Justificación: La incidencia de endocarditis infecciosa (EI) sobre válvula protésica ha aumentado en los últimos años, hasta constituir el 10-20% del total de EI. La afectación protésica se ha relacionado con una alta mortalidad, aparición frecuente de complicaciones y aumento de la complejidad quirúrgica. Analizamos el pronóstico y las características de la EI protésica.
Objetivos: El objetivo primario del presente trabajo fue el análisis comparativo de la mortalidad a corto y largo plazo de la EI protésica, frente a la EI nativa. Como objetivos secundarios se analizaron las características específicas de la EI protésica, así como la morbilidad asociada.
Método: Análisis retrospectivo de todos los pacientes intervenidos por endocarditis aguda entre 2002 y 2015, con seguimiento clínico tras alta hospitalaria.
Resultados: Fueron intervenidos 169 pacientes de EI, de los cuales 63 presentaron endocarditis sobre prótesis valvular (37,3%). Las características basales fueron similares entre los 2 grupos analizados.
Los casos con EI protésica se clasificaron en EI precoz (21,73%) y EI tardía (78,27%).
La mortalidad quirúrgica de la EI protésica fue superior a la nativa (31,7% frente 22,6%, p=0,19), acorde con un Euroscore medio significativamente superior (35,7% protésica, 20,9% nativa; p<0,001). La supervivencia a largo plazo, con un seguimiento medio de 51 meses tras el alta hospitalaria, en la EI nativa fue también superior (81,7%) a la de la EI protésica (67,4%).
Analizando las características específicas de la afectación valvular en EI protésica, la afectación valvular aórtica fue la más frecuente (40%). La EI protésica se asoció a una mayor presencia de abscesos paravalvulares en el momento de la intervención (un 44,4% en protésica frente a un 26,2% en nativa; p=0,015) e incremento de la presencia de bloqueo auriculoventricular (27, 3 vs. 11,5%; p=0,013). En el momento de la cirugía existía disfunción de la prótesis valvular en el 75,8% de los casos, y el 49,2% de las intervenciones se realizaron de forma urgente.
El Staphylococcus epidermidis fue el microorganismo más predominante tanto en la EI protésica precoz (responsable del 60%) como en la tardía (38,6%). El Staphylococcus aureus causó el 17% de los casos y el género Streptococcus fue el responsable del 13,6%. No hubo diferencias en la tasa de reinfección de la prótesis implantada entre EI nativa y protésica (11,1% en ambos grupos).
Conclusiones: La EI protésica representa un factor de mal pronóstico en el tratamiento quirúrgico de la endocarditis aguda, con mayor mortalidad en el postoperatorio tanto inmediato como a largo plazo. El germen más frecuentemente implicado es el Staphylococcus epidermidis, y suele presentar una alta agresividad local, con alta frecuencia de absceso paravalvular, disfunción protésica y bloqueo auriculoventricular.