Objetivos: Demostrar si la preservación o no del antro gástrico en la gastrectomía vertical (GV) puede influir en la evolución ponderal a medio plazo.

Métodos: 60 pacientes con obesidad mórbida se distribuyeron de forma aleatoria en dos grupos antes de ser intervenidos de GV; grupo 1 (n = 30) inicio de la sección de la GV a 3 cm del píloro (sin preservación del antro pilórico) y grupo 2 (n = 30) inicio de la sección de la GV a 8 cm del píloro (con preservación del antro pilórico). La intervención se realizó por vía laparóscopica, utilizando una sonda de Faucher de 38F como guía. Se registraron datos antropométricos a los 12, 24 y 36 meses. Para evaluar su evolución ponderal se consideraron los criterios propuestos recientemente por la American Society for Metabolic and Bariatric Surgery (ASMBS). Para la valoración del porcentaje del exceso de IMC perdido (PEBMIL) y del porcentaje de sobrepeso perdido (EWL), se utiliza la clasificación de los resultados propuesta por Baltasar: excelente cuando el resultado es superior al 65%, bueno cuando el resultado se encuentra entre el 50% y el 65%, y fracaso si es menor del 50%.

Resultados: Se analizaron los datos de 60 pacientes, mayoritariamente mujeres 71,7%, con una edad media de 50,89 ± 11,30 años, un peso medio de 137,69 ± 24,63 kg y un IMC medio de 51,11 ± 6,22 kg/m². En la tabla se muestran los resultados de la evolución ponderal en ambos grupos. Ambos grupos presentaron una buena evolución ponderal, sin existir diferencias significativas entre ellos. En cuanto a la clasificación del PEBMIL, el grupo 3 cm obtuvo durante el primer y segundo año unos resultados clasificados como excelentes, mientras que en el grupo 8cm los resultados se clasifican como buenos.

Conclusiones: A pesar de no existir diferencias entre grupos, el grupo 3cm obtuvo resultados ligeramente superiores en todos los parámetros antropométricos analizados. Parece ser que la resección o no del antro gástrico no es determinante a medio plazo en cuanto a la evolución ponderal.