Analizamos nuestra experiencia inicial en el implante de una prótesis valvular aórtica por vía transapical en pacientes con estenosis aórtica grave no subsidiarios de cirugía convencional.
Material y métodosDe noviembre de 2008 a enero de 2010 fueron intervenidos 22 pacientes (21 con estenosis valvular aórtica nativa y uno con una prótesis biológica degenerada). La mediana de edad era 83 años (RI: 81-86). El 64% presentaba disnea de mínimos esfuerzos o de reposo, y hasta el 50% insuficiencia cardíaca congestiva. La mediana del EuroSCORE logístico fue 11,28% (RI: 9,72-15,08). En cinco casos se observó aorta en porcelana. La media del área valvular aórtica era 0,72 ±0,18 cm2.
ResultadosSe logró un anclaje correcto de la prótesis en el 86, 4% de los casos. Un paciente precisó conversión a cirugía convencional tras migración de la prótesis al ventrículo izquierdo.
Las principales complicaciones postoperatorias fueron: síndrome de bajo gasto (2 casos, siendo uno exitus), accidente cerebrovascular (2 casos), sangrado diferido a nivel del ápex (1 caso) e implante de marcapasos definitivo por bloqueo auriculoventricular completo (1 caso). La mortalidad a los 30 días de la cirugía fue 4,5%. La media del área valvular aórtica postoperatoria fue 1,8 ± 0,37 cm2, y del gradiente transprotésico medio 11,02 ± 5,6 mmHg. La supervivencia actuarial a los 6 y 12 meses fue 90,2 ± 6,6% y 74,9 ± 11,3%, respectivamente. El 94,4% de los supervivientes se encuentran en clase funcional New York Heart Association (NYHA) I-II (mediana de seguimiento: 9,2 meses).
Conclusionesel abordaje transapical se muestra como un tratamiento factible. Los pacientes desarrollaron una mejoría hemodinámica y clínica tras la intervención.