La investigación clínica constituye la piedra angular para la generación de conocimiento médico, innovación y desarrollo de la medicina, en cualquier ámbito asistencial, también en la Atención Primaria (AP) de Salud. La medicina de familia es un campo de conocimiento médico propio que se centra en las personas, su entorno familiar y que, además, incluye la visión comunitaria de la medicina.1 Lamentablemente, desde siempre, se ha considerado a los hospitales como la única institución en la que pueden realizarse actividades de investigación en biomedicina y ciencias de la salud, olvidando el potencial investigador de la AP en aspectos claves relacionados con la epidemiología, historia natural de las enfermedades, pruebas diagnósticas, estudio de fármacos, cumplimiento, actividades preventivas y de promoción de la salud o cuestiones relacionadas con la gestión y organización de servicios.2

La investigación en AP plantea aspectos éticos y legales específicos, con importantes diferencias respecto a la atención especializada. Las más relevantes son la singular presentación de las enfermedades, la estrecha relación médico-paciente, la asistencia continuada e integral y el predominio de patologías crónicas en nuestro medio.3 Estos motivos sustentan la necesidad de investigación específica en AP; los ensayos clínicos y los estudios observacionales y descriptivos realizados en pacientes del mundo real, de la medicina de familia, son elemento clave para activar la investigación en nuestro ámbito de asistencia. Sin investigación no hay publicación, tesis doctorales, crecimiento curricular y, por tanto, acceso a la Universidad.

A pesar de estas consideraciones, la evolución de la investigación en AP no ha ido en paralelo al cambio de la medicina de familia en España; su desarrollo no ha alcanzado la relevancia y el impacto deseados.4 Los principales obstáculos residen en la falta de tiempo por la excesiva carga asistencial, inexperiencia investigadora por la carencia de los aspectos formativos básicos que han sido poco desarrollados durante el periodo de residencia (MIR) y posgrado, falta de interés y de reconocimiento por parte de la Administración Sanitaria de la actividad investigadora y de la figura del profesional investigador, problemas en conseguir financiación pública, falta de homogeneidad en los diferentes territorios que conforman el Sistema Nacional de Salud (permisos, tiempos, selección de investigadores, etc.), constituyen dificultades insuperables, y variables, en función de la Comunidad Autónoma de la que se trate.

Aún siendo conscientes de las barreras actuales para investigar, desde la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) creemos que la optimización de la investigación en AP pasa por el necesario impulso y participación de las Sociedades Científicas. En este sentido, SEMERGEN lo tiene claro.5 Los objetivos de la Agencia de Investigación de la Sociedad incluyen prioritariamente la puesta en marcha de proyectos propios y el apoyo a las propuestas de investigadores y de la red (REDI), con especial atención a la asesoría metodológica en el diseño y redacción del proyecto, asesoría en los trámites administrativos, ayuda con los comités éticos, diseño de la base de datos, análisis e interpretación de resultados, asesoría en la redacción del informe final, preparación de artículos y comunicaciones a los congresos, reuniones de la REDI e impulso y mantenimiento de la red de expertos en ensayos clínicos.

El apoyo financiero a estudios de relevancia clínica es también una cuestión de interés para la Fundación de Investigación. Precisamente en este número de la revista Medicina de Familia SEMERGEN se presentan los resultados preliminares del estudio RICARTO (RIesgo CARdiovascular y eventos cardiovasculares en la población general del área sanitaria de TOledo) cuyo objetivo fue investigar las prevalencias de factores de riesgo cardiovascular, lesión de órgano diana y enfermedad cardiovascular en población general del Área Sanitaria de Toledo para determinar el riesgo cardiovascular de la población incluida.6 La justificación, objetivos y diseño metodológico del estudio ha sido motivo de otra publicación previa.7 La Fundación de Investigación de la SEMERGEN colabora desde el año 2013 en la financiación del estudio RICARTO con una beca no condicionada. Esta línea de actuación, con soporte económico a proyectos de gran impacto, como el estudio IBERICAN, el estudio PRESENCIA, el propio RICARTO o el estudio PREDIMED-PLUS (nodo de León) nos parece necesaria y congruente con los objetivos que debe tener una Sociedad Científica.

Otro aspecto de gran interés, relacionado con la investigación en AP y el apoyo de la Sociedad a los proyectos que emanan de nuestros socios, es trasladar la información a los profesionales para su conocimiento y aplicación, si procede, en la práctica clínica. Dado que la investigación médica es un campo competitivo y que la repercusión depende de la publicación donde se realice, desde la Fundación SEMERGEN apostamos firmemente por las publicaciones de alta calidad científica relacionadas con la AP. La revista Medicina de Familia SEMERGEN, órgano oficial de difusión y comunicación de la Sociedad, cumple con los requisitos necesarios para ser vehículo de divulgación de la información relevante proveniente de la investigación promovida por la Sociedad.8 Es por ello, por lo que desde estas líneas animamos a la consideración preferente de nuestra revista para la publicación de la investigación realizada con los proyectos propios. Estudios como IBERICAN, PYCAF, EMARTRO, PRESENCIA y otros muchos, avalan nuestra apuesta por la investigación. Nuestro objetivo para el año 2018 es superar los 25.000 pacientes, enrolados en los más de 20 estudios propios en los que participan más de 1.500 investigadores.

Finalizo, no todos los médicos de AP están obligados a investigar, aunque se entiende que el conjunto de médicos de familia sí, ya que esto contribuye a elevar el nivel científico del colectivo y, por tanto de la AP en nuestro país. Y esto es así, porque la medicina es una disciplina que se rige por criterios científicos. Preparar al médico de familia en el método científico, como sustento de su trabajo asistencial, docente y de investigación y así adquirir el procedimiento para estudiar cuál el mecanismo de producción de la enfermedad, obtener nuevos recursos diagnósticos o terapéuticos, constituye la esencia de una buena medicina y también la razón de ser una Sociedad Científica. De este modo contribuimos, sin duda, al desarrollo de la medicina familiar. No puede ser de otra manera.