19960 - Terapia de células T con receptores quiméricos para antígenos (CAR-T) en enfermedad por anticuerpos anti-MOG (MOGAD), ¿una opción terapéutica razonable?
1Servicio de Neurología. Hospital Clínic i Provincial de Barcelona; 2Servicio de Neurología. Hospital Clinic de Barcelona; 3Unidad de Neuroinmunología Clínica. Hospital de Sant Joan de Dèu; 4Servicio de Hematología. Hospital Clínic i Provincial de Barcelona; 5Servicio de Inmunología. Hospital Clínic i Provincial de Barcelona; 6Servicio de Oftalmología. Hospital Clínic i Provincial de Barcelona; 7Unidad de Neuroinmunología Clínica. Hospital Clínic i Provincial de Barcelona.
Objetivos: La terapia CAR-T ha emergido como una opción prometedora en trastornos mediados por anticuerpos refractarios a tratamientos convencionales, como el lupus eritematoso sistémico. Se describe paciente con MOGAD refractario, tratado con CAR-T contra CD19.
Material y métodos: Varón de 25 años que debutó con alteración sensitiva, esfinteriana y paraparesia progresiva. Una RM medular mostró lesión torácica extensa, hasta cono, con determinación positiva de anti-MOG en suero por cultivos celulares. El paciente recuperó bien tras bolus de metilprednisolona intravenosa (MTPiv). Cinco meses después, presentó nuevo episodio de mielitis parcial, y se inició rituximab. A lo largo de los siguientes 7 años, y pese a asociar diversas terapias a rituximab (inmunoglobulinas, micofenolato, prednisona) el paciente sufrió 6 nuevos episodios, todos de neuritis óptica. Se propuso terapia CAR-T ante la escasa recuperación del último episodio de neuritis óptica y la positividad persistente para anti-MOG.
Resultados: El paciente recibió acondicionamiento con ciclofosfamida y fludarabina seguido de las células CAR-T en 3 días consecutivos. Las infusiones fueron bien toleradas sin ningún efecto adverso. En el día +29 presentó empeoramiento de agudeza visual (0,16) por su ojo izquierdo, con defecto pupilar aferente. Se administró MPTiv sin mejoría, y posteriormente recambio plasmático. En el momento del brote, los linfocitos B-CD19+ estaban deplecionados, las células CAR-T correctamente expandidas y los anti-MOG eran negativos.
Conclusión: La terapia CAR-T es segura. En nuestro caso, la recurrencia precoz no la descarta como terapia útil en MOGAD, como lo demuestra el hecho que los anti-MOG hayan desaparecido en suero, si bien es necesaria más experiencia de uso.