollarel sentido de responsabilidad ante un problema que tienesolución con el compromiso de todos.

5. Implicar enactividades y programas preventivos, terapéuticos y dereinserción social, desde posiciones críticas ycomprometidas socialmente.

Ámbitos deacción educativa

Sindejar de lado la especificidad de cada situación enrelación con el alcohol, se pueden señalar tresgrandes ámbitos de intervención educativa biendiferenciados, pero mutuamente interrelacionados entre sí.Cada ámbito tiene unas características biendefinidas, que exigen respuestas coherentes. Al mismo tiempo, lasrespuestas de cada ámbito influyen en los otros. Asíla atención precoz ante un consumo abusivo de alcohol, evitaque se instale la dependencia y que se necesite un posteriortratamiento.

Laprevención propiamente dicha (educación primaria)pretende evitar la aparición del proceso o problema. Sedirige tanto a los no consumidores y a los usuarios sociales uocasionales de las diferentes bebidas alcohólicas como a losindividuos que pueden ofrecer estas sustancias. En este sentido, seorienta hacia padres, educadores, responsables de movimientosjuveniles y, en general, a todas aquellas personas que tienenresponsabilidades en el desarrollo individual y social de laspersonas así como hacia todas aquellas personas que puedanestar implicadas en la oferta, donde no se puede olvidar tampoco apadres y profesores e, incluso, a los propios alumnos.

Comoactividades, este ámbito de intervención incluye: lainformación, la enseñanza escolar, las alternativas yel desarrollo social. En este sentido, la educaciónpreventiva actúa tanto sobre la demanda como sobre la oferta(tráfico, etc.). Se podría hablar de unaprevención «próxima», cuando seactúa sobre todos aquellos factores más cercanos alhecho de consumir alcohol como puede ser la disponibilidad dealcohol, la presión del grupo, el ejemplo consumidor de lospadres, etc., pero también conviene tener en cuenta laprevención «remota», que se incide en factoresmás profundos, muchas veces no visibles, donde se entrelazanfactores económicos, políticos eideológicos.

Laintervención educativa precoz (educación secundaria)pretende descubrir y acabar con el problema del alcohol lo antesposible o, al menos, remediarlo en parte. Como actividad principalaparece aquí la detección y el tratamiento precoz delcaso, ya esté relacionado con el consumo o con la oferta. Apartir de aquí intenta ofrecer respuesta adecuada a losproblemas que motivan, refuerzan o mantienen el abuso del alcohol(fracaso escolar, problemática familiar, etc.).

Nadie en mejorposición que el profesor para la detección defactores de riesgo en los niños y adolescentesescolarizados. La convivencia en un marco educativo, si existe lacomunicación adecuada y un compromiso educador, facilita nosólo el conocimiento de problemas relacionados con elalcohol sino también la oferta de respuestas educativas alos mismo. El viejo truco de poner los problemas«complicados» (?) en manos de los«especialistas» resulta demasiado cómodo ytambién irresponsable.

Como pistas deun posible problema alcohólico en el adolescente, se puedentener en cuenta los siguientes aspectos7:

-- Crecientepreocupación por el alcohol, hasta al punto de abandonarobligaciones y amistades.

-- Delincuencia,especialmente relacionada con la ingesta de alcohol(tráfico, violencia...).

-- Accidentesrecurrentes bajo los efectos del alcohol.

--Preocupación de los padres por los cambio de conducta:borracheras, demanda de dinero, irritabilidad....

-- Consultasmédicas por dolores de cabeza, estómago,depresión....

-- Absentismoescolar recurrente e injustificado, con deterioro de resultadosacadémicos.

-- Frecuentealiento alcohólico.

Laeducación escolar tampoco es ajena al ámbitoterapéutico (educacion terciaria) ya que en este nivel setrata de retardar o detener la evolución del problema delalcohol así como sus consecuencias, aunque no desaparezca ensu totalidad. Se dirige, principalmente, a individuos que ya tienendependencia física y/o psíquica del alcohol. Incluyetanto la desintoxicación física como lapsíquica, así como la reinserción profesionaly social.

