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Vol. 40. Núm. 4.
Páginas 215-216 (abril 2008)
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Jaime Marín Cañadaa, Ana Cubillo Sernaa, Nieves Gómez-Escalonilla Cruzb, Jesús Garzón de la Iglesiac
a Centro de Salud Jaime Vera. Coslada. Madrid. España.
b Centro de Salud San Fernando 2. San Fernando de Henares. Madrid. España.
c Centro de Salud Dr. Tamames. Coslada. Madrid. España.
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Sr. Director: En primer lugar, debemos agradecer la lectura atenta del artículo y las aportaciones realizadas al respecto1. Con respecto a «no definir claramente qué es una faringoamigdalitis», el criterio de inclusión que se usó fue «dolor de garganta de reciente comienzo como principal síntoma diagnóstico». Este criterio coincide con la definición de la OMS2 en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10), que en el código J02 define Acute pharyngitis como «acute sore throat» (dolor de garganta agudo). Además el criterio de «dolor de garganta» es el usado en otros estudios clásicos que han investigado el tema. Por otra parte, constituye una forma habitual en que los pacientes expresan su consulta y fácilmente entendible por pacientes y médicos.

Con respecto al tratamiento alternativo en caso de alergia a las penicilinas, somos conscientes del aumento de resistencias a macrólidos de Streptococcus pyogenes en nuestro medio. Sin embargo, entre los autores nacionales no hay una respuesta clara a esta situación y la propuesta de usar josamicina es totalmente válida (algo menos de acuerdo hemos encontrado con respecto a la clindamicina).

La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica3 mantiene que la eritromicina es de elección en alérgicos, a pesar de los elevados porcentajes de resistencias en varios países. Sin embargo, la disminución de su uso está generando una recuperación de la sensibilidad y cifra las resistencias en España en torno al 3% (quizá demasiado optimista a nuestro parecer).

El consenso de varias sociedades científicas4 españolas sobre faringoamigdalitis eleva la tasa de resistencias a eritromicina hasta el 20-35% y recomienda su utilización de forma seleccionada. El mecanismo de resistencia es la modificación de la diana ribosómica y confiere resistencia cruzada a los macrólidos y la clindamicina. Otra opción a tener en cuenta son las cefalosporinas de primera generación (si no hubo reacción anafiláctica previa), aunque también son de mayor coste y podrían inducir cepas resistentes.

En este consenso se consideraba la telitromicina como una alternativa válida, pero una reciente alerta informa sobre posibles reacciones adversas graves (empeoramiento de la miastenia gravis, pérdida transitoria de la conciencia y alteraciones temporales de la visión) y restringía su uso.

En la Guía de Terapéutica Antimicrobiana de Mensa5, se opta por cefadroxilo (si no hay anafilaxia) o macrólidos de 16 átomos (como josamicina) y en el Manual de Enfermedades Infecciosas de la semFYC6, también se aboga por josamicina en alérgicos a penicilina.

En la Guía de la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas se recomienda eritromicina como una alternativa para pacientes alérgicos, aunque probablemente la tasa de resistencias sea menor que en nuestro país.

Con respecto a las demás puntualizaciones señaladas en la carta, compartimos la preocupación por la sobreprescripción de antibióticos en un cuadro viral. Además, los porcentajes de aparición de complicaciones postestreptocócica, como fiebre reumática, endocarditis, glomerulonefritis y otras, son ahora mucho menores y presentan similares tasas de complicaciones y tiempo de recuperación con antibioterapia o sólo tratamiento sintomático.

Bibliografía
[1]
Marín Cañada J, Cubillo Serna A, Gómez-Escalonilla Cruz N, Garzón de la Iglesia J, Benito Ortiz L, Reyes Fernández MN..
¿Es posible el diagnóstico clínico de la faringoamigdalitis estreptocócica? Aten Primaria, 39 (2007), pp. 361-6
[2]
ICD-10. Versión 2007. Disponible en: http://www.who.int/classifications/apps/icd/icd10online/?gj00.htm+j02
[3]
III Infección de las vías respiratorias superiores. En: Protocolos clínicos SEIMC. Disponible en: http://www.seimc.org/protocolos/clinicos/index.htm
[4]
SE.Q, SEOR.L, SEI.P, SEM.G, SEMERGE.N, SEMES..
Documento de consenso sobre tratamiento antimicrobiano de la faringoamigdalitis..
Rev Esp Quimioterap, 16 (2003), pp. 74-88
[5]
Guía de Terapéutica Antimicrobiana. Barcelona: Masson Elsevier; 2007.
[6]
Infecciones del aparato respiratorio superior.En: Arranz Izquierdo J, Cots Yago JM, Gómez García M, Monedero Mira MJ, editores. Manual de enfermedades infecciosas en atención primaria. Madrid: ENE Publicidad; 2005.
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