Objetivos: Validación de la utilidad de bioconectores luer-lock, conectados a catéteres venosos para la administración de dosis de distintos radiofármacos.

Material y métodos: El estudio se realizó con 5 muestras formadas por 20 dosis de 4 radiofármacos tecneciados de uso frecuente: 99mTc-tetrofosmina (723,52 ± 281,10 MBq), 99mTc-HDP (812,18 ± 155,07 MBq), 99mTc-MAG3 (109,94 ± 16,82 MBq), 99mTc-DMSA (89,03 ± 9,04 MBq), 99mTc-HMPAO (696,09 ± 70,93 MBq). Las dosis de 99mTc-tetrofosmina, 99mTc-HDP y 99mTc-HMPAO se dispensaron en volumen de 0,5 ml y las de 99mTc-MAG3 y 99mTc-DMSA en 0,3 ml y se administraron a través de bioconectores a un vial de vidrio para simular la inyección. Se midieron las actividades de los viales, usando bioconectores sin lavado y poslavado con 4 ml de suero fisiológico (SF), obteniéndose dos grupos de valores: actividades con bioconector (ACB) y actividades con bioconector poslavado (ACBL). Se midieron las actividades de las dosis residuales en jeringa y aguja (RJA), bioconector (RB) y bioconector poslavado (RBL) calculándose los porcentajes de cada una respecto a la dosis dispensada. Se calculó la actividad administrada sin bioconector (ASB) como dosis dispensada menos RJA. Para determinar si existen diferencias entre dosis administradas con o sin bioconector, se compararon los valores ASB, ACB y ACBL mediante el análisis de la varianza de medidas repetidas con paquete informático SPSS 12.0.

Resultados: Hubo diferencias estadísticamente significativas (p < 0,05) entre las actividades ASB y ACB pero no entre ASB y ACBL. Las RJA mayores correspondieron a 99mTc-tetrofosmina, 99mTc-DMSA y 99mTc-MAG3 con un 18 ± 6%, 12 ± 4% y 11 ± 3% respectivamente respecto a las dosis dispensadas y las menores a 99mTc-HDP y 99mTc-HMPAO con un 9 ± 3% y 8 ± 1% respectivamente. Estas dosis residuales no se incrementaron significativamente con los valores de RBL.

Conclusiones: Para la administración de radiofármacos tecneciados se pueden usar los bioconectores luer-lock lavando con SF. Como ventajas además de ser una barrera contra la contaminación microbiológica, evitan las agujas en la inyección disminuyendo el riesgo de pinchazos accidentales y la extravasación.