Caso clínico: Mujer de 60 años con antecedentes de proctocolectomía total e ileostomía por colitis ulcerosa en 2010. Reintervenida en 2016 por una hernia paraestomal, realizándose una hernioplastia tipo keyhole y una eventroplastia de línea media según técnica de Rives. Se realiza una segunda reintervención por recidiva en 2017 con transposición de ileostomía a fosa iliaca izquierda e inserción de malla de polipropileno preperitoneal profiláctica retromuscular. Acude en varias ocasiones a urgencias por cuadros suboclusivos que se manejan de manera conservadora de inicio, y ante la repetición de los mismos, se realiza intervención quirúrgica programada mediante Sugarbaker en 2018. Se produce de nuevo recidiva clínica y radiológica de tipo IV con gran defecto de pared. En la última intervención se realiza técnica de Pauli con colocación de una malla biosintética y de polipropileno conformada. La evolución posquirúrgica es favorable sin complicaciones al alta y sin recidiva a 12 meses de seguimiento.

Discusión: La complejidad del tratamiento de la hernia paraestomal estriba en mantener en el tiempo la reparación y evitar la recidiva. Son varias las técnicas que se han empleado para el tratamiento de la misma, siendo dos técnicas las que principalmente se realizan hoy día, keyhole como tratamiento profiláctico durante la confección de la ostomía, y Sugarbaker para la reparación. En nuestra experiencia, a pesar de las mallas profilácticas, los pacientes siguen desarrollando hernias paraestomales, y en la reparación mediante Sugarbaker aumentan las recidivas conforme lo hace el tiempo de seguimiento. Por tanto, es necesario en estos casos tener un esquema de tratamiento planificado e individualizado para dar solución guiada a un problema complejo con pocas opciones. En el caso presentado se realizó disección y movilización de todos los planos de la pared y la colocación de varias mallas incluido la transposición del estoma, a pesar de lo cual, no conseguimos evitar las recidivas. En este punto necesitamos analizar si eran necesarias todas las intervenciones y/o todas las mallas o quizás debe imperar el concepto de realizar una correcta disección quirúrgica anatómica con autoplastia y usar la malla para fijar la misma. Ante la situación de la pared y las técnicas y mallas implantadas previamente pesamos que la técnica más adecuada para esta paciente era la realización de una corrección de Pauli con colocando una malla retromuscular y lateralizando la colostomía. Sin embargo, el desarrollo de la misma es técnicamente complejo y precisa de un conocimiento anatómico exhaustivo. Como conclusión, consideramos que es necesario a la hora de considerar la cirugía de la hernia paraestomal, tener en cuenta riesgos y beneficios y valorar si realmente le aportaremos mayor calidad de vida que la que tendría con su hernia paraestomal, sin asociar una morbilidad y mortalidad nada desdeñables, ante lo cual es necesario realizar planteamientos quirúrgicos dentro de un protocolo de indicaciones restrictivas y muy precisas.