Si hayniños y adolescentes ya afectados por el abuso del alcohol ynecesitan un tratamiento especializado, habrá queofrecérselo, sin perder el contacto con el sistemaeducativo. La mejor forma de integrar es no desintegrar.Precisamente el apoyo de la propia escuela puede convertirse en elmejor estímulo para llevar adelante el tratamiento, al mismotiempo que el alumnado puede ver «con hechos» elcompromiso educativo de la escuela, un compromiso en el que puedencolaborar de diferentes formas, tanto evitando el rechazo de laspersonas afectadas como colaborando de forma activa por surecuperación e inserción. La escuela como comunidadeducativa es, al mismo tiempo, una «comunidadterapéutica».

Laeducación, pues, no puede quedar limitada a lasintervenciones preventivas en el sentido tradicional deltérmino. Si quiere conseguir el objetivo fundamental delpleno desarrollo de la persona, no puede dejar de lado laintervención precoz cuando sea necesario o suimplicación con intervenciones adecuadas a las necesidadesque se planteen en la fase de tratamiento o de reinserciónsocial. La educación como tarea afecta a todas las personas,de cualquier edad, sin dejar de lado cualquier situación porconflictiva que ésta sea.

En este sentido,la función del educador escolar será diferente de ladel educador que trabaja en una comunidad o servicioterapéutico o en los programas de reinserción social,sin dejar, por esto, de tener aspectos comunes. Lo importanteserá cumplir como educador en cada situación, encolaboración con otros profesionales implicados en elcompromiso de dar respuesta a las necesidades educativasrelacionadas con el alcohol a todos los miembros de la comunidadeducativa, donde con los alumnos están también losprofesores y profesionales de apoyo, padres y personal nodocente.

Pero en estatarea educativa, no bastan las respuestas individuales. Elcompromiso del educador escolar, si pretende ser eficaz y tenercoherencia y continuidad, ha de estar integrado en el proyectoeducativo del centro, que contempla tanto el curriculum como laorganización escolar, en contacto siempre con los planescomunitarios.

Acción educativaescolar en un marco comunitario

Hoy parece claroque la intervención educativa escolar ha de integrarsedentro del marco comunitario no sólo como elemento dereferencia y de planificación sino también comoámbito de recursos a explotar8. Lacoordinación comunitaria permite una coherencia y unacontinuidad del «mensaje educativo» en relacióncon el alcohol. Precisamente con esta integracióncomunitaria se pretende que no existan contradicciones en laspalabras y en los hechos; entre las actuaciones de la escuela y lasactuaciones de la familia, el municipio, las asociaciones, etc.Existen muchos municipios con un servicio dedicado a laproblemática de las drogas o la salud en general, lo quepermite una mejor coordinación y la puesta en marcha deespacios de comunicación y de intercambio. Este mismo marcofacilitará la colaboración entre los diferentesservicios de atención primaria, sin olvidar las aportacionesque puedan ofrecer asociaciones y otros colectivos.

El Plan Europeosobre el alcohol recalca, en este sentido, que todas lascomunidades tienen un potencial de acción preventiva, por loque debería dedicarse un esfuerzo mayor a estimular,reforzar y respaldar la acción local. Con la accióncomunitaria no sólo se reforzarían los estilos devida sanos sino que también se podría ejercer mayorpresión sobre la sociedad para atacar aquellos factores queestimulan el consumo de alcohol, como puede ser la publicidad, lainadecuada reglamentación municipal sobre el tema, etc. Y,como señalan Gil et al9, «además deuna política local, las acciones locales pueden ejercer unafuerte influencia sobre la política nacional e inclusointernacional».

Pero la tareacomunitaria no se podrá llevar a cabo con eficacia si no seconoce en profundidad el alcance de la problemática delalcohol entre la población. En este sentido, el primer pasoa la hora de actuar es recoger datos que permitan unaestimación lo más objetiva posible sobre elfenómeno del alcohol en la comunidad y de todo aquello conél relacionado.

Como aspectosbásicos a tener en cuenta se pueden señalaraquí los siguientes:

-- Datos sobreel consumo global de alcohol por la población.

--Distribución del consumo de alcohol por grupos sociales,sexo, edad y otras circunstancias, con una atenciónprioritaria a las personas que puedan presentar riesgosespeciales.

