La lumbalgia es, tras los procesos respiratorios, la segunda causa más frecuente de consulta en atención primaria. El objetivo del médico de familia es identificar las causas específicas y detectar las causas potencialmente graves de dolor lumbar, así como tratar todas ellas con el fin de prevenir la cronicidad e incapacidad que sucede en el 5-10% de los casos de lumbalgia inespecífica. Las causas posibles de dolor lumbar se exponen en la tabla 1.
Caso clínico. Paciente de 73 años de edad, inmovilizada, con antecedentes personales de obesidad, hipertensión arterial, enfermedad de Parkinson, que solicita atención médica por presentar un dolor lumbar de instauración insidiosa de varios meses de evolución que se ha intensificado, presentando en el momento actual una importante limitación funcional y pérdida de fuerza y sensibilidad en los miembros inferiores (MMII), sin traumatismo previo ni sobresfuerzo. En la exploración física destaca una paraparesia flácida de predominio proximal y derecho, con una fuerza de 0/5 en el miembro inferior derecho y 2-3/5 en el izquierdo, arreflexia, sensibilidad propioceptiva abolida y con un nivel sensitivo en T11-L1 abolido. Por este motivo fue derivada de manera urgente a su hospital de referencia, donde se le realizó una resonancia magnética que mostró una lesión destructiva en T11, con compresión del canal medular. Fue intervenida de vertebrectomía de T10-T11 con liberación del canal medular y colocación de un injerto autólogo de cresta ilíaca. La pieza fue remitida al servicio de anatomía patológica y microbiología, donde se confirmó el diagnóstico de enfermedad de Pott.
Discusión. Con este caso queremos llamar la atención sobre la importancia de todo dolor lumbar, causa frecuente de consulta médica, ante el que se debe descartar posibles causas graves y orientar la anamnesis hacia la búsqueda de signos de alarma (red flags) basados en la edad de la paciente, los traumatismos previos, tratamientos farmacológicos como corticoides orales, dolor torácico o síntomas que orienten hacia un síndrome constitucional, así como el síndrome de cola de caballo y el déficit neurológico motor1,2. En la exploración física, lo más importante es localizar el dolor, palpar los pulsos femorales y valorar la sensibilidad y fuerza de MMII para descartar un compromiso medular3.
En una lumbalgia aguda (duración inferior a 3 meses) no está indicada la realización sistemática de una radiografía simple, excepto si hay un antecedente de traumatismo o sospechamos una fractura o una enfermedad grave de origen de vertebral4.
Recordemos que la tuberculosis vertebral o enfermedad de Pott es una afección que debe diagnosticarse y tratarse precozmente para evitar su evolución hacia una paraplejía por compresión medular. Las articulaciones afectadas con más frecuencia son las que soportan peso (columna, caderas y rodillas)5,6.