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Vol. 47. Núm. 1.
Páginas 5-8 (junio 2013)
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Anales de Antropología es una de las revistas antropológicas contemporáneas más importantes en el ámbito académico hispanohablante. A lo largo de los años, su objetivo principal ha sido la difusión del conocimiento antropológico en sus diversas áreas tratando siempre de mantener una línea editorial multidisciplinaria y abierta a los constantes cambios teóricos y metodológicos en el campo de la antropología. Hemos tratado de mantenernos fieles a tres objetivos principales: primero, dar a conocer los resultados y los productos de las investigaciones de los académicos de nuestro Instituto y de autores especializados en el ámbito antropológico a nivel nacional y latinoamericano; segundo, aprovechar la tecnología digital como un recurso que permite compartir el conocimiento en forma instantánea y con una audiencia en todo el mundo; y finalmente, incrementar la visibilidad y el impacto del trabajo de los autores de la revista, de tal manera que los artículos sean más fáciles de localizar, de recuperar y visibilizar, aumentando el número de lectores y de citas. La revista Anales de Antropología nació en 1964 en la Sección de Antropología, en ese entonces parte del Instituto de Investigaciones Históricas, bajo la dirección del Dr. Miguel León-Portilla. La idea de fundar la revista fue del Dr. Juan Comas, destacado antropólogo, quien fungió como editor entre 1964 y 1977, tiempo en el que se publicaron los primeros catorce volúmenes. Cuando apareció el primero de ellos, la línea editorial se orientó a la difusión del conocimiento antropológico físico y social, a la etnología, la arqueología y la lingüística. Actualmente Anales de Antropología constituye un espacio abierto para investigadores de otras instituciones tanto nacionales como extranjeras, y refleja los avances y las tendencias de este campo de conocimiento en México y en Latinoamérica. Los cuarenta y seis volúmenes publicados hasta 2012 son una plataforma para el debate científico. A su vez, la revista representa una valiosa contribución orientada hacia la construcción de una disciplina antropológica que responda a las necesidades de nuestro tiempo.

En esta ocasión, Anales de Antropología presenta once artículos que abarcan aspectos temporales y espaciales diversos dentro del ámbito mesoamericano, desde las perspectivas arqueológica, etnográfica y lingüística. Los trabajos que componen este volumen de la serie abordan un problema fundamental de la investigación antropológica contemporánea que tiene que ver con la construcción de identidades colectivas como un proceso complejo de negociación activa y constante entre un sinnúmero de intereses, agentes e identidades. Los artículos abordan aspectos fundamentales en la construcción de “identidades” en el contexto mesoamericano: la materialidad, el cuerpo y la territorialidad.

En el primer artículo, “El Corazón del Monte entre los zapotecos del Posclásico”, Bernd Fahmel Beyer aborda el problema de “la representación” y el significado del “signo” desde la perspectiva de Charles Peirce. Según el autor, “los signos no se definen sólo porque sustituyan a las cosas, sino porque funcionan realmente como instrumentos que ponen el universo al alcance de los intérpretes, pues hacen posible que pensemos también lo que no vemos ni tocamos o ni siquiera nos imaginamos”. Debido a ello, y según Fahmel, la adopción del esquema peirciano implica necesariamente que los actores sociales relacionados con un determinado corpus iconográfico sean “portadores de interpretaciones”. El signo, por lo tanto, “crea algo en la mente del intérprete, y ese algo creado por el signo, ha sido creado también de una manera indirecta y relativa por el objeto del signo”. Basándose en esta idea, Fahmel documenta y analiza los resultados de su trabajo etnográfico y etnolingüístico llevado a cabo en San Dionisio Ocotepec, ubicado en los valles centrales de Oaxaca aportando una solución novedosa al problema de la “significación y representación” del rico corpus epigráfico, documental e iconográfico de la antigua tradición cultural zapoteca.

En “De naguales y culebras. Entidades sobrenaturales y ‘guardianes de los pueblos’ en el sur de Oaxaca”, Damián González Pérez analiza una serie de relatos sobre naguales de pueblos zapotecos de la sierra sur de Oaxaca, en donde se hace referencia a la culebra de agua como entidad sobrenatural que protege a las comunidades contra los ataques de naguales de otros pueblos, en particular del pueblo huave de San Mateo del Mar, en la región del istmo de Tehuantepec. El autor sostiene que estos relatos están insertos en un complejo contexto de relaciones interétnicas de pueblos pertenecientes a diversos grupos etnoligüísticos –entre ellos, zapotecos, chontales, mixes, huaves y zoques– que han habitado la franja sur del estado, conformada por las regiones de la sierra sur, la costa y el Istmo de Tehuantepec. Su análisis se organiza a partir de dos aspectos: el carácter de los naguales como entidades sobrenaturales guardianes de los pueblos y las historias locales y las relaciones interétnicas entre los pueblos zapotecos del sur y los huaves de San Mateo del Mar.