-- Patrones deconsumo en la población en general y en gruposespecíficos.

--Tipología de bebedores abusivos y problemáticos, contodas sus circunstancias.

--Estimación de la dependencia en la comunidad, con susimplicaciones físicas, psíquicas ysociales.

-- Recursosespecíficos para la prevención y tratamiento delalcoholismo.

Conviene queesta información se actualice de forma continua, ya que elfenómeno del alcohol evoluciona con el tiempo, lo quetambién obliga a la colaboración e intercambio entrelos diferentes servicios y profesionales relacionados con laproblemática del alcohol en sentido amplio.

Perotambién urge conocer las actitudes de la poblaciónante las diferentes medidas que se pueden poner en marcha, paraevitar efectos contrarios, precisamente por el rechazo de lapoblación. Por ejemplo, las discotecas sin alcohol sonpercibidas por muchos menores como «cosa deniños» o como «recursos para tener contentas alas madres» para que los controlen mejor. También las«campañas» pueden interpretarse como unaamenaza, por lo que ciertos jóvenes muestran una actitud derecelo y una predisposición negativa ante las mismas(SIADECO, 1991). Estas resistencias también pueden apareceren la escuela, tanto en profesores como en padres y alumnos, antelas más diversas actividades relacionadas con el alcohol,por lo que conviene ser cautos para comprender su significado antelos alumnos y ver cómo reorientar la tareaeducativa.

Por otra parte,la problemática del alcohol tiene relación con otrasmuchas problemáticas sociales como la inseguridad vial, ladelincuencia, la violencia, los embarazos adolescentes, el fracasoescolar, las enfermedades de transmisión sexual (SIDA), etc.Estas personas afectadas por el alcohol, un día u otroacceden a los servicios de Atención Primaria (serviciossanitarios, sociales, jurídicos...), aquejados pordiferentes problemas relacionados con el abuso de estasustancia.

En este sentido,la escuela debiera estar en contacto continuo con estos otrosservicios tanto para recibir información y el apoyo que seaconveniente, como para prestar sus servicios y colaboracióncuando fuera oportuno dentro del compromiso comunitario. No hay queolvidar que hoy se ve la necesidad de disponer de una escuelaabierta e integrada plenamente en la comunidad. De esta forma, laescuela prestaría sus servicios allí donde otrosservicios comunitarios no tienen acceso y éstos, a su vez,cubrirían espacios donde la escuela no tiene posibilidadesde actuar.

La coordinacióncomo necesidad

Con lacolaboración entre los diferentes servicios e institucionesdedicados a la atención personal de niños yadolescentes se evitarán contradicciones entre familia yescuela, entre comunidad y Administración, entre educadoresy otros profesionales.

Estacoordinación, por otra parte, «es fundamental paraestablecer líneas de actuación complementarias,derivación de casos y, en definitiva, una mejoratención al paciente». A partir de aquí sellegaría a los servicios especializados cuando fueranecesario. Sin embargo, en la práctica existen no pocasbarreras que dificultan esta posible«integración».

Losprofesionales de la atención primaria se encuentran nosólo con personas en situación de riesgo de abuso odependencia, sino también con la problemática de losalcoholdependientes y los exalcohólicos. Los serviciossanitarios están en una situación de privilegio alcontactar con los enfermos en momentos críticos por susenfermedades, relacionadas o no con el alcohol, momentos que sepueden convertir en un hito importante en el proceso dedetección, tratamiento o reinserción social, sinolvidar las posibilidades preventivas. Al mismo tiempo, puedendescubrir toda la problemática que pueda sufrir la familia,en la que también pueden aparecer niños yadolescentes en edad escolar.

Resultaninteresantes, en esta línea, los resultados obtenidos en unproceso de consenso como prioridades en la prevención ypromoción de la salud en la atenciónprimaria10. Entre estas prioridades aparece el consumoexcesivo del alcohol, por lo que se recomienda la«detección sistemática del consumo excesivo dealcohol en la población adulta y en especial en los gruposde riesgo, mediante la combinación de anamnesis del consumohabitual, la exploración de los signos biológicoscorrespondientes y la utilización de cuestionariosespecíficos. En todos los casos detectados es precisoregistrar los datos dentro de la historia clínica, aconsejarla reducción del consumo y hacer un seguimiento delcaso».

