Introducción. La recidiva locorregional (RLR) de cáncer de mama es una complicación frecuente (5-26% de los casos tratados únicamente con mastectomía radical). Puede ocurrir en los 20 años siguientes al tratamiento, aunque en un 90% de los casos aparece en los primeros 5 años. La localización más frecuente es en la cicatriz de la mastectomía. Esta complicación implica mal pronóstico, ya que refleja un crecimiento local del tumor, y se puede acompañar de recidiva sistémica en el 40% de los casos en los siguientes 2 años, registrándose cifras de supervivencia global de aproximadamente 42% a los 5 años (0-65% según los diferentes factores pronósticos: período libre de enfermedad, ganglios afectados, estadio del tumor, receptores para estrógenos y progesterona, necrosis tumoral, quimioterapia tras mastectomía, etc.). El período libre de enfermedad y el número de ganglios afectados son los factores pronósticos más importantes. El tratamiento se realiza mediante radioterapia local y terapia sistémica: quimio u hormonoterapia si es un tumor susceptible. En ocasiones se recomienda realizar una resección quirúrgica amplia de toda la cicatriz (a veces es necesario utilizar injertos), e irradiación posterior del lecho.
Caso clínico. Presentamos el caso de una mujer de 78 años, diagnosticada previamente de HTA y hacía 3 años de carcinoma de mama izquierda (carcinoma ductal infiltrante T2 N1b M0), tratado quirúrgicamente (mastectomía radical), con posterior quimio, radio y hormonoterapia. Desde entonces presentaba buena evolución analítica y clínica en los controles semestrales en la consulta ambulatoria de oncología.
En el último control refirió presentar, desde hacía 3 meses, lesiones eritematosas, pruriginosas, en la zona de mastectomía, tratadas por su médico con tratamiento tópico y aciclovir vía oral, sin mejoría. Se remitió a la paciente a dermatología, objetivándose zona de erosión de 2,5 cm de diámetro con fondo limpio sobre una gran placa eritematosa (18 × 15 cm) indurada, infiltrada de pápulas y nódulos eritematosas duros, satélite, de unos 0,6 cm (fig. 1). Ante estos hallazgos se realizó una biopsia cutánea (punch de 6 mm) de uno de los nódulos satélite, que confirmó la sospecha diagnóstica: recidiva cutánea de cáncer de mama.
Figura 1. Gran placa eritematosa indurada, con múltiples nódulos satélites y una erosión central, sobre cicatriz de mastectomía.
Discusión y conclusiones. Como ya hemos comentado en la introducción, la RLR de carcinoma de mama es un hecho relativamente frecuente, incluso años después del tratamiento quirúrgico. Además, se trata de una complicación que, aunque no en todos los casos, confiere un pronóstico malo a corto o medio plazo. Por esto, es importante destacar la labor del médico de AP en el seguimiento continuado de estas pacientes, y la necesidad de sospechar esta complicación ante los primeros síntomas que se presenten (prurito, eritema cutáneo, etc.).