El trasplante renal es el tratamiento de elección para los pacientes que requieren de terapia de reemplazo renal permanente, no solamente por la mejora en su calidad y expectativa de vida, sino por la rehabilitación laboral, familiar y social que esta le permite, además, en muchas ocasiones es la única alternativa de tratamiento para la insuficiencia renal crónica estadio 5, sobre todo cuando los accesos vasculares y la cavidad peritoneal se han perdido por trombosis y peritonitis de repetición.
El trasplante renal con donante vivo o cadavérico es una cirugía común en Europa y Estados Unidos, y los pacientes que no tengan contraindicaciones absolutas para la cirugía después de la valoración pretrasplante ingresan a una lista de espera para ser trasplantados, en nuestro medio son pocos los privilegiados que pueden ingresar en una lista de espera por falta de servicios de trasplantes en el país, solo 6 ciudades, entre ellas Bogotá, Medellín, Cali, Bucaramanga y Barranquilla cuentan con clínicas privadas con servicio de trasplantes habilitados y Neiva con el único hospital público del país con servicio de trasplante renal dirigido por un urólogo y, además, por las trabas administrativas para lograr las autorizaciones de las aseguradoras.
Los servicios de trasplantes en Colombia que no cuentan con urólogo en su equipo de profesionales, realizan de forma rutinaria a todos los pacientes la cistografía miccional con el fin de valorar el estado vesical y descartar reflujo vesicoureteral antes del trasplante, en nuestro servicio solo se realiza la cistografía a pacientes con antecedentes de vejiga neurogénica, lo que ha permitido disminuir costos y procedimientos invasivos innecesarios para la mayoría de los pacientes.
Enhorabuena a este artículo, para que las instituciones con servicio de trasplante renal incluyan dentro de su personal a un urólogo capacitado en cirugía vascular, y así brindar un servicio multidisciplinario en beneficio de los pacientes.