Actualmente, el envejecimiento de la población es uno de los mayores desafíos a nivel mundial. Ante esto, las políticas de envejecimiento exitoso dan énfasis a la promoción de la salud como un enfoque que busca ayudar a las personas a vivir más tiempo y de manera activa1. En este contexto, la voluntad de vivir (WTL, por sus siglas en inglés) es considerada un indicador de salud mental2 y un predictor de la longevidad3. La WTL se define sobre la base de 2 componentes interrelacionados: primero, un instinto natural para sobrevivir que es inherente a todos los seres vivos y, segundo, un fenómeno psicológico compatible con el deseo de seguir viviendo, que está influido por la personalidad y el entorno sociocultural4. Si bien la WTL se ha estudiado con mayor énfasis en pacientes terminales, también se observan investigaciones en adultos mayores sanos5.
La importancia que parece tener la WTL para mejorar la calidad de vida durante la vejez genera la necesidad de realizar más investigaciones, sobre todo en Latinoamérica, donde no se reportan estudios sobre este constructo. En este sentido, la carta científica tiene como objetivo presentar resultados preliminares sobre la fuerza de la WTL de 235 adultos mayores peruanos de ambos sexos (84,7% mujeres y 15,3% hombres) con una edad promedio de 72,69 años (DEedad=6,68). La mayoría de los participantes (96,2%) vivían ya sea con su pareja o hijos u otros familiares, mientras que muy pocos (3,8%) vivían solos. El 70,7% reportó que su calidad de vida era normal y buena, mientras que el 77% de los participantes estaban satisfechos con su estado de salud. Para medir la fuerza de la WTL, se utilizó la medida de ítem único: «Si pudieras describir tu voluntad de vivir, en una escala de 0 a 5, dirías que es: 5=muy fuerte, 4=fuerte, 3=intermedia, 2=débil, 1=muy débil, 0=no hay voluntad de vivir». Este ítem único ya ha sido empleado en otro estudio anterior5.
Los resultados indican que el 47,7% y el 21,7% de los adultos mayores tienen una fuerte y muy fuerte WTL, respectivamente; el 18,3% tiene una WTL intermedia, mientras que para el 11,1% la WTL es débil y muy débil. Finalmente, 3 participantes (1,3%) reportaron que no tienen WTL. Asimismo, mientras más fuerte es la WTL de los adultos mayores, mayor es la satisfacción con su salud (r=0,448, p<0,001) y mejor es la percepción de su calidad de vida (r=0,512, p<0,001). Este resultado se corrobora al comparar la puntuación del ítem utilizado para medir la WTL entre los grupos conformados por las opciones de respuesta de las preguntas «¿Cómo calificaría su calidad de vida?» y «¿Qué tan satisfecho/a está con su salud?». La figura 1 permite observar que la puntuación promedio de la WTL aumenta a medida que los adultos mayores expresan que su calidad de vida es buena o muy buena (F=27,86; p=0,000; ω2=0,57) y están satisfechos o muy satisfechos con su salud en general (F=23,83; p=0,000; ω2=0,32). Los resultados anteriores confirman que la autopercepción acerca de la calidad de vida y la salud en general pueden ser factores que fortalezcan o disminuyan la WTL6. En esta misma línea, otros estudios señalan que las evaluaciones de la propia salud y la calidad de vida actual pueden influir en los años que una persona quiere vivir3.
Los breves hallazgos deben interpretarse a la luz de las limitaciones del estudio. Primero, no se realizó un seguimiento longitudinal de las variables. En este sentido, se sugiere evaluar si las variaciones observadas en la WTL se presentan también a lo largo del tiempo. Segundo, la información sobre la calidad de vida y la salud general está basada en autoinformes, por lo que próximos estudios deben examinar la relación WTL-calidad de vida-salud general utilizando una evaluación más objetiva. Tercero, los hallazgos son relevantes para el grupo de adultos mayores evaluado. Por lo tanto, existe la necesidad de replicar los resultados en otros contextos culturales.
A pesar de las limitaciones, el estudio espera dar un paso importante para demostrar el importante papel que puede jugar la WTL en el bienestar general de los adultos mayores peruanos. Si bien los resultados son preliminares, pueden ser tomados en cuenta como base empírica para sugerir la implementación de programas de intervención dirigidos a promover un mejor conocimiento y comprensión de los determinantes de la WTL en los adultos mayores7.
FinanciaciónEsta investigación fue financiada por el Proyecto 20194003 de la Universidad Privada del Norte.