Ante todo agradecer profundamente los comentarios de Ibáñez et al1, complementando la información sobre el registro de efectos adversos de las vacunas a través del Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano (SEFV-H), que se menciona en el comentario del trabajo sobre efectos adversos de la vacuna frente al virus del papiloma humano2,3. Más aún tratándose de profesionales que conocen perfectamente el tema por pertenecer y trabajar en dichas instituciones. Sus aclaraciones explicando con más detalle los mecanismos de funcionamiento del SEFV-H, y la forma de recogida y tratamiento de los datos, sin duda ayudarán mucho a los profesionales que trabajan en las consultas a comprender qué ocurre con las notificaciones que se envían, y sin duda reforzarán la convicción ya existente en la mayoría de que debemos usar el SEFV-H para notificar todas las sospechas de posibles efectos adversos tanto de medicamentos como de vacunas.
Sin embargo, en el momento actual, y centrándonos en el tema de las vacunas, sigue siendo una realidad que los datos de las declaraciones hechas sobre efectos adversos prácticamente no están disponibles a los profesionales clínicos, ya que únicamente se puede acceder a los informes que el propio Ministerio o las Consejerías de Salud de las comunidades autónomas deciden publicar a través de sus boletines o de su web institucional, sobre un tema concreto o una vacuna determinada (como sucedió en el caso que ahora nos ocupa). Pero la dificultad reside en que no se publican de forma sistemática el número y tipo de reacciones adversas declaradas para cada vacuna, como ocurre por ejemplo con las enfermedades de declaración obligatoria, cuyos datos se publican regularmente a través del Boletín Epidemiológico Semanal4, de acceso libre y disponible a todo profesional que desee consultarlo. Incluso resulta tarea difícil y complicada (a menudo imposible), conseguir que desde el propio SEFV-H se faciliten estos datos a un profesional que los solicita para la preparación de un trabajo o porque tiene interés en conocerlos. La publicación de los datos sobre vacunas en un boletín periódico sería de gran interés para los profesionales, en este caso con una periodicidad incluso anual, resultaría de gran ayuda, así como tener más facilidades cuando nos dirigimos a este organismo solicitando información.
Es una buena noticia que los ciudadanos se incorporen al SEFV-H, en cumplimiento de una nueva normativa europea. Una mayor participación, tanto de los ciudadanos como de los profesionales, y también una mayor transparencia por parte del propio SEFV-H, pueden contribuir a mantener e incluso aumentar la confianza en las vacunas, aspecto fundamental para seguir mejorando las coberturas vacunales de la población.