En su artículo: “Lengua e identidad entre los mayas contemporáneos de Yucatán”, Violeta Guzmán Medina intenta rastrear el origen común de los mayas yucatecos actuales a partir del seguimiento en el uso de los patronímicos como signos individuales de la lengua y como marcadores importantes de identidad. Su artículo es el resultado de un estudio comparativo entre dos regiones que resultan representativas de los procesos de cambio y continuidad de esta cultura: la zona henequenera y la zona milpera del oriente. La prevalencia de los apellidos de origen maya entre más de la mitad de los actuales pobladores de Yucatán, vinculados con el uso cotidiano de la lengua maya, nos sugieren la pertenencia a un colectivo étnico que tiene una historia y un origen común y, por lo tanto, tienen también una matriz cultural compartida que les ha permitido su continuidad étnica y cultural.

Dos artículos abordan el problema de la territorialidad como fenómeno ubicado en los límites entre la historia, la política, las relaciones sociales y la ideología, sometiendo a prueba las “fronteras” convencionales entre diferentes disciplinas. Luis Alejandro Martínez Canales, en “Cultura y economía para la sobrevivencia: procesos y relatos desde el etnoterritorio nahua de Tehuipango, en la sierra de Zongolica, Veracruz”, combina las experiencias de los nahuas de la zona entre la tradición de la agricultura de subsistencia, la mano vuelta y más adelante el trabajo foráneo complementario, como punto de partida para analizar los intervalos de un gran proceso que aglutina lo sociocultural con lo económico, como elementos clave en el desarrollo de nuevas estructuras que contienen aspectos relevantes de lo local y regional, y las aportaciones y complejidades surgidas de sus relativamente nuevas relaciones extralocales y de los propios avatares de su realidad comunitaria. Rosa María Bonilla y Juan Carlos Gómez, por su parte, en “Música y topofilia en Tamazunchale, S. L. P.” aborda desde una perspectiva original el problema de la construcción de la identidad local a partir de la música como elemento cohesionador a nivel social. En su artículo nos relata cómo en la Huasteca potosina, a través de la música propia y otras experiencias musicales, se genera una identidad regional relacionada estrechamente con las condiciones del medio físico en el que viven.

Tres artículos abordan el problema del estudio de la “identidad” desde la perspectiva de la “corporeidad” como elemento constitutivo de la misma. “La expresión corporal del miedo entre los antiguos nahuas” de Jaime Echeverría García y Miriam López Hernández analiza las emociones como construcciones sociohistóricas cuyo contenido forma parte de los sistemas normativo y moral. Según los autores, la emoción puede materializarse a través de la actitud corporal y, al mismo tiempo, expresa un tipo de comportamiento específico. Entre los antiguos nahuas, la emoción del miedo fue expresada corporalmente de forma diferenciada entre mujeres y hombres, actitudes que reforzaban los roles y las asociaciones ideológicas esperados para cada género. Cecilia Rohrbach Viadas compara en su artículo, “La ancianidad entre la tradición patriarcal, el empirismo campesino y la modernidad”, dos concepciones de la ancianidad: la de un pueblo y la de una comunidad campesina. Aplicando entrevistas semiestructuradas con jóvenes y adultos, valora la representación social que tienen de sus ancianos. Mientras que en la comunidad campesina la ancianidad se analiza a través de la trayectoria y del contenido de un rumor relacionado con la investigadora, ambas sociedades constituyen una unidad a través de una historia común, pero con un contexto sociocultural diferente que se refleja dentro de una perspectiva comparativa.

Por su parte, Wiliam Carvajal Veitía, a través de la aplicación de los modelos “optimización morfológica” y “presión selectiva“, en su artículo “Selección natural y deporte: un acercamiento al estudio de la evolución morfológica del deportista de alto rendimiento” discute de manera crítica el uso generalizado de la idea de “evolución secular” en revistas especializadas en antropología y su escaso uso en el campo del deporte, donde han ocurrido cambios morfológicos más acelerados debido a fenómenos sociales, biológicos y ambientales, entre los que se cuentan la globalización, mejores incentivos financieros, torneos cada vez más calificados, etc. La idea del autor es proponer un modelo de visión integral de todos los conceptos que definen la evolución morfológica del Homo Olimpicus. Su análisis se basa en la población deportiva cubana como objeto de estudio considerada un paradigma de país con un gran desarrollo deportivo a nivel mundial y olímpico.

Finalmente, Cristina Oehmichen Bazán en “Representaciones de la violencia delincuencial en un barrio popular de la ciudad de México” aborda, desde una perspectiva antropológica, un problema actual y complejo: la inseguridad pública y el miedo. En su artículo, la autora nos obliga a reflexionar en torno a las siguientes preguntas: ¿Cuáles son las representaciones que se tienen en torno a la violencia delincuencial? ¿Cómo intervienen las subjetividades en la construcción de prácticas sociales frente al crimen? ¿Cuáles son las estrategias del ciudadano común para protegerse? ¿Qué representaciones comparten sobre el papel del Estado y la ciudadanía en este proceso?

Junto a los once artículos anteriores, presentamos a los lectores la sección de reseñas bibliográficas.

Esperamos que este volumen sea de su interés y agrado.

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