Es aquídonde surge la necesidad de que la intervenciónmédica se integre dentro de un programa más amplioque dé sentido, fuerza y continuidad a estaintervención «educativa» de los profesionales dela salud. La intervención individualizada del sanitariotendrá que integrarse en programas más ambiciososdonde las aportaciones de los diferentes profesionales secomplementen para conseguir esa respuesta integral que laeducación pretende. No olvidemos que entre estos pacientesaparecen padres y madres con hijos en edad escolar, queposiblemente están sufriendo las consecuencias de estasituación, con problemas a veces muygraves11.

Este mismoplanteamiento ha de extenderse a los servicios sociales, con lasoportunas adaptaciones del propio sistema. Precisamente, el sistemade servicios sociales, en no pocas ocasiones, se conviertetambién en lugar de contacto con los problemas asociados conel consumo de alcohol, sobre todo en el caso que se presententensiones sociofamiliares o exista marginación social.Conviene que se identifiquen los problemas individuales yfamiliares existentes y se ofrezcan las respuestas másoportunas, sin olvidar la conexión con otros servicios deatención primaria.

Pero estarespuesta integral no será posible, si no se cuenta con lasaportaciones y colaboración continua de los servicios delSistema Educativo, muchas veces olvidado desde los servicios deAtención Primaria. Precisamente la escuela, sobre todo ensus niveles obligatorios, es por sus características lainstitución más próxima a los individuos, lafamilia y la comunidad. Y por la escuela pasan todos los miembrosde la sociedad. Por otra parte, el sistema educativo dispone de unamplio abanico de recursos humanos, materiales y funcionalesorientados al pleno desarrollo de las personas, con la salud comouno de los objetivos prioritarios12, aspectos muchasveces olvidados a la hora de considerar los problemas personales ysociales provocados por el alcohol

Lacoordinación de servicios sanitarios, sociales y educativosdentro de la Atención Primaria se convierte en unaresponsabilidad ineludible para todos los profesionales implicados.Esta coordinación, dentro del cumplimiento de las funcionesque a cada profesional corresponda, posibilitará en unamejor atención a los problemas relacionados con el alcohol.Esta coordinación se puede plantear de forma gráficade la forma siguiente:

Los serviciosespecializados quedarían reservados para aquellassituaciones donde no existe otra posibilidad de atención,sin olvidar que nunca se ha de perder la comunicación ycolaboración con los centros de atención primaria,puesto que en cuanto sea posible habrá que volver hacia laactuación normalizada. Y aquí están, porsupuesto, los servicios educativos de cualquier tipo, nosólo los propiamente escolares.

Estaactuación comunitaria implica también laparticipación de otros colectivos, profesionales o no, quese interesan y trabajan por la promoción por la salud dentrodel marco comunitario, de forma especial, los relacionados con elalcohol. Aquí aparecen las asociaciones deAlcohólicos Rehabilitados, AlcohólicosAnónimos, etc. También están las asociacionesde vecinos, de padres, de jóvenes, etc. Son recursosdisponibles para la acción educativa, pero normalmente hansido poco utilizados y apoyados, a veces por no conocer suexistencia.

Es tristereconocer cómo en muchas ocasiones la escuela ignora enqué entorno se mueve y desconoce los recursos de lacomunidad en relación con el tiempo libre, la salud o lasdrogas. En este sentido, puede ser útil disponer en todaslas escuelas de las guías de recursos que continuamentemantengan al día la información sobre servicios deinstituciones públicas y privadas, sin olvidar la existenciade centros de documentación, boletines, revistas,etc.

Existen, porotra parte, programas específicos relacionados de formadirecta o indirecta con el alcohol, dirigidos a la escuela. A loseducadores de cada comunidad educativa les corresponde ver lamanera de integrar estos programas dentro de su proyecto educativorelacionado con el alcohol. Como ejemplo, se puede considerar laeducación vial, la prevención del cáncer o laeducación para el consumo. Estos programas suelen disponerde materiales didácticos de gran interés, muchasveces desconocidos en las escuelas.

