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Vol. 35. Núm. 1.
Páginas 54 (enero 2004)
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Alucinógenos: ¿drogas para soñar?
Hallucinogenics: Drugs for Dreaming?
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S. Abanadesa, C. Unizonyb, Y. Álvareza, M. Farréa
a Unidad de Farmacología. Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM)-Hospital del Mar. Barcelona. Departamento de Farmacología, Terapéutica y Toxicología. Universidad Autónoma de Barcelona. Barcelona. España.
b Unidad de Farmacología Clínica. Hospital Vall d'Hebron. Barcelona. España.
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Sr. Director: Hemos leído con gran interés el artículo de Royo-Isach et al1. Desearíamos aportar algunos comentarios y proporcionar información adicional al artículo mencionado. Los autores hacen referencia principalmente a la dietilamida del ácido d-lisérgico o LSD-25. Bajo el término alucinógenos se define a diferentes sustancias que pueden provocar cambios en las percepciones2. Estas sustancias se encuentran en plantas, hongos, animales o son productos de síntesis química. A nuestro juicio, dado el actual aumento del consumo de otros alucinógenos diferentes al LSD, se echa en falta una referencia al resto de alucinógenos. Los naturales,

como las setas de la especie psilocybe (psilocibina, psilocina), los cactus Peyote y San Pedro (mescalina), la ayahuasca (harmina, harmalina, N,N-dimetiltriptamina-DMT); los antagonistas del receptor N-metil-D-aspartato (NMDA), como la ketamina; o como algunas anfetaminas alucinógenas de síntesis, como DOM (4-metil-2,5-dimetoxianfetamina), 2-CB (2,5-dimetoxi-4-bromo-feniletilamina) o 2-CI (2,5-dimetoxi-4-iodofeniletilamina) (tabla 1). Cabe destacar que la lista de anfetaminas alucinógenas está en continuo cambio según aparecen nuevos derivados3.

En el apartado sobre los efectos de los alucinógenos, coincidimos con los autores en que los usuarios consumen otras sustancias durante el bajón, principalmente alcohol y Cannabis. Es importante destacar la situación inversa, el aumento en el consumo de alucinógenos de forma concomitante o durante el bajón de ciertos estimulantes, como la 3,4-metilendioximetanfetamina (MDMA o éxtasis). Hay un consumo incipiente de alucinógenos asociados a otras sustancias (policonsumo) durante sesiones de bailes maratoniano y música electrónica, en las fiestas tipo rave o en la llamada «cultura de club». Este consumo podría representar una gran parte del consumo total de alucinógenos en nuestro medio en la actualidad4.

Estamos en desacuerdo cuando los autores refieren que uno de los efectos principales de los alucinógenos es su capacidad de producir reapariciones espontáneas de la experiencia alucinógena sin que tenga lugar un nuevo consumo, conocido como trastorno persistente de la percepción por alucinógenos o flashback. Recientemente se ha revisado la evidencia científica disponible sobre este tipo de trastornos. Como aspectos más relevantes, se refiere que el término flashback ha sido definido de formas muy diversas con el tiempo, que la mayoría de los estudios proveen poca información para juzgar cuántos casos han sido definidos según criterios diagnósticos DSM-IV y, finalmente, concluye que, sin ser posible conocer la verdadera incidencia del trastorno con los datos actuales y teniendo en cuenta los millones de personas que han ingerido alucinógenos, la incidencia del trastorno es mucho menor de lo que se creía5.

Por otra parte, los autores señalan que «este efecto conocido como flashback puede producir reacciones psicóticas en sujetos predispuestos genéticamente». Creemos que se refieren al consumo de alucinógenos como causa de las reacciones y no propiamente al flashback, que habitualmente es pasajero y provoca sobre todo trastornos de ansiedad.

Para finalizar queremos felicitar a los autores por fomentar los programas de reducción de riesgos entre los usuarios de esta sustancias. Mediante el reconocimiento de un consumo de sustancias por parte de los usuarios, tratan de aportar información para la disminución de los riesgos asociados al consumo. En nuestra opinión, estas estrategias pueden ayudar al acercamiento de ciertos consumidores a las redes asistenciales y están basadas en una visión más realista del problema del consumo de drogas de abuso.

Bibliografía
[1]
Royo-Isach J, Magrané M, Marti R, Gómez S..
Alucinógenos: ¿drogas para soñar? Una intervención preventiva y asistencial desde el ámbito de la atención primaria..
Aten Primaria, 33 (2004), pp. 331-4
[2]
Nichols DE..
Hallucinogens..
Pharmacol Ther, 101 (2004), pp. 131-81
[3]
Four more synthetic drugs under EU control [consultado 07/06/04]. Disponible en: http://www.emcdda.eu.int
[4]
Abanades S, Peiró AM, Farré M..
Club drugs: viejos fármacos son las nuevas drogas de la fiesta..
Med Clin (Barc), 123 (2004), pp. 305-11
[5]
Halpern JH, Pope HG Jr..
years? Drug Alcohol Depend, 69 (2003), pp. 109-19
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