Edited by: Dolors Manau - Assisted Human Reproduction Unit Institute of Gynecology, Spain
César Díaz García - IVIRMA London, UK
En las últimas décadas se ha incrementado el uso de técnicas de preservación de la fertilidad en mujeres con patología oncológica, con el objetivo de mejorar su pronóstico reproductivo futuro. Esto se explica, entre otros motivos, por el aumento de la incidencia de neoplasias en edad reproductiva, el aumento de la supervivencia, y el retraso progresivo de la maternidad actualmente. La gonadotoxicidad de la quimioterapia depende de diversos factores, como son la edad de la paciente, la reserva ovárica basal y el tipo y dosis acumulada de la quimioterapia. Por ello, es fundamental realizar un consejo reproductivo adecuado y derivar a las pacientes a programas especializados de preservación de la fertilidad, donde se realiza una valoración del riesgo gonadotóxico, de los riesgos individualizados de cada paciente y donde existe la logística necesaria para realizar las distintas técnicas de preservación de forma urgente. La criopreservación de ovocitos es la técnica de preservación de la fertilidad de elección, considerándose establecida y no experimental desde el año 2013. La estimulación hormonal ovárica puede comenzar en cualquier fase del ciclo menstrual (random start) para no retrasar el inicio de la quimioterapia. Además, en pacientes con cáncer de mama, se considera recomendable la adición de letrozol para evitar el incremento excesivo de los niveles de estrógenos séricos. La criopreservación de corteza ovárica, considerada todavía experimental en muchos países, está indicada en determinadas ocasiones, como cuando no se puede retrasar 2 semanas el inicio de la quimioterapia o en pacientes prepuberales, en las que no se puede realizar la estimulación hormonal ovárica. La quimioprevención con agonistas de la GnRH actualmente no se considera una técnica de preservación de la fertilidad establecida, aunque podría valorarse su uso en algunos escenarios clínicos.
In recent decades, the use of fertility preservation techniques in women with oncologic pathology has increased, aiming to improve their future reproductive prognosis. This trend is attributed to the increasing incidence of neoplasms in women of reproductive age, improved survival rates, and the progressive delay of motherhood. The gonadotoxicity of chemotherapy is influenced by factors like the patient's age, baseline ovarian reserve, and the type and cumulative dose of chemotherapy. Therefore, it is crucial to provide appropriate reproductive counseling and refer patients to specialized fertility preservation programs, where comprehensive assessment of gonadotoxic risk and individual patient risk are performed. Oocyte cryopreservation is the main technique for fertility preservation, non-experimental since 2013. Controlled ovarian stimulation starts at any phase of the menstrual cycle (random start), avoiding the delay in starting chemotherapy. In addition, the treatment with letrozole is recommended to breast cancer patients performing ovarian stimulation to prevent excessive increases in serum estrogen levels. The ovarian cortex cryopreservation is still considered experimental in many countries. However, it is performed in some cases, for example, when chemotherapy cannot be delayed for 2 weeks or in prepubertal patients. At the present time, gonadotropin-releasing hormone (GnRH) treatment is not regarded as a fertility preservation technique. However, it can be employed in certain clinical contexts.