De todas formas,conviene estar alerta ante programas aparentemente impactantes (porla novedad o por la promoción publicitaria), en principiobien recibidos por el público por la simplicidad de susplanteamientos o porque, en principio, llegan a un gran colectivo,pero que carecen de un fundamentación seria que justifiqueunos resultados positivos. Una experiencia conocida es la discotecasin alcohol, precisamente ofrecida a menores de 16 años. Porno extenderme, me limito a recoger la conclusión de laevaluación sobre esta «experiencia preventiva»llevada a cabo en San Sebastián13: la discotecasin alcohol no sirve para la prevención, más bien alcontrario, pues posibilita el primer acercamiento al tipo de ocio«de alterne» dentro de la lógica del fin desemana y supone un entrenamiento para el mismo ocio, reforzandoeste modelo y poniendo las bases para la familiarización enel consumo del alcohol.

La promoción dela salud como tarea comunitaria

Si se asume lapromoción de la Salud entendida como el «proceso defacilitar que las personas mejoren su salud aumentando el propiocontrol sobre ella»14, tanto los serviciossociales y los sanitarios como los servicios educativos, han decambiar las estrategias de su intervención. Precisamenteestos servicios al tener un contacto más directo con laspersonas a partir de los diferentes problemas humanos y sociales,se van a encontrar con muchos aspectos relacionados con el alcoholsobre los que podrán intervenir.

Si partimos deun concepto amplio de salud, donde se integran los aspectosfísicos, psíquicos, sociales y espirituales, inclusose puede sostener que los objetivos últimos de los serviciossanitarios y sociales de Atención Primaria coinciden con lospropios de la Educación como sistema de atenciónintegral a la persona. En definitiva, se trata de conseguir lasalud plena para todos, es decir, el desarrollo integral de lapersona.

De esta forma,el derecho a la educación y el derecho a la salud soncomplementarios, por no decir que se convierten en el «granobjetivo» de todos los servicios básicos, sanitarios,sociales y educativos, dedicados a los miembros de la sociedad. LaPromoción de la Salud se convierte así en una tareaque corresponde tanto a los servicios sanitarios y sociales como alos servicios educativos, entre los que la escuela debedesempeñar un papel básico.

Pero¿cómo equipar a las personas con recursos para podertomar decisiones sanas en relación con el alcohol y otrasdrogas?, ¿basta con informar sobre los riesgos?,¿qué profesionales tienen responsabilidadeseducativas?, ¿dónde tendrán lugar lasintervenciones educativas?, ¿qué programashabrá que poner en marcha?, ¿qué recursos sonnecesarios? Son preguntas claves que hoy ya parecen tenerrespuesta, tras largos años de experiencia en estecampo.

Laeducación para la salud se puede convertir en una florituramás que oculta, tras su bello discurso, un claro deseo de noenfrentarse con los problemas reales que están detrásdel abuso de las diferentes sustancias que llamamos drogas. Inclusola educación para la salud puede servir para mantener losvalores e intereses del sistema establecido15. En estesentido, hoy está demostrado que la «educacióntradicional» en relación con el alcohol no sirve, loque se traduce en no pocas dificultades a la hora de integrar laeducación sobre el alcohol en los planes deenseñanza16. Se necesitan nuevos enfoques, nuevosplanteamientos, otra forma de hacer educación sobre elalcohol y sus efectos.

LaPromoción de la Salud se convierte hoy en un reto para todoslos profesionales, estén relacionados directamente o no conla salud o la educación, en sentido estricto. Sus exigenciasalcanzan a todo tipo de profesiones, ya que la promoción dela salud exige el desarrollo de una política favorable a lasalud (política fiscal y social), la creación deentornos que contribuyan a la salud (entorno natural, comunidades,ocio, trabajo...), refuerzo de la acción comunitaria, eldesarrollo de las habilidades personales, la reorientaciónde los servicios de atención primaria.

Seconseguirán así, dentro de las escuelas, proyectoseducativos ambiciosos acordes con los principios y estrategias dela Carta Europa sobre el Alcohol.

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La educación sobre drogas en el País Vasco: ¿programas o prevención comunitaria? GOZE 1999;3:21-27.
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