19017 - Niveles de proteína Ácida glial fibrilar y neurofilamentos de cadena ligera como predictores de respuesta en una cohorte multicéntrica de pacientes con esclerosis múltiple tratados con ocrelizumab
1Servicio de Neurología. Hospital Ramón y Cajal; 2Servicio de Inmunología. Hospital Ramón y Cajal; 3Servicio de Neurología. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete; 4Servicio de Neurología. Hospital Universitari de Bellvitge; 5Servicio de Neurología. Hospital Universitario de la Princesa; 6Servicio de Neurología. Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca; 7Servicio de Neurología. Complejo Hospitalario Dr. Negrín; 8Servicio de Neurología. Hospital General Juan Ramón Jiménez; 9Servicio de Neurología. Hospital Universitario Fundación Alcorcón; 10Servicio de Neurología. Complexo Hospitalario Universitario A Coruña; 11Servicio de Neurología. Hospital Clínico Universitario San Cecilio; 12Servicio de Neurología. Hospital General Universitario Gregorio Marañón; 13Servicio de Neurología. Fundación Jiménez Díaz; 14Servicio de Neurología. Hospital Universitari Joan XXIII de Tarragona; 15Servicio de Neurología. Complejo Asistencial de Ávila; 16Servicio de Neurología. Hospital Universitario 12 de Octubre; 17Servicio de Neurología. Hospital Virgen del Puerto; 18Servicio de Neurología. Hospital Universitario Príncipe de Asturias; 19Servicio de Neurología. Complejo Hospital Universitario Nuestra Sra. de Candelaria; 20Servicio de Neurología. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau.
Objetivos: La utilidad de los niveles séricos de neurofilamentos de cadena ligera (NfL) y proteína ácida glial fibrilar (GFAP) para predecir la respuesta terapéutica en pacientes con esclerosis múltiple recidivante (EMR) tratados con ocrelizumab aún no ha sido claramente establecida.
Material y métodos: Estudio prospectivo longitudinal multicéntrico donde se incluyeron 91 pacientes con EMR (58 mujeres [63%], con edad (media ± DE) de 41.2 ± 10 años que iniciaron ocrelizumab en 18 hospitales en España desde febrero de 2020 a marzo de 2022. Veinticuatro pacientes (26,4%) fueron naïve y 67 (73,6%) procedían de otros tratamientos modificadores de enfermedad debido a falta de eficacia o razones de seguridad.
Resultados: Al año de tratamiento con ocrelizumab, 63 pacientes (69,2%) alcanzaron NEDA-3 (grupo A), 19 pacientes (20,9%) tuvieron actividad clínica y/o radiológica (grupo B) y 9 pacientes (9,9%) tuvieron progresión confirmada de la discapacidad sin actividad inflamatoria (grupo C). Los niveles séricos basales de NfL fueron mayores en el grupo B comparados con los grupos A y C (p = 0,0007) y los niveles séricos de GFAP fueron mayores en los grupos B y C comparados con el grupo A (p = 0,046). Después de un año del inicio de ocrelizumab, los niveles séricos de NfL y GFAP disminuyeron en los grupos A (p = 0,0028 y p = 0,0000007, respectivamente) y B (p = 0,00008 y p = 0,0023, respectivamente). No se apreciaron cambios significativos en los pacientes del grupo C.
Conclusión: La combinación de los niveles séricos de GFAP y NfL pueden ayudarnos a identificar a pacientes con una respuesta óptima al tratamiento con ocrelizumab.